Partida Rol por web

Y cómo encontró a Greg?

Miró a GUstave y frunció el ceño ¿por qué ese hombre se empeñaba en hacerle hablar de algo tan desagradable?Por el amor de dios,ese pobre hombre estaba muerto

-"Lo encontré en el jardín...de algún modo se había arrastrado hasta allí"-coge aire con fuerza-"¿Nos vamos?Cada minuto que pasa nos acerca un poco más a ser asesinados"-dice con un escalofrío

Por supuesto. Vayamos. Pero Dark no nos dejará ir mientras él siga aquí. Greg seguía vivo y este pudo haber sido quien salvase a Nadia del ataque del animal, puesto que encaja en corpulencia, pero si no le dijo nada a usted de qué hizo desde su supuesta muerte ni dónde estuvo, no tenemos mucho. Aunque es obvio que no falleció cuando Dark así nos lo quiso hacer creer. Lo cual abre la posibilidad de más falsas muertes. Si me lo permiten, creo que debemos ir a registrar la habitación de ese impostor que se hacía pasar por un jardinero limitado. Y después... bueno, usted y yo, señorita Townsend, conocimos viniendo hacia aquí a alguien que físicamente podría haber reducido al gigante jardinero. Alguien cuya muerte no sé si ninguno hemos verificado.

Pero no nos adelantemos. Sugiero empezar por la habitación de Greg, ya que este no tuvo ocasión de decirle nada relevante a usted.

Aquello dilataba más su marcha de aquella isla, pero Gustave tenía razón. Era mejor asegurar todo, pues tal y como decia Vanessa, quizás la embarcación era una trampa...

Soltó un hondo suspiro mientras miraba alrededor a la espera de que empezaran a moverse.

Vanessa asiente y sigue a Gustave hacia la habitación de Greg aunque duda que encuentren nada que pueda ayudarles pero si podían acabar con Greg de algún modo no había que perder la oportunidad

Vanessa, Gustave y Nadia desandaron sus pasos hacia la habitación del malogrado jardinero. La habitación del jardinero era la que se encontraba más cerca de su ubicación, y aunque allí no encontraran nada sería un descanso para sus fosas nasales, el olor dulzón del charco de sangre en el que se había convertido el señor Stewart se les estaba empezando a clavar en sus sentidos.

Nadia, seguida unos instantes después por Vanessa, dejaron la habitación del difunto de forma definitiva Greg encaminándose hacia la planta baja. En su camino de muerte se encontraron el cadáver del mayordomo ,que las miraba con ojos vacíos desde su charco de sangre, pero eso no iba a disuadir a Nadia a la que poder despedirse de su marido le parecía una gran suerte dadas las circunstancias.

Con paso cauteloso de gato, o simplemente apenas capaz de moverse por el miedo, Nadia fue subiendo hacia el vestíbulo en la planta baja mirando a todos los lados, esperando que algo saltara encima suya, que alguna bala silbara o lo que fuera que hubiera pensado Dark acabara con sus vidas pero nada pasó.

No había nadie pero el teléfono se veía sobre la barandilla de la escalera, arriba en la primera planta. Era un teléfono antiguo, de los de rueda, de color negro al que parecían haberle sacado brillo, un teléfono que empezó a sonar nada más que se acercaron a la escalera. Aquella escalera que había pitado en algunos escalones a lo largo de la noche y de la que todavía no habían desentrañado el secreto.

Vanessa mira a Nadia y luego a los escalones mientras se cruza de brazos

-"¿Vas a confiar en la palabra de ese hombre?Es una trampa,acuérdate que esa escalera ha estado pitando de manera extraña todo este tiempo.De todos modos si quieres subir hazlo,yo vigilaré desde aquí por si se acerca alguien.Date prisa,Nadia,estoy segura de que ese psicópata nos tiene preparada una buena"-

Agarra con firmeza su escopeta a modo de bate por si se le acerca alguien indeseado y aguza el oído y la vista para que no se le escape nada de lo que pueda suceder a su alrededor.Tampoco pierde de vista a Nadia por si acaso activa sin querer una trampa

Nadia miró asustada e indecisa a Vanessa con las palmas de sus manos juntas apoyando los dedos indices en sus labios. Queria despedirse de su marido pero no queria matar a su pequeña. Las palabras de la pelirroja la impelieron a tomar una decisión.

Alzó un pie en el lado derecho para posarlo con extrema lentitud en el segundo escalón. - HAS DADO TU PALABRA. ME DEJAS DESPEDIRME SIN HACERME DAÑO - dijo con voz alta aunque temblorosa. Recordaba que habían pitado los impares, aunque tampoco estaba muy segura. Pero no tenia ninguna conjetura más, así que pisó el cuarto, el sexto y luego el octavo, con el corazón retumbando alocado en su pecho , el cual subia y bajaba debido a la respiración agitada de la embarzada.

Si ningún escalón pitaba los seguiria subiendo sin prisa pero sin pausa, solo los pares, hasta llegar al maldito teléfono

Alza una ceja mientras mira a Nadia divertida.La carcajada a su lado de Diablo casi le hace lanzar a ella otra igual pero logra contenerse.Ver volar por los aires a aquella rubia gorda sería divertido,sobre todo si Gustave tenía razón.Pum!!!Una menos y ya sólo quedarían el sexy madurito,el psicópata de Dark y ella

Guiñando un ojo a su amado Diablo se dispuso a vigilar mientras la preñada se despedía de su amorcito

Vanessa vigila para que Nadia pueda llamar con tranquilidad aunque hasta no verla segura junto al teléfono no respira tranquila

Nadia empezó a subir por el ramal derecho de las escaleras, saltando los escalones de dos en dos, pisando los pares y usando la barandilla para facilitar su salto mientras su vientre se bamboleaba de un lado a otro. Era una mezcla de gracilidad y torpeza, de elegancia y torpeza que hubiera resultado cómica si no hubiera sido por las posibles consecuencias de dar un mal paso en aquellas escaleras.

Desde abajo Vanessa observaba como Nadia regañaba a Dark, gimoteando para que cumpliera su palabra y se portara bien, mientras iba avanzando por los escalones, dando pequeños saltitos de elefante cada dos escalones mientras que el teléfono seguía sonando con insistencia. Faltaban dos escalones y Nadia los cubrió de un salto, descolgando el teléfono con los ojos cerrados y apretando los dientes esperando lo inevitable. Para su sorpresa lo único que llego desde el otro extremo del hilo telefónico fue una voz conocida.