Al secarme un poco de el y ver aquella sonrisa que no acababa de convencerme acompañada de la frase de que el tampoco era de relaciones eleve una ceja en un gesto que venia siendo un "ya, claro y que mas" pues había muchos tipos de personas si, pero el chico que se muere de vergüenza por quitarse la ropa en una piscinas no era la clase de persona que se divierte por ahí sin ataduras.
Acaricio mi mejilla y por un segundo cerré los ojos centrándome en cuan cagada podía ser aquello, porque no, no era una caída pequeña, podía ser una muy grande, no era solo un cachorro, era un cachorro con la misma cara y cuerpo de Johan y que quizás era su hermano, ademas de un cachorro con unos poderes de los mas extraños que no sabia que podía pasar si se le iba la pinza...
Menudo marrón, Keyla te has lucido.
Sonreí cuando dijo lo de que le gustaba estar conmigo pero ya cuando me enseño la muñeca diciendo que le gustaba algo y vi el tatuaje de los labios no pude evitar comenzar a reírme.
Cogi su brazo con una de mis manos por la union entre la mano y la muñeca y acerque mis labios a los que estaban allí dibujados mirándolo. - Vístete, cojamos tus cosas y nos vamos - Le pedí poniéndome de puntillas y dándome un rápido beso en los labios antes de dejarle espacio para que se pusiera la camiseta y la sudadera. - A mi tambien me gusta estar contigo - Pero siempre había un pero - Pero si vamos a ser mas que amigos hay cosas que hablar, no quiero malos entendido que hagan que dejemos de ser amigos - Antes de que empezara a dudar y entrarle los mil pánicos me acerque de nuevo y poniéndome de puntillas capture su labio inferior entre mis dientes mirándolo a los ojos - Y tambien me gustan tus labios -
Y mas partes de tu cuerpo que si te digo seguro te da un infarto.
- Vamos a mi hermandad si no hay nadie en la sala común podemos hablar, ver una peli con palomitas y prometo no desnudarte si no me lo pides - Le guiñe un ojo y sonreí con picardía acercándome a el.
Estaba más que satisfecho, no solo consiguió que la chica sonriera, sino incluso que se riera, aunque aquello se había debido más a su timidez que a algo premeditado, pero eso era lo de menos.
No pudo evitar sonrojarse levemente cuando cogió su brazo y lo miró, no tenía ni idea de como había conseguido tener algo, lo que fuera aquello, con una chica como esa, así que solo una frase se repetía en su cabeza: "Connor, no la fastidies".
Cuando le ordenó recoger sus cosas estuvo a punto de hacerlo, pero cuando estaba en proceso de aquello, la chica le sorprendió con un fugaz beso que iluminó la cara de Connor, allí estaban de nuevo sus labios... y como si aquello no era suficiente, encima la chica le dijo que también a ella le gustaba estar con él, pero, y es que siempre había un pero, Connor supo que aquella relación no iba a ser fácil, más bien todo lo contrario, muy complicada. Aunque sin lugar a dudas, aquello merecía la pena. Lo que fuera por ser más que amigos.
La chica lo sorprendió nuevamente atrapando su labio inferior, y el chico sonrió de una manera un tanto extraña al verse uno de sus labios atrapados. Y ya no supo que decir cuando ella habló de sus labios mirando directamente a sus ojos. Así que simplemente la besó.
Fue un beso corto pero intenso, que acabó cuando ella le propuso ir a su hermandad a ver una peli, y no tenía claro que si a algo más, aunque eso esperaba, pues estaba deseando volver a besarla.
La idea fue bien recibida, pues sin duda donde no podían ir era a su hermandad, el ambiente allí últimamente era un asco por culpa de Caroline. Por no hablar de que llegar allí con Key sin duda no era la mejor idea. En cambio, en la hermandad de la chica se sentía mucho mejor, allí parecía poder relajarse, y aunque en aquellos momentos no quería ver a nadie que no fuese Keyla, también estaban Ethan y Selina. Incluso Gwen y Renzo no le caían mal, aunque apenas hubiera hablado con ellos, y Vera parecía maja, a pesar de que pareciese tan cercana a Caroline.
