Partida Rol por web

Puente ubicado en los terrenos de Hogwarts, entre el círculo de piedra y el patio de la Torre del Reloj. Cómo su nombre indica está techado y por debajo hay un enorme barranco.

No espero a nadie, ni creía que alguien la buscaría, su tristeza era tal que no lograba ver más allá, esa pócima no había hecho más que acrecentar la depresión que estaba padeciendo desde hace tiempo y que la llevaba a caminar en piloto automático, sin siquiera llorar, de hecho sus ojos estaban simplemente vacíos, repitiendo una y otra vez las palabras que su madre le había dicho durante tantos años. Nunca había sido una niña querida, solo su padre mostraba afecto por ella, pero él pasaba largas jornadas fuera de casa. Ahora de preguntaba porqué había venido a ese mundo que parecía no estimarla. Ni amigos, ni familiares, nadie la extrañaría, se decía mientras entraba en el puente. Nadie estaba presente, todos habían ido al baile y hasta los profesores estarían más pendientes de la marabunda de alumnos que estaban riendo y aún vomitando sobre sus preciosos trajes. 

Ginevra, incapaz de ver nada más que la pena que sentía, acrecentada por la pócima que había bebido, se apoyó en el barandal del puente, hacia abajo, solo veía negrura, una que le pareció más apacible que el dolor que sentía y que no podía acabar. Sus manos se tomaron del pilar de madera y comenzó a trepar, siguiente el impulso que tenía de poder encontrar algo de paz, un momento donde no sintiera esa pena que le machacaba los pensamientos extinguiendo cualquier atisbo de esperanza o de alguna salida.  

Había estado caminando tras ella. El desconcierto de la fiesta se mezclaba con la extrañeza que le provocaba que Carrow se alejara tanto del castillo, adentrándose en una zona bastante alejada, y según le dijeron los compañeros, controlada por los aurores. Cassius la seguía a cierta distancia, con pasos amortiguados, no perdiéndola de vista.

El semblante de la niña más guapa de todo el colegio, el cual lucía triste, desencajado y ausente, caminaba hacia el puente cubierto, un sitio muy adecuado para que una pareja pudiera dar un paseo romántico, o para esconderle la escoba a cualquier miembro de otra casa antes de un partido de Quidditch, pero no para caminar a solas en la noche de Halloween.

Warrington dedujo que aquello no pintaba bien, se sintió tentado a sacar la varita y decidió que era la mejor cosa que podía hacer. Sentía que desde que hubieron ataques en el castillo, las zonas alejadas y sus alrededores no eran seguras, y él no era una persona que se dejase sorprender con facilidad. Así, con su arma mágica en la mano, continuó recortando el espacio que la separaba de ella.

El muchacho de cuarto curso sintió palidecer cuando comprendió lo que realmente ella estaba intentando. Desde luego la muchacha no se subía a la barandilla de aquel desfiladero para admirar las vistas. Actuó con rapidez y determinación, tirando su varita al suelo, quedando desarmado y llegando justo a tiempo de que alcanzase la cumbre de sus propósitos, cogiéndole con fuerza de la cintura, bajándola hasta el suelo y arrinconando su cuerpo contra el madero y el suyo propio, tan cerca que la niña no tuviera oportunidad ni vía de escape.

- Vaya..., a la capitana de Slytherin le gusta tanto volar que iba a intentarlo sin escoba... - dice el muchacho con el tono de voz muy grave, estaba bastante enfadado, su mirada le taladraba -... y ahora Carrow explícame qué diantres está pasando por tu cabeza... Estoy tentado a darte unos buenos azotes para que dejes de actuar de una manera tan necia..., justo como lo estás haciendo ahora mismo.... - su respiración está agitada y se muestra nervioso, es algo palpable.

