Partida Rol por web

Nichole accedió a la biblioteca tras poner su móvil en silencio. Miró de un lado a otro buscando a su tío, imaginó que estaría en la sección de Derecho, por lo que al llegar allí, lo encontró, sentado rebuscando entre varios libros. Al ver a su sobrina, le dio un par de palmadas al asiento que tenía a la derecha. - Hola cariño. - le comentó por lo bajo.

Seguía ojeando libros sin parar. - Estoy buscando por aquí alguna ley que me permita meter entre rejas temporalmente al tal Rowdy, después de lo que ha pasado en la plaza, estoy seguro de que más de uno se le va a lanzar encima y quiero mantenerlo con vida. - admitió. Paró un segundo y suspiró. - Perdona cielo, quizá soné un poco frío, tampoco te he preguntado como estás, es solo que... Está siendo todo muy estresando y no hay avances por ninguna parte...

Al ver a su tito Benja, Nichole le dedicó una suave sonrisa. Caminó hasta donde él se encontraba y le dio dos besos antes de sentarse. Arqueó ligeramente una ceja al escuchar el nombre de Rowdy. En aquel momento no caía en quién era ese al que se refería. 

— ¿Rowdy? — Preguntó y un suspiro apesadumbrado salió de sus labios. Hablaba en voz baja, procurando que nadie más escuchara lo que le tenía que decir. — Yo estoy bien, aunque la verdad que estoy bastante asustada. Lo de hoy ha sido horrible... Y la forma en la que se ha comportado Jack ha sido demasiado humillante. Ha acusado a Scott delante de todas las cámaras y no sé por qué lo ha hecho... Sabe perfectamente que él fue a ayudarme cuando me dejó sola anoche. Lo ha hecho por despecho, no sé si porque cuando regresó me vio con él o por el puñetazo que le dio por haberme dejado. Tito, su ridícula pantomima no le causará problemas a Scott, ¿verdad? — Sus labios formaron una suave mueca. Estaba tan preocupada por él... — También quería verte para contarte algo que me he enterado hoy. El jardinero de Jack Anderson, un tal Juan Martinez se ha vestido más de una vez como Jack. Me han dicho que cuando lo hace y lo imita es clavado a él. He pensado que podía interesarte y que podría ser a él a quién grabaron las cámaras... — 

Sí, Rowdy, mira. - le acercó un escrito, el cual era una transcripción de lo que había dicho Lilliana antes de su suicidio.

Me crucé con una única persona que me habló. Rowdy Bigalow.

Era la única persona que me dirigió la palabra, la única que me invitó a su hogar a pesar de todo... Pero cuando llegué allí, se desnudó y empezó a quitarme la ropa.

Lo van a linchar muy seguramente, la gente está muy loca, ya viste que algunos incluso apoyan a Ghostface. 

Pero tras escuchar las palabras de su sobrina, cerró el libro de golpe. - ¡¿Cómo?! - dijo gritando de la sorpresa, para rápidamente taparse la boca y volver a hablar más bajo. - ¿Y podemos ir a ver a ese jardinero en algún momento? Me gustaría preguntarle dónde estuvo el día que ocurrieron los hechos, su testimonio puede ser una pista importante, aunque necesitaremos un poco más que eso para pillarlo.

Le dio un beso en la frente. - Muy bien hecho Nicky.

Nichole tenía tantas cosas en la cabeza, sobre todo la preocupación por las repercusiones que podían traer las palabras de Jack Anderson, que el nombre de Rowdy le sonó a chino. al menos hasta que su tito le enseñó la noticia. 

— Es verdad, Rowdy... Perdona tito, si estaba allí, pero no me había quedado con su nombre. — Se excusó, avergonzada por haber olvidado el nombre del chico que Lilliana había acusado de haberse aprovechado de ella. El horror que había supuesto presenciar su suicidio se había diluido con todo el bochorno que le había hecho sentir Jack Anderson. 

Al ver la reacción de Benja cuando se enteró de la existencia de un doble de Jack, Nichole esbozó una tímida sonrisa. Llevaba tiempo aguantando sus gilipolleces para ayudar a su tito y lo curioso era que se había enterado de eso gracias a Scott... 