Connor asintió vistiéndose, mientras miraba de reojo a Key.
-¿Y si te lo pido?- Preguntó tímidamente acercándose a ella cuando se hubo vestido.
Había sido una especie de broma, y en seguida se había puesto nervioso al preguntar, pues no estaba seguro de querer saber la respuesta. Pero ella era tan tentadora, que resultaba difícil resistirse a ella. Por un lado le habría gustado que hubiera seguido quitándole los pantalones, pero por otro, le avergonzaba muchísimo cagarla y no estar a la altura.
Metió la guitarra en la funda, y también los papeles con todas las diferentes ideas y apuntes que habían ido surgiendo sobre la nueva canción, y una vez cerrada se la echó al hombro, cogiendo con su mano libre la de Keyla, y mirándola a los ojos con una boba sonrisilla.
-Listo...
La parte de hablar no le atraía demasiado, estaba seguro de que le traería más de un disgusto, pero el resto no sonaba nada mal, normalmente en las pelis y series, "ver una peli" era sinónimo de poder liarte con la chica que te gustaba.
Cuando me beso tras morderle el labio no pude evitar sonreír, al menos parecía que ya se iba soltando un poco porque eso de ser mas que amigos con alguien que entra en pánico por verme en ropa interior... no lo veía factible, no era alguien que se conformara con dolor en la mandíbula y labios cortados de solo besarse.
Mi rostro de sorpresa ni me moleste en ocultarlo al escuchar aquella pregunta Bien cachorro, así me gusta Una sonrisa felina a pareció en mi rostro mientras lo miraba recoger sus cosas en total silencio pero sin dejar de sonreír.
Ya al acercarse y coger mi mano diciendo que estaba listo no pude contener las palabras, apoye mi mano libre en su abdomen y me puse de puntillas susurrandole al oido - Si me lo pides te quitare toda la ropa y entonces tu tendrás que quitarme la mia... - Baje mi cuerpo poco a poco de la espinillas y en el camino mordí su cuello haciendo que saltáramos de lugar en aquel preciso momento.
Al llegar a la sala común me separe de el y le guiñe un ojo.
No había nadie así que odiamos estar allí tranquilos - Deja por aquí las cosas y vamos a la cocina hacer palomitas y coger cosas ricas que tengo hambre - Siempre tenia hambre y me había dado cuenta que cuanto mas me teleportaba mas hambre tenia. Espere a que dejara las cosas y me cogi de su brazo para ir a la cocina, ya allí lo solté y abrí un mueble donde estaban todas las cosas de picar, baje una caja de galletas con chocolate, unas patatillas y un paquete de palomitas. Mete esto ultimo en el microondas y me senté en la encimera haciendole un gesto para que se acercara.
- Entonces cachorro si no eres de relaciones... ¿De que eres? - Le pregunte sabiendo que se había largado un farol de los grandes, pero no me gustaría acabar a malas con el así que me gustara o no había que tener LA charla pre posible amistad con derechos, odiaba esa charla.
Connor se estremeció al sentir aquel susurro que acercaba tanto la boca de la chica a su oreja, aquello, por supuesto sumado al echo de pensar en desnudarla.
Entonces Key mordió su cuello, y el muchacho cerró los ojos a la vez que subía la mirada y sujetaba con fuerza la funda de la guitarra.
Una vez más, como en su primer beso, Connor no había sido consciente de que la chica había usado su poder, sin duda la alemana sabía como entretenerlo y hacerle olvidar lo que le rodeaba.
Observó con una tonta sonrisa como Keyla se alejaba y le guiñaba. No parecía haber nadie, lo cual tranquilizó bastante a Connor, quien dejó sus cosas donde no molestaran como le había dicho la chica.
Key enseguida se cogió de su brazo, y Connor se sonrojó una vez más, su cabeza volaba y divagaba, podía verse junto a Key yendo a ver a su abuela, visitando a Johan, conociendo a los padres de esta, viajando por el mundo. No quería soltarla...
