Partida Rol por web

[DM08/20] La Telaraña

⋩ Capítulo 4: Negocios ⋨

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18/08/2020, 17:52
Narración

En ese momento en que Lady Gianna se dirigió específicamente a Hazzea, la maestre sintió la ira de una mujer cansada de soportar insultos hacia su Casa. Sus palabras fueron intimidantes, sin duda alguna, todo su porte desprendía la confianza en sí misma de quien no estaba dispuesta a tolerar ni un insulto más. No cabía duda de que ya se había sobrepasado el límite de su paciencia.

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18/08/2020, 17:56
Narración

En ese momento en que Lady Gianna se dirigió específicamente a Hazzea, Lord Lyonell sintió la ira de una mujer cansada de soportar insultos hacia su Casa. Sus palabras fueron intimidantes, sin duda alguna, todo su porte desprendía la confianza en sí misma de quien no estaba dispuesta a tolerar ni un insulto más. No cabía duda de que ya se había sobrepasado el límite de su paciencia.

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18/08/2020, 17:57
Narración

En ese momento en que Lady Gianna se dirigió específicamente a Hazzea, Lady Morna sintió la ira de una mujer cansada de soportar insultos hacia su Casa. Sus palabras fueron intimidantes, sin duda alguna, todo su porte desprendía la confianza en sí misma de quien no estaba dispuesta a tolerar ni un insulto más. No cabía duda de que ya se había sobrepasado el límite de su paciencia.

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18/08/2020, 21:29
Lord Esthal Hawick

Lord Esthal había permanecido anonadado desde aquella nueva pregunta que el maestre Debian había puesto sobre la mesa. Entre indignado y sorprendido, escuchó cómo hablaban Lord Lyonell, Lady Morna y Lady Gianna alternando la mirada entre uno y otras. Al final frunció el ceño y se decidió a intervenir.

—Le damos a Lady Harriet nuestra palabra de que esta unión no dará problema alguno a los Tully ni se ha decidido de mala fe. Cualquier otra cosa que digamos ahora podría ser para disimular, pero mi palabra, nuestra palabra, la palabra de los Hawick —redundeó—, eso vale mucho más que cualquier gesto. 

Asintió, seguro de sí mismo, y cruzó los brazos por delante de su pecho, taladrando al anciano con la mirada.

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18/08/2020, 21:50
Lady Morna Hawick

¿Insinuáis que no sé responder por los mios, maestre Debian? No pretendo excusarme. Pretendo aclarar nuestras circunstancias. Creo que mi Casa ha demostrado su buena voluntad legando sus tropas a los Tully en el pasado, y en ningún momento he insinuado que Lady Harriet decida nada en base a ofensas o habladurías. Estoy segura de que este es un asunto largamente pensado por ella, pero comprenderéis que en mi circunstancia, como vasalla, preocupada por mantener buenas relaciones con mi señora, desee aclararle que no fue mi intención ofenderla ni ponerla en un aprieto. - dijo, con voz suave y sin embargo, claro disgusto. Posó la mirada acto seguido sobre Gianna- De verdad que no entiendo cómo vos podéis usar impunemente rumores surgidos en este evento sobre nuestras fuerzas y nuestras pretensiones, y de hacerlo yo, osáis poner en mi boca palabras que yo no he mencionado. Sin embargo, ignoraré vuestro desafortunado comentario. -añadió, claramente airada, antes de posar la vista sobre Lady Gianna. Había cautela, esta vez, en su actitud, ciertamente. Ella también sabía dar un golpe sobre la mesa, debía admitirlo- Lady Gianna, no os he implicado dentro de la ideación de este matrimonio, en ningún momento. Creo que no era preciso que especificárais nada. -frunció levemente el ceño, antes de que interviniese Esthal, a quien contempló, en silencio, durante unos instantes, antes de tomarle de la mano.

Temo que no se nos pide solo la palabra, esposo mio. Se nos pide algo más... Representativo, ¿no es así?-miró de nuevo al maestre Debian- Quizá incluir algún alto cargo, como un comandante Tully en nuestras fuerzas pudiera apaciguar las preocupaciones de Lady Harriet. O puede que la presencia frecuente de un emisario en nuestras tierras. O ambas. ¿Son esos gestos de buena voluntad, maestre Debian?

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18/08/2020, 22:25
Maestre Hazzea

Había un nuevo tema del que discutir y Hazzea atendió las palabras del maestre, sobre todo porque era un punto interesante que lady Harriet estuviera preocupada por la boda que iba a tener lugar, y no era para menos, la unión de las tres casas allí presentes podrían eclipsar a la misma Casa Tully, una vergüenza para su dirigente. La anciana mujer calló por unos instantes, ella podía opinar, pero Lord Haffer no la escucharía, así que al fin y al cabo ¿merecía la pena el esfuerzo?....

