El espectro se vuelve hacia el mostali que precipitadamente saca su ballesta. Con una mueca de fastidio y rabia, ve que le secundan más compañeros detrás de él, con sus armas listas para atacarle. Su ira no es mayor que su inteligencia, y con un grito de frustración, atraviesa la pared rápidamente y desaparece de la vista.
Heenshen y el guardia aprovechan para correr hacia el exterior, atravesando el pasillo atropelladamente, mientras el fantasma que está atacando a Tres Tubos sigue en su vorágine. Insaciable, no cesa en su empeño de arrebatarle toda la energía al enano.
La criatura sisea de rabia mientras se marcha a través de la pared...
- ¡Esto no termina aquí... os alcancaré... algún día!
Krunk y Arbar irrumpen al final de la escalera y comprueban como Thorkegar yace en el suelo, junto al cadáver de Argörath. El pequeño enano no está muerto, pero tiene una herida grave en mitad del pecho y no puede moverse. Vorkadung sigue peleando contra el fantasma del mago, y no queda rastro de ningún espectro. Heenshen y el guardia han salido corriendo para atravesar el pasillo y salir al exterior de la torre, donde las primeras luces del amanecer parecen más que nunca el camino a la salvación.
El fantasma ríe, seguro de su éxito...
- ¡Ya eres mío, pequeño y retorcido ser!
Tirada oculta
Motivo: PM vs PM
Tirada: 1d100
Dificultad: 95-
Resultado: 1 (Exito)
Vorkadung pierde 3 PM
Tres Tubos coge su ballesta, pero el espectro es consciente de que puede ser herido con el hierro de sus virotes y huye con una promesa de venganza. El virote que dispara mientras seguía al espectro con la ballesta impacta contra la pared por donde éste ha huido, rebotando en la piedra. En ese momento, el fantasma del mago aprovecha que Vorkadung baja sus defensas y le desgasta el alma nuevamente. Tres Tubos comienza a ponerse pálido como un cadáver y le cuesta respirar.
Consciente de que no podrá aguantar mucho más se arma de lo único que le puede servir, el valor. Aprieta los dientes e ignora por un segundo su programa, dejando caer su arma. Agita una última vez sus manos en el aire donde mora la etérea figura de Samalimán y se lanza a correr a toda prisa hacia la salida, con la ténue esperanza de escapar de la influencia del mago.
- Si me vence, al menos no dispondrá de armas con las que hacer daño... -piensa al soltar la ballesta, y emprende la carrera hacia la puerta...
Motivo: Combate espiritual
Tirada: 1d100
Resultado: 80
Tirada de combate espiritual, tan patética como de costumbre.
Una más (con suerte dos) y perderé el control de mis actos...
Lo dicho, a toda leche hacia el exterior.
Editado: Como declaré que disparaba la ballesta anteriormente, e incluso esta narrado, he cambiado un poco la escena para incluirlo aquí también y dejarlo más coherente.
Arbar se apura para salir, pero al ver en el suelo a Thorkegar, se para e intenta echárselo a cuestas como ha dicho su líder... y porque Thorkegar es una pieza muy importante en el grupo.
Con las prisas no sabe bien como agarrar a su compañero que se le escurre una y ora vez. ¿Será éste un tiempo precioso perdido?... A todas luces sí.
Me cago en la máquina que me fabricó... blasfema
Motivo: Tirada de fuerza vs TAm
Tirada: 1d100
Resultado: 98
*Tirada patética.
Krunk emerge en último lugar de las escaleras listo para el combate, pero descubre un escenario peor del esperado. Rompepiernas herido y Tres Tubos a merced del espíritu. Por fortuna, sus camaradas de hierro operan con eficiencia y siguen una táctica de retirada adecuada. Solo quedan ante Crisol hirviente el cuerpo roto de Argörath y la ballesta mostali de Tres Tubos. Enfunda su martillo y los recoge rápidamente mientras Martilloalto saca al herido Thorkegar.
- Vamos camarada, lo repararemos fuera.
- ¿Quién o qué habrá herido a su camarada?, debe quedar otro enemigo en el lugar -piensa el Capitán Mostali, que inspecciona con su sentido en torno suyo, antes de abandonar la torre, aunque sacar a todos los mostalis de allí es lo prioritario. Veremos que puede hacerse contra la forma intangible de Samaliman.
Motivo: Tirada FUE vs TAM
Tirada: 1d100
Resultado: 44
Tirada oculta
Motivo: Buscar Sent Terrestre
Tirada: 1d100
Dificultad: 126-
Resultado: 90 (Exito)
Tres Tubos suelta su ballesta y arranca a correr hacia la puerta de la torre agitando las manos como si se intentara sacudir un enjambre de insectos. Krunk le sigue, cogiendo al paso la ballesta que ha tirado el joven mostali y echándose al hombro el cadáver de Argörath. Arbar se queda rezagado, intentando coger al malherido Thorkegar de forma que no le cause más daño, cosa que no consigue a la primera.
