Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

3. El buen chico

Cargando editor
22/11/2012, 20:36
Dra. Martens

-No se trata de su habilidad. No la pongo en duda. Se trata de la seguridad de sus pacientes y compañeros. Espero que comprenda que está usted infectado de una enfermedad que no conocemos y a la que no podemos exponer a los pacientes. Por seguridad será mejor que deje de trabajar aquí. Me alegra ver que lo entiende.

La doctora no le puso ninguna traba y dejó que el Fiona bajara a reencontrarse con Glenn.

Cargando editor
22/11/2012, 20:38
Narración

En el pasillo de abajo no había ni rastro del troll. La puerta del archivo estaba cerrada, pero Glenn se había esfumado.

Cargando editor
22/11/2012, 20:56
Shyam

Shyam no dejaba de repetirse que debía centrarse en la quimera una y otra vez. El trabajo, a fin de cuentas, era... necesario, sobre todo si tenía que pagarse piso, comida, medicamentos, y todas esas cosas de las que jamás eres consciente con menos de quince años. Por suerte Nadim era su compañero de piso, y entendería mejor que nadie su situación. Pero ahora lo primordial era acabar con esa quimera que tan peligrosa parecía ser.

Al llegar al pasillo se volvió a subir la mascarilla y alzó el martillo. Enseguida notó la ausencia de un enorme troll azul. Arrugó el ceño y avanzó cautelosamente hasta la puerta, y sin pensarlo demasiado, entró rápidamente cerrando tras de sí.

Cargando editor
22/11/2012, 21:58
Narración

La quimera tenía forma de hombre joven con un arnés y pantalones de cuero. Su piel estaba llena de erupciones rojas y tosía sin parar. Su respiración sonaba como un fuelle. Levantó los ojos enrojecidos y llevó una mano hacia delante.

-Ayúdame, por favor... Necesito un médico.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Su defensa es 3

Cargando editor
22/11/2012, 22:15
Shyam

El aspecto de la quimera lo refrenó en un primer momento, sobre todo por la virulenta forma en la que tosía sin parar. Cuando se recuperó del shock, se lanzó a por la quimera sin reparo alguno.

- Tiradas (1)
Cargando editor
22/11/2012, 22:43
Narración

El enfermo tosió un poco más y Shyam se descubrió a sí mismo imitándolo. Sintió una súbita debilidad extendiéndose por su cuerpo. Los pulmones le fallaron y respirar se le hizo doloroso. En su boca surgieron llagas y la lengua se le abrió y llenó de heridas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Recibes 2 de daño Letal Quimérico

Cargando editor
22/11/2012, 22:52
Shyam

Shyam retrocedió tratando de encajar los repentinos síntomas que lo acosaban. Notó el sabor metálico de la sangre en su boca y el escozor de las heridas nuevas. Dolía respirar como si fuese aire helado, y si perdía más tiempo quizá fuese peor. Cargó de nuevo rezando para que el martillo aguantase, pero el primer golpe se perdió en el aire. Sin embargo, el segundo dio de lleno en la quimera.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ataque Concentrado: Tu personaje puede atacar a un único objetivo dos veces en un turno. El segunda ataque recibe una penalización de -1. Desventaja: Tu personaje no puede utilizar su Defensa contra ningún ataque en el mismo turno en el cual intenta utilizar esta maniobra.

-1 FdV para el segundo ataque

Cargando editor
22/11/2012, 23:00
Narración

El martillo se balanceó sin dar, pero la segunda vez impactó a la quimera en plena cabeza. No pudo resistirlo y se desplomó. La sangre empezó a cubrir el suelo. Shyam se dio cuenta de que el martillo dejaba de pesarle y que en sus manos sólo quedaba el juguete.

Cargando editor
22/11/2012, 23:43
Shyam

Dejó el martillo de colores sobre unos archivadores y se dobló hacia adelante cerrando los puños con fuerza. Se mantuvo así unos segundos, regulando la respiración y haciéndose a las constantes punzadas. Glenn había dicho que no era la primera que veía, y que además se multiplicaban. Tenía que avisar cuanto antes, y también pedir que le atendiesen aquellas heridas. Cuando se sintió un poco mejor, tomó un pequeño trofeo por aquella victoria y se dispuso a abandonar la habitación y buscar a Tad. Tal vez se hubiese ido ya, en cuyo caso más le valía acudir directamente al feudo. 

Cargando editor
23/11/2012, 02:51
Tad

Tad, algo desorientado, lo aguardaba en la sala de espera. Tenía un par de pegatinas de papel en la frente y se había enjuagado la sangre de la cara. Al ver a Shyam encogido y tosiendo se preocupó y le pasó una mano por la espalda.

-¿Qué ha pasado? ¿Te encuentras mal? ¿Necesitas algo?

