Lo mire con una leve sonrisa complice ante su respuesta sobre volver, tenia claro que casi todas mis relaciones cercanas en Villa Mutantes eran de lo mas raras, empezando por el clon de mi hermano de acogida, siguiendo por el milenario al que a ratos le recordaba al eje del mal de su mujer muerta y siguiendo por don simpático y su extraña forma de mostrar cariño.
- Te quedaría un culo cojonudo de tanto andar - Lo pique levemente y negué con la cabeza con una media sonrisa ante el comentario de las monjas rechonchas, la gente nos imaginaba comiendo gachas o algo así pero realmente comida era lo que menos faltaba en el orfanato, muchas empresas daban donativos ademas de las compras que realizaban ellas así que la mayoría de los días comíamos mejor que en muchas casas comunes.
Me moví por la habitación y escuche a Vincent ladeandome para mirarlo en la oscuridad - Azulita, pitufa, multifurcia, corderita... ¿Cada día un mote nuevo? Aunque confieso que el que mas me gusta es el ultimo, Señor Llamitas - Le guiñe un ojo y me subió a la cama mirando las fotos - Claro, esta relación avanza muy bien, tras el baile te traigo otro día a conocer a tus suegros - Bromee con cierto sarcasmo.
Reconocía el momento y lugar de cada una de ellas y al ver la que faltaba puse el dedo en su sitio y baje la mirada con cierta tristeza, puede que si tuviera razón y se hubiera marchado. Eso era mejor a que le hubiera pasado algo, aunque tampoco me aseguraba que estuviera bien.
Me baje de la cama y fui a la librería cogiendo un álbum pequeño de fotos y metiéndolo en mi bolso. Me acerque a el cogiendolo por las manos para aparecernos en un callejón, uno cercano al instituto al que iba y ahora por vacaciones de navidad estaba cerrado. - ¿Que quieres entonces? - comente a lo de cobrarse el favor.
Cuando se aseguró de que no había nadie más allí. Te entregó una cartera -Se la he robado a un tipo, mejor ni preguntes- cogió aire y clavó sus ojos en los tuyos. -Necesito que alquiles un coche a nombre de ese tipo, así no nos involucrará a ninguno de los dos si le pasa algo al coche- se encendió un cigarro mientras hablaba. Después de dar una calada y soltar el humo poco a poco, volvió a mirarte -te insisto a que no vengas conmigo. Pero si lo haces, es bajo tu responsabilidad.
Al darme una cartera lo mire con una ceja alzada - Sin preguntas - No seria yo la que juzgara eso, no había legado a la edad de robar carteras pero de niña si había robado en mas de una tienda, tonterías de críos, pero robo al fin y al cabo.
Al decirme lo que quería que hiciera abrí la cartera buscando las identificaciones del hombre para ver la fotografía, no me hacia falta mas para poder toma una apariencia que colara a cualquier lugar que solo miraran esa foto. La parte de pasarle algo al coche me hizo elevar de nuevo una ceja. - Sobre lo de pasarle algo al coche si prefiero no preguntar - Comente con una media sonrisa.
Volvió a repetir lo de quedarme e ir solo y negué con la cabeza pasándole un brazo por los hombros - Ahora que ya tenemos una relación seria y has visto m cuarto no voy a dejarte solo - Lo pique un poco - No se que te da tanto miedo que me pase pero estarás mas seguro con alguien que puede hacerte desaparecer en un parpadeo - O al menos eso pensaba, no tenia poderes de ataque por decirlo de alguna manera pero el mejor para el escapismo.
- ¿Algún modelo de coche o te da igual? No se tal vez eras corredor de carreras ilegales y quieres un cochazo - Y aunque tenia tono de broma... no era algo que viera tan de película como la mafia que el había nombrado, me había movido por ciertos barrios en su día y conocía a mas de una persona que participaba en ellas, a ademas de que éramos de los pocos países que tenia carreteras sin limite de velocidad. - Lo digo por ir a un sitio u otro dependiendo de lo que quieras. - Para coches corrientes lo mejor era la estación de tren, tenias un montón de sitios de alquiler al igual que en el aeropuerto, pero este ultimo estaba mas alejado de la ciudad.