Ya tenía ambas rodillas en el barandal y con sus manos aferrada al pilar, hasta ese momento era muy claro lo que tenía que hacer, pero el efecto de la poción comenzó a pasar y esa tristeza se hizo menos absoluta, menos dolorosa, porque a pesar de que estaba ahí, alojada en su corazón, no era tan enorme y pesada como para darle el valor de dejarse caer. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, y con le viento del vacío dándole en la cara, la chica pegó un gritito de miedo y se aferró con fuerza del pasillo, sin embargo en el movimiento brusco, se tambaleó y ahora sí creyó que era todo lo que haría, que era su fin. Había sido una idiota, y mientras sentía que su cuerpo se iba hacia delante, algo la jala hacia atrás, Ginevra ni ofreció resistencia, cayó pesadamente al suelo, sin darse cuenta quién era la persona que la había salvado. 

Mantuvo su cuerpo tenso, los ojos muy apretados hasta que escuchó la voz de Cassius, Ginevra, que estaba muy pálida y asustada, le echó los brazos al cuello, pegando todo su pequeño cuerpo al del chico, temblando y sin poder articular palabras, no sabía qué decirle o justificar lo que estuvo apunto de hacer, aunque instantes antes era tan claro que debía terminar con su vida porque era una inútil. 

— yo... yo... ay, no sé... no sé que iba a hacer, yo... — sus ojitos verdes se llenaron de lágrimas, y lo volvió abrazar con fuerza, colocando su mentón en su hombro — yo no sabía... sólo que antes sentía mucha pena y quería que dejara de doler, pero no sé ahora, yo... ay... — comenzó a sollozar acurrucándose en su pecho, buscando calmarse — creo que fue esa pócima, ¿puede ser?... sentía tanta pena y dolor... tanto... — lo miró hacia arriba, aún haciendo pucheros y sollozando.

No esperaba las reacciones de la muchacha, pero tampoco tembló al notar como los femeninos brazos le sujetaban con fuerza, él le corresponde rodeando su cintura con sus fuertes brazos, intentando transmitirle la seguridad que la pequeña Slytherin había perdido junto con sus ganas de vivir. Estuvo callado sin recriminarle nada, sin decir una sola palabra extra que pudiera volver a sonar como una crítica abierta sobre sus actitudes. Él solía decir las cosas una única vez, desde su perspectiva cuando alguien no te hace caso es porque realmente no deseaba hacerlo..., ¿escucharía Ginevra?...

- Tranquila... - le dice pasando la mano por la espalda, una caricia con el único fin de calmarle, siendo respetuoso con cada gesto dedicado a la semiveela, suspirando el muchacho eventualmente, en parte para calmarse él también. No le había gustado nada lo visto... Se sobrevino otro abrazo fuerte, él le aprieta un poco más contra su cuerpo, dejando que las lágrimas corriesen en la bonita niña mientras ofrecía su pecho como protección.

- ¿La poción?..., quizás hubiera sido eso..., pero piensa algo Carrow... - la voz de Warrington suena suave, masculina, íntima y su olor corporal es agradable. Uno de los alumnos más guapos de la escuela, y de los favoritos en el ranking femenino -.... ¿realmente sólo es eso lo que ha pasado?..., ¿o la bebida de Foxier ha removido algo que llevas dentro y no te deja vivir?.... Quiero que hables conmigo..., no voy a permitir dejarte caer... ¿me entiendes?...., tú no vas a caer... - casi suena como un juramento cuando Ginevra mira hacia arriba entre lágrimas y él, a la par hace lo propio, agacha la cabeza hacia ella y le devuelve la mirada, lleva una mano hacia su rostro y le aparta un mechón de cabello, dejando sus ojos fijos sobre los espectaculares iris verdosos femeninos, permaneciendo en esa posición a la espera de que ella quisiera desahogarse

No iba a caer, no la iba a dejar caer y de hecho fue así de literal, aunque en las dos clases que pudieron tener antes de tener que dejar la escuela por haber enfermado, terminó en el suelo, derrotada y humillada por su superior, la chica se separó un poco de su compañero y pasó ella sus dedos por su cara, aunque el gesto del chico había sido muy cálido y amable, le agradó mucho y la niña ahora terminaría de limpiar su cara, en las últimas semanas había tenido que enjuagarse demasiadas lágrimas y algo le decía que vendrían muchas más. 