Cargando editor
23/11/2012, 02:59
Shyam

El Fiona trató de aparentar lo mejor que pudo, pero no fue suficiente. No rechazó en gesto preocupado de Tad, pero se irguió todo lo que pudo, dando a entender que podía valerse por sí mismo. Sonrió de forma apagada y negó con la cabeza.

-No, gracias. He empezado a toser mientras esperaba y un compañero me ha echado un vistazo. Creo que...me voy a ir a casa directamente -Apartó el rostro para toser hacia otro lado. No tenía pinta de ir a mejorar, así que le hizo una señal para ir hacia la salida-. No te duele, ¿no?

Quería desviar el tema. De hecho, cualquier tema. Ahora sólo tenía cabeza para preocuparse de los problemas que se le venían encima, pero el muchacho no tenía la culpa de ninguno de ellos, así que intentó ser todo lo amable que pudo entre tos y tos.

Cargando editor
23/11/2012, 15:18
Glenn

Tad negó con la cabeza mientras caminaban hacia la salida. Shyam oyó que lo chistaban, y al girarse vio que Glenn avanzaba en su dirección a grandes zancadas. Como su piel y su uniforme eran azules, lo único que destaca de su aspecto era el pelo, blanco como una cumbre nevada.

-¡Shyam! -llamó. Tad se volvió para mirarlo con extrañeza-. Esto... Andrew... ¿Qué te ha pasado? Justamente me habían llamado para unos análisis. ¿Te has... te has encargado de el problemilla? Vaya, te ha dado duro. Deberías descansar. Estás hecho un cromo, amigo...

Cargando editor
23/11/2012, 16:02
Shyam

Shyam abrió los ojos y sonrió forzosamente, advirtiéndole con la mirada del humano que lo acompañaba.

-Sí, y ya nos íbamos. Carla me ha echado un vistazo y dado recetas. En un par de días estaré bien, gracias por preguntar -Hizo ademán de irse, pero retrocedió para decirle algo más en tono un poco más confidencial antes de irse-. Ah, por cierto, quizá estaría bien notificar lo del paciente con la gripe rara. Estamos ya casi en temporada.

Cargando editor
24/11/2012, 20:24
Glenn

Glenn le guiñó el ojo.

-De acuerdo. Ya sabes que lo que ayuda en estos casos es reposo en un lugar de ensueño. ¿Eh? De ensueño. Cuídate.

Cargando editor
24/11/2012, 20:30
Tad

Cuando se alejaron lo suficiente de la clínica, Tad le puso una mano en la cintura.

-¿Necesitas que te acompañe a casa o que espere a tu compañero de piso o algo? Realmente no pareces muy en forma...

Cargando editor
25/11/2012, 04:31
Shyam

Le costó reparar en aquel gesto engañoso, primero porque se encontraba tan mal físicamente que le costaba prestarle atención a cualquier otra cosa que no fues el sabor metálico de su boca y aquellos pinchazos al respirar. Y en segundo lugar porque solía confiar en la bondad de la gente. Pero no era tonto, y aunque de verdad tuviera buenas intenciones, siempre estaba la esperanza de lograr algo más. Por un momento pensó en deshacerse de él de forma rápida y concisa, pero esa no era la forma en que ahora hacía las cosas.

Shyam se pasó una mano por la melena rizada y suspiró largamente, viéndose asaltado por la tos entre medias.

-No me importaría, pero no es necesario, Tad. Un taxi me dejará en la puerta de casa -comenzó. Entonces tomó su mano y la apartó de sus caderas-. Y... No me hace sentir muy cómodo que me agarres. Puedo caminar.

Cargando editor
25/11/2012, 14:26
Tad

Tad se ruborizó y quitó la mano rápidamente.

-Perdona, Andy, sólo quería ayudar...

Percibió la decepción en los ojos del chico, pero no hubo más drama. Tad se encogió de brazos y lo acompañó hasta las paradas de taxi en silencio. Allí se despidió de él y no tardó en desaparecer, aún azorado. Shyam sabía que la mejor manera de curarse era yendo al feudo. Allí, las fuerzas del Glamour lo sanarían.

Cargando editor
25/11/2012, 14:51
Shyam

Shyam se dejó caer en el asiento del taxi y respiró, aliviado. Comenzaba a estar dolorido, aunque sabía que el reposo en un feudo aliviaría todos aquellos síntomas. Se le pasaría en unos días, no como a Tad. Pero la vida era así, y raramente complacía las expectativas de las personas. Sentirse culpable no servía para nada, de modo que cerró los ojos tras darle la dirección al hombre con bigote e intentó no pensar en nada; ni en Tad, la quimera o su no-trabajo. El leve zarandeo y los ruidos de la ciudad lograron abstraerle.

Cargando editor
26/11/2012, 02:11
Narración

Notas de juego

Shyam: 2 px