Ya en la cocina, mientras ella preparaba algunas cosas él era incapaz de hacer nada que no fuera mirarla embelesado, hasta que la chica se sentó en la encimera y lo llamó. Connor se preguntó si la chica sabría lo jodidamente sexy que estaba allí sentada, pero una vez más no dijo nada, solo escuchó su pregunta.
Se puso algo nervioso, había confiado en no tener que responder aquella pregunta, pero ahora volvía hacia él. Quería estar con ella como fuera, le atraía demasiado como para no quererlo. Pero tenía miedo de joderlo con alguna tontería.
-Pueeeeesss...- Dijo alargando mucho la "e" para ganar tiempo, un plan solo digno de los más ingeniosos.- ya sabes... de... ¿lo que surja?- Preguntó más que afirmó mientras se colocaba entre las piernas de la chica, colocando las manos a los lados de Key, sobre la mesa. Viendo su error seguida rectificó sus palabras.- No, claro... de lo que surja.- Dijo marcándose una sonrisa pícara a lo Harrison Ford, aunque en su rostro aquello distaba mucho de lo que pretendía.
Dicho aquello se acercó con mucha torpeza a darle un beso, si, era como el nuevo Ashton Kutcher, no cabía ninguna duda.
Cuando se acerco a mi colocándose entre mis piernas estas lo rodearon y acercaron a mi cuerpo, sonriendo con picardía con su respuesta que tenia muy claro que no se creía ni el. Connor me encantaba pero el apodo de cachorro le iba a al pelo y si solo con verme en ropa interior le dio un ataque no creo que ese lo que surja se lo crea nadie.
- Lo que surja... ajam... - Respondí apretando los labios para no reirme, apoyando mis antebrazos en sus hombros y entrelazando mis manos detrás de su cuello. Si es que era adorable, hasta cuando se acercaba temeroso a darme un beso, no sabia como podía dudar aun después de ya habernos besado en varias ocasiones.
Bese su mejilla y sube mis labios a su oreja mordiéndole el lóbulo dejando que sintiera mi respiración y susurrando - ¿Seguro que lo que surja...? ¿Y si lo quiero todo...? No creo que me equivoque al pensar que nunca has llegado al final... ¿Verdad? - Volvi a morder el lóbulo de su oreja y desvíeme mi rostro hasta su nariz acariciandola con la mia y dejando mi preferencia sobre la suya - No tienes que sentirte obligado a nada... - Pues si, el era un cachorro y yo una loba pero... la primera vez solía ser importante, la gente estaba acostumbrada a idealizarla y si realmente no estaba listo por lo que fuera no quería tener el peso de su virginidad sobre mi y que no fuera lo que el quería realmente.
Yo había tenido una muy buena primera vez, no era algo que idealizara y... ¡Key! Pensar en tu primera vez estando con el es raro, las palomitas, ya casi están Me dije a mi misma notando el olor de las palomitas inundando la cocina y el sonido de pop repetidamente dentro del microondas.
Era extraña la mezcla de sensaciones que te podía producir una chica como Keyla. Cuando lo aprisionó con sus piernas Connor sintió pánico, pero también euforia, sintió vergüenza, pero también invencibilidad, y sintió la necesidad de huir, pero también la de quedarse allí para siempre.
El chico intento mantener su cara de poker, tampoco pretendía engañar a la chica, y aquello además parecía poco probable, pero de ahí a querer parecer un pardillo había un mundo, aunque seguramente la chica ya tuviese esa opinión de él. Aun así, pardillo o no, Key parecía estar con él, así que ¿porqué preocuparse?
Le besó la mejilla, y el chico cerró los ojos de forma automática, dejando escapar su aliento entrecortado cuando la chica comenzó a jugar con su lóbulo. Su susurro le hizo estremecerse, y tardó un poco en ser consciente de que debía contestar algo, así que intentó centrarse para no cagarla, pero no era fácil con Keyla tan cerca, jugueteando...
-Yo...- Comenzó a decir, pero en aquel momento solo le salía ser sincero.- No...- Respondió en un susurro a su pregunta sobre su virginidad, le costaba mantener el tono de voz.
