Partida Rol por web

[Salgo de la escena]

[Lunes 30 de Septiembre 6:00 a.m.]

Me levanto sin hacer ruido para no levantar sospechas entre mis compañeros de cuarto, me dirijo al baño y me doy una larga y relajante ducha a la vez que pienso en qué hechizos voy a practicar hoy. Creo que el más útil que tengo es el protego, pero también necesito tener alguno de ataque, un flipendo o quizás un chispas rojas, creo que practicaré el flipendo. 

Dejo que el agua me relaje un poco antes de cerrar el grifo y dirigirme a mi ropa, estaba esperando con ansias el momento en que Drako me diese la Saeta, había decidido dejar a Drako participar en el equipo, no era justo que el segundo mejor se quedase fuera del mismo por simple egoismo, quería ganar la copa y si yo salía lesionado entonces Drako debía hacerlo por mi. Todavía me dolía el brazo y aunque ya no tenía el cabestrillo notaba que algo no iba bien, le notaba extraño.

Me dirijo a la sala del balcón del cuarto piso, creo que practicaré unas horas antes de ir a correr por el exterior, quiero volverme más fuerte y ágil también, seguro que había un hechizo para eso pero prefería el método tradicional, sudando.

Al llegar a la sala subo a la parte de arriba y preparo los puff por si acaso salgo disparado hacia atrás como la otra vez, Flipendo. El flipendo impacta en mi zapato y cae por las escaleras al salir disparado al otro lado de la habitación.

Bajo corriendo a por él y me preparo otra vez, Flipendo. El zapato vuelve a caer por las escaleras pese a haber hecho el flipendo en otra dirección. Me cago en la leche... Vuelvo a bajar las escaleras en busca del zapato y vuelvo a subir corriendo.

Me siento en uno de los puff y me quedo pensando, las luces de colores dorados de los pajaritos de cristal de la ventana me hacen darme cuenta de que el protego puede ser lo mejor. Me levanto y pongo de nuevo los puff en su sitio para protegerme del impacto contra la pared. Protego. El haz de luz blanca me envulelve durante un segundo pero desaparece, hasta yo puedo notar que no es cómo el que me enseñó Dumbledore. Protego. Mejor, ha durado un poco más pero no es suficiente ni por asomo, me quedo inmóvil mirando un punto fijo.

Son las 9 de la mañana, las clases empezarán en un rato. Hoy no me dará tiempo a correr mucho pero mejor es un poco que nada. Antes de salir intento hacer que el protego dure más, pensando en cómo hice el el flipendo concentrado. Protego.

Argghhhh, era evidente que no podía mejorar así, por lo menos no solo, necesitaba ayuda. Pero ¿De quién?

Lunes, 30 de septiembre, por la mañana 

Mientras Thad aún estaba en la sala superior practicando hechizos sin demasiado éxito, se escucharon llegar las voces de tres alumnas de Slytherin, Parkinson, Greengrass y Bulstrode, todas ellas alumnas de primero pero de otro grupo distinto, anos sala inferior. Se las oía reír divertidas, y al parecer no era la primera vez que visitaban aquel lugar por lo que escuchaste decir.

- Esta es mi base secreta, es una verdadera pasada, chicas. Esto debe de ser una sala anexa a la biblioteca, pero todas las tardes que he venido aquí siempre ha estado libre de gente indeseable y quiero que siga así. Sé que alguien más debe de acudir aquí normalmente, siempre encuentro los puffs desperdigados por ahí como si practicasen hechizos, los libros fuera de su lugar, y han hecho una especie de transformaciones dándoles forma de aves, son avifors. Hay una cristalizada que es preciosa y que hoy me llevaré a mi cuarto, las otras son una porquería y las podemos destrozar en cuanto subamos. Mencionó la que intuíste que era Parkinson por su tono de voz prepotentetarde Por cierto, ¿Sabéis que? Flipad en colores, esta tarde voy a compartir este lugar con Drako Malfoy, será nuestro nieto de amor. 

- Yo solo he venido porque me prometiste que habian cosas que destrozar. Me muero de ganas de darle una paliza al imbécil de Alen Ryder. ¿Humillarme ante todos en el Gran Comedor y rechazar la cita que me prometió? Voy a machacarlo a él y a su estúpida "novia" sangre sucia. Si, esa tal Victoria SinClair...ni si quiera merece que se la llame bruja, debería ser una vil ramera roba novios, ¿quitarme a mi cuchi cuchi Ryder? Inconcebible. Habló la que intuíste sin lugar a dudas que era la chica más gorda, obesa y de mal carácter de Hogwarts, Bulstrode. Tengo un plan, voy a darle a beber poción de amor y a hacer que vaya arrastrandose detrás de mí. Abusaré de él y después le daré una paliza. ¿Qué os parecería justo después de Halloween? La profesora Foxier está preparando la poción que le encargué, me dijo que para Halloween la tendría.