- Oh Lord Lyonell, decir que vuestra Señora, Lady Harriet no está viendo bien la situación quizás sea algo cuanto menos insultante.... - pensaba ser su grano en el trasero, si el lord creía que se había librado de ella estaba muy equivocado, iba a desear tenerla de su lado y es que la ira era muy mala consejera -...Nunca fuisteis muy listo, milord.... - apuntilló.

El maestre Debian puso en su sitio al hombre, y Hazzea sonrió -... La soberbia a a que estáis acostumbrado podéis tenerla conmigo, pero está visto que no con los demás... - iba diciendo la vieja, como si de un salmo se tratara

Llegó el momento de que Morna hablase y por los Siete que la mujer era excelente en el arte de la oratoria. No solo hablaba con respeto y naturalidad, si no que argumentaba con mucha inteligencia. No obstante, Hazzea tenía su propia idea al respecto y la expondría a continuación.

- Desde mi humilde punto de vista, Ser Clarinthe no debería conformarse con Ser Guileon, perteneciente a una casa muy inferior a la de Lady Harriet, pero recordemos que aún Lord Valder está sin casarse, y será más beneficioso para los Tully unirse directamente a los Haffer, porque como unión es mucho más satisfactoria a todos los efectos... - dijo la anciana con resolución -... Pero claro, digo esto solo si a alguien le interesa conocer mi opinión, está visto que Lord Haffer tendrá algo que decir al respecto, o un posible sí, o un no..., y si es un no..., explicarnos el porqué.... - le miró con sus ojillos de cuervo.

El maestre Debian zanjó la posibilidad de matrimonio para Clarinthe, pero Hazzea había lanzado el dardo, cualquier cosa con tal de incidir en lo dicho -... Oh siento incidir en esto, maestre, es por mi sordera....- se rascó el oído -....Yo creo que los presentes debieran pagar un impuesto de vasallaje a su Señora, al fin y al cabo, si necesitan los hombres para defender las tierras, como mínimo, dotar de recursos a los Tully para poder ampliar su ejército, y firmar posiblemente un manifiesto escrito de no violencia y donde las tropas vasallas en según qué circunstancias sean cedidas en una determinada cantidad y sin cuestionar... - dijo la maestre Hazzea, ya que nadie aportaba ideas y a ella no les pesaba.

La reacción de lady Gianna fue intimidante, tanto que la maestre cubrió con sus manos el rostro, asustándose de la cara de loca que ponía aquella mujer, como si la encarnación del mal se tratara

- ¡¡No la toméis con esta pobre maestre!!.... Yo solo he dicho lo que aparenta.... Si no es así me disculpo.... - ojos casi llorosos -... no me matéis.... - ¿a qué haría referencia?

Al cabo de unos instantes se recompuso la anciana y miró al maestre Debian -...Oh no hagáis caso, maestre.... Los Vance y los Haffer hablan mucho y si no son cuestiones románticas, son negocios...., vos sabéis como yo que así es la condición humana... - se movió de la silla para caminar penosamente hacia un lado, alejándose de los Vance y los Haffer por si la agredían, como en su cabeza, pensaba que pudiera suceder.

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18/08/2020, 22:43
Maestre Debian

Tras sus palabras, el maestre volvió a anotar en sus pergaminos mientras Lady Gianna hablaba. Sus ojos se desviaron hacia la maestre Hazzea un instante cuando la Vance le respondía, pero luego volvieron a lo que tenía entre manos. Después, cuando la mujer se dirigió a él, la miró a los ojos. En las pupilas del maestre era difícil adivinar si había comprensión, empatía, o simple análisis.

Luego alzó un poco una ceja tras escuchar a Lord Esthal, y poco después volvió a tomar nota según Lady Morna hablaba.

Cuando el maestre mostró mayor expresividad que nunca fue ante el discurso de la maestre Hazzea. Su mano se aceleró un poco por primera vez en aquella reunión, como si no quisiera perder un sólo detalle, aunque su rostro pronto recuperó la misma calma. Después habló sin responder a ella directamente en un inicio.

—Lady Morna, Lady Gianna —enunció—. Muchas gracias por vuestras aportaciones. Al fin empiezo a oír ideas de verdad.

Hizo una breve pausa, como si valorara entonces lo que las mujeres habían dicho.

