Partida Rol por web

Este es el lugar que darás tus clases a partir de ahora, pondré 4 grupos: A B C D, en todos se dará lo mismo, la clase que tengas preparada, pero para que esté más organizado y haya menos lio

Al entrar a clase, los alumnos ya pudieron encontrarse con que sobre cada puesto había un pequeño cofre con una cerradura completamente cerrada, pero sin llave. Como sería habitual en ella, la profesora McMahon esperó a que fuera la hora exacta de empezar la clase para entrar a la misma. -Buenos días, alumnos. Espero que el encantamiento aprendido en la última clase les haya sido de utilidad, y que lo hayan practicado. Si tienen cualquier duda acerca de la clase pasada, ahora no es el momento.- dijo mientras caminaba hasta la mesa del profesor, y se giraba cuando hubiera llegado, para mirar a los alumnos. -Como ven, delante suyo hay un cofre sin llave. Para los muggles la primera idea sería forzar la cerradura con uno de sus objetos, o romper el cofre dado su tamaño.- explicó de forma irónica. Casi parecía que le hacía gracia el hecho de imaginarse a un muggle haciendo semejantes barbaridades. -Sin embargo, nosotros conocemos la forma de mover la cerradura hasta la posición de apertura, para desbloquear así su mecanismo. Página 38.- indicó, esperando a que los alumnos abrieran el libro. -Alohomora, o encantamiento de apertura... O el amigo del ladrón. Esos son los nombres que recibe este hechizo tan útil para todos aquellos que no tengan llaves de una cerradura.- añadió, iniciando la explicación. -Se desconoce su inventor, pero se sabe que llegó a Inglaterra de manos de un ladrón, dedicado a asaltar las casas de Londres. Para ampliar la historia de este hechizo, les recomiendo que hablen con el profesor Flamel, pues hoy nos centraremos en su ejecución.- continuó. -Alohomora permite abrir puertas y ventanas que NO están protegidas por magia.- añadió, usando su varita para hacer girar una de las pizarras, y mostrar la otra cara, en la que se encontraba escrita la pronunciación y el movimiento de mano, al igual que la clase pasada.

PIZARRA

ALOHOMORA

Pronunciación: al-LOH-ha-MOR-ah

Movimiento: 

​-Como pueden observar en la pizarra, su pronunciación no resultará sencilla al principio, aunque les garantizo que le cogerán el truco. Para el movimiento de mano, es tan simple como dibujar en el aire una especie de "S" al revés, de abajo hacia arriba, mientras pronuncian el hechizo.-  explicó la profesora. -Si lo han hecho bien, escucharán cómo el mecanismo de la cerradura se mueve para desbloquearse. Existen varitas que emiten una pequeña luz amarilla, azul o púrpura al realizar este encantamiento.- terminó, atrayendo hacia su mano uno de los cofres sobrantes, para realizar una demostración. -Alohomora.- pronunció, moviendo correctamente la varita frente a la cerradura del objeto. En seguida, una pequeña luz azul emanó de la varita, y la cerradura del cofre se abrió. La profesora dejó el cofre sobre la mesa. 

-Este ha sido el primero de los dos encantamientos que aprenderán en esta clase. Dentro del cofre encontrarán una pluma, que deberán lograr sacar del cofre usando el segundo encantamiento: Wingardium Leviosa, o encantamiento levitatorio. Como su propio nombre indica, este encantamiento permite al mago hacer que las cosas vuelen con un movimiento de varita.- explicó la profesora, haciendo girar ahora la segunda pizarra.

PIZARRA

WINGARDIUM LEVIOSA

Pronunciación: Win-GAR-di-um lev-i-O-sa

Movimiento: 

 -Como pueden observar, la pronunciación no produce gran complicación, si la hacemos de forma correcta. El movimiento tampoco es complicado.- dijo, señalando el dibujo que había en la pizarra. -Es un conjuro extremadamente sutil y refinado, por lo que debe primar en el mago que quiera usar este encantamiento la paciencia y serenidad, y el dominio de la varita.- terminó, cogiendo su varita y apuntando al cofre abierto. -Wingardium Leviosa.- pronunció, haciendo que la pluma levitara hasta estar frente a sus ojos, y la movió un poco por el espacio hasta llevarla de nuevo a la mesa. -Es fundamental también el contacto visual con el objeto.- añadió, para bajar sus manos tras la cintura. -Ahora ustedes, tienen la media hora restante de clase para realizar ambos hechizos de forma correcta. Primero abran el cofre, y luego hagan levitar la pluma.- terminó, para dejarles el tiempo pautado, sentándose en su mesa a observar.

La actitud de la profesora hace que Thad se oculte todo lo posible detrás del baúl de encima de su puesto, si no tiene contacto visual quizás no le pregunte, las manos comienzan a sudarle y la varita parece que esté en una montaña rusa, pero después de la anterior clase nada podía salir peor. O eso creía.

El baúl se abre a la primera, y una sonrisa de satisfacción por primera vez desde que llegó a Hogwarts aparece en la cara de Thad, sin embargo ahora quedaba hacer levitar la pluma. el pulso parece ser crucial para este hechizo y los nervios no acompañan, la pluma no levita ni medio centímetro. El sudor se le mete en los ojos y no puede concentrarse. Acaba la clase y la desilusión es demasiada para él, se queda sentado en el pupitre un rato después de la finalización de la clase. Parece que la magia no es para él. Cuando mira a su alrededor ya no hay nadie, las lágrimas caen por sus mejillas, se siente igual de solo que siempre, pero ahora es peor, ahora está rodeado de gente. 

