Partida Rol por web

El Patrón mira al señor del gorro y dice:

O quizás Olaf es uno de los otros chicos que atormentaban al gordito contigo, y ahora él y sus amigotes están atormentando a otros "gorditos"

Haber permanecido encerrados dentro de un frigorífico había logrado que las ideas se le enfriasen al señor Tukoshita. No había sido la mejor experiencia vivida hasta el momento pero podía agradecer que los que allí quedaron encerrados habían sobrevivido. Las cosas no habían mejorado mucho después de aquello pues les había tocado subir infinidad de planta para llegar a aquel salón tan IN. Al capo de la mafia poco le interesaban aquellas formas y empezaba a estar molesto de tanto ir de aquí para allá sin ton ni son, él no había ido a aquella isla a hacer excursiones...si no a una subasta que parecía nunca llegar.

No fue hasta que se corrió la cortina y apareció disfrazado el conde Olaf que el señor Yoshitoko se volvió a tensar y estaba deseoso de partirle el cuello en ese mismo instante. Entonces el señor Seen relató su historieta de bullying cuando era joven y habló con seriedad.

- No creo que el gordito al que humillaste fuese el conde Olaf, ni tampoco estoy con el Patrón de que estés aliado con el para practicar bullying... Más bien diría que el conde Olaf es un hombre atormentado y fuera de sus cabales que disfruta haciendo de todo un juego. Un juego peligroso, la verdad...

Entonces recordó como solucionaban las cosas que había relatado Clarence en donde vivía.

- De todas formas, lo que le hiciste al pobre "gordito" de joven no está nada bien. Puede que donde tú vives tuvieses la posibilidad de actuar así sin represalias...pero donde yo vivo, a los que actúan como tú les practicamos el yubitsume. No sé si lo conocerás, pero se aprende la lección bastante rápido una vez saltan los dedos...

No sé si es que ya tenía los nervios bastante crispados con todo lo que estaba pasando, pero la salida de detrás de la cortina del Conde me hizo dar un pequeño respingo. Menos mal que me encontraba sentada en uno de los sofás, sino seguro que me hubiera caído con los tacones.

Luego escuché con calma a los que aún tenían ganas de hablar con todo lo que estaba sucenciendo.

Señor Seen, concuerdo con el señor Tukoshita. Al margen del despreciable hecho de que de niño le hiciera bulling a otro niño. No creo que sea ninguna venganza. En principio, y que yo sea consciente, lo único que tenemos todos en común es el hecho de no ser pobres y tener objetos que pretendíamos subastar. Nunca nos habíamos visto antes de empezar esta "subasta" y es dificil que hayamos poder hecho algo malo a este hombre.

Ya solo quedamos 11 y no estamos más cerca que ayer de saber quienes ayudan a ese hombre atormentado.
 

 El Sr. LeFou se encontraba sentado en una de los sofás dormitando ligeramente, debido a lo extenuantes que habían sido los últimos desafortunados acontecimientos. Sin embargo, parecía que había podido oír la historia del Sr. Seen a pesar de estar a punto de caer en los brazos de Morfeo.  Una pequeña sonrisa se emboza en su rechoncha cara.

- Hon Hon..._zzz niño gordo...^zzz hon hon...

 Antes de mostrar simpatía o algo de comprensión por el pobre niño maltratado en la historia, Gastón se reía en lo bajo de la desgracia ajena; ignorando que él podría haber sido candidato a esa clase de bullying. Por suerte, cuando a Gastón los molestaban cuando era chiquillo, él les decía a los otros niños que se los comería si no corrían y así se terminaba la historia.

Estaba sentada en uno de los sofas alado de Rene y LeFou. El dia de ayer habia sido muy movido, empezando por las votaciones y acabando en un congelador y cuando subimos las escaleras hasta aquella casa y pensando que podria ducharme, relajarme y por fin dejar de pensar en el Conde.... este aparece detras de unas cortinas. Y ahora que se propone? Hacerse pasar por un millonario como nosotros que va a participar en la subasta? Ni ganas de hablar tenia, me cruce de brazos y escuche a los demas hablar mientras de vez en cuando le echaba una mirada asesina a Olaf.

pero donde yo vivo, a los que actúan como tú les practicamos el yubitsume.