—Vuestra oferta seguro que agrada a los oídos de Lady Harriet, Lady Morna —aseguró—. Si además pudiéramos hacernos cargo de la educación de los hijos del feliz matrimonio, sería perfecto. Incluso podrían convertirse en los pajes y escuderos de Ser Clarinthe, y más adelante en los mejores caballeros de nuestro Reino. Por supuesto podrían volver a Fuerte Floresta tan a menudo como quisierais, y vos estaríais más que invitada a visitarlos. —Miró a Lord Esthal—. Vos también, desde luego.

Aprovechó entonces para contestar al hombre.

—Y no es que Lady Harriet no se fíe de vuestra palabra, milord —aseguró—. Pero tened presente de que hablamos de una mujer que tuvo que enfrentarse y matar a su propio hermano para tomar lo que le pertenecía. Para confiar se necesitan gestos de confianza como estos de los que hablamos.

Después se dirigió a Lady Gianna.

—Haré saber a Lady Harriet vuestras propuestas. Habéis de saber que, efectivamente, Ser Guileon es un joven al que se considera una opción para contraer matrimonio con Ser Clarinthe. —Hizo una pausa—. En Aguasdulces no olvidamos la gloria de los Vance, mi Lady, ni tampoco quién cometió los pecados que se cometieron durante la guerra, y por los que ya estáis pagando. Seguro que Ser Guileon es un muchacho bien educado —Hizo un gesto hacia la señora de Fuerte Floresta con esas palabras— y capaz. Sin embargo no es, por supuesto, la única opción. En cualquier caso, es algo que discutiremos más adelante. En privado, quizá.

Después se giró hacia Lord Lyonell.

—En cuanto a vos —dijo, y un nuevo acceso de tos le hizo detener sus palabras. Tardó varios segundos en volver a hablar, y lo hizo con el tono ligeramente más grave y la voz tomada—. No os he pedido una solución para que los Tully sigan siendo los más poderosos, ni que me digáis qué debo pensar. Los Tully no desean nuevas tierras: desean lealtad de sus vasallos. No necesito que me deis como solución con quién casar a la heredera de vuestra Señora.

El hombre dejó de hablar un instante para tomar un nuevo trago de agua.

—Si le he explicado lo de Ser Guileon a Lady Gianna es precisamente por vos —enunció—, para poder hablaros con total libertad y franqueza ahora. Explicadme cómo veis en Ser Guileon todas esas cosas hoy, mientras que a Ser Clarinthe ayer le prohibisteis expresamente contraer matrimonio con él. Sobrepasasteis todas vuestras funciones como vasallo de los Tully, y le dijisteis que era por nuestro bien. ¿Acaso no le dijisteis que estaría metiendo en su alcoba a una serpiente? —preguntó—. ¿Que sería lo mismo que suicidarse? —El hombre puso ambas manos sobre la mesa de manera calmada. A pesar de las acusaciones que vertía, su tono era tranquilo, firme y seguro—. Lord Lyonell, anoche estabais dispuesto a cancelar esta misma boda con tal de que Ser Guileon no se desposase con Ser Clarinthe, y hoy lo presentáis como si fuera el perfecto marido y caballero y osáis hablar como si necesitaran vuestro permiso. O bien ayer estabais mintiendo a la Casa de vuestra Señora, o lo estáis haciendo hoy —aseguró—, intentando ahora que meta a la serpiente en su alcoba.

Por último el hombre miró a la maestre Hazzea.

—Y vos... Lo cierto es que me gustaría tener claro si sois brillante, o si la edad os ha pasado demasiada factura. En cualquier caso, espero que podamos hablar más tarde.

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18/08/2020, 23:47
Lady Gianna Vance

Estaba empezando a desarrollar cierta sordera hacia el tono de voz de la maestre. Sólo destilaba pestes de quienes no le venían en gracia, eso estaba fuera de toda duda para Gianna. Asintió conforme a las palabras del maestre Debian y un cierto orgullo recorrió su cuerpo cuando mencionó que era digno Guileon de casarse con Clarinthe aunque hubiera más opciones. El simple hecho de que se les considerara ya era para ella todo un privilegio. Miró a Lady Morna y asintió cuando ella dijo que no había hecho falta la explicación sobre la idea del matrimonio.