— es que sí, Cassius — por fin lo llamaba por su nombre — creo que sí, digo... — se quedó sentada en el suelo, apenas podían verse las caras y solo la tenue luz de la noche perfilaba los rasgos de ambos, como la mandíbula masculina del chico, sus rasgos fuertes y como sus ojos se habían suavizado ahora que la estaba consolando. Ginevra le agradó ver que debajo de toda esa formalidad y orgullo había un corazón cálido y amable que se resistían a mostrarse, era como ella, pero con mucho más glamour y estilo — ¿crees que somos lo que son nuestras familias?.. que debemos... acatar sus órdenes, a veces siento que seria tan sencillo si solo fuera Ginevra, sin un apellido importante, sin tener que mantener alguna historia o herencia, sería más sencillo si... si solo... pudiera quererme por ser yo y sin hacerme sentir como un... error — se encogió de hombros y sus ojos bajaron a las manos de él.

— siempre siento agobio, Cassius, y soledad y... tristeza — no había sido tan clara con sus sentimientos ni siquiera con ella misma. — y luego siento vergüenza por sentirme así, que no digno de una Carrow o de una Slytherin, hay tanto que cumplir y no doy la talla, soy inútil, defectuosa — se mordió el labio inferior — no soy buena en nada.... ni amigos puedo tener, porque no sé como tratar a la gente, incluso a ti te traté mal, el único que me aguanta es Daniel, pero no sé que ha visto en mí, y si no fuera por la pócima de la profesora, creería que... que es por mi encanto veela — soltó todo el resto, mientras sus mejillas se ponían muy rojas, y ocultó su cara entre sus manos. — ahora muero de vergüenza... porque hayas escuchado todo esto... — siguió ocultándose de los ojos del chico. 

Cuando ella decidió separarse él le dio el espacio que necesitaba, pero la mirada del muchacho permaneció atento a ella, ambos sentados en el suelo, Gin comenzando a abrirse y él escuchando lo que tenía que decir. Las preguntas de Carrow eran razonables. Él sabía lo del periódico, había sido una bomba en el colegio, y en Slytherin, todo lo relevante de las familias mágicas de alto linaje al final, se sabía.

- Estoy convencido de que parte de lo que somos nos lo da nuestra familia, pero siempre hay una parte que nos hace diferentes a nuestros padres... Ellos miran por nuestro bien..., pero nosotros a veces ansiamos la libertad que no se nos da... - le dice él acorde a sus vivencias -....Veamos... Gin... ¿puedo llamarte así?.... - le pregunta sin desear tomar un exceso de confianza que pudiera incomodar -... todo esto viene por la noticia del Profeta... la pregunta en cierto modo es... ¿deseas casarte o no?....¿debes obedecer o no?.... Y esa respuesta solo debes de tenerla tú... Si no te quieres casar, simplemente no lo hagas..., la unión mágica es un rito que solo puede hacerse si los dos cónyuges está de acuerdo.... Y tú, por lo que veo, ni de acuerdo ni preparada... - le dice tomándole las manos -... mira..., tu vida es tuya y solo te pertenece a ti..., yo podría entender lo mismo que mis padres me dicen, que busque una buena muchacha de sangre limpia..., pero no me cierran las puertas a una en concreto... Creo que tu familia se ha precipitado a elegirte un esposo con quien no deseas estar.... Y deberías decirlo... ¿qué es lo peor que puede pasarte?....

Mira el muchacho el barranco por donde la niña iba a tirarse.

- Eso de ahí no era una opción adecuada.... - le indica el ex cazador de Slytherin-... y tu problema no es que tengas fallo alguno o que seas inútil, tu problema es que no confías en ti misma, y cuando tienes miedo o dudas es cuando tratas mal a la gente..., lanzas tu frustración contra los demás..., pero ese fallo tuyo es porque te viene de casa... -indica él, muy seguro de lo que decía -...si quieres un consejo...., llora lo que debas llorar pero sé más Slytherin que nunca... El sombrero seleccionador no entiende de familias mágicas ni lazos de sangre, cree en lo que hay en tu interior..., y te ha mandado a nuestra casa porque tienes el potencial para eso.... puedes elegir..., piénsalo...

