Partida Rol por web

A Thad le encantaba el olor de la lavanda, no sabía por qué le recordaba o mejor dicho le transportaba a un momento feliz de su vida, aunque no sabía a cual pues no recordaba haber sido feliz nunca. Cogió de encima de la mesa la planta y se dispuso a extraer su esencia, preparó el instrumental y seguí todos los pasos descritos en el libro, los aceites esenciales estaban en las flores así que con cuidado las extrajo y las preparo en el recipiente cristalino, la destilación por vapor tardaría un rato así que se sentó en la silla y espero sin quitar los ojos de la probeta de salida, por favor pensó, no más fuego ni explosiones. 

En unos minutos el cuarto olía a popurrí, muchos otros olores de las pociones de sus compañeros se juntaban en el aire, Thad se concentró en el olor de la lavanda, era feliz en ese momento.

- Al final pa pa parece que salió bien pro pro profesor.

Tras acabar con la tabla que debían entregar al profesor con todos los datos de las plantas que les solicitó, Victoria se remanga y se dispone a realizar la extracción de la esencia de la planta elegida: Salvia.

La niña coloca todo lo necesario para realizar la destilación al vapor tal y como habían descubierto que era oportuno con esta planta de la que debía extraer la esencia de sus hojas y flores las cuales retiró con delicadeza de la planta y con bastante éxito.

Tras un rato, la planta comenzó a liberar su aceite esencial al vapor que tras ser refrigerada le dio el aceite en líquido. 

- Profesor Rowle ¿así está bien?

El resultado del trabajo sería así:

Raven observaba lo que iba sucediendo, sus compañeros empezaron a preparar la poción, ella se quedo algo atrás porque no tenía mucha idea mientras observaba lo que hacían.

Thad aprueba y su cara es de orgullo absoluto, igual algún día llega a ser un mago competente...

Pues un 13 con el planificador de deberes...

Puede que algunos más y otros menos, pero en general la mayoría de los alumnos habían trabajado correctamente, acabando sus trabajos y la elaboración de la "esencia". El momento del "acontecimiento mágico" estaba aproximándose y el profesor Rowle pidió a sus alumnos que recogiesen sus cosas y que le acompañaran a los jardines con calma y en orden.

Recorrieron parte de los hermosos jardines y se acercaron hasta la zona de los rosales, en concreto a un rosal de rosas blancas en el que había estado hablando tranquilamente con Kayla Silver el día anterior, y en el que habían visto algo sorprendente. Una crisálida de hada había estado nutriéndose de la planta durante todo un mes, tomando los cálidos rayos del sol cada día y bebiendo del primer rocío de luna todas las noches. Las condiciones necesarias se habían cumplido y el momento del nacimiento iba a producirse en escasos minutos...

- Veréis, en este rosal hay una diminuta pero hermosa crisálida de hada sujeta a una de sus ramitas... y se han dado todas las condiciones necesarias para que este hermoso ser nazca...si, no os preocupéis, dejaré que os acerquéis por turnos para que podáis observarla más de cerca... Se trata de una "alseide", una ninfa que habita en las flores y que desde su nacimiento toma a la planta donde nació como planta emblema o símbolo, sintiéndose desde entonces atraída y ligada hasta cierto punto con este género de planta. ¿Curioso vínculo de unión, no creéis? En este caso en concreto, se trata de una alseide de rosal, y justo esta especie en concreto es de las más presumidas y orgullosas de todas...

Entonces el profesor Rowle se acercó a la crisálida y observó que ya empezaba a desquebrajarse por un lateral, quedarían unos escasos minutos para su eclosión final.

- La importancia de este hecho y la razón por la que os he hecho venir es porque las hadas son seres elementales, etéreos y que no están compuestos de la misma materia que nosotros... ¿Qué pretendo deciros con esto? Pues que al nacer seremos capaces de observar a esta bellísima criatura mágica, moverse e interactuar a nuestro alrededor, pero tan solo unos minutos hasta que desaparezca de nuestra vista. ¿Significará eso que ha muerto? Para nada, no os preocupéis... solo que no compartiremos habitualmente el mismo plano y es por ello que no son tan fáciles de ver como otros seres mágicos de nuestro alrededor, si ellas no quieren ser vistas. Expresó Rowle con una sonrisa en su rostro recordando que habitualmente son seres muy evasivos ante los muggles o incluso magos y brujas, salvo excepciones.

- Muchos expertos afirman que es este el momento más propicio para poder tomarlas desprevenidas y hacer uso de sus elementos mágicos como las alas o polvos que desprenden...  y quizá tengan razón... pero hoy no será ese día para "Gala", nombre que he querido otorgarle a la criatura por una razón en particular. ¿Queréis que os cuente la leyenda muggle mientras esperamos?

Entonces el profesor Rowle acercó una maceta con unas rosas completamente azules que hasta entonces tenía en el invernadero y que pensaba transplantar esa misma tarde. La historia estaba relacionada con ese tipo de rosas en concreto.