Lo se, he estado  con algun jefe suyo tomando saque mas de una vez... dejando a un lado ese castigo anti onanismo he de decir que no creo que Olaf sea el gordito, me refiero a que es un finalizador,alguien nos odia,ajuntado varios clientes que nos querian muertos y como diría el aragones "Eh voila".

Mira a cada uno de los supervivientes.

He matado,vendido,torturado ha algún conocido vuestro? si os es mas facil lo podemos hacer como alcoholicos anonimos.

"Hola me llamo Clarence y soy mala persona" 

Hola, me llaman El Patrón, y sí, eres mala persona

AJAJAJAJAJJA

-Supondré que debo tomarme eso a broma- suspiro – pero continuemos con el chiste soy Donald Trump y si soy una Terrible persona.

El hombre misterioso baja del marco interior de la ventana y se acerca al grupo de Millonarios en donde se encuentra un claramente estupefacto Jerome y una radiante Esme. Tras mirar de arriba a abajo a aquellos sudorosos y casi malolientes invitados, se puso al lado de la mujer y habló de forma tajante.

-Por favor. Yo no ser Conde Olaf. Yo ser Gunther, y tal y como vosotros poder comprobar, yo no manejar muy bien el idioma que sea que estemos hablando ahora. Por favor. Yo venir de una tierra muy leja. Porque los extranjeros son "IN", yo estar aquí.

Acto seguido el hombre rodea con su brazo a Esme y sonríe picaramente a la mujer, la cual esta le devuelve la sonrisa; todo ante una atenta y atónita mirada de Jerome quien aún está buscando las palabras adecuadas para responder a aquel hombre que usaba demasiadas y mal.

-Yo ser Gunther y vosotros ser los horrorosos invitados, Por Favor, no sé si "Horrorosos" es la Palabra adecuada aquí. ¿Ser Horrorosos?.

El pobre e indefenso Jerome ante el "Glamour" y lo "IN" que era aquel extranjero e invitado sorpresa a su hogar no podía hacer nada para llamar la atención de su esposa, quien poco a poco caía más y más en el encanto natural que aquel extranjero profanaba con cada gesto, movimiento y palabra. Por lo que, no pudiendo hacer otra cosa, se recompuso y le dio la bienvenida.

-Es un placer. Señor Gunther. Yo soy Jerome Miseria y esta es mi Mujer, Esme Miseria. La 6ª Consejera Financiera más importante de la Ciudad. ¿Esconderse tras las cortinas es un acto común en vuestra tierra?, ¿Por cierto, cuál es?.

Gunther estaba lo suficientemente distraído usando su mano libre haciendo cosquillas en la nariz de Esme Miseria siquiera para enterarse que su marido estaba hablando con él. Solo fue hasta que Jerome carraspeó levemente cuando Gunther se dignó a responder de una forma brillante, o al menos, lo más brillante que Gunther podría hacer.

-Yo ser de una tierra muy lejana. Por favor. Ser un placer estar en una casa tan hermosa como esta, con una dama igualmente hermosa y sus horrorosos invitados... y su marido. Tal y como decir en mi Tierra Natal; "No poder atrapar a un Gumpelstunk sin un buen Gumpelstunkador", Por favor. Desear que reflexionar todos sobre esto.

Esme se encontraba embobada, como si estuviera en una nube de algodón de azúcar flotando por el aire en alguna feria; la presencia de Gunther había revitalizado a aquella mujer arisca y altiva con los invitados y la había convertido en algo nuevo completamente; una mujer arisca y altiva con los invitados pero una ternura ronroneante con Gunther; por lo que tras escuchar la conversación de estos al verle y el buen trato que este le estaba dando, decidió romper una lanza en su favor.

-Es de mala educación señalar a la gente y decir que es el "Conde Olaf", quizás el Conde Olaf tuviera algunos rasgos distintivos con este apuesto y educado caballero porque en su familia tuviera algún pariente del mismo país exótico -e IN- que Gunther. Pero no por ello todas las personas de ese país son "El Conde Olaf", eso es Racista y el Racismo NO es IN.

Acto seguido comienza a acariciar la perilla blanquecina de Gunther, mientras este sigue sonriendo a unos escasos centímetros del rostro de Esme, todo ante la perpleja mirada de su marido el cual estaba a punto de decir algo cuando la mujer lo cortó incluso antes de comenzar a replicar.

-Y no quiero ni una palabra del saludo cordial y la amabilidad y cercanía que muestran los habitantes de la Tierra Natal de Gunther. Eso es Racista también y no es IN.

 Gastón se desperto casi automáticamente ante la aparición de aquel hombre extravagante. Gunther realmente parecía una persona de alcurnia. Un extranjero elegante y distinguido con el cual Gastón se podía sentir identificado. Sin embargo, desde que se había revelado la verdad sobre los orígenes del Sr. LeFou, el orondo hombre no-francés había perdido toda la clase frente a los ojos de sus compañeros millonarios. Así que aprovechando que hasta el momento aquel exótico hombre no lo había escuchado hablar, aclaró su garganta y se presento ante él.

- Un plaisir de vous rencontrer, monsieur Gunther. Comme vous pouvez le voir, je suis également un étranger qui habite un pays lointain... ("Un placer conocerlo, señor Gunther. Como puede ver, yo también soy un caballero extranjero de una tierra lejana...") Je suppose que vous êtes ici pour la vente aux enchères, comme nous, non? ("supongo que usted esta aquí por la subasta al igual que nosotros, ¿no?")

 No entendía cual era la manía de sus compañeros millonarios de decir que cada persona que conocían era el Conde Olaf. Eso solo había pasado dos o tres veces, no era cuestión de generalizar...

La frente de Dennise se había fruncido más en aquella subasta que en cualquier otro evento al que hubiese asistido, la boca se le conformaba en un rictus de amargura y cuando aquella figura largilucha sin un gramo de elegancia y buen gusto se mantuvo allí erguida soltando palabras que bien podían considerarse mal utilizadas si uno fuera más ingenuo, se volvió con velocidad en dirección al señor Miseria a quien se dirigió con el tono más calmado que tenia, lo que no era mucho, pues sus nervios estaban sufriendo violentos ataques. 

-¿Señor Misería, tendrá a bien ofrecerme un vaso de Whisky? sé que es temprano, pero preferiría tenerlo a mano -sonrió, y tras obtener su vaso pudo volverse al resto y hablar, más tranquila. 

-Tenga usted buen día ¿o son noches? Gunther, y no, no utiliza bien los términos pero se entiende al ser extranjero aunque sea difícil entenderlo dado que ha usado uno precioso con nuestra anfitriona , ¿Que lengua dice que habla? quizá sería más sensato comunicarnos con usted en la suya si alguno de nosotros la conoce, yo diría que el acento es alemán... -apretaba los dedos contra el vaso y miraba ora a uno y ora a otro con expresión especulativa. 

Satur alzo una ceja al escuchar a Gunther y luego la otra al escuchar a Le-Fou. -Sí, ese es tan francés como el otro extranjero, ¿verdad? -Comento con quien estuviera a su lado. -¿Verdad? -Codazo. -¿Eh? -Movimiento de cejas.

-Ejem... Conde Gunther. ¿Podría decirnos en que trabaja? Nosotros somos amables invitados. Pero no entiendo porque expiaba tras las cortinas... ¿Teme que le claven un cuchillo como a Polonio? -Hizo gala de su sapiencia cultural.

Arthur no hablaba ni hacía mucho desde hace bastante. Estaba exhausto tras tanto subir. No estaba vestido muy conveniente para tantas actividades físicas que se le estaban presentando últimamente.

Una vez estaban dentro del ático/hogar y les indicaron donde podían tomar asiento, gustosamente se sentó y descansó. Tomó un par de copas de agua con aceituna, aunque no comió estás últimas.