Tirada oculta
Motivo: CONx5 Thorkegar
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 91 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: CONx5 Thorkegar
Tirada: 1d100
Dificultad: 75-
Resultado: 7 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: FUE vs TAM Arbar
Tirada: 1d100
Dificultad: 95-
Resultado: 50 (Exito)
Thorkegar pierde 1 PG general por desangramiento en el primer asalto. En el siguiente, no solo evita la pérdida de sangre, sino que se cierra la hemorragia al obtener CONx1.
El fantasma de Samaliman revolotea sobre el enano y le arrebata nuevamente una porción de su energía, pero no es suficiente. Cuando el enano alcanza el exterior iluminado por la luz del amanecer y pisa la nieve del exterior de la torre, el fantasma queda atrás, al parecer incapaz de atravesar el dintel de la gran puerta entreabierta de la torre.
- ¡NOOOOOOO! -grita viendo como los enanos se alejan fuera de su alcance.
Tirada oculta
Motivo: PM vs PM
Tirada: 1d100
Dificultad: 95-
Resultado: 45 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Daño espiritual
Tirada: 1d3
Resultado: 1
Vorkadung pierde 1 PM.
Los enanos llegan al exterior casi exhaustos. Krunk cargando con el fallecido Argörath y Arbar con Thorkegar, que parece que ya no sangra. Vorkadung está lívido y con sus energías mágicas prácticamente consumidas. Tan solo el humakti ha quedado con vida dentro de la torre.
Alcanzan a ver como los humanos se han dirigido a uno de los dos edificios que alberga el recinto de la empalizada: el que parece ser un almacén cuya puerta, forzada durante el asalto por Tres Tubos para resguardar a Darnor de la larga barba, está entreabierta. Heenshen y el guardia de la torre hecho prisionero colaboran arrastrando a un inconsciente Vaerles, como si ya no fueran enemmigos, mientras Palgrem arrastra a Sokendal también al interior. Todos desaparecen en la penumbra del interior del edificio.
Arbar jadea de manera ostentosa y mira a su líder.
¿Vamos hacia allá? dice señalando al edificio por el que han penetrado los humanos.
Aprovecha para tomar aire un segundo.
Tres Tubos nota justo al cruzar el umbral de la puerta que la presencia que atormenta su alma desde dentro de su cabeza cesa en su intento. Comprende que ha escapado, y casi se cae al trastabillar cuando oye el lamento del fantasma a sus espaldas conforme sale de la torre. Jadea y se detiene apoyando una rodilla en la tierra, con la mirada en su pecho.
Se encuentra al borde del desmayo y se quita el casco porque le duele la cabeza, agarrando con la otra mano deforme el lateral de la misma. Su energia mágica esta casi agotada por el esfuerzo y aún escucha en su cabeza ecos de la voz que intentaba dominarlo.
Levanta poco a poco la cabeza y todos pueden ver que hasta tiene ojeras, como si hubiera envejecido de repente.- Estoy bién capitán. He aguantado como un buen mostali. Pero espero no tener que repetir esta experiencia en muchos ciclos... -dice colocándose de nuevo el casco. Se pone en pie aún aturdido y se dirige hacia la estructura cuya puerta forzó para resguardar a los humanos, entre ellos el traidor adorador de dioses caóticos, Bosporus. Conforme camina, va recuperando la normalidad emocional poco a poco, pero su energía mágica requerirá un descanso mucho mayor.
Motivo: Combate espiritual
Tirada: 1d100
Resultado: 97
Otra patética tirada de combate espiritual. Era innecesaria, pero bueno, por curiosidad.
- Nos replegaremos donde se reunen los humanos -dice rápidamente Crisol hirviente intentando mantener la respiración a un ritmo constante. Una vez liberado de ese espíritu, Tres Tubos vuelve a ser totalmente fiable, aunque mermado. Al pasar por su lado le devuelve su ballesta y se fija en su estado. Un movimiento de cabeza es el reconocimiento del capitán Krunk a la resistencia demostrada por Vorkadung. Sin perder un momento sigue avanzando, continúan con vida los cuatro y pretende que siga siendo así.
Al llegar al edificio deposita el cuerpo de Argörath en el exterior y ayuda a Martilloalto a entrar con cuidado a Rompepiernas, intentará reparar la herida con lo que tengan a mano. Sin embargo, antes de empezar, da otra orden a sus camaradas de hierro- Turnaros en la puerta de este edificio para vigilar la torre y a quién salga de esta, debéis alertarnos y defender la posición.