- No me perderia eso por nada del mundo, yo también quiero golpearle. Aunque también le tengo ganas a Thad Castle, ¿Sabéis que pormsu culpa mi querido Draco va a tener que darle una escoba nueva? ¡Una saeta de fuego! Aunque tenemos planes para amargarle la vida, no se lo va a esperar para nada. Volvió a mencionar la que creíais que era nuevamente Parkinson, en un tono malévolo y jocoso. ¿Subimos a mi base secreta? Podremos destrozar lo que queráis, hoy tenemos libre a primera hora y no se nos echará en falta.

- Por mi si, me apetece ver lo que hay arriba y atiborrarnos de pasteles. Mencionó la tercera de las voces, la que relacionadas como Greengrass

Thad había podido escuchar toda la conversación, pero en breves sería descubierto por las chicas en cuanto subiesen las escaleras. ¿Cuál iba a ser su plan?

Bajo las escaleras despacio pero calmadamente, hola chicas, no os esforcéis en decir nada, os he oído perfectamente así que ¿Qué tal si nos llevamos bien? Ni que decir tiene que voy con la varita preparada para tener la iniciativa por si hacen algún movimiento brusco para sacar las suyas.

Miro a Bulstrode, En cuanto a darle una lección a Alen Ryder, me gusta la idea, contad conmigo, pero si se os ocurre tocar un solo pelo a Victoria os tendréis que meter con el club secreto de "los vengadores" y no os va a gustar.

Miro a Parkinson, Drako perdió una apuesta ante el colegio entero, de verdad queréis darme una lección, antes te la daré yo a ti,ve a donde drako y dile que le pensaba dejar participar en el equipo pero que fuiste tan estúpida de decirme vuestros planes de venganza y que ahora si quiere entrar en el equipo será como mascota. No te olvides de decirle que ha sido tu culpa, ya veremos cómo te trata luego después de eso.

Miro a Greengrass, ¿Tu quien eres? No te había visto antes.

La última vez que había estado en la sala había cogida notas y apuntes para revisarlo todo tranquilamente en mi alcoba, necesitaba toda la información posible para conseguir mas pistas sobre Alex. Me apresuré todo lo que pude ya que mi tiempo era limitado así que entré de golpe en la estancia y veía que se encontraba Thad y parecía acompañado.

- Vaya... no esperaba encontrar tanta gente aquí...- digo mirando a los desconocidos de soslayo, ''¿Se puede saber que hacía esa gente ahí si este sitio se lo habían confiado a Thad? Tampoco es que pareciera que los hubiera invitado...''

La cara de Pansy Parkinson se descompuso al ver a Thad una vez subieron las escaleras. ¿Les había escuchado desde el inicio? Aquello le cabreó sobremanera y les hizo señas a sus amigas mientras el chico iba hablando. Thad parecía haber intuido el peligro y sostenía su varita, pero no dejaban de ganarle en número tres contra uno, y tenían en su favor que Bulstrode estaba de su lado.

- ¡Chicas, hay que atraparle y darle una paliza! El club de los vengadores va a ser destruido, ahora solo existirá el club de las torturadoras. ¡A por él! - Gritó la jovencita sacando la varita mientras Bulstrode ya se abalanzaba hacia Thad para darle un puñetazo y Melinda Greengras también sacaba su varita. 

Para Millicent Bulstrode, escuchar de Pansy que podía darle una paliza al chico fue música para sus oídos. Ella era pura fuerza bruta, casi como si la magia no existiera. Si podía propinar un puñetazo y hacerle crugir los dientes, ¿no era mucho mejor que lanzar un hechizo? Desde luego que sí.

- Voy a propinarte tal paliza que vas a olvidar todo lo que has oído, puedes estar seguro. ¡Yaaaaaaah! - Gritó como una poseída, corriendo con el puño en alto para atacar a Thad. ¿Lograría el muchacho esquivar aquel golpe?

Fue entonces cuando se escuchó la llegada de Anastasia al lugar, quién desde luego quedaría sorprendida. ¿Ayudaría a su compañero?