Volvió a morderle el lóbulo de la oreja y Connor perdió instantaneamente el control de su mano derecha, que apretó con demasiada fuerza la encimera, haciéndola crujir y quebrándola parcialmente.
-Lo siento.- Se disculpó como un resorte abriendo los ojos de golpe con la vista clavada en la encimera.
Pero aquello también le había hecho ser consciente de lo que le había dicho la muchacha. Una vez aquella ironía, pues no se sentía para nada obligado, era libre de hacer lo que le viniera en gana, pero era totalmente presa de los encantos de la chica, por lo que por su puesto que estaba obligado.
Cualquier respuesta resonaba tonta en su cabeza, así que el chico pensó en morderle el cuello, pero finalmente no se atrevió, y se limitó a besarla otra vez en la boca.
El explotar de las palomitas sonaba a años luz, como si aquello no fuera con él, y aunque el olor inundaba la estancia, él solo podía olerla a ella.
Su respuesta era la que ya me esperaba, pero siempre hacia falta confirmación nunca ase sabia, así que ahora solo quedaba una pregunta por hacerle, la mas importante de todas quizás.
Cuando iba hacerla escuche un sonido y al disculparse me fije en que había pasado, sonreí con cariño antes de que se acercara a besarme y al hacerlo me di cuenta de algo. Sus poderes y el miedo que les tenia. Cuando el beso termino se escucho el ding de microondas que había terminado pero lo ignore por completo en aquel momento.
- ¿Y quieres llegar al final? - Susurre la pregunta estrella en sus labios mientras abría mis ojos y lo miraba.
Tras ello mis manos bajaron acariciando sus brazos hasta llegar a sus dedos, cogi sus manos y las lleve a mi cuello, mis hombros - No me vas hacer daño Connor... y si en algún momento te descontrolas... me teleportare a otro lado cerca de ti hasta que te calmes... y no me refiero solo al sexo - Hice que sus manos siguieran bajando por mis costados y las abandone para que fueran donde quisieran volviendo a llevar las mías a su cuello. - Ni hay que ir de cero a cien en dos segundos...- Aunque antes se me fuera la cabeza por completo ahora debía recordar con quien estaba y como estaba la cosa, dejar a la loba durmiendo un rato.
Aquello era tan nuevo para el como para mi pues solo había quitado la virginidd a un persona y mas bien fue un intercambio, así que no sabia muy bien que pasaría por esa cabecita.
Su sonrisa, sus ojos, Connor estaba completamente hipnotizado, y es que en aquel momento si le hubieran dicho que el poder de la chica era aquel, no lo habría dudado. Cuando llegó aquella pregunta Connor tragó saliva y simplemente asintió nervioso. ¿Es que acaso habría alguien en el planeta capaz de contestar que no a aquello?, aunque el joven se dio cuenta de que una vez más estaba quedando como un lerdo, y como si despertara de un sueño recuperó un poco el control, lo que le permitió esbozar una sonrisa.
-Contigo...- Comenzó a decir, como si aquella parte no estuviera totalmente implícita.- claro...
Connor no se movió nada, simplemente observó como la chica cogía sus manos, y disfrutó del roce desde su cuello hasta sus hombros. Keyla parecía muy segura de si misma, aunque Connor no compartía su optimismo, si perdía el control quizás la chica no tuviera tiempo de reaccionar, pero estaba demasiado obnubilado como para pensar en aquellos momentos, todos sus sentidos estaban centrado en sus manos. Miró a Keyla a los ojos, como intentando trasmitirle que lo había entendido, aunque en aquel momento la sangre no es que le llegara mucho al cerebro como para pensar.
Las manos de Connor bajaron hasta el costado de la chica, acompañado por las de Key, y disfrutando del roce a cada instante, hasta que finalmente la chica las abandonó a su suerte. Una de las manos se quedó alojada en la cadera, mientras que la otra bajó un poco, hasta casi su trasero, pero sin atreverse a entrar del todo en territorio desconocido.
