El guerrero que acompaña a Palgrem observa desde lo alto de su montura el campo de batalla, donde ya se amontonan por un lado los cadáveres de los enemigos caídos y por otro, sus armas y pertenencias. Tambien echa un vistazo a la pira de Helerlavi y finalmente dirige una mirada de ojos entrecerrados a los enanos y los extranjeros que han venido con las carretas. Se baja del caballo saludando con breves gestos a los conocidos y se dirige directamente a Holguer.
- Khan Holguer... veo que a pesar de dormir sobre el caballo esta noche no hemos llegado a tiempo. Pero tampoco han hecho falta nuestros brazos por lo que veo. La ira de Urox nos ha traído nuevos aliados para la causa y ahora más que nunca la victoria sobre el Enemigo está al alcance de nuestra mano, por el bien de estas gentes pacíficas.
Le tiende entonces al anciano unos fardos que transporta en su caballo, que incluyen un hacha de mango largo que no puede pasar desapercibida por su tamaño.
Después se pasea por el campamento con las manos apoyadas en los remates de sus hachas gemelas, que penden de su cinturón. Observa en silencio a los extranjeros, humanos y enanos, y les saluda sin pronunciar palabra desde la distancia. Cuando finalmente llega junto a Varhen, de forma concisa y breve le da el pésame por la pérdida de su padre en batalla.
El granjero se acerca en primer lugar a dar el pésame a Varhen, hombre al que conoce bien desde hace años. Y una vez lo ha hecho, se acerca donde están los demás.
- ¿Y bien?, ¿cuándo y cómo atacamos la torre?
Groth chasquea la lengua con cierto fastidio al darse cuenta de que va a seguir sin poder protegerse mejor de los ataques enemigos. Con ayuda de Suk se agencia el equipo y la bolsa del gagarthi, envuelve las armas y la armadura en un fardo y sin decir palabra lo guarda en la parte trasera del carro de Heensheen.
Humakti y orlanthi, sí, pero también un mercenario, y tal vez el dinero que saque por todo eso le sirva para completar su misión sagrada. Cuestión de prioridades.
Cuando Palgrem habla, le mira con tranquilidad y contesta.
- Vamos a discutirlo.
No repetimos la discusión por aquí, no? Mejor directamente en el foro destinado a ello. Aunque que quede claro que si no hay inconveniente, los trabajos de asedio deberían comenzar inmediatamente.
Ah, y... ¿al final el pobre Suk se hace con el caballo de Korgen? Si es necesario lo intenta Groth montado en Sombra.
El viejo Holguer abre el fardo que le ha pasado el otro uroxi y empieza a armarse con una camisola de cota de anillos, grebas de cuero bezanteado y unos aparatosos cestus que ajusta a los antebrazos. Además se provee de un arco compuesto de hueso y una aljaba de flechas coronadas por plumas de cuervo, así como un enorme hacha de doble hoja cuyo asta mide casi cinco pies de largo. Por último se echa sobre los hombros una peluda capa de piel de oso que le hace parecer bastante más corpulento…
Y entonces, mientras guarda en su funda de piel el largo cuchillo de caza que había sido su único arma hasta ahora, se dirige de nuevo al grupo:
- Bienhallados seáis, Palgrem y Sökendal – pronuncia de una forma sutilmente distinta el nombre del último, haciendo evidente que su dialecto theyalano es diferente al de los colonos que están repoblando Karia – Como veis, tenemos que llorar la muerte de un gran hombre, la pérdida de Helerlavi debilita aun más esta comunidad, pero nuestros enemigos también han sufrido cuantiosas bajas – y entonces añade – Según mis cuentas, de hecho apenas deben quedar cuatro o cinco mercenarios custodiando la torre del mago, si consideramos que hemos dado muerte a una docena de ellos entre las dos últimas escaramuzas y que según nos han contado cuatro de los veinte hombres de armas jamás regresaron a la torre después de que la abandonasen las distintas caravanas que buscaban objetos para ese maligno y aberrante ritual – entonces se dirige a Sökendal con un gesto de excusa – Después te explicaré todo lo que hemos averiguado, tu y yo tenemos que hablar largo y tendido…
Tras el puntual inciso hacia su correligionario, el Khan de las Tempestades vuelve a hablar a todo el grupo:
- Pocos guardias, es cierto, y eso constituye una gran noticia – arenga a su gente – Pero no debemos olvidar que también están esas extrañas criaturas cubiertas de la cabeza a los pies, que rezuman muerte y podredumbre... – echa un fugaz vistazo al humakti que sin duda sabe muy bien de lo que habla – Y por supuesto todavía quedan el propio Samaliman y dos de sus secuaces principales, nos han hablado de un hombre rubio, casi albino, que es su mano derecha… y otro encapuchado similar a esos dos que yacen ahí en el camino – las miradas de todos se dirigen al hombre fornido y la bella mujer medio desnudos y con el corazón atrozmente acuchillado – Estos han caído con relativa facilidad, igual que el otro que escoltaba la comitiva funeraria de Garlan Kelebram, el tal Molton… pero podéis estar seguros de que protegidos por las murallas de su torreón pueden ser un enemigo letal – los meldeks tienen una reputación temible que está más que justificada – Así que más nos vale recurrir a la astucia cuando ataquemos esta madrugada. No podemos permitir que culminen ese ritual.