— Puedo pedirle a Scott que me de su dirección. Él lo conoce... — Le dijo mientras sacaba el móvil del bolso para enviarle un mensaje al chico de sus sueños. Se había ido con tantas prisas de su apartamento, para poder llegar a su casa y cambiarse de ropa antes del acto público, que al final no había quedado en nada con Renata. Habían dicho de ir juntas al ver al jardinero, pero prefería ir mil veces antes con su tito y poder tomar nota mental de cómo se hacía un interrogatorio, que con aquella chica... Mientras enviaba el mensaje, volvió a levantar la mirada y sus labios formaron un suave mohín. — Porque puedo ir contigo, ¿verdad? —

Benjamin asintió emocionado ante la pregunta de la chica. - Después de lo que te lo has currado, claro que puedes venir. - pero el móvil le empezó a vibrar y tras echar un vistazo pudo ver las noticias de la noche. Se quedó observándolas en detenimiento, al igual que seguramente Nichole.

Pero algo le llamó la atención a Nichole y es que, la víctima del cine, es decir, Kristian Larson, le acababa de escribir un críptico mensaje.

Nichole sonrió ante la afirmación de su tito de que podía acompañarle, aunque al ver que atendía su teléfono y empezaba a mirar las noticias, con gesto de preocupación, hizo lo mismo. Al escuchar que el verdadero ataque de Ghostface había ocurrido en el cine sintió un vahído y su corazón empezó a acelerarse. Apretó con fuerza los labios mientras Roxanne Delly narraba lo ocurrido. 

— Que horror... — Murmuró, afligida. Recordaba la reacción que había tenido Larson la noche anterior, cuando Scott le preguntó por los drones y ella enseguida había creído que ocultaba algo... Y ahora, estaba muerto... Siguió escuchando con el corazón en un puño, temiendo escuchar el nombre de Scott... Pero parecía ser que no habían habido más muertes, aparte de Sidney y Lara, que habían resultado heridas...

— Que raro, vi a Lara en el evento... No tenía pinta de ir al cine después de eso... — Masculló y un pequeño suspiro salió de sus labios. En ese momento recibió un mensaje y al ver el destinatario sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. No podía ser, él... Había muerto... 

Miró de reojo a su tito, no quería preocuparle, pero acababa de acojonarse mucho... Si no era Larson, ¿quién le estaba mandando ese archivo? Volvió a mirar el teléfono, su rostro había palidecido...

Su corazón empezó a acelerarse y con dedos temblorosos pasó por el archivo el antivirus que tenía instalado en el teléfono y, si todo estaba correcto, lo descargaría. 

Scott estaba bien... Al leer su mensaje, una fugaz sonrisa asomó a los labios de Nichole y le respondió, mientras terminaba de pasar el antivirus. 

— Tito, esperemos a Scott. Me acaba de decir que viene con nosotros. Conoce al jardinero y quizás sea más fácil que hable si está él... — 

Cuando terminó de pasar el antivirus y comprobó que no había ninguno, al menos ninguno que pudiera detectarlo, se mordió el labio y se quedó unos instantes con la mirada clavada en la pantalla del teléfono, sin saber qué hacer. Podía ser que hubiera algún virus desconocido, pero... ¿Cómo podría averiguarlo? 

¡Claro...! Tenía su teléfono viejo, bueno, la verdad es que no era tan viejo, hacía muy poquito que lo tenía pero se le había rajado un poco la pantalla y ya no le servía. 

Después miraría el archivo, cuando llegara a casa se conectaría desde su teléfono viejo y se lo descargaría allí. Se moría de curiosidad, a la par que sentía un nudo en la boca del estómago... Pero debía esperar, si era lo que temía y se trataba de Ghostface, debía andar con mucho cuidado...

Benjamin se encontraba anotando más y más cosas, por lo visto lo ocurrido en el cine complicaba mucho las cosas. - Una distracción... Sí, tiene sentido. - admitió. - Desde el ayuntamiento hasta el Angelika Film Center hay... - sacó su móvil y revisó algunas cosas. - Treinta minutos... Sí, puede coincidir con la llegada del segundo Ghostface... Pero entonces ¿el primero estuvo allí todo el tiempo?

Fue entonces cuando se percató de que su sobrina la estaba llamando. - ¿Scott? Ah sí, sin problemas. - parecía bastante tranquilo. Nichole pasó la noche con él, por lo que no tardó en deducir que estaban liados y siendo él de los barrios más bajos de la sociedad, era alguien perfecto para introducirles al jardinero.