Aún con la seriedad en su rostro, negó con la cabeza.-No estoy preocupado por lo que pueda pasarte, lo que pasa es que no sé si tendrás estómago para aguantar.- No te iba a seguir la broma,estaba centrado en lo que iba hacer. - Necesito un coche negro con las ventanas tintadas. Vamos- Esperó a que lo transportaras. Cuando llegó al sitio pertinente te dio el dinero para alquilar el coche.
No hubo muchos problemas gracias a la identificación robada y a tus poderes. Una vez con el coche, esperó a que le dejases subirse donde el piloto - Bueno, ¿Qué piensas hacer?
Su respuesta me hizo mirarlo con suma curiosidad, no era por algo peligroso, si no por algo que el iba hacer, ahora ya no es que no fuera a dejarlo solo es que la curiosidad me podía.
- Bueno, ya tienes experiencia cogiendome el pelo - En otros ámbitos mas sexuales - Si no tengo estomago siempre puedo largarme o que me comas el pelo mientras vomito - Respondí encogiendome de hombros. No tenia ni idea de lo que pasaba por su cabeza pero... no tardaría mucho en averiguarlo. No es que me hubiera criado en los mejores barrios del mundo en la ciudad, siempre me había mantenido alejada de ciertas personas porque adoraba mi cuerpo sin que le faltara ningún cacho.
No me costo conseguir un coche como el que quería, no era nada muy especifico o complicado asi que tras un par de gestiones ya lo teníamos.
Me baje del coche lanzándole las llaves - Tanto preguntar realmente voy a pensar que te preocupas por mi o por lo que piense de ti - Lo pique entrando en el lado del copiloto.
De nuevo no contestó a tu provocación, simplemente guardó silencio y se subió en el coche. Arrancó y comenzó el viaje a saber donde. Salió de Berlín ciudad y tras 30 minutos de carretera, llegasteis a Kleinmachnow, aunque esa no parecía vuestra parada. Tras 10 minutos más, donde solo había descampado, viste un edificio de unas cuatro plantas, solitario, con luces de neón y un cartel provocativo. Sin duda era un puticlub que se encontraba a las afueras del municipio.
Vincent, que se tiró todo el camino en silencio, no cogió el desvío que tiraba hacia el edificio, si no que un par de kilómetros más tarde se desvió entrando al camino de tierra. Paró el coche y se bajó dando un portazo.
Sin decir nada, comenzó a caminar hacia el edificio que gracias a las luces era bastante visible. El muchacho seguía sin hablar y con una expresión seria. Tras kilómetro y medio andando por el campo y el frío que hacía, el joven se detuvo. Había un almendro y cerca de este una lápida. Costaba leer el nombre por la oscuridad, pero el chico se detuvo a su lado. Clavó la vista en el edificio y en silencio veía como de vez en cuando las luces de algún coche aparecían cerca del edificio, seguramente entrando a la zona de aparcamiento. Él estaba esperando algo, aunque no sabías muy bien a que.
Cuando vi que el recorrido iba siendo algo extenso y don simpático parecía mas concentrado en sus pensamientos que en otra cosa puse la radio del coche con música a un volumen suave.
También tenia bastante en lo que pensar y lo peor de todo es que me sentía completamente impotente y cogida de pies y manos ¿como encontrar a alguien que no sabes ni donde esta? tendría que hablar con Nora y Bram, quizás hubiera alguien que tuviera un poder que me ayudara a ello, pero tenia claro que no podía dejar aquello pasar y punto, como si Johan no hubiera sido una parte esencial de mi vida. Por no decir que verla la cara a Connor cada día me recordaría que era una mierda de persona si no lo intentaba encontrar al menos.
Cuando ya llevábamos quince minutos en el coche comencé a ponerme tensa, pues mi cabeza estaba llevándome a un lado muy dramas para mi, así que negué con la cabeza y saque mi cuadernos de dibujo del bolso y un lápiz, subiendo los pies al asiento me coloque cómodamente para apoyar en mis piernas el blog y mirando en silencio a Vincent comencé a dibujarlo, así al menos me distraía de tonterías.
