Partida Rol por web

Grupo B

Llegué a clase temprano, como de costumbre, esperando a mis alumnos y deseando que no se repitiese el espectáculo que ocurrió la semana anterior. Es normal, el primer día que montan en escoba suelen estar un poco nerviosos quise convencerme a mi mismo.

Conforme todos fueron llegando, comencé por dar unas nuevas instrucciones (directamente desde el despacho de Dumbledore) antes de dar la explicación que nos tomaría ese día.

- Buenos días, chicos. Antes de empezar la clase de hoy, quiero contaros algo. Siempre me he considerado un profesor muy estricto, y no sois los primeros alumnos que fallan en clase, pero también quiero ser justo con vosotros. Durante la primera clase, se restaron puntos a todos los alumnos que no hicieron ni siquiera el intento de sobrevolar los jardines.

Entiendo que, dentro del mundo mágico, hay magos que se interesan más por el vuelo que otros. Es por esto que os ofrezco lo siguiente: si no queréis venir a esta clase, cosa que me decepcionaría tremendamente, simplemente avisadlo y, aunque suspenderéis con la mínima calificación, no se restarán puntos a vuestra casa para la Copa. Por lo demás, ¡vamos a empezar!

Hoy tendremos una clase dividida en dos, primero un poco de teoría sobre las escobas, su uso y su historia; y luego algunos ejercicios prácticos. Os cuento:

Lo primero que debéis saber es que el uso de las escobas está controlado por el Consejo Regulador de Escobas. Se encuentra en el sexto nivel del Ministerio de Magia, dentro del Departamento de Transportes Mágicos. Pero tranquilos, no tendréis que conseguir ningún permiso ni nada parecido, ellos se encargan de regular a los fabricantes para que nos lleguen las mejores escobas posibles.

Hablemos ahora de estos sencillos pero prácticos objetos. Las escobas son, obviamente, objetos muggles que sirven para limpiar. Pero esas no nos servirán para volar, ya que no están encantadas y no todas son de madera. Por lo tanto, lo mejor será que uséis y mantengáis siempre a punto la vuestra.

Desde la antigüedad, aunque algunos ponen la fecha del año 962, se utilizan escobas como forma de transporte por los magos. Se usaron estos objetos porque, como os digo, son muy similares a las escobas muggles y pasan completamente desapercibidas.

Las escobas más antiguas tienen un diseño bastante rudimentario, apenas un palos con unas cuantas ramas en un extremo, y bastante incómodas. A lo largo del tiempo, se han desarrollado escobas más rápidas y cómodas, a la vez que han evolucionado los deportes que se juegan sobre ellas. Actualmente el más popular es el Quidditch, del que hablaremos en la próxima clase.

En el mundo de la fabricación de escobas, hay varias marcas ahora mismo que llevan la mayor parte de la distribución: Barredora, Cometa y Nimbus. Por otro lado, tenemos la Saeta de Fuego como esta que yo tengo, considerada la mejor del mercado y... un tanto cara para vosotros, creo.

Como decía, hay mucha oferta en cuanto a las posibles escobas que podéis comprar, cada una con sus ventajas e inconvenientes. La Barredora 7, por ejemplo, es la que suele usar el equipo de quiddicth de Ravenclaw, aunque cada año suelen salir varios modelos nuevos. Si leéis la revista El mundo de la escoba, podréis estar al tanto de todo. Además, el mes que viene me hacen una entrevista, así que podéis comprarla o pedírmela firmada.

Antes de empezar con los ejercicios prácticos, os propongo un juego. Quiero que me digáis, a mi en solitario, cuál fue la primera escoba que tenía una marca propia, y en qué año se empezó a fabricar. Su fabricante fue Elias Grimstone, de Portsmouth, y aún se hacían a mano. Tenía un mango grueso de roble que fue diseñado para la resistencia de vuelo pero con poca agilidad, y por ello nunca ha sido muy útil para el quidditch. Eso sí, Jocunda Sykes fue la primera bruja en cruzar el Océano Atlántico con una de estas en 1935. Así pues, quiero que me digáis el nombre y el año de fabricación de esta escoba.

Y ahora, ¡comencemos a volar! Los que la semana pasada tuvisteis algunos problemas, probad hoy a hacer el mismo ejercicio, aguantad la posición en el vuelo. Para los que sí lo conseguisteis, tenéis dos opciones. La primera es un circuito sencillo que os he preparado para recorrerlo sin ningún tipo de restricción. Los que quiera algún punto extra en sus notas y para la Copa de la Casa, he preparado otro circuito algo más complicado, y que tendréis que completar en menos de un minuto y medio. ¡Depende de vosotros!