Connor volvió a asentir a las palabras de la chica que volvía a rodearla con sus manos. Y esta vez si se atrevió a atacar su cuello. Primero tiró un poco de ella para que se acercara, y acto seguido comenzó a besarla en el cuello con dulzura.
No sabia muy bien si aquello era una respuesta o no, porque si, estaba diciendo que si quería pero el chico eran tan indeciso y temeroso que me hacia dudar a mi si realmente estaba listo, per al final opte por ignorar el tema, era el quien tenia que conocer sus tiempos y yo solo podía asumir que todo iría bien.
Cuando una se sus manos bajo por mi cuerpo pero se paro antes de llegar a mi trasero no pude evitar sonreír - Puedes tocarme... no me voy a romper... - Sin duda aquello era toda una novedad, pues no creía que jamas hubiera estado con alguien que fuera tanto miedo a tocarme, la mayoría de chicos de su edad se quedarían sin saber por donde empezar con todo lo que querrían tocar en vez de estar con miedo a ello.
Pero antes de que pudiera añadir algo mas note sus dientes y labios en mi cuello y todo mi cuerpo se arqueo pegando mi pecho al suyo y dejando salir el aire de mis pulmones en un sutil jadeo o ronroneo como se viera, nunca entendería que tenia esa parte del cuerpo, pero... sin duda era una de las mas excitantes y al menos a mi me encantaba que mordieran y besaran mi cuello al igual me adoraba hacer lo mismo.
Le hacia prometido ser buena, ademas estábamos en la cocina, así que una de mis manos siguió en su nuca arañando muy suavemente mientras la otra se interno por su costado bajo su camiseta para hacer lo mismo en la parte baja de su espalda, no iba a desnudarlo hasta que me lo pidiera y en el caso de hacerlo en dos segundo estaríamos en la habitación.
El comentario le hizo gracia, aunque no se rió. Si, le preocupaba poder hacerle daño, pero ese no era el motivo de ser tan precavido... Era evidente que la chica quería hacerlo, y el también quería, pero por muy obvio que fuera, el no haberlo hecho nunca lo frenaba, como si tuviera que pedir permiso para todo. No sabía exactamente como proceder y que la chica se hubiera acoplado a su ritmo era en parte bueno y en parte malo. Porque como no tuviese más decisión iban a acabar en el sofá comiendo palomitas.
El jadeo de la chica lo excitó casi más que cualquiera de las cosas que le hubiera hecho, y fue en ese preciso instante en el que se dio cuenta de que aquel y no otro, era el mejor momento de su vida.
Notó una mano en su cuello y otra bajo su camiseta, y aquello, unido a las palabras que le había dicho la muchacha poco antes, dieron a Connor el valor necesario para que su mano izquierda acabara su descenso hasta el culo de la chica y lo agarró con fuerza, o al menos con la fuerza de una persona normal, pues para él aquello no era más que una leve caricia. No se podía creer que su mano estuviera en el culo de Keyla, el mejor día de su vida.
Pero la fuerza que no aplicó en la mano, con la excitación, tenía que salir por algún lado, y fue por la rodilla. El muchacho con un torpe movimiento partió con su rodilla una de las puestas del armarito inferior, cayendo de él unas ollas en el proceso. De no ser por el ruido de estas al caer, ni se habría dado cuenta de que lo había hecho, pero los golpes le hicieron detenerse un momento y mirar el estropicio.
-Eeehh... perdón...- Volvió a decir el chico que no se podía creer que fuera tan torpe.
Él chico pensó que la estaba cagando, así que le echó una lastimera mirada a la chica, aunque sus manos se habían quedado quietas, una en el trasero de la chica, y la otra cerca de su pecho, aunque no estaba seguro de cuando esa mano había empezado a trepar.
Parecía que poco a poco se iba soltando y una de su sonrisa manos llegó a mi trasero lo cual le hizo sonreír mientras mi mano en su espalda subió bordeando su costado hasta acariciar su abdomen.
Fue entonces cuando escuché un fuerte ruido y me sobresalté mirándo a Connor y bajando la mirada después me fijé en el mueble y comencé a reírme a carcajadas sin poder evitarlo apoyando mi frente en su hombro pues la situación sin duda alguna era de lo más cómica.