Tras un par de desviaciones y un recorrido que no esperaba fuera tan largo la verdad llegamos a lo que parecía un puti, no sabia si seria ese el lugar al que esperaba ir pero al pasar de largo parecía que no, aunque tras aquella carretera que cogimos... puede que si al final pero por otro lado.
Me baje del coche y doblando el dibujo de lo metí sin decir nada en el bolsillo de la cazadora, simplemente sonriendo un segundo antes de ponerme la cazadora cerrarla y comenzar a caminar siguiendolo. Puto frío de Alemania.
Al llegar al árbol y ver la tumba parpadee un par de veces y lo mire. Pero al verlo vi donde tenia la vista fijada. Apreté los labios y me acerque a el por detrás quedando a lado de la lapida para ver si así leía el nombre. - ¿Quien es? - Termine por preguntar sabiendo que ahora mismo tentaba la suerte en meter la pezuña hasta el infierno vamos, pero... ya levaba mucho rato callada y mi bocaza no podía seguir cerrada.
Tras un par de minutos en silencio y con la vista clavada en el edificio, decidió responder -Mi madre- respondió a tu pregunta mientras daba un par de pasos al frente. Extendió una mano y chasqueó los dedos, poniéndose sus ojos rojos como era costumbre cuando usaba sus poderes.
No tardó en verse como el edificio comenzaba a arder en llamas azules, extendiéndose cada vez más y de forma rápida las llamas azules. Se comenzaron a oír los gritos que iban en aumento conforme la flama azul iba cubriendo cada vez más el edificio. Vincent por su parte bajó el brazo y siguió mirando al lugar con sus ojos de color rojo, señal de que su influjo sobre el fuego seguía presente.
Apreté los labios con su respuesta.
Sabia que mi bocaza me llevaría algún familiar o alguien cercano, incluso suponía que su madre tras habernos colado en el despacho y ver aquella foto con la pregunta que me hizo de que olvidas primero de alguien. No dije nada y simplemente mire la tumba de reojo, era una bocazas pero evidentemente no era gilipollas y preguntar ahora mismo que había ocurrido era llevarme todos los boletos a la gilipollas del año, así que ya le preguntaría en otro momento.
Cuando sus ojos se pusieron rojos me mordí el labio, era curioso porque me parecía de lo mas sexi y atrayente verlo así, pero en cambio el fuego y yo no éramos amigos. Mi cuerpo se puso algo tenso al verlo alargar la mano pero cuando las llamas comenzaron en el edificio un par de latidos mas fuertes de lo normal me relajaron, estaba lo suficientemente lejos como para que no quisiera salir de allí al momento.
Mis ojos se posaron el las llamas azules que empezaban a verse, se odian gritos y el crepitar. No seria yo la que juzgara aquello, seguramente dentro hubiera gente culpable de muchas cosas y otros inocentes, pero... por alguna razón, seguramente la cercanía al sitio de la lapida no entraría en valores morales.
Aun así a medida que la llamas iban en aumento mi tensión tambien, recordándome que en este caso existía control, que era el quien las controlaba y si algo pasaba odia hacerlas desaparecer de la cercanía, sin darme cuenta una de mis manos copio las suya sin siquiera mirarlo. Podía soltarme si quería y no le soltara ningún comentario mordaz, Pero fuera lo que fuera lo que nos había llevado aquello y aunque fuera un rarito emocional quería que supiera que seguía allí con el.
Una sonrisa algo sarcástica apareció en mis labios mientras miraba el edificio, no sabia si nuestros poderes tenias algo que ver con nosotros, con nuestro caracter o forma de ser pero en una planteamiento algo idiota pensé que a Vincent le iba que ni pintado el suyo. Pues el fuego tenia algo que atraía, era una imagen bonita, pero a su vez tambien sabias que era peligroso y jodidamente complicado de controlar.
Apretó ambos puños, agarrando con fuerza también tu mano. Los gritos se seguían oyendo y el edificio crujía haciendo entender que la estructura estaba dañada. Vincent seguía manteniendo el fuego, seguramente ya se habría cobrado varias víctimas y algunos seguirían vivos pero atrapados en el fuego. Además cualquier intento de apagar el fuego con agua era inútil.