Motivo: 1os auxilios
Tirada: 1d100
Dificultad: 105-
Resultado: 68 (Exito)
Motivo: reparación
Tirada: 1d3
Resultado: 1
Si es posible realizar una reparación sobre la herida de Thorkegar, la realiza.
-¡Sí señor!, dice en cuanto oye a su capitán.
Vuelve a agarrar su apreciado martillo y se dirige a la puerta a realizar el primer turno. Aunque queda poco marcial, apoya su espalda contra el quicio de la puerta para reposar algo mejor. El vaho sale de su boca atropelladamente, pues respira de manera acelerad,a y las gotas de sudor recorren su cara hasta perderse bajo la armadura. Su barba esta empapada y medio helada, pero no es nada que un buen mostali pueda soportar con un mínimo esfuerzo.
Vorkadung se recupera poco a poco de su estado físico. Recoge su ballesta, que le entrega Krunk y cuando Arbar pasa por su lado le pide su hacha, sin la cual se siente desnudo. Una vez todos sus mecanismos auxiliares estan en su sitio, se siente útil de nuevo, aunque debilitado mágicamente.
Mientras Martilloalto realiza la vigilancia, Tres Tubos vuelve a reponer el virote disparado al espectro con otro dardo con punta de hierro sacado del pequeño estuche que cuelga de su cinto.
- En seguida estoy listo Arbar. -y tras recargar y comprobar sus armas se dirige a la puerta ballesta en mano, donde no puede evitar lanzar una mirada a la puerta de la torre, para comprobar si el fantasma o el espectro rondan la puerta, o el desafortunado humano que probablemente será victima de ambos. En esos pensamientos anda cuando hace otro comentario.- ¿Crees que el humano conseguirá salir con vida? -dice a Arbar, aunque su tono desesperanzado parece responder a su propia pregunta.
No lo he dicho antes pero....
¡Madre mia!, que potra. Me quedé con 1 PM.
Cuando entran en el almacén, ven que Palgrem el granjero y Sokendal el uroxi están ahí dentro. Sokendal sigue luciendo una fea herida en el pecho, pero un vendaje de Palgrem le ha mejorado lo suficiente para poder incorporarse trabajosamente. Vaerles también está consciente, siendo atendido por Heenshen y por uno de los guardias de la torre, que al parecer fue capturado por Heenshen, claramente demostrando su voluntad de colaborar con sus captores sin rencor alguno tras la batalla. Darnor, el granjero que fue herido en las tripas, está recostado contra una de las paredes del almacén, pues no puede andar con el vendaje provisional que alguien le hizo la pasada noche.
Los humanos se giran brevemente para verlos llegar, aunque aún siguen ocupados curando a Vaerles y a Sokendal. El capitán Krunk deja en la entrada el cadáver de Argörath y ayuda a Arbar a depositar en el suelo a Thorkegar. Este parece muy herido y Krunk da órdenes mientras se apresura a vendar la terrible herida del pecho del pequeño mostali, pero sin embargo los cuidados del capitán apenas pueden hacer nada ante semejante tajo. Vorkadung, pálido y ojeroso, se toma unos momentos para recuperar la compostura, y junto a Arbar se apostan en la entrada del almacén, vigilando e intercambiando algunas palabras en su idioma.
Pero viendo que los cuidados de Krunk no parecen suficientes para que Thorkegar pueda recuperarse, Heenshen se acerca al pequeño enano y pone sus manos sobre el pecho pronunciando unas palabras: "Que la Oscuridad te ampare, que las Sombras te conforten, que la Penumbra te insufle vida." Todos se vuelven para observar el milagro que el mercader obra sobre el pequeño cuerpo del enano, cuyas heridas quedan totalmente sanadas por la poderosa magia.
Entonces los enanos de la puerta se giran hacia el exterior, al escuchar pasos que se acercan. Parecen reconocer al que se aproxima, pues no se ponen en guardia. Los pasos de alguien que camina con dificultad hacen crujir la nieve en el exterior, y finalmente una figura se recorta en la entrada del almacén custodiado por los dos enanos: es Groth, que con el brazo izquierdo hecho un muñón informe y sanguinoliento, y abrazando un enorme libro con el brazo derecho, se planta en el interior del almacén, oliendo a humo y manchado de hollín, como si acabara de salir del interior de una hoguera. Y lleva en la cabeza el casco de Holguer, el viejo Khan de las Tempestades...
Heenshen se levanta y avanza hacia él: "¡Lo has conseguido, mercenario!. Ya estamos todos entonces. Todo ha terminado."
NOTA: Se cierra esta escena y todos pasan a la escena "Reunidos tras la batalla" donde se reúnen Vorkadung, Krunk, Thorkegar, Arbar, Vaerles, Groth, Heenshen, Sokendal, Palgrem, Darnor y el guardia capturado.