- Deja de disculparte por todo bobo... creo que tengo una idea... - Lo atraje hacia mí mordiendo su cuello y rodeando con mis piernas su cadera con fuerza pegando su entrepierna a la mía, tras eso empuje suavemente su cuerpo hacia atrás y ya separados y con mis manos en su pecho nos hice parecer en el tatami donde entrenábamos combate. Sonreí al ver que no había nadie allí era mejor asegurarse. - Aquí no podrás romper nada - Comente riéndome, bueno el suelo y para eso era alcolchado. A mí me daba igual que rompiera toda la casa pero no creía que mis compañeros y Fausto opinaran lo mismo así que mejor aquí hasta que empezara a controlarse.
Le guiñe un ojo y me acerqué de nuevo a él besándolo - Tocame cachorro... - Susurre contra sus labios esperando que ahora sin gente, sin cosas que romper y solo el y yo aquellas palabras ayudarán a que se relajara y se dejara llevar.
Cuando Key comenzó a reírse a carcajadas, Connor no pudo menos que esbozar una amplia sonrisa y reír un poco por lo bajo. La chica finalmente le habló mientras él la miraba con cara de circunstancia. Aunque volvió a sonreír tímidamente cuando lo llamó "bobo".
-Yo... lo sient...- Comenzó a decir, pero pronto cayó en su error y se autocorrigió.- Digoooo... si.
Se estremeció nuevamente cuando lo atrajo a ella y le mordió el cuello, estaba preparado para seguir, pero Keyla le tomó por sorpresa separándolo y usando sus poderes.
Connor cayó de culo sin saber donde se encontraba, aunque pronto reconoció el lugar. No le parecía la mejor idea del mundo entrar allí. No creía que tuvieran cámaras, pero, ¿y si las tenían?¿o si entraba alguien?
Dejó que ella se acercara, y a cada beso se le olvidaba más el motivo por el que no debían estar allí. Fue entonces le susurró aquello, y Connor reaccionó, la cogió con fuerza por las muñecas y la tumbó en el suelo colocándose sobre ella. Aunque enseguida se dio cuenta de que apretaba demasiado, por lo que aflojó las manos casi soltándola y dirigiéndole una ligera mirada de arrepentimiento, pero no dijo nada, confiaba en ella, no tenía por que ser tan protector.
"Cuidado... tranquilo..." Se dijo a si mismo. Y entonces decidió cambiar de táctica, no pasar de 0 a 100 le había dicho. Partiendo desde las manos de Key le dedicó una caricia descendente desde allí hacia los hombros con la punta de sus dedos, cuando finalmente llegó hasta sus hombros Connor tragó saliva y pasó a posar sus manos sobre sus senos acariciándolos con cuidado mientras la besaba apasionadamente. Para el chico fue inevitable recordar aquel día en la piscina cuando había tocado sus pechos por primera vez, pero a diferencia de aquella ves, ahora si podía disfrutar de ellos.
Estaba claro que aquello no me lo esperaba, si que sus manos terminaran sobre mi cuerpo pero que me cogiera y tumbara en el suelo agarrando mis muñecas sobre mi cabeza.
Mi pulso se acelero no sabia si por la sorpresa o por la excitación que se disparo de golpe en mi cuerpo, no seria yo la que se quejara de que el cachorro sacara la fiera. La presión en mis manos dolía, pero no dije nada, era un dolor que podía soportar pero parecía que se había dado cuenta porque rápidamente aflojo su agarre.
Una de mis pierna se elevo rozando la parte interna de mi muslo con su cadera, importando bien poco que la falda se subiera, acercando mi cintura a la suya en un suave contoneo. Sus manos fueron bajando por mi piel y no pude evitar morderme el labio, sabia que lo mejor era controlarme, dejarle hacer, que se acostumbrara aquello y decidiera marcar el los ritmos, porque sabia que como me dejara llevar mi ritmo seria muchísimo mas acelerado. Key, esto no es buena idea por múltiples motivos y lo sabes Pero mande a mi cerebro a la puta mierda.