Nichole había escuchado como su tito teorizaba sobre la presencia del segundo Ghostface en el cine. ¿Cuántos podían haber? Lo que estaba claro era que Jack no podía ser ninguno de esos dos, porque había estado con ella todo ese tiempo. Adiós a su teoría confabuladora sobre que Jack Anderson era un Ghostface y quería que ella les llevara a donde le habían pedido para acabar con Steve y quedar como un sobreviviente del asesino, mientras ella era acusada...

— Empezaba a creer que Jack Anderson era un Ghostface, pero parece ser que sólo es un gilipollas... — Le confesó a su tito y volvió de nuevo su atención al teléfono. 

El siguiente mensaje de Jack Anderson hizo que Nichole soltara un suspiro. En teoría todavía era su novio y, hasta que no tuvieran nada fijo contra él, no quería romper esa extraña relación. Además, tenía que seguir actuando si pretendía que Ghostface no sospechara. 

Escribió un nuevo mensaje a Jack, esperando que fuera suficiente para que se diera cuenta de cómo le había hecho sentir. Aunque en el fondo sabía que, cuando quería algo, podía volverse muy pesado. 

Mientras esperaba alguna noticia de Scott, Nichole volvió a buscar el archivo descargable que le habían enviado desde la cuenta de Kristian Larson. «Me estoy volviendo paranoica...» Se dijo, consciente de que le había pasado el mejor antivirus que había en el mercado y no había encontrado ningún virus, seguro que no había nada y lo que contenía aquel archivo podía ser importante... Larson había muerto y ella siempre le había tratado fatal; se sentía culpable y ahora estaba allí, asustada por un archivo... Se mordió el labio y miró de reojo a su tito, seguro que él no sería tan cobarde... 

«Mierda...» Volvió a centrarse en su teléfono y, sin pensarlo más, le dio a descargar. Mientras veía como el archivo se descargaba su corazón empezó a acelerarse...

Inconscientemente, mientras esperaba que el archivo terminara de descargarse, Nichole había empezado a tamborilear con las uñas sobre la superficie de la mesa. Estaba super nerviosa y convencidísima de que, fuera lo que fuese, era cosa de Ghostface. Cuando de terminó de descargarse e instalarse, soltó una exclamación al ver el mensaje de que Kristian Larson estaba en línea. En cuanto apareció su imagen azulada, posó su mano sobre el brazo de su tito y lo zarandeó suavemente para que atendiera también a su teléfono. 

¿De verdad tenía pruebas contra Jack Anderson? Pero... ¿Cómo se había enterado que ella estaba interesada en eso...? Había ido con cuidado y no se lo había dicho a nadie, el único que lo sabía era su tito y, aunque siempre se había mostrado reacio al plan de su alocada sobrina, había acabado aceptando su decisión. Hasta la noche anterior no se lo había contado a Scott... Era imposible que Larson hubiera sabido nada... 

— He sido descuidada... — Murmuró para sí misma y una pequeña mueca se formó en sus labios. Miró de soslayo a su tito y enseguida volvió a atender a la IA que se había instalado en su teléfono. De nuevo volvió a sentirse culpable por no haberle hecho caso la infinidad de veces que había intentado hablar con ella. A pesar de ello, él le había hecho llegar esa IA y lo había organizado para que lo recibiera si le pasaba algo. Sintió un ligero vahído y sus ojos se humedecieron. Terminó de escuchar las condiciones de Larson y pestañeó, confundida. 

— ¿Erick Hallwinter? — Preguntó, confirmando que había escuchado bien. ¿De qué le sonaba ese nombre...? — Hallwinter, claro, papá le conoce... Estaba esperando la visita de su hijo Erick... — Recordaba que una noche lo había comentado durante la cena, pero no había prestado mucha atención... — Erick tendría que venir dentro de poco... ¿Por qué Kristian estaba preocupado por él...? — Le preguntó a la IA, intrigada.

Mientras aquél ser azulado que ahora vivía en el móvil de Nichole explicaba las condiciones de uso del usuario, Nichole intentó llamar la atención de su tío, pero solo recibió el levantamiento del dedo índice por parte de este, parecía que había leído un renglón muy interesante y no quería apartar la vista del libro.