En la segunda clase de encantamientos, tuve la suerte de coincidir con Thad, de mi misma casa, y con Artemis y Janus, a quienes ya conocía. Eso me hizo sentirme mejor, a pesar de ser la única chica del grupo.

-Hola, chicos -les saludé nada más entrar. Cuando vi al chico que no conocía, me presenté -. Hola, soy Altair.

-Buenos días, alumnos. Espero que el encantamiento aprendido en la última clase les haya sido de utilidad, y que lo hayan practicado. Si tienen cualquier duda acerca de la clase pasada, ahora no es el momento.

Pero no hubo tiempo para mucho más, porque la profesora McMahon empezó a hablar en cuanto nos sentamos, así que saqué el libro de encantamientos y los pergaminos y me preparé para copiar.

Empezó hablando del cofre que teníamos delante. No lo toqué, y a continuación nos señaló que estaba cerrado... a no ser que usáramos un hechizo para abrirlo.

Lo busqué en la página que indicó y rápidamente copié lo que estaba indicado.

Mientras explicaba cómo se usaba el hechizo Alohomora, yo movía la mano para intentar emularla, aun sin utilizar la varita.

Este ha sido el primero de los dos encantamientos que aprenderán en esta clase. Dentro del cofre encontrarán una pluma, que deberán lograr sacar del cofre usando el segundo encantamiento: Wingardium Leviosa, o encantamiento levitatorio. Como su propio nombre indica, este encantamiento permite al mago hacer que las cosas vuelen con un movimiento de varita.

Yo estaba con la boca abierta. Primero abrir un cofre con magia y después hacer levitar. No estaba acostumbrada a esas cosas. Copié todo lo que dijo y atendí después a los consejos sobre cómo realizar el hechizo.

Cuando hubo terminado de explicar, la clase se llenó de alohomoras y wingardium leviosa por todas partes. Todos intentábamos pronunciarlo correctamente y mover la mano como nos había enseñado. Si bien en cuanto al primer hechizo me había enterado bien, no podía decir lo mismo del segundo. No acababa de ver bien el movimiento que estaba indicado en la pizarra, y la profesora lo había hecho muy rápido. No obstante, decidí ir paso a paso y empezar con el primero.

-¡A-LO-HO-MO-RA!

La varita se iluminó, tal y como había dicho la profesora que a veces pasaba, y el cofre se abrió con facilidad.

Miré en el interior y había, efectivamente, una pluma.

Abrí mi libro, miré las instrucciones e intenté hacer levitar la pluma.

-¡WIN-GAR-DI-UM LEV-I-O-SA!

La pluma se elevó un poco y salió del cofre. No es que fuese un vuelo demasiado bueno, porque sin duda la profesora lo había hecho muchísimo mejor, pero algo era algo.

Resoplé, aliviada.

Cuando llegué a la puerta del aula, procedí a arreglar mi uniforme, asegurándome que este se encuentre inmaculado, una vez corroborado el uniforme, procedí a ingresar al aula con mi mochila en la mano.

Buenos días profesora McMahon. - digo haciendo una pequeña reverencia antes de tomar asiento.

Al parecer el día de hoy veríamos dos encantamientos bastante útiles, por lo que, al igual que la clase anterior, procedí a seguir al pie de la letra las indicaciones de la maestra, buscando las páginas indicadas por la profesora.

Tan pronto revisé la guía de hechizos, volví a fijar mi vista en la pizarra y procedí a practicar el movimiento de la varita, hasta lograr hacerlo en forma fluida, una vez que estuve satisfecho con mi resultado, decidí que era jora de probar el primer encantamiento.

Muy bien, creo que ya lo tengo. - anuncio mientras me concentro tanto en la varita como en el cofre y procedo a realizar la floritura de la varita conjuntamente con la recitación de la fórmula magica, cuidando de pronunciar correctamente cada palabra.

¡al-LOH-ha-MOR-ah! - exclamé, mientras de la punta de mi varita surgían unas pequeñas chispas azules y el mecanismo del cofre se accionaba por sí sólo con un sonoro ¡clack!, dejando el contenido del mismo a mi alcance.

Luego llegó el turno del encantamiento levitador, este parecía un tanto más complicado y las anotaciones de la profesora en la pizarra no me resultaban del todo claras, por lo que procedí a revisar con más detenimiento mi libro y gracias a ello conseguí seguir mejor la clase.

Vaya, así era, bueno pues creo que ya lo capté. - digo en un susurro, mientras intento seguir al pie de la letra las instrucciones del libro.

Al igual que en el encantamiento anterior, procedí a practicar primero el movimiento de la varita y en cuanto me sentí conforme con mi resultado, procedi a ejecutar el sortilegio, pues sólo tenía una pluma a mi disposición y no quería destruirla en el proceso.

Muy bien aquí vamos. - pienso mientras me enfoco en la pluma y procedo a pronunciar con sumo cuidado la fórmula mágica.

Win-GAR-di-um lev-i-O-sa - pronunció con voz clara y segura, sin perder de vista la pluma, la misma que empezó a elevarse en el aire con total fluídez.