Sus manos llegaron a mis grandes pechos y jadee muy levemente, ahora ya con las manos libres las baje a su espalda pasando las uñas por esta, quería quitarle la ropa, pero como le dije no lo haría hasta que el me lo pidiera, no había mejor forma de hacer que se soltara que ese tipo de juegos.
Intentaba relajarse y disfrutar, pero estaba irremediablemente tenso, y lo peor era que ni si quiera era por el hecho de hacerlo por primera vez, era por hacerlo con ella, porque no quería cagarla y quedar como... bueno, como lo que era, un idiota.
Por cada movimiento que hacía observaba la reacción de la chica, esperando que le gustara. Tal era el miedo que cuando consideró que llevaba demasiado jugueteando con los preciosos pechos de la chica estuvo a punto de preguntarle por lo que debía hacer entonces. Pero milagrosamente no abrió la boca, y enseguida se dio cuenta de que no podía preguntarle como si fuera un niño de parvulario aprendiendo a sumar.
En su mano izquierda, la cual se mantuvo en los senos de la chica, se dibujó un trasero, mientras la mano derecha bajó hacia la rodilla de la chica, descendiendo por su muslo, y finalmente agarrándola con firmeza el culo, primero sobre la falda, y poco después bajo la misma. Sus dos manos acariciaron con dulzura pero firmeza ambas partes del cuerpo de la chica, mientras Connor disfrutaba de las caricias de la chica. De vez en cuando Connor se agachaba para besar a la chica en el la boca, mejillas y cuello, incluso en una ocasión se acercó bastante al pecho.
Algo le decía que debía comenzar a quitarse prendas, o dejarle a ella que lo hiciera, no lo tenía muy claro, así que optó por el camino que le pareció más fácil.
-Te toca.- Le espetó con cierta calma.
Aunque la calma se convirtió en nervios cuando se escuchó a si mismo "Bravo Connor, bravo, porque estáis jugando al pilla pilla ¿quieres dejar de comportarte como un estúpido?" Se riñó a si mismo.
-Quiero decir... tú eres la experta.- Intentó decir con cierto toque pícaro, aunque sonó más bien raro.
"Dios, cállate..." Se regañó una vez más, con lo bien que se le daba quedarse callado. Sin duda se arrepentía de haber elegido aquel camino, ahora quitarse él mismo la camiseta le parecía un camino muchísimo más sencillo que abrir su enorme bocaza.
La cosa parecía ir soltandose y sabia que las cosas con Connor eran mas complicadas que con cualquier persona con la que hubiera estado fisicamente hablando. Quizás era una perdida de tiempo, lo mejor seria quedar solo como amigos y listo, pues estaba claro que al cachorro aquello le costaba. Pero había otra parte de mi que quería aquello.
La cosa fue avanzando pero en un ultimo momento se empezó a escuchar gente por los pasillos, aquel no era el día y los dos lo vimos claros, pues si ya era algo nuevo y tenso algo con el miedo a que entre alguien es peor, en mi caso hasta podía llegar a darme igual pero en el de Connor seguramente se moriría de la vergüenza. Por lo cual terminamos apareciendo de nuevo en mi hermandad, lo mejor era ir poco a poco a sus ritmos e intentando que rompiera las menos cosas posibles.
Las siguientes semanas con Connor fueron evolucionando e la misma manera tanto podíamos estar solo como amigos como en algunos momentos ser mas que eso.
Parecía que todo iba a bien, o al menos eso pensé hasta que me llevo un domingo al hotel y me pidió que fuera con el al baile, no, no fue por pedírmelo, fue por la forma de pedírmelo que me quede bastante en shock, nunca me habían preparado algo así y la verdad es que no sabia si aquello era bueno o malo, me hacia creer que empezaba a ser todo mas romántico de lo que debía y por un momento recordé una frase sobre lo que pasaría en el baile.
Solo esperaba que pudiéramos disfrutar de aquella noche.
Post miniresumen para hacer un cierre algo lógico o algo xD