Yo apoyo el plan de los tres grupos y formaría parte del primero...
Y por supuesto cuento con el "valiente Suk" tanto como reclamo para los arqueros de las almenas como para colarse en las cocinas de la torre por el estrecho conducto de ventilación... ;)
- Fuego -replica sin girarse- Hay que combatir a esas abominaciones no muertas con fuego. Muchas veces están envueltas en vendajes y ropas espesas que arden con facilidad y su carne reseca y muerta se consume rápidamente. Es posible que tengan algún tipo de defensa mágica, pero el fuego es su mayor enemigo.
Se da la vuelta muy serio y le lanza una mirada penetrante a Vaerles. Su magia ígnea podría ser especialmente útil si tiene razón.
Testeado con el dire ¡ventajas de ser humakti! Groth QUIERE ir en el segundo grupo: pelea bien, pero es de todo menos sigiloso, y tiene clarísimo que va a estar en primera línea cuando haya golpes.
El capitán de los enanos, puesto al día de los planes de ataque a la torre, se lamenta de no haber tenido oportunidad de examinar la torre con sus propios ojos para esta tarea. Debe conformarse con la descripción que el hijo menor de Helerlavi, Johen, le hizo en su momento cuando disfrutaron de su hospitalidad la primera noche que llegaron, y por tanto todo plan que se prepare es una mera improvisación que quizá cuando lleguen ante la estructura tengan que cambiar. Puestos a lamentar, se lamenta de no disponer de las máquinas y los magos mostalis que normalmente harían que la torre fuera una trampa mortal en lugar de un refugio para esos humanos de almas retorcidas. Pero cuentan con lo que hay, y no es mucho...
Se reúne aparte con sus compañeros, para discutir cómo pueden integrarse mejor en los planes de ataque.
Alejados lo suficiente de los humanos, Krunk se dirige a los mostalis en privado, y empleando la lengua de Mostal.
- Bien. Queda claro que cada uno tiene que encajar en el mecanismo como mejor pueda. Los de hierro no haremos nada útil en el grupo que intente infiltrarse usando el sigilo, salvo delatarlos con nuestras tintineantes armaduras, así que será mejor que formemos parte del grupo que espera a que abran la puerta principal o, llegado el caso en el que se de la alarma, la ataquen con el ariete. Entonces fija su mirada en Botas Ligeras y Rompepiernas- Sin embargo, vosotros dos parece que podréis ser útiles entre los que intenten ganar las almenas de la torre.
Se pone frente al mago para continuar dirigiéndose a él especialemente.
- Botas Ligeras podrá, como bien ha hecho saber, emplear su magia para subir a alguien arriba, ya sea el extraño ventanuco de función desconocida del que habló el hijo de Helerlavi, o a las almenas para intentar sorprender a los guardias. Y su magia puede ser útil si finalmente las cosas se ponen feas.
Termina ya dirigiéndose a Rompepiernas.
- Y tú, mi pequeño amigo, fabricarás hoy con el estaño de las latas vacías que guardamos para el reciclado, un recipiente dotado de clavos para poder colocarse fácilmente sobre la madera, donde concentraremos toda la pólvora que nos queda. Echa una mirada elocuente a los dos enanos de hierro- pues con una mecha de mi mosquete estarás en disposición de volar cualquier puerta de tamaño normal que te encuentres. Puede que aunque los humanos logren derribar a los guardias, luego no puedan engañar al tercer centinela que custodia por dentro la puerta de la azotea que da acceso a la torre. Tú podrás tirarla abajo colocando el dispositivo cerca del cierre y prendiendo la mecha. Si tienes que usarlo, avisa a los humanos que se aparten... no conocen el poder de nuestros ingenios.
Satisfecho con los planes, da por concluida la reunión.
- Bien, vamos de vuelta a nuestra base de operaciones en la cañada donde dejamos la carreta y la mayoría de nuestras pertenencias para que Thorkegar se ponga manos a la obra.
- Toda la munición de las armas de fuego queda inutilizada al ser usada la pólvora para el ingenio explosivo.
- Tirada de Fabricación Estaño y de Inventar para Thorkegar:
Un fallo en Fabricación de Estaño no tiene consecuencias, puede repetirse. Una pifia hace que el estaño usado se pierda y deban usarse más latas (tampoco es un problema grave).
