Partida Rol por web

Connor alzó una ceja ante la broma de su amigo, no estaba del todo seguro de lo que quería decir, así que no dijo nada. Además seguía nervioso, si, podía ir con Ethan y Noah, pero al final sería igual que ir solo.

-No lo entiendes, le dije que iría con alguien, y ahora voy a parecer tonto...- Respondió a Ethan, quien no parecía demasiado preocupado por ir solo o acompañado.

Entonces a Ethan se le ocurrió alguien a quien invitar, pero Connor frunció el ceño, no es que fuera el tío más listo del mundo en temas sentimentales, pero parecía bastante evidente con quien iría la chica.

-¿Vera...?- Preguntó casi en un acto reflejo.- Me da que ya tiene con quien ir...

Entonces el muchacho miró a Noah, esperando que aportara alguna idea, y simplemente con mirarlo se le ocurrió algo, era un tanto descabellado, y seguro que ya tenía pareja, pero aquel día Gwen había sido amable con él, así que quizás... Tal vez...

-Eh...- Comenzó a decir sin saber muy bien como formular la pregunta, aquello se le daba tremendamente mal.- ¿Sabes...? ¿Sabes si tu prima va con alguien...?- Preguntó casi en un susurro por pura vergüenza.

No solo se sentía avergonzado de preguntar aquello, también sentía que estaba faltando al respeto a su compañero de habitación, aunque no era para nada su atención. El caso es que aquello hacía que no lo mirase directamente.

Ante aquella revelación no pude evitar soltar un suspiro.

---No es que vayas a parecer tonto es que eres tonto ¿ Como se te ocurre decir eso?- le sermoneo mientras paso un dedo por el borde de mi copa pensando en que opciones nos quedaban, la verdad es que no eramos un grupo muy mezclado en cuanto a genero así que no era dificil que alguien se quedase sin pareja....al escuchar la opción de la prima de Noah tiro la copa por accidente derramando todo el líquido sobre el mantel.

¡Mierda!- digo mientras me apresuro a poner papel para que el líquido no se expanda y luego miro a Connor como sí se hubiese vuelto loco- ¿ A Gwen? ¿En serio? Esa chica, con perdón Noah, es bastante Bipolar en cuanto se refiere a ti, no creo que sea la mejor de las ideas...

Apoyó con suavidad su mano sobre el antebrazo de Cisco. Tenía intención de ir a la hermandad de Steve y luego ver a Keyla, si lograba localizarla.

-¿Nos vemos luego? -le preguntó con una suave sonrisa.

Cisco miró a la joven a los ojos y asintió con una suave sonrisa.

- Sí. Nos vemos luego.

El breve contacto le había resultado agradable porque le pareció un gesto cómplice. Ahora, tendría que centrar su atención en sus colegas y tratar de disfrutar del desayuno.

Asintió a Caroline y se puso en pie, dispuesta a salir con las dos chicas.

-Hasta luego! Que aproveche el desayuno! -sonrió despidiéndose en general. Ya cuando salían se dirigió a ellas- ¿Habéis estado alguna vez en la hermandad Leviatán? Tenía curiosidad porque a pesar del tiempo que llevaban allí, no había ido nunca.

Una vez la mayoría del alumnado y profesorado se habían ido, una de las trillizas empezó a recoger la mesa llevando de a poco todo a la cocina. A juzgar por su cara no estaba precisamente eufórica de estar limpiando, pero dado que era su trabajo en aquella isla estaba bastante acostumbrada, e incluso agradecía que aquello le ahorrara la conversación con el resto de la gente en ocasiones como aquella. 

Cuando ya todos los platos estuvieron recogidos se paró justo al medio de Noah y Cisco, frente a Johanna y Adrastros, y habló en voz fuerte y clara para que todos se dieran por enterados - No me interesa dónde vayan ahora, pero no pueden quedarse aquí - le quitó los platos a los dos que tenía delante - Ah sí, y feliz navidad y toda esa mierda. Ahora vamos, para afuera, que ya han engordado suficiente. - hizo un gesto abanicando su mano hacia afuera instándolos a irse. 

Me había quedado algo preocupado por la salida repentina de Nat, su voz parecía reflejar alguna clase de tristeza. No obstante la conversación acotada pero interesante que llevaba con Cisco y Kurt me mantuvo fuera de ese hilo de pensamiento, consideré que quizás la navidad le traía aparejados recuerdos de su familia o algo similar.

Ya estaba por levantarme cuando una candidata ideal a "Miss Simpatía" apareció juntando los platos y demás. Se parecía a la enfermera pero en versión Grinch, sin embargo eso no hizo más que darle gracia al muchacho, especialmente la forma poco formal de expresarse de aquella mujer.
-Nos vemos chicos- comenté a los dos más cercanos. Luego me incorporé.
Tras levantarme de aquella mesa y saludé a los restantes con un -buen provecho-. Mi mirada únicamente se detuvo unos instantes más en Johanna, a quien sonreí antes de cruzar el umbral de la puerta.