La clase de vuelo empezó con un largo discurso sobre las escobas, pero al menos me había aclarado la duda porque usamos las escobas, seguidamente se pasó al uso de esta en el Quidditch, un deporte del que la verdad pasaba, no era ni de preferencia sin embargo muchos magos de Inglaterra y Europa eran muy fanáticos a este, por mi parte yo prefería el Quodpot la contraparte americana, mucho mas emocionante con mayores retos y divertido, fue entonces que se me ocurrió la idea ¿Por qué no sugerir un equipo de Quodpot?, ¿Podía hacerlo popular a pesar de no ser tan famoso por aquí?, la idea se volvía cada vez más y más genial, así que aprovechando el espacio me dirigí hacia donde estaba el profesor, ya que había hecho el desafío de una pregunta.

Me acerque a el con paso firme y siendo lo mas silencioso posible para que los demás no se enterarán de mi respuesta  conteste -es la Oakshaft 79, fabricada en 1879- dije tímidamente – es una escoba de colección, la pregunta fue más fácil cuando mencionó a Jocunda Sykes-dije  mientras volvía a mi lugar.

La clase de vuelo empezó con un largo discurso sobre las escobas, pero al menos me había aclarado la duda porque usamos las escobas, seguidamente se pasó al uso de esta en el Quidditch, un deporte del que la verdad pasaba, no era ni de preferencia sin embargo muchos magos de Inglaterra y Europa eran muy fanáticos a este, por mi parte yo prefería el Quodpot la contraparte americana, mucho mas emocionante con mayores retos y divertido, fue entonces que se me ocurrió la idea ¿Por qué no sugerir un equipo de Quodpot?, ¿Podía hacerlo popular a pesar de no ser tan famoso por aquí?, la idea se volvía cada vez más y más genial, así que aprovechando el espacio me dirigí hacia donde estaba el profesor, ya que había hecho el desafío de una pregunta.

Me acerque a el con paso firme y siendo lo mas silencioso posible para que los demás no se enterarán de mi respuesta.

Después de retomar mi lugar quise practicar un poco con la escoba, así que decidí hacer una prueba de vuelo, tomé una de las escobas de la escuela y me concentre en despegar, pero a pesar del esfuerzo esta vez no pude, la escoba ni siquiera se levanto del piso, -Genial para terminar la semana, primero Peeves me hace hacer esencia de libro y ahora esto- suspire con mal humor, ahí se iban mis esperanzas de sugerir el equipo de Quodpot.

Victoria se aproxima al profesor para responder a la pregunta:

- La primera escoba con marca propia fue la Oakshaft 79, fabricada por Elias Grimstone de Portsmouth en 1879

Victoria llegó a clase de vuelo con la esperanza de poder hacer algo más, había leído todo lo que encontró en la biblioteca acerca del vuelo, la estabilidad, técnicas... pero claro una cosa era la teoría y otra la práctica y sin una buena escoba... 

El profesor les hizo una pregunta que debían responder por separado (menos mal que estuvo esos días en la biblioteca leyendo sobre la materia), después de resolverla, esperaba que satisfactoriamente, se dispuso a realizar la segunda parte de la clase, volar. Se colocó junto a la escoba y dijo:

- ¡ARRIBA! - igual que en la clase anterior la escoba no opuso resistencia y fue directa a su mano. Victoria paso una pierna por encima y tras respirar despacio un par de veces para tranquilizarse, dio una fuerte patada al suelo y se elevó.

¡No podía creerlo estaba volando! y era una sensación maravillosa, la niña se agarró fuerte al mango de su escoba y dio una pequeña vuelta al campo, para después descender lentamente. Tampoco quería tentar su suerte, era la primera vez que lo conseguía.

— profesor, creo que es  La Oakshaft 79, fabricada en 1879, por esos se tenía el numero 79 en su nombre — le responde al profesor cuando hace la pregunta privada a los alumnos. 

Se había enterado de lo que había pasado la clase anterior, muchos habían reprobado, muchos habían tenido un encuentro desagradable con la clase de vuelo y lo que es peor, llegó a escuchar que muchos no querían seguir participando. Obviamente Wynnona sintió algo de miedo ante la clase y el profesor que parecía ser muy estricto, y eso intimidaba a cualquiera y por eso estaba nerviosa ante la primera clase, sujetando la escoba que le había comprado su padre antes de entrar clases. Era una linda Nimbus 2001, que vino a reemplazar la escoba que había heredado de uno de sus hermanos el verano anterior y en donde había aprendido a volar gracias las enseñanzas del mayordomo de la mansión. 