El hombre escuchaba la conversación de todos mientras jugaba con una de las aceitunas moviendola de aquí para allá con sus dedos, cuando la nueva aparición del Conde Olaf lo tomó por sorpresa, pero no le sorprendió. Su única reacción fue dar un suspiro largo, seguido de sujetar su frente, lamentando tener que volver a soportar su actuación.

Cuando Saimon, quién estaba a su lado, bromeó, no pudo evitar reír levemente, como dándole la razón.

-Me gustaría tener un "gumpelstrunkador" para su "gumpelstrunkabeza".- Dijo a modo de burla, dejando escapar una modesta risa luego.

Tras escuchar las increíbles y a su vez completamente erradas palabras de Dennise, no tuvo más remedio que dejar de juguetear con la perilla del exótico e "IN" Gunther, apartarse de él y poner una cara seria a la mujer, a la cual respondió dándose enormes aires de superioridad.

-El Whisky no es "IN", no vamos a servir nada que no es "IN" a nuestros invitados y mucho menos tenerlo por nuestra casa. Tome otra copa de "Martini Aquoso".

Dicho esto y con un gesto con la cabeza, Jerome fue en busca de otra copa para entregársela a Dennise Blacke. El cual tras hacerlo, volvió a su dilema moral sobre si intervenir o no.

Gunther quien a estas alturas ya había perdido todo el buen humor que tenía y había estado ignorando sistematicamente a los millonarios; ya no podría continuar porque su "Frau-Frau" ya había cesado de acariciarle la barbilla, todo por culpa de esos invitados entrometidos y su mal gusto por lo "IN".

-Yo ser en mi Tierra Natal, Por favor, un respetable Corredor. Coyote. Comisionista. Martilleador. Yo ser quien dice quien tiene más dinero para comprar la cosa a subastar. Un trabajo, Por favor, extenuante pero gratificante.

-Mi idioma natal es uno, Por favor, que ninguno de ustedes conoce. Preguntar acerca del, Por favor, idioma natal de la gente es de muy mala educación. Pero puedo decir, Por favor, que es de una tierra muy, muy lejana.

-Yo no ser conde. Este ser, Por favor, Conde, en mi pueblo natal hacer nosotros fiestas en su honor, Por favor, por su brillante actuacion.

Acto seguido muestra una enorme imagen del Conde Olaf.

Una mirada con cierto recelo sobre aquel pintoresco atuendo que el conde portaba, sin embargo, como era común siempre estaba ahí para cómo ponerlo de una manera educada, Arruinarnos el momento, sin embargo, haciendo de la vista gorda ante el continúe con lo que estaba haciendo.

-Como dije anden con cuidado no reconocí al que intento matarme, pero era alguno que estaba detrás de mí eso es seguro, agradezco al alma generosa que, salvo mi vida, pero por lo demás espero que no pase nada.

El Coyote que había hecho acto de presencia, el tal Gunther, era la mayor estafa hasta la fecha ¿Quién se iba a creer que no sabía hablar bien el idioma? ¿No conocía si quiera de dónde procedía? ¿No resultaba evidente para el resto que su disfraz no podía ocultar que era el conde Olaf, una vez más? Resultaba hasta gracioso ver cómo el personaje llevaba hasta una imagen prácticamente calcada de él mismo de "se busca". ¿A caso pensaba que todos tenían el cerebro de mosquito? 

Yoshitoko suspiró. La gente de aquel pueblo era demasiado corta de entendimiento, y de los multimillonarios, algunos parecían seguir el mismo pronóstico. ¿Quizá esa isla llevaba a los seres que allí habitan a ser seniles en un corto periodo de tiempo? Eran una posibilidad a contemplar.

- Bueno, ¿y que hacemos hasta la hora de la subasta? Comentó echándose en uno de los sofás, mientras bebía agua y hacia saltar por doquier los huesos de las aceitunas cuando los anfitriones no miraban. ¿Podemos darnos una ducha y comer algo? Supongo que tener un buen trato con los invitados es IN.