- Las rosas azules no existen para los muggles, al menos no aún, quizá dentro de poco... Es cierto que están cerca de descubrir cómo manipular lo que ellos denominan el "gene blue" y hacer que plantas de flores blancas tornen sus pigmentos blancos en azules,... ingeniería genética la llaman, y actualmente están trabajando en claveles. Aunque todos nosotros sabemos que simplemente es magia ancestral que nos otorgan algunas criaturas mágicas y que nosotros, magos y brujas, podemos usar y manipular a nuestra elección. Ahora mismo podría hacer un hechizo desilusionador y volverme casi invisible, tomando la coloración de los elementos que hay a mi alrededor... Las hadas lo hacen de forma innata y a la perfección, son etéreas... Se notaba que aquello fascinaba sobremanera al profesor y esperaba transmitir aquello a sus alumnos.

- Pero al grano, os contaré la leyenda muggle, al menos tal y como recuerdo que me la contó un joven hace años...

Cuenta la leyenda que en un país lejano vivía un rey que tenía una hija llamada Gala, la cual se había enamorado de un mozo llamado Esteban, quien también estaba enamorado de ella. Los dos se encontraban a escondidas en el bosque que había detrás de las murallas del castillo hasta que, un día al rey fue a cazar y los vio. Allí, montó un gran escándalo y le prohibió a su hija salir del castillo.

La joven muchacha cayó enferma y los médicos no podían ayudarla, pues estaba muriendo de amor al no poder ver a Esteban. El rey viendo a su hija morir poco a poco, quiso casarla con alguien para que recuperase la felicidad...pero la hija no quería a nadie más que a Esteban, quién había sido desterrado. Aún así, hizo un trato con su padre: se casaría con el noble, príncipe o rey que le trajera una rosa azul, algo que sabía que jamás sucedería...

Esteban se encontraba en el extranjero, ya que había sido desterrado por el rey. No obstante, se enteró que la princesa accedería a casarse con quien le trajera una rosa azul, así que no perdió el tiempo y empezó a buscar. Por el castillo de la princesa pasaban numerosos hombres con rosas rojas, rosadas, amarillas, blancas, etcétera, pero ninguno de ellos traía la rosa azul.

Un día, llegó al palacio un joven con una rosa blanca. La princesa al verlo se dio cuenta que era Esteban y sin parar de llorar le contó lo preocupada que había estado porque pensó que nunca más lo volvería a ver. Esteban le preguntó a Gala si era esa la rosa azul que estaba buscando. No obstante, el rey interrumpió diciéndole que jamás conseguiría que su hija dijera que esa rosa blanca era azul.

Sin embargo, la princesa estaba tan contenta por volver a ver a su amado que alzó la voz para decir que esa era la rosa azul que estaba buscando y, por ende, el rey no tuvo más remedio que aceptar lo que la princesa decía y cumplir con su trato. Los jóvenes se casaron y vivieron felices para siempre.

La conclusión de la leyenda de la rosa azul es que todo depende del color con el que se mire, pues la princesa miró a la rosa blanca con el corazón y no con los ojos.

- En realidad, estoy convencido de que la joven princesa si que vio en verdad la rosa de color azul. Y este hecho se debe a que posiblemente un alseide de rosal consiguió que la flor se volviese azul en este instante...

Fue entonces que Harold se mantuvo en silencio un instante y mandó callar a los alumnos que empezaban a susurrar, había llegado el momento de la eclosión. La crisálida se abrió lentamente por la parte inferior y de ella amaneció una hermosa alseide de bellísimas alas transparentes con tonalidades azules al reflejo del sol, que tras sobrevolar unos instantes el rosal , fue a posarse en una de las rosas azules que sostenía en las manos el profesor. Las caras de asombro eran indescriptibles tanto en Harold como los alumnos.

- Hola hermosa Gala, alseide de los rosales de flores azules...susurró el anciano hombre.

Y como si hubiese sido capaz de entender el susurro, la alseide sobrevoló nuevamente los rosales de flores blancas donde había nacido, y estos se tornaron de color azul. Después fue difuminándose la criatura mágica y terminó por desaparecer...

Los ojos se me llenan de lágrimas, pero por primera vez no es por desesperación o impotencia, es por ver lo más hermoso que he visto nunca.

- Vaya profesor, es impresionante, no entiendo como puede alguien arrancarles las alas para hacer ingredientes mágicos, ¿Acaso no tienen corazón?  Ahora también Me siento muy mal por tener en mi caja de ingredientes alas de hada...

Victoria entrega el trabajo al profesor. El les indica que es la hora de salir y descubrir aquel acontecimiento que tantas ganas tenía de mostrarles, estaba visiblemente entusiasmado ¿qué sería?