De pie, escuchó la instrucción del profesor que daban fe de los rumores que había escuchado de la primera clase a la que no había podido asistir por estar enferma, y cuando hizo la pregunta, tardó un poco en contestar, no recordaba bien el nombre y le costó pronunciarla pero cuando la tuvo, fue con el profesor para contestarle y esperó su turno para tomar el desafió más complejo. Estaba segura que podría hacerlo y el profesor no le pareció tan malvado como lo habían pintado, además, le dio algo de pena al escucharlo, temió que muchos alumnos se fueran y el profesor se quedara solo así que quería demostrarle que hacía un buen trabajo, aunque claro, él no sabía lo que pensaba la chica ni mucho menos lo necesitaba. 

Daniel, el chico que había ayudado en herbología, nuevamente no la estaba pasando bien y aunque no estaba cerca, ella lo quedó mirando y cuando sus vistas se cruzaron, la chica le sonrió, luego le diría si quería que lo ayudara con la escoba, quizás podría enseñarle uno que otro truco. Dicho esto, la niña puso en posición la escoba y sobrevoló casi a ras de piso hasta el inicio del circuito cronometrado.

— listo — levantó su mano cuando le dieron el vamos y apenas se hizo la señal, ella salió disparada volando por las distintas pruebas, los obstáculos, incluso haciendo un giro , agachando su cuerpo por completo al pasar por uno de los aros. Sobre voló por los tejados, tocando cada uno de los puntos del circuito y completándolo en un minuto con 9 segundos y 49 centésimas. Bajando justo donde había empezado. La chica estaba contenta, las mejillas encendidas y con un destello distinto, como si hubieran brillitos rodeándola mientras respiraba agitada y con las mejillas sonrojas, girándose hacia el profesor para saber si había cumplido o no con el circuito preparado.

Cuando el profesor empezó a hablar ella asentía y miraba su escoba, entonces el profesor dijo que le respondieran solo a él una pregunta, cuando llego su turno negó con la cabeza y dice:

No lo sé profesor

Lo cierto es que le parecía un poco injusto para gente como ella que no se había criado en ese mundo mágico, sin embargo, se lo guardo y no dijo nada a la espera de la clase de vuelo propiamente dicha. Se quedo en un discreto segundo plano cuando todos empezaron. El profesor ofrecía dos posibles circuitos, uno difícil y otro en teoría fácil. Ella se queda mirando y cuando le toca dice:

Yo… lo voy a intentar con el fácil profesor

Cuando le da la señal se dispone a realizar el circuito

Buena respuesta, Anderson. Le invito a que se pase por mi despacho si quiere ver una de esas ediciones de coleccionismo. Por cierto, quítese esa idea del Quodpot de la cabeza. No tiene usted delante a una de las figuras más grandes del Quidditch en los últimos años como para querer jugar a un deporte de unos pocos años de historia.

Perfecto, Victoria. Respuesta precisa. Por cierto, la semana que viene, pásate por mi despacho. Tengo algo para ti.

Y crees bien, Carrow, buena respuesta. Sigue, así, ¡y a por tu escoba!

Hey, Raven, no te preocupes. No te diré la respuesta, puedes buscar entre los libros de la biblioteca y buscarme para decírmela. Tranquila, acabáis de empezar aquí en la escuela, poco a poco irán saliendo las cosas.

Casi todos los alumnos hicieron ya sus diferentes pruebas de vuelo, y me sorprendí a partes iguales. Carrow había hecho una vuelta casi perfecta, y Victoria al menos se mantenía en el aire. Por otro lado, Anderson había fallado estrepitosamente en el circuito más fácil de los dos, y Raven O'Connor estuvo a punto de conseguirlo.

- Bien, chicos, bien. Poco a poco iremos mejorando. Anderson, hoy ha sido horrible, pero la próxima semana será mejor. Vic, Carrow, muy bien hoy. Yo que tú, Wynnona, hablaría con tus compañeras de Slytherin... Igual tenemos un equipo femenino de quidditch por aquí. Raven, has estado muy cerca. La semana que viene, lo intentamos de nuevo.

Ya solo faltaban un par de alumnos por intentar la prueba.