Un fallo en Inventar significaría que Thorkegar no sabe cómo hacer un recipiente con la mecha como Krunk está pidiendo. Una pifia en Inventar significaría trocitos de Thorkegar volando en todas direcciones.
- Si las tiradas tienen éxito Thorkegar se anota un Artefacto Explosivo de CAR 2. Para hacerlo funcionar hay que encender la mecha (tarda en consumirse un asalto) con un yesquero. La explosión causa 4D6 si se está a 1 metro, 3D6 a 2 metros, 2D6 a 3 metros y 1D6 a 4 metros. A los que estén a 1 metro además los deja inconscientes si fallan una tirada de CONx5. Además, a los que estén entre 1 y 4 metros los derriba si no superan una tirada de DESx5. El artefacto también se puede lanzar (con una tirada de Arrojar), pero al ser pesado y de forma irregular el alcance es FUE-2 en metros.
NOTA: Si vais a responder, marcadlo solo para el director o lo leeran todos los de la escena, no solo los mostalis (que esto ya lo teníamos que tener controlado).
Martilloalto se mantiene firme al lado de su líder mientras éste imparte las órdenes. Tiene claro cuál será su función como enano de hierro... No podía ser de otra manera.
Así que da toda su pólvora a Thorkegar y se pone en marcha hacia la cañada.
Háloric mira fijamente al humakti, ha dado por hecho que habría guardias arriba, soldados humanos, ahora se da cuenta de lo fácil que sería trastocar sus planes. Cuando habla lo hace tanto para los mostali como para el resto, pues piensa que ha de ser tenido en cuenta.
- Es verdad que han sufrido muchas bajas, eso me hace pensar en esas criaturas de las que hablan el Khan Holguer y Groth el humakti. Si hubiera una arriba, junto a un vigía humano, las flechas no le harían nada y será más difícil tomar la parte más alta. Lo que no sabemos es si esos seres pueden dar la alarma o comunicarse de otros modos con sus amos. - Expresado su temor en voz alta vuelve a sumirse en sus pensamientos.
En cuanto puede disfrutar de un poco de privacidad, Holguer mantiene una conversación privada con Sökendal, pues hay una información crucial que debe ser compartida cuanto antes con otro fiel de Urox:
- A partir de algunos datos que nos revelaron tardíamente los señores enanos, hemos llegado a la conclusión de que Samaliman y los suyos están intentando realizar un ritual con el que invocar al Gran Enemigo en el próximo Día Salvaje… es decir mañana – le suelta sin más rodeos – Supongo que pretenderán someterlo a su voluntad, esa necia prepotencia es muy propia de todos esos sucios meldeks – comenta con evidente desprecio – Pero por distintos detalles que comentó ese enano que no lleva armas, el tal Argörath, hemos llegado a sospechar que una prisionera que trajeron consigo, una muchacha telmori del Vermonstran, podría ser la clave de toda su maldita ceremonia… así que una vez entremos, deberíamos tener muy presente que sin ella... bueno... digamos que la amenaza más inmediata quedaría conjurada.
No dice más, pues como es sabido, a buen entendedor pocas palabras bastan. Como es lógico, los uroxis no tienen precisamente entre sus prioridades salvar a una sucia salvaje del pueblo hsunchen, sino más bien evitar a toda costa que el Enemigo se manifieste en el mundo.
- Sin embargo aun hay otra cosa que debe preocuparnos – comenta bajando la voz – Estoy completamente seguro de haber presentido la impronta del Enemigo en este mismo grupo, infiltrado entre nuestros supuestos aliados – la acusación es muy grave pero un uroxi no cuestiona lo que le indica su instinto – Anoche sufrí un calvario conteniendo mi ira para no ponerlo sobre alerta, pero logré focalizar mi percepción en tres individuos concretos, el corpulento mercader que responde al nombre de Bosporus Garan, ese extraño y fiero guerrero solar llamado Horen… y la vingana, Gabriel la Cazadora – alza una mano para acallar a su interlocutor antes de que hable y añade con un susurro – Puede que el mancillado no sea uno solo sino varios de ellos, anoche tuve unas terribles pesadillas que no sé muy bien cómo interpretar… pero lo peor es que ahora mismo no podemos permitirnos una acusación y un juicio que divida nuestras fuerzas. La mujer en especial es muy poderosa, necesitamos su magia y su habilidad – la situación es peliaguda – Creo que podré mantenerlos bajo vigilancia hasta que hayamos destruido al mago de la torre, que ahora mismo es la mayor amenaza… luego será el momento de actuar contra ellos si es que realmente están contaminados.