Toda la felicidad, orgullo y simpatía que había ido desarrollando a lo largo de la reunión y en el día anterior se congelaron. Las palabras del maestre no las esperaba en absoluto. Lady Gianna tenía ciertos códigos que si bien podían ser flexibles, nunca se rompían y si las palabras del maestre eran verdad, Lord Haffer los había roto todos. Alzó el mentón y se giró de golpe hacia Lord Haffer. Su rostro denotaba el enfado que no había mostrado antes, cuando sólo había sido dura con la maestre pese al drama que había montado después la vieja. Ahora si estaba enfadada y tampoco hizo ningun esfuerzo por dismularlo. No dijo nada y esperó a que Lord Haffer se explicara, si es que podía.

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19/08/2020, 00:21
Lord Lyonell Haffer

Lyonell no contestó a Debian porque la conversación se sucedió a una velocidad vertiginosa… y porque el maestre le pidió que no respondiera. Si una Casa vasalla a la suya tuviera repentinamente un ejército más grande que el de Lord Haffer, no consideraba buena idea no permitirlo… o tratar de impedírselo. Con ello solo conseguiría granjearse la enemistad de dicha Casa. Si se daba ese caso, tendría que aprovechar la situación… Encontrar la manera de usar eso en su favor, aunque no llegando de la nada como estaban haciendo los Tully y exigiendo una compensación. Eso era una respuesta indignada, y a juicio de Lyonell poco meditada. Sí, seguía considerando a Lady Harriet, y a Debian más aún, unos hipócritas que venían vendiendo otros cuentos.

Miró a Morna cuando ésta rompió una lanza en su favor… No, él no había sido beligerante. Había sido directo. Había sido claro. En esa reunión, el Maestre Debian estaba empezando a mear fuera del tiesto. Por muy señores que fueran los Tully.

Pero Hazzea no se mantuvo callada, y sí intervino. Lyonell volvió a taladrarla con la mirada. Desde luego que las continuas salidas de tono de su ex maestre no iban a quedar así.

- No ofende quien quiere, sino quien puede. – Le dijo a Hazzea. – Yo ni quiero, ni puedo insultar a Lady Harriet. Os recomendaría que no hagáis libres interpretaciones de lo que puede o no entender la Señora. -

Creía que lo peor estaba por llegar, pero más adelante comprobó que se equivocaba de medio a medio… Hazzea volvió a abrir la boca para opinar con ligereza. Lyonell había dejado claro que la Maestre no hablaba por los Haffer, pero ésta no parecía haberse dado por aludida… No pintaba nada en esa reunión. Hablo con ligereza sobre un posible matrimonio de Clarinthe, y más aún cuando habló de un posible impuesto. Lyonell tuvo que morderse la lengua para no levantarse y gritarle con rabia.

Con un tono calmado, pero con una rabia controlada inusitada para él, Lyonell ordenó a la Maestre Hazzea algo que nunca pensó que tuviera que hacer.

- Maestre Hazzea. Se acabó. No vais a decir ni una sola palabra más. No vais a estar presente en lo que resta de reunión. Esperad fuera con los guardias, y cuando esto acabe tendremos unas palabras vos y yo. Pero se acabó el faltar al respeto a todo el mundo aquí, y a soliviantar una reunión importante para el futuro de todas nuestras casas. Obedeced, o ateneos a las consecuencias. -

Y tras unos momentos más, Debian se decidió a proseguir, explicando más en detalle la opción del matrimonio de Clarinthe con Guileon, y que los Tully lo consideraban una opción.

Pero las acusaciones, esta vez directas, del maestre Tully fueron dirigidas a Lord Lyonell. Ocultó en su semblante cualquier atisbo de emoción, y contestó puesto que era lo que todos esperaban. No tenía muy claro a qué jugaba el maestre y su objetivo… pero Lyonell sabía que debía moverse con cuidado pues podía adentrarse en arenas movedizas. Aunque sabía con certeza lo que había ocurrido y recordaba la conversación casi palabra por palabra.

- Siempre he visto en el primogénito de los Vance todas esas virtudes que he mencionado aquí delante de todos los presentes. – Declaró Lyonell. – Y ayer no dije lo contrario a Ser Clarinthe. Pensaba y pienso hoy lo mismo acerca de Ser Guileon Vance. – Confirmó sin dudarlo ni titubear. - Es más… vos no estabais presente, y vuestra Señora y yo tuvimos una batalla dialéctica interesante… - Prosiguió. Lyonell hizo memoria y enarcó una ceja… - Creo que os equivocáis al interpretar las palabras… Al igual que yo o cualquiera de los presentes podría hacerse ideas raras si yo dijese que Clarinthe me dijo que me deseaba a mí. – Añadió sin apartar la mirada de Debian… ¿Le habría contado Clarinthe aquella parte de la conversación? – Todo sacado de contexto y sin estar en la conversación es interpretable. – Especificó para que quedara bien claro.