Renzo se había quedado callado desde que abrió su regalo. Tan sólo, un instante, había sonreído ligerísimamente al ver como Matías abría el suyo, pero ya no había dicho nada más. Había tratado de sonreír, en serio. Casi podía parecer una buena broma. O un insulto. En realidad, tanto daba. El regalo que le había hecho Gwen le había hecho ilusión, y el que le había hecho su amigo invisible le recordaba una verdad importante: todos estaban errados. Vivían en una burbuja. La vida y vivir eran una gran mierda. 

O lo era él, o ambos. En todo caso, casi era lo mismo. Al escuchar a Léonie la miró un segundo, antes de asentir.

- Y toda esa mierda, sí- dijo poniéndose en pie con sus dos regalos (y las golosinas que también le habían regalado) y despidiéndose de los que quedaban en la mesa con un nuevo "felices fiestas", sale.

A pesar de lo que Cisco le estaba enseñando acerca de su libro, esperaba que el articulo no contuviese ninguna reseña que le provocase una opinión de ningún tipo sobre la obra. Prefería iniciar la lectura sin saber mucho del contenido, ya que podía generar en él una opinión preconcebida que no deseaba tener. 

Tras la petición "amistosa" de una de las trillizas, Kurt se puso en pie con una ligera sonrisa en el rostro. Era una sonrisa forzada, de esas que se muestran para no decir nada ofensivo y que provocaba un toque de inquietud debido a lo inapropiada que era ponerla ante la sugerencia de "irse con viento fresco" lanzada por la Leblanc que, a mayores, iniciaba con sus manos el gesto de echar a los presentes.

- ¡Felices fiestas, señorita Leblanc! - le deseó a su vez a la que le había felicitado la navidad y, tras recoger su regalo, inició el camino a la salida del comedor. En parte, tenía que darle la razón: ya había engordado bastante con su desayuno navideño.

Con lo simpática que era la trilliza enfermera y ésta otra llegaba a ser todo lo contrario. Para que luego dijeran aquello de que los genes determinaban la conducta. Tras torcer el gesto con disimulo, Francisco se levantó. Ya tenía sobredosis de empalagosidad fruto de la gran cantidad de dulces allí reunidos así que quizá caminara un poco.

- Voy afuera. Hasta luego, amigos.

Se dirigió hacia la puerta portando la pluma estilográfica, abandonando la sala.

Se había quedado un poco en la inopia hasta que la conserje apareció con esa manera tan curiosa de felicitar las fiestas, con lo que Connor no pudo menos que mirar hacia otro lado para no molestarla, no fuera a ser que le mordiera.

-Feliz navidad...- Le contestó con la boca pequeña.

Se daba cuenta de que igual debía de haber organizado aquello de tal manera que los envoltorios no acabaran siendo trabajo de la conserje. A quien su idea parecía haberle dado trabajo extra. Así que sin decir nada la ayudó a recoger mientras meditaba donde podría ir a buscar a Gwen, pues no tenía ni idea de donde podría estar. Aquel día no iba a ser fácil encontrar a nadie.
Además Noah tampoco le había servido de gran ayuda, aunque confiaba que finalmente pudiera contar con su ayuda, al fin y al cabo era su prima.
Después también quería hablar con Nat, aunque quizás podría verla más tarde, no le corría prisa. Y encima Key también quería quedar con él, aunque quizás si se hacía el difícil de encontrar captaría más atención de la chica. Si, sin duda debía dejarla al final de la lista, aunque estuviera deseando ir a verla.

Así que tras echar una mano y con su nuevo plan en marcha, Connor se dispuso a recorrer la isla en busca de Gwen.

-Luego nos vemos...- Se limitó a despedirse Connor de sus dos amigos, al final era mejor que hiciera aquello solo, por mucho miedo que le diera.

Como única respuesta mia a la despedida de Connor fue un gruñido, aunque antes de que se fuese por completo mascullé algo:

---Cuando hayas acabado con ella ven a contarmelo todo, estaré en mi hermandad- digo en voz alta mientras se aleja, al ver como la conserje nos echa de mala manera yo tambien apresuro a levantarme y coger un par de gofres para comermelos por el camino y salgo apresuradamente del comedor.

No esperaba que se fuera a dar cuenta tan rápido de que había sido yo, pero eso lo hizo sólo más divertido aún. Le devolví una sonrisa mirándolo de reojo y continué mi desayuno. Después empezó a hablar de sus dramas amoriles y yo desconecté, como siempre eso pasa. Que el tío es simpático y tal, pero el drama es demasiado fuerte en él. Además, ya tenía al otro genio de la otra hermandad para seguirle la conversación. Yo me limité a engordarme como un cerdo a base de azúcar y fritos.

Le gente empezó a levantarse e irse, mientras yo seguía a lo mío. Tenía la cabeza en otro sitio en realidad, pero bueno, todas las navidades me pasa en algún momento. Tampoco es que me evadiera mucho tiempo. La simpáticona de la conserje nos echó con sus gráciles y dulces modales, casi como lo hubiera hecho su hermana la enfermera vamos... Es ironía, ¿vale? No le hice mucho caso al principio, despidiéndome del emoticonnor con un gesto de cabeza, pero me hizo volver en consciencia y darme cuenta de que allí no quedaba casi nadie; y yo pasaba de quedarme solo con ella. Me levanté haciéndole una señal de saludo militar pasotizado con los dedos en la frente. -¡Hasta luego, Mari Carmen!- me despedí, para salir de allí.