Vincent, Gwen, Adastros, Steven y Noah entran a liarla parda xD
Al entrar al primer sótano, al sector del garage, se encontraron con una enorme sala muy similar a la Sala de Peligro. Un hangar enorme y alto con paredes y techo de metal. Sus dimensiones eran difíciles de calcular, pues mientras debía tener al menos 9 metros de altura, no se llegaba a ver el fondo de la habitación, como si se tratara de un ancho pasillo interminable. Lo más peculiar quizás era que no se escuchaba absolutamente ningún ruido más allá del eco producido por el amplio lugar.
Bueno, eso y el monstruoso quinjet en medio del hangar.
Steve silbó de impresión al ver el jet, que era la primera vez que veía. La habitación respondió a su muda impresión con el eco del silbido.
Alertado por su propio eco, cuando volvió a hablar lo hizo en voz baja, pero el silencio del lugar hizo que fuera perfectamente audible.
Su anterior vena paranoide le susurró al oído "si el quinjet está aquí, ¿qué hay en la tercera planta?" - Creí que me habías dicho que el quinjet estaba en la tercera planta - Le dijo a Vincent, pero era una pregunta retórica. Prefirió desechar su idea paranoide. No quería volverse a ver atado a ella, aunque tanta quietud y el quinjet en la planta equivocada le pusieran nervioso.
En su lugar, se centró en lo que iban a hacer allí.
Espero sinceramente que Vincent no sea el único que sabe manejar este trasto, porque ya nos vamos a meter en un buen lío cuando se enteren de que nos hemos ido como para encima dejar que pilote alguien bebido y emporrado hasta las cejas.
Sonrió. Probablemente nadie más supiera pilotar aquello. Esta fuga cada vez se ponía más interesante y eso le gustaba.
Steve - ??? - ??? - ??? - ???
-Ostras-Tras haber representado una curiosa cometa humana mientras Vincent se venía arriba con la idea del sushi acabaron en el subsuelo de la isla delante. Concretamente en un hangar que bien podía haber pasado por un refugio nuclear de no haber sido por la falta absoluta de comida almacenada y del quinjet que descansaba en el lugar como un monstruo de metal dormido y cuando Gwen habló, aunque fue un susurro, su voz fue de sobra audible incluso para los que hubieran estado en el lejano (e invisible) fondo del hangar.
-¿Cómo sabías que esto estaba aquí?-preguntó a Vincent. No había reproche en su voz sino admiración, siempre parecía que Vincent iba varios pasos por delante de todos y no tenía ni idea de cómo se las apañaba.-¡Qué pasada!-se tapó la boca para amortiguar una carcajada y se adentró en el hangar para curiosear alrededor del quinjet. Las palabras de Steven llegaban a sus oídos pero no calaban hasta la preocupación de la chica, tal era su emoción; hasta se había olvidado de que Matías se había quedado plantado en aquel pasillo después de que le hubiesen abierto la puerta del cuarto. ¡Se iba de aventura con su hermano, su primo y sus dos más mejores amigos del mundo! El corazón le latía como un colibrí aleteando y no podía quedarse del todo quieta.
Steve - Gwen - ??? - ??? - ???
-¡¿SUSHI?! ¡SUSHI TÍO! ¡VAMOS!- Vin sabía perfectamente por donde cogerme, y una de mis debilidades. Con la misma que mi primo pasaba por delante mío, tomé a Adrastos de la mano y tiré, aplicando mi hipervelocidad para llegar al ascensor antes de que se cerrara con los demás ya dentro. -¿De verdad vamos a hacerlo?- lo miré, preguntando con cara de emoción. Miré luego un poco a todos y olí el tufo a cosas MUY poco sanas en el ambiente. -¡EH, CABRONES! Seguro que os habéis fumado toda la yerba y no me habéis guardado ni un poco.- les acusé de alta traición a la realeza del contrabando, osea a mí.
Cuando llegamos al primer sótano, le guiñé un ojo a primita al ver su cara de asombro y me disparé hasta el quinjet, para ir encendiéndolo... Como si supiera. Y digo como porque lo único que sabía de pilotar quinjets, era lo poco que recordaba de lo que había escuchado en américa y el avión teledirigido que tenía de pequeño. Empecé a tocar botones y aquello pareció encenderse, por lo que tan mal no iba. -Bueno, ¿qué? ¿Quién va a llevarnos y a donde?- miré a Vinny, esperando que no fuera yo el que más sabía de quinjets allí dentro.
Steve - Gwen - Noah - ??? - ???
Adrastos iba a responder a Noah cuando Vincent, Gwen y Steven llegaron como un huracán y le arrastraron hacia algun lugar. La verdad es que no tenía nada mejor que hacer, así que optó por dejarse llevar, seguro que sería más entretenido y menos dramático que la que se había liado en el anfiteatro, y la idea de sushi le llamaba la atención, nunca lo había probado y siempre había una primera vez.
Cuando llegarón a ese lugar, el griego no pudo evitar sonreír, y cuando comentó algo de que Vincent era capaz de manejar ese trasto.
-¿Y a donde vamos a por el sushi? -preguntó divertido antes de encaminarse hacia ese vehículo tan espectacular, porque aunque no te gustaran esas cosas había que reconocer que era espectacular.
-¿Que han fumado qué? -preguntó Adrastos al escuchar las palabras de Noah, luego miró a todos los presentes y no pudo evitar reír- ¿Steven y Gwen fumando? No sé, no lo veo posible, ¿o me equivoco? -preguntó a los dos mencionados.
Steve - Gwen - Noah - Adrastos - ???
Llegar allí para cualquiera sería complicado, pero cuando te dedicas a sacar copias de las llaves de hasta donde guardan los productos de limpieza, el colegio es tuyo. Así que enfrente del quinjet y con los brazos en jarra, sonrió ampliamente. Pero su primo se le adelantó y puso aquello en marcha. -Anda vamos, vamos- entró a la nave y se sentó en el asiento del piloto. -A veeerr...- miró los botones, haciendo parecer que tenía mucha idea. ¿Dónde estaba el libro de quinjet para dummys? En fin, después de mirar los botones con fijeza, consiguió arrancar el cacharro - perfecto, no tengo ni puta idea de como va esto, pero parece que nací para ser piloto- y tras decir estas palabras parecía que tenía razón, porque eso comenzó a andar bien y cuando llegó a la pista acuática del hangar, subió la nave tan rápido que consiguió despegar.
Tirada oculta
Motivo: Despegue
Tirada: 1d8
Resultado: 5
Ea, vamonos, señores