Esperó un segundo antes de continuar.

- A Clarinthe le dije que había otras opciones, no solo los Vance. Le dije también que no me importaba ser vasallo de los Vance. Que no me importaba a qué altura quedaría cada Casa… los Vance, los Hawick, los Haffer… Me era exactamente lo mismo. - dijo con total sinceridad. – Dije que no tenía voto, pero que, como leal vasallo y defensor de mi señora y sus intereses, tenía voz. Que ella era libre de escucharme o no.

Se encogió de hombros. – Sí es cierta una cosa. Le pregunté si querría meter a la serpiente en su alcoba. – Afirmó. – Pero en ningún momento hablaba de Guileon Vance, ni me refería a él con esa frase. Así que dejaos de esperar a momentos dramáticos para hacer acusaciones en público, Maestre Debian. Ni mentía ayer. Ni he mentido hoy.

- Contrastad vuestra fuente, o que venga Clarinthe para aclarar todo esto. – Continuó. – Aunque quizá vuestro agudo ingenio hile otros caminos ahora en vuestra cabeza y queráis proseguir con todo esto. -

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19/08/2020, 00:28
Lord Lyonell Haffer

Lyonell estaba enfadado. El maestre era un maestro retorcido… Bien podía haber tratado de hablar en privado con Lyonell de todo aquello antes de la reunión, pero no. Había querido esperar y hacerlo público, y le estaba obligando a defenderse como pudiera. Si seguía presionándole iba a tener que revelar la verdad. Una verdad que hacía un rato había decidido ocultar y no hacer pública por proteger a Gianna.

En su conversación con Clarinthe nunca le había preocupado lo que pudiera hacer Guileon, sino su madre. Por el pasado, y por lo que él sabía sobre Lady Vance. Pero tras ver su comportamiento en la reunión… tras ver su actitud, sus intervenciones… Lyonell había quedado bastante convencido de que las intenciones de Gianna no eran las mismas que pudo tener en el pasado. Por ello había propuesto públicamente el matrimonio entre Guileon y Clarinthe.

Pero ahora el maestre buscaba sacarle de mentira verdad. Y además de todo aquello, estaba el final de su conversación con Clarinthe. Un final cuyas opciones que planteaba habían quedado por completo imposibilitadas unos instantes antes en esa misma reunión.

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19/08/2020, 01:01
Narración
Sólo para el director
- Tiradas (6)

Notas de juego

Convencer a Morna: Fallo.

Convencer a Esthal: 1 grado de éxito. Influencia 6. Esthal siente Aversión, FA 6. No pierde compostura.

Convencer a Hazzea: 1 grado de éxito. Influencia 6. Hazzea siente Aversión, FA 6. No pierde compostura.

Convencer a Gianna: 1 grado de éxito. Influencia 6. Gianna siente Hostilidad, FA 7. No pierde compostura.

Convencer a Debian: 1 gradi de éxito. Influencia 6. Debian siente Rechazo, FA 5. Pierde 1 de compostura.

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19/08/2020, 01:16
Narración

La voz de Lord Lyonell cuando se dirigió a la maestre Hazzea no dejaba lugar a dudas: se trataba de todo un Lord, un hombre que había sido, además, ungido como Caballero, con su porte y dignidad, exigiendo respeto y obediencia de aquella que debía servirle. La maestre supo que el Haffer no toleraría que lo desobedeciese en aquello y que si no hacía caso de inmediato, se arrepentiría. 

Pero después empezó a dar sus razones ante el representante de los Tully. Hazzea conocía desde hacia años a Lord Lyonell y probablemente nunca le había visto así. Sin embargo, sí había visto a muchos hombres en su situación, buscando excusas y tratando de eludir sus responsabilidades. La maestre estaba convencida de que el noble estaba retorciendo las palabras como buenamente sabía, pero ni siquiera así llegaba a resultar convincente.

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19/08/2020, 01:21
Narración

La voz de Lord Lyonell cuando se dirigió a la maestre Hazzea no dejaba lugar a dudas: se trataba de todo un Lord, un hombre que había sido, además, ungido como Caballero, con su porte y dignidad, exigiendo respeto y obediencia de aquella que debía servirle. 

Cuando después empezó a dar sus razones ante el representante de los Tully, Lady Gianna se dio cuenta de que nunca le había visto así. Sin embargo, sí había visto a muchos hombres en su situación, buscando excusas y tratando de eludir sus responsabilidades. La Señora de Nueva Esperanza estaba convencida de que el noble estaba retorciendo las palabras como buenamente sabía, pero ni siquiera así llegaba a resultar convincente.