Cuando salieron fuera y les mostró lo que era, la niña comprendió el entusiasmo del profesor y se puso muy nerviosa ¡iba a ver un hada! pensaba que no existían pero aquel mundo mágico que estaba descubriendo estaba claro que jamás dejaría de sorprenderla. El  profesor les contó muchas cosas acerca de las hadas y las rosas y una leyenda muy bonita, Victoria ya estaba emocionada cuando la crisálida se abrió y el hada nació, ya no pudo aguantar mas y empezó a llorar de emoción, ¡era tan bello!

- Gracias señor Rowle, nunca vi nada tan hermoso, ni siquiera sabía que existían las hadas - dijo al finalizar la clase acercándose al profesor.

Tras haber realizado la tarea conjunta teórica y haber obtenido la planta que a Kayla le interesaba, concretamente hojas y ramas de canela. La muchacha pelirroja se dedicó en clase a extraer el aceite esencial para elaborar la poción. Las hojas eran una parte de la planta fácil de manipular que podía someterse al proceso de destilación por vapor, pasando el aceite esencial al gas, siendo posteriormente refrigerado para obtener el valioso líquido. Por otro lado estaban las ramas, las cuales debían someterse a maceración y Kayla preparó su recipiente de cristal hermético. Una vez hubo acabado la poción se sintió satisfecha pr su esfuerzo. Pero aún quedaba el trabajo final, la muchacha se dedicó a realizarlo lo mejor posible y entregárselo al docente con su mejor sonrisa. La Slytherin era muy tendente a sonreír.

Fue entonces cuando llegaba el momento de la sorpresa. La pelirroja sigue al docente a los exteriores del castillo, junto a sus compañeros, y se paran en aquel rosal donde había estado hablando con su profesor, descubriendo una hermosa criatura entre sus ramajes. Kayla ya conocía las informaciones sobre la alseide, y esperaba que sus compañeros disfrutaran la explicación tanto como ella, observando aquella crisálida no podía evitar desear tener un hada como mascota, sería maravilloso poder conseguirlo.

La eclosión estaba cerca, y la alseide ya tenía nombre, Gala. Una nominación preciosa para una criatura hermosa y mística. Fue entonces cuando Rowle comenzó a contar a sus alumnos una historia muggle..., a Kayla las cosas muggles no le gustaban, de hecho los artefactos muggles le aterraban. Sin embargo permaneció en silencio, esperando que el hablar de los seres no mágicos no provocaran su invocación.

La historia fue muy bonita, de amor, algo que a la pelirroja le encantaba. Suspiró pensando en Gala y Esteban, así como el hada que consiguió cambiar de color la rosa. ¿Por qué en la revista corazón de Bruja no venían historias así de tiernas?....

Era el momento, la eclosión comenzaba hasta que apareció delante de sus ojos una criatura tan bonita que hasta costaba respirar. Tenía las alas transparentes y reflejos azulados, y tras sobrevolar el rosal blanco donde se encontraban, tornó la coloración de las flores a azul. Haciendo alarde de su mágica existencia. Tras aquel bello evento la alseide desapareció,  al menos de la mirada fascinada de los alumnos.

- Esta ha sido la mejor clase de toda mi vida... - asegura Kayla -... muchas gracias profesor Rowle..., para mí su asignatura está comenzando a ser una inspiración... - indica con los ojos vidriosos, estaba completamente emocionada

El profesor sonrió ante las palabras de las pequeñas aprendices y susurró complacido...

- A mí también me ha encantado compartir este maravilloso momento con todos vosotros. Quién sabe si podré seguir enseñándoos día tras día durante estos años que quedan por delante y compartir todos mis conocimientos mostrándoos más acontecimientos especiales como este... sus palabras sonaba algo melancólicas. Cómo si supiera que le depararía el futuro y que estuviese tratando de aprovechar al máximo esos momentos con ellos. Ahora es momento de que vayáis a la clase de pociones, pero no olvidéis pasar por el almacén para que os dé los ingredientes necesarios. ¿De acuerdo?  Otra opción es que los recojáis por vuestra cuenta, eso es decisión vuestra.

Y con aquello, dio por terminado aquel mágico momento y los instó a aprovechar el tiempo.

- Siempre podéis venir a verme en los jardines cuando queráis. Puede que en algún momento Gala nos honre con su compañía...

Raven escuchaba embelesada la historia del profesor sobre aquella flor y las hadas, su imaginación volaban y estaba contemplando todo un mundo de color como en los cuentos en donde pequeñas personitas vestidas con ropas hechas de plantas y flores cuidaban de las plantas, fue cuando se centro en lo que tenía delante sin perderse nada o al menos tratar de no perderse nada.

Esos eran los momentos que compensaban algunos otros momentos más deprimentes, es decir, todas las clases o al menos la mayoría de ellas. Raven no dijo nada al profesor ni a los demás compañeros, simplemente se quedo observando aquella criatura hasta que se marcharon.