Solo miró de reojo un segundo la tumba de su madre. Tensó la mandíbula y sus ojos se volvieron negros. Había dejado de ejercer poder sobre el fuego azul que ya había alcanzado todas las plantas, pero ahora iba perdiendo fuerza e intensidad -Volvamos a la isla...- susurró. Ya había hecho suficiente.
Volvi a mantener mi bocaza cerrada, estaba siendo todo un récord aquello. Al apretar los puños y en consecuencia mi mano lo mire de reojo, no me había soltado así que al menos eso era un paso adelante con Don simpatía. Sus ojos tras mirar la tumba volvieron a la normalidad mientras las llamas tambien iban bajando.
Con su susurro si lo mire directamente - Dame medio minuto - Le pedí desapareciendo de allí para aparecer en una floristería que conocía donde las monjas compraban todo lo que usaban para decorar la iglesia, aquellas horas ya estaba cerrada así que dentro cogí un pequeño ramo de seis tulipanes blancos y volví aparecerme al lado de Vincent. Sin decir nada los deje delante de la lapida y me puse a su lado, normalmente le cogia las muñecas cuando nos movíamos, pero esta vez cogi sus manos - Si algún día quieres volver solo tienes que pedírmelo, puedo traerte y volver después a por ti - Aclare por si algún día quería volver pero estando solo.
Yo me había criado sin padres, lo mas cercano que conocía a ciertas sensaciones era lo que leía o veía en películas, mis padres adoptivos eran maravillosos pero... no los veía como tal, eran mas como esos tíos que adoras que como unos padres en si, fueron doce años sin ello. No iba a fingir comprender que podía estar sintiendo Vincent ahora mismo, así que simplemente intente reconfortarlo un poco diciéndole que podía volver cuando quisiera. Ya llegaría otro momento en el que preguntaría sobre las mafias, los putis quemados y su madre.
Finalmente nos hice desaparecer y me di cuenta de que tampoco llegamos la isla de golpe, si no de nuevo al parque natural - Creo que si tengo un tope de distancia - Murmure mas para mi que para el. Pues en el segundo salto si estábamos en su habitación de nuevo.
Se mantuvo callado como antes, pero la diferencia es que su mirada, antes llena de determinación, ahora mostraba vacío. No se quejó ni siquiera cuando aparecisteis de nuevo en Suiza, solo volvió a abrir la boca cuando llegasteis a la habitación -Gracias- soltó escuetamente. No sabías si era por estar allí, las flores o el ofrecimiento.
El muchacho se quitó el abrigo, dejándolo sobre la silla para después tumbarse en la cama. -Después nos vemos en el baile- soltó mientras apoyaba uno de sus antebrazos sobre sus ojos.
Al oír un gracias de sus labios sonreí tiernamente, me daba igual por lo que fuera, aquello era como un milagro, de esos momentos que mas valía no olvidar porque rara vez se repetirían.
Lo seguí con la mirada mientras dejaba el abrigo y después se tumbaba en la cama. sus palabras eran un claro "pirate de aquí" pero... Era una puta suicida emocional seguro. - Tras lo que ha pasado me voy a quedar Vinny - Dije con claridad aun de pie mientras me quitaba el bolso y la cazadora, era la primera vez que lo llamaba así y ni me había dado cuenta.
- Puedes gritarme para descargarte, puedes llorar y fingiré creer que te entro algo en los ojos, hacerme un hueco y contarme a que vino todo, Tumbarte boca abajo y dejar que te mime un poco dándote un masaje, terminarnos todo el tequila que traje y a tu padre y tu tía les de un soponcio porque llegue como una cuba al baile... - Iba soltando todo lo que se me pasaba por la cabeza, podía entender que quisiera estar solo pero algo en mi me decía que al final no era lo mejor.
- Los amigos esta para lo bueno y lo malo - Y aunque esta era una amistad jodidamente rara lo consideraba mi amigo, así que ya me daba lo bueno en orgasmos así que había que compensarlo en lo malo.
¿Presenciar como achicharra un edificio con gente dentro te parece poco malo Keyla? Bueno, eso tambien es cierto...