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19/08/2020, 01:22
Narración

La voz de Lord Lyonell cuando se dirigió a la maestre Hazzea no dejaba lugar a dudas: se trataba de todo un Lord, un hombre que había sido, además, ungido como Caballero, con su porte y dignidad, exigiendo respeto y obediencia de aquella que debía servirle. 

Pero después empezó a dar sus razones ante el representante de los Tully. Lady Morna conocía desde hacia años a Lord Lyonell y probablemente nunca le había visto así. Sin embargo, sí había visto a muchos hombres en su situación, buscando excusas y tratando de eludir sus responsabilidades. La Señora de Fuerte Floresta estaba convencida de que el noble estaba retorciendo las palabras como buenamente sabía, pero ni siquiera así llegaba a resultar convincente.

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19/08/2020, 01:41
Maestre Hazzea

- Oh maestre.... - dijo Hazzea viendo cómo el hombre recriminaba a Lord Lyonell unas palabras acusatorias sobre Ser Clarinthe y Ser Guileon -...Me temo que Lord Lyonell tiene doble personalidad, en la intimidad dice unas cosas, y por lo visto delante de otras personas comenta otras bien distintas... ¿No ha visto lo que ha pasado conmigo?.... Serpientes por aquí, serpientes por allá... Pero a mi nadie me ha mostrado su serpiente.... - mirada traviesa -... Pero como mi buen milord se piensa muy inteligente pues... aquí tiene el resultado, un hombre versado en políticas que tiene en su espalda un bello adorno con forma de puñal... Cortesía de.... - miró a lady Gianna, pero no le dijo nada, fuera a ser que la matara, le daba miedo

Cuando el maestre la nombró, Hazzea dio un repollo, como si hubiera tirado su copa al suelo -... Oh... ¿brillante?.... No maestre no..., brillan los ojos cuando se está enamorado, el oro que muestra la codicia y el sol que no permite a las demás personas ver el horizonte.... Yo solo soy vieja, ajada, descoyuntada.... Poquita cosa a decir verdad... -hizo un geto con su dedo índice y pulgar, mostrando lo pequeñita que era -... Pero por supuesto siempre es un placer hablar con vos, por vuestra sabiduría y a quien representáis... - hizo una inclinación de cabeza muy bien hecha y firme, estaba claro que su debilidad, cojera y manos temblorosas era más para asemejar una parodia que reales.

Si Lady Gianna daba miedo con su mirada torva y asesina, su señor Lord, provocó que la anciana dejase escapar uno de sus muchos y frecuentes gases intestinales, sonoro y pesadamente oloroso.

- Oh.... perdón, señor, perdón, su merced.... - se levantó tomando aún más distancia si cabía -...Ni una palabra más, no, no, no... ni una... uys dije una.... - se dio en la cabeza un golpe autocastigándose -....¿Con los guardias?... ¿Por qué con los guardias?... ¿Vais a detenerme?.... - agobiada, quizás pudiera dar hasta pena la buena señora -...Yo no he faltado al  respeto a nadie... ni a la verdad tampoco.... - dijo yendo hacia la puerta, dando pasitos hacia atrás -...Obedezco, obedezco..., claro que sí, mi señor..., aunque..., ya no queráis ser mi señor..., yo... - comienza a llorar -.... ¡¡¡No os apiadáis de mi que he invertido mi vida por vuestros hijooooosssss!!!.....Buaaaaaaaaa.......¡¡¡No tenéis almaaaaa!!!!!!.....

Quería pegar la oreja y ver como Lyonell pasaba un mal rato. Se había precipitado con ella. Hazzea amaba su familia, jamás iría contra quienes le querían, y ahora el Lord tenía un problema, le daba miedo y había quebrado su confianza.

- No me hicisteis caso, señor..., por eso ahora estáis con el agua al cuello... - y dicho esto salió de la estancia llorando, quejándose y mirando uno de los guardias de la puerta -...Uys.... pero que buen mozo.... - tocó el peto de la armadura, si hubiera tenido un semental como ese de joven....