- ¿Debes casarte?... Pues cásate.... puedes hacer una vida matrimonial perfecta besando a quien realmente amas, mientras tu marido sea la tapadera perfecta para tu doble vida...  Y si eso no te agrada..., no te cases y busca a personas que te quieran y puedan ayudarte económicamente, vivirás en Hogwarts los próximos 7 años..., sé una buena bruja, estudia y busca empleo..., vive por tu cuenta... O si lo prefieres, busca al hijo de una familia mágica de antiguo linaje que te guste más que Alen y que te proteja.... -la mira por unos instantes -....o busca a algún mago que pueda lanzar un hechizo de borrar la memoria sobre tus padres para que olviden dirigir tu vida....

Cassius permanece callado un tiempo antes de concluir

- Lo que quiero decirte con esto es sencillo... sé Slytherin..., piensa de todas las posibilidades la que más te guste y camina para conseguir el objetivo..., no dejes que los demás manejen tu vida..., toma tus propias riendas...

Ella se sincera comentándole lo avergonzada que se sentía y él como respuesta le echa el brazo derecho por encima y la recuesta sobre sí, acariciándole el brazo con delicadeza.

- No te avergüences...., eres muy válida pero muy joven todavía..., es normal que te sientas perdida..., todos lo estamos en algún momento... Cuando te sientas mal siempre puedes venir a hablar conmigo..., podemos entrenar o simplemente llamarte antipática.... - gira su rosto hacia el suyo y le sonríe con encanto, obviamente bromeaba -... ahora como vuelvas a intentar hacer algo similar a lo de hoy, puedo asegurarte de que conseguiré de que te arrepientas... -era una advertencia clara, por algún motivo sabías que Cassius no eran de los que amenazaban para no hacer nada -...¿te sientes mejor?....

Asentía a todas las palabras del chico, era como un hermano mayor, y ella escucha moviendo su cabeza de arriba a bajo en cada una de las cosas, en otras, negó y en otras, la duda asomó en su rostro, pues no sabía la respuesta exacta, sin embargo, sentía que él lograba comprenderla y no la presionaba a una decisión y eso la aliviaba. él hablaba con mucha convicción y mucha determinación, aunque siempre es fácil hablar de la vida de otros, sin saber muchos de los detalles de lo que pasaba, sin embargo, resumió muchas de las cosas que le pasaban por la cabeza. Gin sonrió con más alegría, que contrarrestaba profundamente con la expresión que traía mientras caminaba a ese lugar. La niña se puso de rodillas y se acercó a él, besando su mejilla, un besito tibio y muy rápido. 

— me... me gusta que me llames Gin — le dice, volviendo a sentarse en sus pantorrillas — y la verdad es que es obvio que no quiero casarme, no me interesa nada de eso, bueno, hay alguien que me gusta pero no quiero eso de ser novios, somos niños, quiero... quiero poder tener amigos pero también he fracaso en eso, pero creo que tengo pocos amigos pero buenos, tú, por ejemplo, chico antipático — se mordió la punta de su lengua y se puso de pie, tendiéndole la mano — pensaré en qué haré con todo eso, no quiero defraudar a mis papás, a mamá sobre todo, pero... ella nunca me ha querido, me pregunto si realmente lo hará en algún momento — se mordió el labio inferior, Alen le había dicho algo así y Daniel también. 

— ¿volvemos?, ¿tenías una cita para la fiesta? — cae en cuenta que había salido detrás de ella y quizás había dejado atrás a su pareja — etto... lo siento oppa — lo llamó de esa manera demasiado tierna, de hecho podía ser muy tierna y espontánea si olvidaba algo de sus penas y sus propias limitaciones — ¿te puedo llamar oppa?, suena lindo, y eso eres para mí — le tendió la mano y buscó sus cuernos, la niña arregló un poco más sus ropas. 