Thad, ¿Cuál es tu acción inicial? ¡Empiezas! :)

Apunto a Millicent Bulstrode con mi varita a la vez que digo suavemente Rictusempra. 

Chicas estáis a tiempo de iros de aquí sin salir mal paradas. Somos todos de Slytherin ¿Por qué llevarnos mal? 

Pansy logró observar como Thad levantaba la varita y lanzaba un hechizo en voz baja a Millicent Bulstrode, al parecer un Rictusempra. En realidad no esperaba que el muchacho se defendiese frente a tres, de no haber hecho lo hubiesen inmovilizado, se habría llevado algún golpe y le habrían dejado bien claro que aunque hubiese escuchado su conversación, tenía las de perder si decía algo a alguien, dado que le harían la vida imposible. 

No obstante, viendo que había tomado la iniciativa de atacar, ella no se lo pensó dos veces y respondió con otro hechizo de su arsenal recién aprendido.

- ¡Petríficus totalus! - mencionó la jovencita, bastante confiada en sus habilidades, agitando correctamente la varita  lnzsnd el hechizo. ¿Le impactaría?

Había llegado a la habitación lo mas calmadamente posible pero en cuanto vi que otras 3 personas estaban acorralando a Thad, me lancé para intentar llegar a su lado.

- Será mejor que bajéis las varitas, porque no pienso dudar en atacar...- dije echa una furia y viendo como estaban a punto de hacer daño a Thad.- ¡Apartaos de él...! ¡AHORA! - grité amenazante. Cuando vi que Parkinson lanzó el hechizo contra Thad, fue la primera persona en recibir mi primer ataque.- ¡Flipendo!

¡Protego!

¡Chicas en serio! ¡Largaos antes de salir mal paradas de esta! 

Estamos muy por encima de vuestro nivel. Quizás si sois buenas chicas y os esforzáis podáis llegar a ser contrincantes para nosotros.

Todo ocurrió verdaderamente rápido, en cuestión de unos instantes. Millicent Bulstrode inició su carga cual jugador de fútbol americano hacia Thad, al tiempo que Thad le lanzaba un rictusempra que le impactó de lleno, y pese a que la muchacha empezó a reírse descontroladamente y le hubiese sido imposible conjurar cualquier hechizo, la poderosa inercia que llevaba hacia su objetivo no le hizo cambiar ni aminorar en ningún momento, y acabó impactando de lleno contra el endeble muchacho, yendo a caer ambos contra el suelo, aplastando la joven con todo su enorme peso al pequeño Slytherin. De no ser por qué Thad había lanzado un exitoso Protego ante el hechizo de Parkinson y tomado una pose más defensiva, el daño que hubiese recibido por parte de ambas habría sido espectacular, pero sin embargo, el hechizo rebotó y solo se llevó el placaje de la histérica mole de carne, que aún encima de Thad no dejaba de reír.

Por otro lado, Anastasia, que acababa de entrar en la sala, lanzó un poderoso Flipendo que mandó a volar a Parkinson contra una de las estanterías del fondo, haciendo crugir el mueble y cayéndose por los suelos los preciados volúmenes y anuarios. Greengrass no podía salir de su asombro, y en el último instante dudó si lanzar un hechizo contra Thad, posibilidad que desechó en cuanto Millicent cayó sobre el chico, pero no tuvo tiempo para redirigir su Flipendo hacia Anastasia, por lo que el hechizo falló en su objetivo, yendo a reventar el avifors hecho por Dumbledore, el que Parkinson tenía intención de llevarse a su habitación.

- Jajajajajajajajaja, maldito niñato, jajajajajaja. ¿Me has,... jajajaja, lanzado un...jajajaja...Rictusempra? - Comentó Millicent riendo descontroladamente sobre Thad. Pese a que quería darle un puñetazo y dejar KO al joven, la risa le impedía controlar bien su cuerpo, aunque Thad estaba completamente apresado, y no iba a ser nada fácil apartarla de sobre sí.

Parkinson, por su parte, quedó un tanto aturdida y trató de incorporarse lentamente, secando la sangre que tenía en los labios por el choque. Su cara era de completa ira y odio. Las cosas iban a ponerse verdaderamente serias. 

- Puajj... - escupió Pansy al suelo mientras se incorporaba. Pienso devolvertelo con creces...

La que estaba con cara de circunstancias y no tenía claro que hacer era la joven Greengrass. Apuntó a Anastasia y se dispuso a conjurar nuevamente un hechizo. ¿Sería un duelo entre ambas? