Al poco de entrar Renata en los servicios, ésta pudo escuchar como se tiraba de la cisterna de uno de los utilitarios y se abría la puerta. Nichole salió y miró a la joven, sorprendiéndose de encontrarse con ella. Sus ojos estaban ligeramente enrojecidos y su rostro se veía bastante pálido.
— ¡Ah...! Eres tú... — Dijo, sin ser consciente de que aquellas palabras podían no sentarle muy bien. Si ella estaba allí significaba que Scott ya había llegado. «Podía haberme avisado que vendría con ella...» Suspiró y se acercó al lavabo para lavarse las manos. De espaldas a la chica la miró a través del espejo.
— ¿Estáis bien...? Estabais en el cine esta mañana, ¿verdad? —
Renata la miró fijamente a través del espejo - Estas preñada - dijo así, sin tapujos y sin pensarlo mucho, como si fuera una pregunta pero sin serlo, aunque en su rostro no se denotaba enfado ni ningún sentimiento antagonista hacia la pelirroja.
Se cruzó de brazos mientras comenzaba a hablar - Bueno, Scott está bien, pero otros no han tenido tanta suerte. Larson muerto. Lara está bien jodida pero ya estará en el hospital. Mindy está con ella pero menos jodida - se encogió de hombros levemente - Gosthface controla los moviles. Manda mensajes que puede borrar sin dejar rastro. También me dijo que tenia ojos, oidos y manos en todas partes. Asi que no son seguros - le enseñó su antebrazo donde habia escrito dos nombres MARTHA y OLDMAN HIJO - Son mis sospechas - esperaba que captara que si lo habia escrito era porque no queria decirlo en alto.
Se acercó al lavabo de al lado para borrar el lapiz de ojos de su piel - ¿Y tú como estas? - preguntó sin mirarla mientras se frotaba con fuerza
Las cosas estaban bastante complicadas, pero sobre todo, teníamos un yugo bajo nuestra cabeza en cuanto a lo de ser espiados. Estaba claro, tras el mensaje de Renata. Y tras los que estaba yo recibiendo y "misteriosamente" desaparecían. Eso era algo que tendría que hablar con todos.
Las cosas no nos sonreían, precisamente.
Y al llegar a la biblioteca, y reunirnos con el tío de Nichole, no pude, sino pensar en que de fijo él la iba a palmar también. A ver, era bastante evidente. Llamándose Benjamin... Ben, para los amigos. ¿Es que la Tele no os ha enseñado nada? El TIO BEN, hermanos. Todos los tíos Bens mueren. El Tío Ben de Spiderman, el Tío Ben de Star Wars, el tío del Ben&Jerrys...
Este la palma fijo, con esa carita de doctor que no ha roto un plato.
Y Renata, puso la guinda en la presentación tan formal. Agradecí que fuera a por Nichole, mientras yo "conversaba con el próximamente difunto Tio Ben"
- Imagino que sabe que soy Scott Lessard, señor.- Me acerqué al ayudante del fiscal o lo que ese tío fuera.- Y lo siento si suena un poco fuerte o mal educado por mi parte, pero... ¿Me podría explicar, de hombre a hombre, como coño ha permitido que Nichole se meta en esta mierda de jaleo? ¿No se supone que debería haberla puesto fuera de peligro?
Sí, la verdad. Usarla para recoger los datos de Jack, no es que fuera demasiado moral, tratándose de tu sobrina. Por otro lado, imaginaba que la propia Nichole, al enterarse, se ofreció. Esta pelirroja siempre se metía en los jaleos que no debía.
- No es algo que me haga demasiada gracia, ¿sabe? Nichole es importante para mí, así que ya puede ir inventándose algo para dejarla fuera de peligro.
Aunque quisiera, era algo complicado. Una vez que ella ay metió el cuezo en esto, era difícil de salir. Pero aun así, dejaba clara mi intención de protegerla. Costase lo que costase.
Nichole abrió mucho los ojos al escuchar la suposición de Renata y se volvió para mirarla, con una expresión de confusión en su rostro.
— ¿Preñada? No, no estoy embarazada... — Le dijo, formando una suave mueca con los labios. Preñada, que palabra más vulgar, se notaba a leguas que aquella chica no tenía nada de clase.
— Sí, he visto las noticias. Ha tenido que ser horrible... — Asintió con un suave gesto de cabeza cuando Renata le informó que Ghostface controlaba los teléfonos y miró los nombres que había escrito en su brazo. Sus cejas se arquearon suavemente y la miró a los ojos, interrogativamente, pero no dijo nada. Aunque muchas veces parecía tonta, era lo suficientemente lista como para darse cuenta de por qué le enseñaba los nombres en lugar de decirlos en voz alta. Se acercó al secamanos y colocó sus manos bajo él, dejando que el aire caliente se las secara.
— Yo estoy bien. Estuve en el acto que se celebró esta mañana en la plaza del Ayuntamiento y fui testigo de como Lilliana O'neill decidía acabar con su vida. La policía cercó rápidamente el edificio para intentar atrapar a ese Ghostface, pero se les escapó. — Al recordar lo sucedido, un escalofrío recorrió su espina dorsal. Apartó las manos del secador y se colgó el bolso del hombro, volviéndose para mirar de nuevo a Renata.
— Entonces nos equivocamos con Larson y el pobre ha acabado muerto... Si Ghostface controla nuestros teléfonos sabía dónde encontraros... — Dedujo y un pequeño suspiro salió de sus labios. Dirigió su mirada hacia la puerta de los servicios y se quedó unos segundos en silencio. — Será mejor que salgamos o acabarán preocupándose... — Dijo finalmente y empezó a caminar hacia la salida, con la intención de reunirse con su tito y Scott.
- Pues algo te pasa. Estas más blanca de lo normal. Y no me vengas con chingadas de que es por el susto. Ha pasado mucho tiempo para que sea solo eso - cogió algo de papel para poder secarse el brazo que acababa de limpiarse y voltearse para salir tal y como había pedido Nichole. Era como si supiera de antemano que no le iba a responder ni contar nada. Después de todo no eran amigas.
Pero tenia que reconocerse así misma que estaba aliviada de que no fuera un bombo. Aquello realmente habría sido una patada en las pelotas de Scott y una desgracia para el bebé con ellos dos como padres.
Salimos del baño, jejeje
Hubiera estado guapo que si estuvieras embarazada, XDDDD
Benjamin arqueó una ceja ante los comentarios de Scott, miró a Scott y nuevamente retornó a sus lecturas. - Si tanto la conocieras, sabrías que no hay forma de controlarla, prohibirle las cosas solo sería motivo para que se enfadara y las hiciera igualmente. ¿Quién te crees que la llevó ayer a tu casa a pesar de que me comí una bronca por parte de sus padres?
Suspiró con cierta pesadez, dejando el libro a medio cerrar, usando como marcapáginas su propio dedo. - Pero sinceramente, me quedo más tranquilo llevándola yo hasta tu casa, que descubriendo que se ha escapado y ha hecho cualquier tontería para llegar hasta a ti. - con su mano libre, se frotó los ojos. - Lo mismo pasa con Jack. Muchas veces le he dicho que no es necesario que me ayude, que es mi trabajo, pero al final hace lo que quiere y antes de que se meta en problemas, prefiero saber todo lo que hace, apoyarla y mantenerla segura.
Se cruzó de piernas y retornó a su lectura. - Si tanto te importa, debes saber que nunca le vas a poder cortar las alas. Ella siempre hará lo que quiera, en tu mano está apoyarla o intentar frenarla, no hay termino medio. - a pesar de que todo aquél discurso lo había dado con un tono bastante bajo, se notaba la contundencia de sus palabras.
Nichole y Renata, solo ellas dos y nadie más, ni si quiera alguien escondido dentro de alguna de las dos, salieron del baño para reunirse nuevamente con Benjamin y Scott. Parecía que estos dos estaban teniendo una acalorada charla entre ellos, pero que Benjamin había terminado de forma unilateral.
No, Nichole no tenía intención de contarle nada a Renata, a ella no le importaba lo que le pasaba. No era la primera vez que la latina iba a buscarla a un baño, aunque al menos aquella vez no estaba haciéndose la marimacho y amenazándola con partirle las piernas.
La miró durante un instante, fijamente a los ojos, antes de abrir la puerta y salir de vuelta a la biblioteca. A sus pasillos silenciosos y a los murmullos apagados de los estudiantes que se reunían en aquel lugar tranquilo. Caminó entre las mesas, dirigiéndose hacia donde había dejado a su tito.
Cuando lo vio junto a Scott, enseguida se dio cuenta de la tensión que parecía haber entre ambos. La sonrisa que había empezado a asomar en sus labios al ver al chico que conseguía robarle la respiración, fue sustituida por una suave mueca y su ceño se frunció ligeramente.
— ¿Qué ha pasado? ¿De qué discutíais? — Preguntó, bajando la voz y yendo directa al grano, mirando primero a su tito, para terminar entrelazando sus ojos zafiro con la mirada almendrada de Scott.
Realmente tenía razón.
Nichole era así, y quizá ese corazón rebelde era tan parecido al mío que por eso era mi mitad. A fin de cuentas, siempre estaba yo también metido en jaleos. Por otro lado, dudaba que mi Nana hubiera querido que hiciera "ese" ritual. Con el tiempo eso era algo que lamentaba.
- [Déjame que le parta la cara al ratón de biblioteca, Scott]-
Esta vez sí hubo dolor. Quizá el dolor significara lo cerca o lejos que estaba de realmente convertirme en ese de mi interior. También que las pastillas hacían si efecto. Cuanto más dolor, más control. ¡Joder!
- No.- Respondí audiblemente, aunque la respuesta no era para el tío Ben. - No puedo controlarla.- Quise encauzar el tema. - Pero le evitaría todo lo malo que le pudiera pasar de saber con antelación que algo es peligroso.
Suspiré aun manteniendo la mirada fija en el hombre.
- Le agradezco que la acompañe. Y lamento que tenga que interceder por nosotros con sus padres. - Cerré los puños como si ese fuera el único problema en mi vida.- Pero ahora nos persigue y nos lee o escucha un asesino. O dos. ¡O tres! ¿Qué le va a decir a sus padres si le pasa algo?
Igualmente, era una conversación que caía en vaso vació. Nikki era como era y el problema ahora es que no había vuelta atrás.
- Mejor terminemos pronto.
Mis ojos se encontraron con los suyos, y algo se rompía por dentro cada vez que lo hacía.
Esa fachada de tío contra el mundo se rompía. Dicen que dos serpientes cuando están juntas bailan y no se distinguen la una de la otra. ¿Éramos tan distintos que nos parecíamos, y nadie más lo veía? ¿Éramos dos serpientes bailando al mismo compás? De ser así... ¡Que la música no pare, Maestro!
- Nada importante, al parecer.- Dije mirando de reojo al letrado, mientras me aproximaba a NIchole y la daba un abrazo. Me importaba un huevo que estuviera tu tío delante. Como si tenía detrás a todo el KKK.- ¿Estás bien?- Pregunté apartándome levemente de ella para finalizar en un beso en la frente y sonreír a Renata.
- Estamos en problemas. Todos. Y lo peor es que nos escuchan.- Dije bajando la voz, y no solo porque fuera una biblioteca.
Al sentir los brazos de Scott abrazándola, Nichole soltó un leve suspiro y se permitió cerrar un instante los ojos, embriagándose con su olor. No se veían desde aquella misma mañana, pero tenía la sensación de que hacía una eternidad desde que se habían separado.
Abrió de nuevo los ojos y la sombra de una sonrisa asomó a sus labios al sentir su cálido beso en la frente. Le miró de nuevo a los ojos y se encogió levemente de hombros.
— Sí, estoy bien... — Mintió, puesto que su mirada decía todo lo contrario. — Renata ya me ha advertido que Ghostface controla los móviles y puede escucharnos. — Sus labios formaron una pequeña mueca al decir aquellas palabras. — Pero no debemos permitir que eso nos paralice. Busca sembrar el terror y que cometamos errores. — Miró a su tío un instante, para volver a enterrar su mirada en los ojos de Scott.
— No sé si has visto las noticias de esta mañana, pero Jack ha hecho algo horrible. — Al nombrar a su novio, sintió como su voz se rompía. Apretó durante unos segundos los labios antes de retomar de nuevo la palabra. — Te acusó de ser Ghostface delante de todas las cámaras... Está completamente ido y hay que detenerle. No creo que sus palabras tengan ninguna validez... — Le lanzó una nueva mirada a su tito y de nuevo volvió a Scott. — ...y más cuando lo desmentí al instante, pero... No sé lo que piensa, la verdad... Creo que lo hizo por puro despecho, quizás por el puñetazo que le diste, o porque nos viera juntos, no sé... O quizás simplemente sea porque es un racista, no lo sé... Por si acaso procura no enfrentarte a él... — Le pidió, con la voz rasgada por las emociones que estaba intentando contener.
Benjamin asintió ante el comentario de Scott, pues la pequeña discusión ya estaba zanjada. Pero el tema del que hablaban volvía a ser de interés. - Jack parece el centro del universo del caos. - comentó con un suspiro. - Mientras antes tengamos algo contra él, antes estaremos todos a salvo de sus desvaríos.
Cerró los ojos y el libro de sopetón. Le dolía un poco la cabeza de enfrascarse en sus lecturas. - Aunque el asesino nos escuche, dudo que quiera ayudar a Jack, de hecho es todo lo contrario al mensaje que intenta representar, por lo que como justiciero que se considera, debería dejarnos obrar en contra de Anderson. - miró a los chicos, con mucha seriedad. - Si no tenéis nada más que discutir, por favor, vamos a ver a su jardinero.
Renata recibió otro mensaje. Leyó y contestó y luego levantó la vista de la pantalla con cierta reticencia pues la escenita de amor le estaba revolviendo las tripas y otras cosas.
- Deberíamos pensar en algo para poner al final de los mensajes. Ahora mismo acaba de escribirme Daphne pero visto lo visto... Será ella? - Sacudió la cabeza cabreada. Que la tuvieran así de emparanoiada le jodía mucho.
Volvió a sacar su lápiz de ojos y se dibujó dos asteriscos. - Cuando veamos al jardinero me iré a casa con Juancho, así que si me tenéis que escribir lo ponéis al final del mensaje - señaló primero uno y luego el otro mientras hablaba
Esperó que todos se pusieran en movimiento sin saber muy bien donde fijar la mirada..
Nichole asintió a las palabras de su tito y formó una mueca con sus labios. No estaba del todo convencida de que aquello fuera lo que quería Ghostface. Había sido muy claro con sus indicaciones y si conseguían encerrar a Jack, quizás la tomara con ellos por no poder cumplir la venganza que se proponía.
Aunque por otro lado también estaba las sospechas que tenía de que había sido el propio Jack, disfrazado, quién se le había acercado la noche anterior...
Tenía la cabeza hecha un lío y ya no sabía qué creer. Lo único que tenía claro era que deseaba terminar cuanto antes con Jack Anderson. Su comportamiento racista y clasista la ponía en evidencia constantemente y no lo soportaba.
Se había quedado perdida en sus propios pensamientos cuando de repente se dio cuenta de que Renata estaba diciendo algo. Pestañeó, regresando de nuevo a la biblioteca y miró las marcas que se había dibujado en el brazo. La miró a los ojos y asintió, volviéndose de nuevo hacia su tito.
— Sí, vayámonos ya... — Confirmó y empezó a caminar hacia la salida, no sin dedicarle antes una nueva sonrisa a Scott.
Ala, post para decir que por mi vamos ya a ver al jardinero ^^
Eso, vamos a ver la jardinero, jejeje