Notas de juego

Y el pedo os lo dejo dentro...^^

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19/08/2020, 09:28
Lady Gianna Vance

Lady Gianna apoyó sus manos en la mesa. Nunca se había sentido tan enfadada como en aquellos momentos. Se notaba en su rostro. La salida dramática de Hazzea le pareció por fin un alivio. Respiró varias veces recuperando la calma. Su maestro de armas, Umber, había muerto por la vida del muchacho Haffer, ese que la vieja tanto decía querer y lo único que recibía Gianna era desprecio, amenazas e insultos en su cara, estaba realmente enfadada y decepcionada con los Haffer en tantos sentidos que habría necesitado un libro entero para poder describirlos todos. Sin embargo una parte de ella compadecía a Lyonell por haber sufrido a semejante elemento durante tantos años. Es por ello que llevó una mano con suavidad al antebrazo de Lord Haffer cuando este terminó de hablar.

- Maestre Debian. Debo agradeceros la sinceridad, en estos días los acertijos y veladas verdades han sido los protagonistas pero vos habéis hablado con claridad sobre un tema que atañe a mi casa, a mi honor y al de mi hijo. Os lo agradezco.- dijo e hizo una pausa para añadir algo de dramatismo a la situación.- Pero debo confesaros que si bien vuestras palabras han resultado clarificadoras, no entiendo.. discúlpeme, tal vez sea que estos días las emociones han nublado mi juicio pero no termino de comprender como si vos sabiendo y teniendo la información de que Lord Haffer ha querido barrer el suelo con el nombre de los Vance.. se planteaba seriamente que pueda haber una alianza a tres bandas entre nuestras casas. - señaló con la cabeza hacia la dirección en la que se había marchado la maestre y luego miró a Morna.- Es evidente, mucho más después de lo hablado, que mi casa no goza ni de prestigio ni de confianza por parte de nadie o casi nadie de los que estamos en esta mesa.- miró a Lord Haffer, todavía no había apartado la mano de su antebrazo.- Podría llegar a comprender que la maestre Hazzea no habla por boca de ninguno de los aquí presentes más que por ella misma y que su obvio odio hacia mi casa, los dioses sabrán por qué, ha podido envenenar el ambiente. Pero hay lineas que se han cruzado y de las que es muy difícil volver atrás.- se llevó su mano libre al pecho. Aquella negociación la había cansado demasiado. Sentía que había hecho unos esfuerzos no correspondidos y tras los insultos de la maestre hacia ella y el silencio del resto, la sensación de haber errado al ayudar en el acuerdo matrimonial cuando este parecía descarriar, empezaba a hacerse presente en ella. Miró al maestre Debian y recogió su mano rompiendo el contacto con Lord Haffer.

Siempre hay elección, es nuestro lema. Por respeto a mi hijo y su amor por la casa Hawick y por la heredera lady Bessa no tomaré decisiones en la tormenta. Se me ha insultado a la cara, se ha despreciado a mi hijo, se ha escupido sobre el cadaver de mi maestro de armas muerto por el heredero Haffer y se ha pretendido barrer el suelo con el ancestral apellido de mi casa. - el enfado había dado paso a la decepción. - Pondré las horas de esta noche de por medio y mañana decidiré si los Vance nos quedamos al enlace o nos marchamos a Nueva Esperanza.

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19/08/2020, 10:28
Lady Morna Hawick

Ante las siguientes declaraciones del maestre, Morna guardó silencio, mientras abría cada vez más los ojos. Su rostro, puro asombro, quizá incluso estupefacicón, volvía a enfrentar a Lord Haffer, a quien contempló con absoluta incredulidad. La salida de Hazzea frunció de manera evidente su ceño, mientras se llevaba los dedos a la frente, mesándosela.

Lady Gianna parecía furiosa, y con razón. Pero no fue sobre ella sobre quien la señora de Fuerte Floresta centró su atención. Fue sobre el maestre. El maestre Debian- Maestre Debian, no puedo sino sentirme identificada con la incomprensión de Lady Gianna. Yo tampoco entiendo vuestras argumentaciones, si tales hechos estaban en vuestro conocimiento. Y  desde luego, si deseábais que no hubiese una alianza a tres, acabáis de lograrlo. -dijo, tomando una vez más, su copa- Este era un asunto privado que quizá deberíais haber tratado con los implicados. No había necesidad de poner en entredicho esta reunión, y en general... La correcta clausura de este evento. - apuntó, con mirada severa, dirigiéndose entonces al resto de Lores, sentados a la mesa

- Hago una invitación a la calma y a la reflexión.-pidió, posando en ese momento, la mirada, sobre la señora de los Vance- Lady Gianna, entiendo cómo debéis sentiros. Pero os pido que reconsideréis. El enlace tiene lugar ya mañana. Sé que vuestro hijo querría estar presente. Y vuestra ausencia sería notoria. Un tema recurrente que eclipsaría la felicidad del evento. -indicó, suspirando- He cedido en muchas de mis premisas iniciales, y bien lo sabéis. Os pido que cedáis vos ahora, a cambio, y os quedéis. -pidió, en lo que quizá, era una de esas raras ocasiones en las que Morna realmente sugería, y no exigía- ¿Algún punto más que debamos discutir, maestre Debian? - preguntó, con la ceja enarcada, tomando un sorbo de vino.

