Partida Rol por web

Cuando escuchó las palabras de Cisco, Caroline frunció un poco el ceño, un tanto enojada por el hecho de que hubiera dicho que fuera delante. Si era por el motivo que imaginaba, le parecía un poco mal de parte de su compañero de hermandad que sugiriera eso. Era verdad que podía resistir gran parte de los ataques físicos pero tampoco era como si quisiera recibir heridas todo el tiempo. El dolor seguía siendo un factor importante en aquello y no tenía un poder que anulara su capacidad de sentir el mismo. Además, Vera iría pegada a ella y eso significaba ponerla en peligro también, algo que no le agradaba para nada. Sin embargo, ya bastante tenían con el problema de los bichos verdes esos como para generar más conflicto, por lo que simplemente decidió ir adelante. Si sucedía algo, cubriría a su novia con su cuerpo y el uso de su poder.

- Claro, capitán. - Expresó con cierto sarcasmo, demostrando que aquello no le había agradado mucho.

- Tenemos que estar todos reunidos para evitar que nos derroten uno por uno. En grupo somos más fuertes, y la directora es bastante capaz, ya lo has visto. Buscamos a Kurt y luego vamos cuanto antes con la tirana. - No le agradaba mucho tener que depender de la directora, pero sabía que era la única capaz de organizarlos a todos, así como de detener a sujetos como el que habían tenido que enfrentarse anteriormente. Había sido tan fácil para ella detenerle, en cambio al resto los había incapacitado como si nada. Si la directora caía, estaban todos perdidos, de eso no había duda alguna. Además, tenía que agradecerle por haberles salvado, de lo contrario quién sabe lo que le habría ocurrido a su conejita.

Habría deseado continuar besando a su querida Vera, y disfrutando aquel momento en el que había explicado todo lo que había sentido, y sólo había quedado el momento de ser fiel a sus sentimientos con ella. No podía evitar derretirse siempre que sus labios de unían, siempre que la abrazaba con todo su amor y la contenía de esa forma entre sus brazos, deseando jamás apartarse de ella. No obstante, había una amenaza que afrontar y debían estar todos organizados frente a la misma si querían volver a la normalidad de sus vidas, o al menos en lo que se podía considerar normal. Además, toda persona que se atreviera a amenazar con esclavizar a su novia, se las vería con ella, y no dudaría en hacerle daño. Usualmente prefería no recurrir a hacer daño con sus poderes, pero si alguien intentaba herir a su conejita, en ese caso todo sería diferente, ya que ella era muy importante para la peliazul.

- Lo sé... Prefiero que estés conmigo antes que sola, pero si sucede algo, te ocultas detrás de mí. - Le pidió con una mirada seria a su pareja, esperando que ésta comprendiera que no quería que saliera herida y que ella era lo más importante, su prioridad más alta y no aceptaría un no por respuesta. Realmente no sabía qué podría sucederle si algo le sucedía a Vera, y no quería tampoco pensarlo. Estaba segura que no sería nada bueno. Nunca se había sentido así de unida a una persona, nunca había querido tanto a alguien, ni siquiera a Erika. No podía imaginarse que algo le sucediera a la chica que tanto amaba en ese momento.

Una vez que estuvieron preparados, Caroline comenzó a caminar, tomada de la mano de Vera, en dirección a la hermandad mientras el resto la seguían.

Gwen había sido clara y tajante. Pero realmente... él podía... Renzo guardó silencio. El sentimiento de profunda inutilidad no le era desconocido. Siempre que había intentado hacer algo por los demás habían pasado, en realidad, cosas mucho peores que sentirse inútil. Era fácil intentar animarlo, decirle que se animara. ¿Pero no se daban cuenta que todo le pesaba tanto? Cada día era esforzarse. Esforzarse por sonreír. Esforzarse por hablar. Esforzarse por mil cosas que, sabía, no se le daban bien.

Nunca se le iban a dar bien.

No podía ir atrás en el tiempo. No podía arreglarlo. Y si no podía arreglarlo, sabía, perfectamente, que nunca podría volver a estar bien. Renzo se había quedado bloqueado. Y ni siquiera las palabras de Selina lograban animarlo, lograban que su corazón se recompusiera, de alguna manera. En momentos así, cuando a la crisis se unía el sentimiento de impotencia, la culpa regresaba sobre él con la virulencia de la marejada golpeando las rocas, llevándose trozos de playa como quien arranca pedazos de un puzzle, rompiéndolos para siempre.

Tardó por tanto, en reaccionar. Vio como Gwen se iba. Como Selina se iba. Vera y Carol, ¿enamoradas? ¿podía amarse siendo como eran todos? ¿siendo una mezcla de asesinos y frikis? se marchaban. Keyla se había ido con el primer grupo, como Connor o Vicent.

Les vio marchar. Respiró profundamente. Miró a Ethan. Una pulsión le decía que se olvidara. Que se sentara en la consola y entumeciera su mente. Se lo exigía. Miró a Ethan, ¿sería un cambiaformas de esos, un skrull, o era Ethan? ¿y quién era Ethan? Reflexionó: no importaba. Lo que le pasara no importaba. Pero esta era su casa, la mejor en años. Iba a ser destruida, pero ya que nada importaba... ¿por qué no ir con Cisco y los otros?

- Me voy Ethan. Con ellos- logró decir para, luego, ir en la dirección en la que había salido el resto.

Ya dije en su dia que estaría ausente unas semanas sin posibilidad de postear, también deje instrucciones por si querías ponerme como nos hasta que volviera ( finales de la semana proxima)

sois libres para manipularme a gusto, aunque la dinámica de Ethan será acompañar al grupo a una sala segura donde tratará de usar de nuevo su poder para guiar a los otros.