Partida Rol por web

Nadim suspiró

No sé. No creo que vaya a hacer nada. No ha hecho nada hasta ahora. ¿Y de qué sirve el testimonio de un camarero? Esa zorra va a salirse con la suya, como siempre. Es un secreto a voces, pero nadie hace nada

Frunció el ceño

Ya encontraré alguna manera de devolvérselo. Y entonces se arrepentirá de haber cruzado la línea, te lo aseguro

Hizo un ademán con la mano, como espantando moscas

Da igual. Venga, te toca

Esbozó una sonrisa, intentando restarle importancia. Había venido a escuchar a su amigo, no a soltarle un montón de mierda encima. Aunque haberlo hablado con alguien le había sentado bien. Alguien que no fuera una quimera, claro

Shyam no aprobaba la actitud de su amigo, pero pensó que el cabreo momentáneo y el dolor lo estaban guiando, de modo que no le dio demasiada importancia al comentario.

-Pues... -el Fiona se rascó tras el cuello, parecía avergonzado. Dio dos pasos hacia atrás y se sentó sobre la cama jugueteando con las manos y mirando al suelo-. Esta mañana han roto el cristal de la sede* con una piedra. Iba incluida una nota muy simpática, algo así como "Morios sidosos de mierda". Tad** se cortó con un cristal, así que lo llevé al médico.

Aquellas cosas no solían afectar mucho a Shyam, intentaba mantenerse optimista y apunto para encarar cualquier cosa que le hiciera frente. Pero aquello le había dejado derrotado. Había mantenido el ánimo arriba casi todo el día hasta que, por fin, había tenido un momento para respirar y sentir que muchas cosas, más de las que podía abarcar, se le venían encima.

-Allí fue donde Glenn y yo nos encontramos a la quimera dichosa. -Se pasó la mano por la boca. Suspiró-. También me encontré con la Dra. Martens, que fue muy amable comunicándome mi despido. Mi condición de seropositivo ha llegado a oídos de la junta, así que no creo que pueda volver a ejercer la medicina. Y para rematar la jornada Silveth tirando más problemas encima de Meredith y haciendo de las suyas. -Se incorporó y fue hasta la mesilla para coger la carta*** y dársela-. No... De verdad que lo intento, pero no me sale lidiar con gente así. Primero suelta rollos burocráticos y luego me manda cartas. ¿Tú lo entiendes? 

Y lo del sarpullido no es nada, ya se está yendo.

Nadim abrió la boca de par en par. Ya se imaginaba algunos de los problemas que había tenido su amigo, pero condensados en tan poco espacio resultaban mucho más abrumadores y preocupantes. Durante unos segundos se quedó sin palabras, pero no duró demasiado. Nadim siempre tenía algo que decir, al fin y al cabo... Aunque no siempre era lo más adecuado

Shyam, yo... Oh, joder. Eso sí son problemas. Y yo quejándome de Pandora. Soy un maldito egoísta

Se levantó y se acercó a Shyam, poniéndole una mano en el hombro e intentando sonreír. Sin embargo, su mirada no dejaba de volar hacia el sarpullido, y en sus ojos se leía más inquietud aún que antes. Puede que Nadim no lo dijera, pero probablemente le estaba concediendo el beneficio de la duda a las palabras de Silveth

¿Has pensado ya en lo que vas a hacer?

Si se refería al despido, a Silveth o al sarpullido, no llegó a especificarlo

Resopló, confuso. Una vez fuera todo parecía mucho más sencillo, o al menos con más solución. Darlo a conocer significaba que podía actuar sobre ello, y es lo que iba a hacer. Se tomó unos segundos para inspirar, espirar, aclarar la mente y empezar a anclar puntos sobre lo que mañana iba a hacer.

-Hablé con Van Doren esta tarde y probablemente me encuentre algún trabajo para pasar el mal bache. Pasaré aquí la noche hasta que esto se vaya y mañana saldré a cazar quimeras con Calandra y a finiquitar mi despido. Y si no se va... Llamaré a alguien. -Miró a Nadim y sonrió palmeándole la espalda-. Pero me encuentro mejor. Seguro que lo que Silveth dice en la carta no es mas que charlatanería. Glenn también estaba tosiendo en el médico y no tiene sida.

Silveth... Nadim sonrió Será todo lo Luminoso que quieras de cara a los demás, pero por dentro tiene un pie en el otro lado, si sabes a lo que me refiero. Tira la carta, no le respondas. Si quiere hablar contigo, que lo haga en persona

Se quedó callado de forma algo brusca, como si hubiera ido a añadir algo más y se hubiera echado atrás en el último momento

Shyam tardó poco en ocupar el silencio. Cogió la carta y la arrugó transformándola en una bola de papel.

-No pensaba hacerlo. Los problemas se encaran, no se meten en un sobre bajo una puerta.

Intentó hacer canasta en un jarrón de la habitación, pero el papel rebotó contra la pared, lejos de ir a entrar. Chascó la lengua. Lo suyo no era aquel tipo de deporte, sino las armas de filo; ahí no tenía rival.

-¿Tienes ánimo para cenar o echar algo? Creo que por hoy nos merecemos un descanso. Puedes avisar a Janice y así la animamos.

No creo que quiera más juerga. He estado tomando algo con ella, pero ha venido obligada. Le vendrá bien descansar un poco

Sonrió

Pero sí, creo que tú y yo podemos despejarnos un poco. ¿Quedamos luego para cenar? Conozco un italiano aquí cerca que roza el pecado

-De acuerdo. Nos vemos luego.