Para cuando Benjamin miró el móvil de Nichole, solo pudo mirarla extrañado y ponerle una mano en la frente. - No pareces enferma. ¿Qué murmuras? No me digas que andas viendo al chico que acaba de morir en alguna parte. - hizo una pequeña mueca. - Quizá deberías estar con tu madre y descansar, ya has hecho bastante, de verdad, puedo ir yo con Scott.

Nichole no entendía nada, revisó su móvil y no había ni rastro de lo que se le había aparecido delante de ella... Al menos hasta que su tío volvió a apartar la vista, que fue entonces cuando volvió.

Las pestañas de Nichole aletearon suavemente al sentir la mano de Benja en la frente. 

— Estoy bien, tito, no te preocupes... Voy con vosotros, además, no quiero cruzarme con Jack, ha ido a buscarme y seguro que no se mueve hasta que yo vaya... — Al pensar en él, sus labios formaron una mueca de disgusto. Su pobre madre debía estar sufriéndolo... Volvió a mirar el móvil y entonces se dio cuenta de que la IA se había ocultado de su tito. 

«Vaya, no se lo voy a poder enseñar a nadie, con lo que mola... Es super...» Se mordió el labio y miró de nuevo a su tío. 

— Voy un momento al servicio, si viene Scott dile que vuelvo enseguida... — Le dijo y se levantó, llevando su bolso colgado del brazo y el móvil en la mano, aprovechando para enviar un par de mensajes.

Entró en los servicios de señora y se encerró en uno de los utilitarios. Cerró la tapa del inodoro y colocó gran cantidad de papel antes de sentarse sobre ella, cruzando las piernas a lo indio. 

Volvió a mirar el móvil y una mueca se formó en sus labios. ¿Respondería? «Debo parecer una loca...»

— Ya estamos solos, puedes salir... Pero de mi tito no tienes por qué ocultarte, él es de los buenos... — Le dijo, como si estuviera hablando con una persona que pudiera razonar.

Renata y Scott llegaron a la biblioteca charlando tranquilamente de sus sospechas. Aquél paseo debían disfrutarlo a fondo, pues era de los pocos momentos de tranquilidad que sabían que iban a tener.

Al llegar a la biblioteca, acudieron a la sección que les había indicado Nichole, pero allí solo estaba su tío. Con un gesto, les invitó a sentarse cerca suya. - Nicky estaba un poco mal. Un día de muchas emociones. Enseguida saldrá del baño. - comentó, antes de volver a enfrascarse en sus lecturas.

¿No podía contarle a nadie lo de la IA? Nichole formó un pequeño mohín con los labios. Justo cuando se había decidido a ser sincera con Scott, su teléfono le estaba diciendo que siguiera guardando secretos. 

— ¿Así que Ghostface ha esparcido un virus para poder escuchar todo lo que hablemos? Es inquietante... Aunque bueno, tú haces lo mismo... — Era tan raro todo aquello, tenía la impresión de estar hablando con Larson, aunque en verdad lo hacía con una especie de conciencia que había creado e instalado en su teléfono móvil. — Y me estás pidiendo que confíe en que de verdad te ha creado Larson. Aparte de utilizar su rostro, ¿tienes alguna prueba que lo demuestre? No entiendo por qué confiaba tanto en mi, cuando no le di motivos... — Se encogió de hombros, de momento tendría que confiar, aunque le estaba dando muy mal rollo el estar hablándole al rostro de él, cuando había muerto hacía unas horas. — No me has dicho por qué Kristian estaba preocupado por Erick Hallwinter, en teoría tiene que venir en unos días, en representación de la compañía de su padre... ¿Ha ocurrido algo que deba saber? — 

Renata se había criado en un clima familiar, donde la buena educación y el cuidar de los demás era lo primordial. También el respeto a los mayores, así que, a pesar de la descortesia de aquel señor, se acercó con la mano extendida para presentarse.

- Muy buenas. Soy Renata. ¿Cómo está usted? - buscó los ojos del hombre - Imagino que preocupado por su sobrina y su familia - compuso gesto de preocupación. Volvió a retomar el lugar al lado de Scott cuando sonó su móvil. Se lo enseñó a su amigo aunque no parecía preocupada. Al menos no más que antes. El emisor era Desconocido.

¡Mírala, de camino a ser una influencer!

¿Cuándo llegues a la fama te volverás como José?

Recuerda lo que le pasó... Y que la gente pareció contenta de que a un influencer de poca monta venido a más, dejará de una vez por todas de abusar de sus exclusivos derechos.