La mirada del anciano es fría como el hielo, su mano no temblará lo más mínimo a la hora de abatir a un antiguo aliado si lo encuentra culpable de connivencia con el Enemigo. Semejante delito sólo puede purgarse con la aniquilación absoluta.
- Te necesito para que vigiles lo que yo no vea, pues esta es una cacería muy sutil – le dice sonriendo entre dientes, con un gesto lupino – Como no podía actuar en solitario, compartí mis sospechas con ese mercenario, Groth Danegar… creo que es de fiar en esto, por mucho que sea una espada de alquiler todavía sirve a La Muerte. Y también hablé con el cazador que guiaba a los enanos, proviene de tierras muy lejanas pero es uno de los nuestros… además le conocimos antes que al resto y ni tú ni yo percibimos nada raro entonces, era la baza más fiable – no cabe duda que escoger en quién confiar supuso una decisión difícil para el viejo guerrero – Así que puedes contar con ellos si hay que actuar, están sobre aviso. No podemos fallar ante Samaliman, pero tampoco ante este otro reto. Nadie escapa a la ira del Toro Tempestuoso.
Sin duda, las horas que nos esperan estarán llenas de incertidumbre…
Tirada oculta
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 2 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Otear
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 38 (Exito)
Tiradas de Escuchar y Otear para asegurarse de que no hay testigos ideseados de esta conversación...
El lacónico uroxi asiente con preocupación ante las revelaciones iniciales del anciano, comprendiendo rápidamente que se encuentran en el filo de la navaja al atacar la torre, cuando el tiempo para que comience el aberrante ritual ya haya llegado.
Pero es cuando Holguer menciona la presencia del mal entre ellos cuando apenas puede mantener la compostura. Parece que su cuerpo tiemble al intentar contenerse y no explotar mientras sus ojos, abiertos de par en par por la misma furia, se cruzan con los del Khan.
Se toma unos instantes para serenarse y digerir la explicación del paladín de Urox, antes de intervenir.
- Haré como dices, Holguer, estaré bien alerta y me fijaré especialmente el mercader corpulento, el bárbaro norteño y en la mujer. Buscaré ocasiones en las que estar a solas con cada uno de ellos, de modo que esté seguro de que es ese indivíduo el que ofende mi sentido sagrado. Si eso ocurre... daremos muerte a la criatura de la forma que ordenes y cuando estimes oportuno.
Tirada oculta
Motivo: Presentir el Caos Sokendal - Bosporus
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 47 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Presentir el Caos Sokendal - Gábriel
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 98 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Presentir el Caos Sokendal - Horen
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 71 (Fracaso)
El enano de hierro que capitanea a los hijos de Mostal vuelve tras parlamentar con los suyos, en privado y en su áspera lengua.
- Los hijos de Mostal se dividirán entre los grupos tal como se ha planeado. Mientras que nosotros -dice abarcando con un gesto de su mano a sí mismo y a los otros dos enanos de hierro- nos uniremos al grupo que espere para atacar la puerta principal una vez se de la señal, ellos dos -dice señalando a los dos restantes, los que llaman Ärgorath y Thorkegar- avanzarán con el primer grupo para ayudar en la toma de las almenas.
Como para justificar la presencia de ambos entre los primeros asaltantes, habla de ellos ante el resto.
- Ärgorath posee magia capaz de transportar a alguien por el aire, ya sea al extraño ventanuco de función desconocida del que habló el hijo de Helerlavi, o a las almenas para intentar sorprender a los guardias. Y si llega el caso, su magia puede ser mortífera. En cuanto a Thorkegar, si finalmente fracasara el plan de engañar al tercer centinela que custodia por dentro la puerta de la azotea que da acceso a la torre, él os la abrirá sin problemas para que transcurra el menor tiempo posible desde el momento en que el tercer centinela de la alarma.
Dicho esto, los enanos son los primeros en partir, sin esperar al rápido funeral por Helerlavi. Se dirigen hacia la Cañada de la Serpiente, donde dejaron la mayoría de sus pertrechos para seguir a los jinetes hasta aquí. "Nos veremos en la granja del difunto Helerlavi antes del atardecer" son sus palabras de despedida.
Todo está decidido pues, y el fuego de la pira de Helerlavi arde furiosamente. Contemplan las llamas en silencio y escuchan las palabras sagradas pronunciadas por el anciano Maerken antes de que el fuego se consuma. Pero es tiempo de acción más que de lamentos, y mientras Maerken se aleja con la mayoría de colonos que habían acudido al funeral de Garlan Kelebram, el resto, armados y determinados a tomar al asalto una torre, se alejan al suroeste, en dirección a la granja de Helerlavi, donde llegarán con terribles noticias para la familia y con un grupo numeroso de hombres con mucho trabajo que hacer en poco tiempo.
NOTA: Se cierra la escena y todos los PJ pasan a la escena "Con el tiempo en contra"