Partida Rol por web

-Sé que a veces los locos y los niños pueden ver quimeras, pero no es lo habitual -dijo Pandora aclarándose la voz-. Lo único que puedes hacer para conseguir algo seguro es Encantarlos y llevarlos a un feudo para que no se les pase. Pero claro, pueden volverse Sonámbulos y caer en coma.

-Um...Digamos que quiero hacer un experimento, y me hace falta un experto en el Reino de Hada, capaz de afectar al propio Glamour, y que maneje Soberanía, hasta el grado de imponer Geas. ¿Sabes donde podría encontrar alguno?. Ademas de algún Soñador. No voy a exponer a los míos a los experimentos.

-¿Lord Stevron, quizá? -preguntó Pandora con intención.

-Entonces puedo dar mi experimento por tan desaparecido como lo está él.

-Era una broma, pero parece el más inclinado a saber sobre eso. Si averiguo algo te lo digo. Al fin y al cabo, también me interesaría saber cómo acaba ese experimento...

-Veo que ya intuyes por donde van los tiros. Mi idea es hacer que el propio Glamour generado por el Soñador impregne sus sentidos antes de escaparse. Si el Geas es correctamente formulado y con el poder suficiente, tal vez, y solo tal vez, podamos conseguir humanos, capaces de percibir el Ensueño a voluntad. Mi teoría es que al no ser Glamour del que ninguna Fae haya incorporado a su esencia, no se verían afectados por las Nieblas. 

A veces me preguntaba quién fui en Arkadia, tenía demasiado apego a los míos y al feudo, así como a la investigación sobre el Glamour. Podía ser por mis antecedentes, que fuera tan intenso mi amor hacia mis allegados, y la mortalidad de éste cuerpo la que me hace investigar con tanto ahínco, pero no por ello dejo de pensar, que podría ser, que siempre me haya dedicado a esto.

Sonó el teléfono del despacho y Pandora suspiró.

-Parece que tengo que trabajar. Nos vemos pronto.

La sidhe le dio un beso en la mejilla y un abrazo.

-Gracias, Silveth.

-Siempre tuyo. Ten cuidado con la investigación.

Le guiño un ojo a modo de despedida mientras salgo de la biblioteca hacia la estación de autobuses. Me esperaba un viaje bastante desagradable.