— vamos arriba niño guapo, y gracias por salvarme... creo que hubiera... — se encoge de hombros, nunca la hubiera encontrado o hubiera pasado mucho tiempo sin que encontraran su cuerpo y pensar en eso, la intimidó, no quería volver a sentirse de nuevo así, no era tan valiente y estúpida para tomar una decisión así. 

Cassius sonrió cuando la niña le dio un suave beso en la mejilla y la observó con aquellos ojos profundos, estudiando sus facciones para finalmente darle la mano a la muchacha y levantarse del suelo, sacándole una altura considerable.

- Bueno Gin..., supongo que el chico que te gusta es el que has nombrado antes..., el tal... Dani... -sonríe levemente -...si no quieres ser su novia, sé solo su amiga, no estás obligada a agradar a todo el mundo y sí, puedes considerarme tu amigo, niña antipática.... - le da un toquecito en la barbilla y camina hacia la zona donde tiró su varita, la recoge del suelo, hasta el momento no se había preocupado por ella, siguiendo su particular lista de prioridades.

- Dices que tu madre no te ha querido..., ¿cómo puedes estar tan segura de eso?.... ¿es rígida contigo? ¿inflexible?.... - se preocupa por saber, poniéndose a su lado mientras caminan -... deberíamos volver..., y sí, tenía un par de citas para la fiesta, amigas en realidad...., pero no he querido firmar el consentimiento mágico de Foxier, así que seguramente me de unos paseos con un par de amigos.... tendría que probar si la vía de Hogsmeade está despejada y seguir allí la fiesta..., el problema es que últimamente hay muchos aurores.

Cassius enarca una ceja cuando ella le llama de manera cariñosa.

- Vale eres un metamorfomago que te haces pasar por Gin..., es eso ¿verdad?.... o has cenado kilos de melaza... - se encoge de hombros -... llamame oppa si te gusta niña fea, y no me lo agradezcas..., tu obligación moral es hacer bien tus funciones de capitana y conseguirnos la copa de las casas..., recuerda, siempre Slytherin.... - le da un suave beso en la frente antes de comenzar a caminar hacia el castillo, dándole la mano a Carrow para ayudarle a no tropezar por el arduo camino de ascenso, el cual había sido muy cómodo de caminar cuando de cuesta abajo se trataba

Tú su mano, pero no entrelazó sus dedos, de hecho el agarre que estaba dándole al chico era como si fuera un hermano mayor, un gran amigo, mientras que con la otra mano, sujetaba su vestido e intentaba no caerse de manera indigna y que Cassius se burlase de ella, pero la verdad es que ya no le molestaba que su compañero la molestase, pero debe apurar un poco el paso para seguirle el ritmo al chico que era mucho más alto que ella. 

— ajam, es Dani, pero él sabe que no quiero que seamos novios, además... sé que si se sabe que incluso somos amigos, tendré problemas en casa... pero es un lindo chico, es el más valiente de los Gryffindor — habla con cariño del chico, y aprieta un poco más la mano de él — pero insisto, somos niños, y hay mucho más que hacer ¿no?, — espera que le diga que tiene razón, Cassius le tenía mucha paciencia, y ella se tomó de su brazo, casi ronroneando, Ginevra estaba dispuesta a dar todo ese amor que guardaba a cualquier persona que le diera un poco de cariño.

— sobre mamá... ella, ummm creo que en realidad es cruel, creo que me odia — eso la volvió a entristecer, y aprieta un poco más la mano de él — ella... solo quiere a mis hermanos mayores — mencionarlos le erizaba los vellos de la nuca, y de hecho hace una pausa antes de seguir hablando — pero bueno... ¿entonces no te quedaras?, buuuu es que eres un chico lindo y grande, y harás cosas de grande, y me dejarás solita — ahora sentía nuevamente la inseguridad de enfrentarse a sus compañeros sin más ayuda que ella misma — pero está bien, ¿me irás a dejar al salón? — le preguntó volviéndose a tomar de su brazo y dejar que el chico más guapo de la escuela la mimara , eso no muchas podían contarlo y Ginevra era feliz de poder disfrutar de aquello.