12 de noviembre de 1984 – 10:34
-Está hecho -dijo el hombre.
-¿Lo está?
-Sí, sí. Muerta.
-¿Con el cuchillo que te di?
-Sí, como me dijiste.
-¿Y dejó de respirar?
-No le latía el corazón cuando me fui.
-Bien.
-¿Bien?
-Ahora el siguiente.
-¿Su amigo?
-Sí. El modelo. Mátalo a él también. Pero espera. No nos precipitemos. Si las hadas se dan cuenta de lo que estamos haciendo podrían tomar... medidas.
-Esperaré.
-Estoy orgullosa de ti. De verdad que sí.