Volvió a hablar en dirección al tio de la pelirroja - ¿Podría decirme en que baño está? Necesito ir yo también y así le comento una cosa a Nichole. Cosas de mujeres - sonrió inocentemente pero por dentro tenía un mal presentimiento. Seguramente no sería nada, pero mejor asegurarse.

En cuanto empezó la reproducción del vídeo donde salía Kristian Larson, Nichole sintió como se le revolvía el estómago al pensar que aquella grabación debía haber sido de aquella misma mañana. Sintió como su piel se ponía de gallina y un escalofrío recorrió su espalda.

— Si está muerto, ¿cómo se supone que yo lo voy a encontrar...? — Masculló al escuchar la descripción de Larson sobre la situación y sobre lo que creía que había ocurrido con Erick Hallwinter.

Larson siguió hablando, explicando para qué habían creado la IA... «Idiota...» Si no se hubiese puesto tan nervioso la noche anterior cuando Scott le preguntó cómo, Ghostface, podía controlar todos aquellos drones, nadie hubiese sospechado de él y no le hubieran hecho la encerrona en el cine. ¿Así que había sido Lena la que le había citado en el cine? Nichole sabía que Scott había quedado con Daphne para hacerle confesar a Larson, imaginaba que Renata habría ido con él y ahora parecía que Lena también estaba metida en el ajo. «Se lo pusieron en bandeja a Ghostface...» Debían tener los teléfonos hackeados y había sabido en todo momento dónde se encontraban. 

A pesar de estar dándole vueltas a todas esas teorías, que no llevaban a ningún sitio, siguió escuchando el vídeo que le había dejado Larson. 

Sintió como sus mejillas empezaban a arder al escuchar por qué había confiado en ella. No sabía si enfadarse porque estuviera insinuando que era mala persona y tonta, que no tenía ni idea de softwares... Vale, sí, era verdad, pero que lo dijera de aquella manera era un poquito bochornoso; o sentirse aliviada de que hubiera confiado en ella y le hubiera facilitado esa IA, aunque le daba un poco de yuyu estar hablando con su cara, cuando estaba muerto. 

— ¿Jack...? No, no me ha hablado de ti... — Respondió, como si de verdad estuviera hablando con él, pero la grabación había terminado y Nichole formó una pequeña mueca con los labios. 

— ¿Hola...? ¿Kristian...? Vale, me creo que de verdad te ha creado él... — Le sonrió, como si de verdad estuviera hablando con una persona. — Siento lo que ha pasado, ha sido horrible... Jo, no se lo merecía... — Formó un mohín con los labios y sus ojos se humedecieron. — Intentaré descubrir qué pasó con ese tal Erick Hallwinter, pero con la información que me dais es muy complicado ¿sabes? A ver, por ejemplo... ¿Cuántos meses hace que desapareció? Y... Necesitaría una fotografía de él, al menos para saber a quién estoy buscando... —

Eh... - comentó con cierto desinterés. - Sí, claro, está en los baños de allí. - señaló los más cercanos a su posición. Después de todo, habría sido raro que Nichole se fuera a algunos que estuvieran muy lejos. - Aunque insisto que se encontraba un poco mal, pero si tienes que ir, tienes que ir. - admitió, dejando que Renata marchara a los baños.

Renata entró, gracias a las indicaciones de Benjamin, al cuarto de baño de las chicas, buscando allí a Nichole. A pesar de que Benjamin le había insistido que Nichole no se encontraba muy bien y necesitaba estar en el baño, la insistencia de la latina era superior a cualquier argumento.

Nichole frunció el ceño al leer la noticia que KristIAn acababa de facilitarle. ¿Cómo pretendían que encontrara a ese tal Erick? Era como buscar una aguja en un pajar. Aquello era Nueva York, había millones de personas... ¡Era imposible! Encima sin saber cómo era... 

Sus padres eran unos de los supervivientes de Ghostface, de los sucesos ocurridos en Anderson Creek... ¿Y si Erick era el nuevo Ghostface? 

— No seas paranoica... — Murmuró y levantó la mirada al escuchar que se abría la puerta. Ya no se encontraba sola en el servicio. 

«Será mejor que salga...» Pensó, levantándose del urinario. Tiró los papeles sobre los que había estado sentada y tiró de la cadena antes de salir.