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19/08/2020, 11:30
Maestre Debian

El maestre Debian escuchó a Lord Lyonell con una expresión adusta en el rostro. Por primera vez en aquella reunión, sólo tomó nota de algunas de las cosas que el hombre dijo, y cuando acabó de hablar simplemente alzó las cejas y negó lentamente con la cabeza. Escuchó también a la maestre Hazzea, a la que hizo un gesto pidiéndole que esperara antes de marcharse, y luego a las otras dos mujeres.

—De lo que me da la impresión, mis señoras —enunció—, es de que Lord Lyonell arrastraría o alabaría el nombre de cualquiera si consiguiera algún tipo de beneficio. Ayer fueron los Vance —afirmó posando sus ojos en Lady Gianna—. Hoy, en cambio, quería vuestro favor. Por eso creo que con él sería posible no una alianza con dos, sino con tres, con cuatro y con cualquier número de Casas que lograse alcanzar. —Hizo una pausa, devolviendo la pluma al tintero—. Yo no esperaba sacar a colación lo sucedido ayer entre él y nuestra heredera —aclaró—, pero en nombre de Lady Harriet no puedo permitir que alguien actúe como si los miembros de la Casa Tully fueran idiotas, sordos y ciegos. Y menos si se trata de uno de sus vasallos más relevantes, alguien que ha gozado hasta el momento de un trato de favor y de acuerdos comerciales preferentes.

Dicho aquello el hombre comenzó a ordenar sus pergaminos.

—Por mi parte está todo claro —aseguró—. Falta concretar vuestras últimas propuestas, Lady Morna, pero es algo que podemos hacer en otro momento. Lo mismo podría decirse de vos, Lady Gianna. En cuanto a los Haffer no será necesario, pues ha sido claro que no hay nada que concretar.

»También hay algún detalle menor, como dónde vivirán los recién casados. Iba a preguntar también qué maestre conservarán, pues la Ciudadela no permite dos en una misma Casa, pero entiendo que será el de Fuerte Floresta. Así pues... —Cruzó las manos delante de él en la mesa, sin levantarse todavía—. Si vos no tenéis nada más que tratar supongo que hemos terminado.

Dicho aquello sí se puso en pie. Se encaminó hacia la ventana, abriéndola para que airease, y se encaminó hacia la puerta para seguir a la maestre Hazzea.

—Si alguno tiene algo que quiera tratar, estaré toda la tarde en mis aposentos.

Notas de juego

Os dejamos hasta la noche para que habléis entre los que quedáis dentro todo lo que os dé tiempo a hablar.

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19/08/2020, 12:15
Lord Esthal Hawick

Una vez que el maestre abandonó la estancia la postura de Lord Esthal se tensó un poco. Lo siguió con la mirada mientras abandonaba la sala, y una vez que se cerró la puerta se dirigió directamente a Lord Lyonell.

—Vos sí que haríais bien en marcharos antes del amanecer —le dijo—. Venís a nuestra Casa y no sólo nos insultáis, sino que insultáis también a nuestros invitados. Hacéis peligrar la boda de nuestra hija por vuestras rencillas con vuestra propia maestre, y aún tenéis la caradura de querer vetar el matrimonio de nuestro pupilo, a quien hemos cuidado como nuestro hijo. Si no os echo de una patada es sólo por ser amigo de mi esposa. Pero ya no sois nuestro invitado. Marchaos antes del amanecer, o seréis considerado un intruso, con todo lo que eso implica.

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19/08/2020, 12:20
Maestre Debian

La sala de reuniones daba a una pequeña antesala. Esta daba a otra antesala, que daba al pasillo. Era allí donde se encontraban los guardias, y fue en la primera de estas habitaciones donde el maestre Debian interceptó a Hazzea. Desde allí, si uno pegase la oreja a la puerta, seguiría oyendo lo que pasaba dentro de aquel cuarto.

—Discupadme, maestre Hazzea —le dijo el hombre con expresión tranquila, como si las cosas que Lord Lyonell había dicho sobre ella fueran todas irrelevantes—. Hay algo sobre lo que me gustaría consultaros. ¿Tenéis unos minutos?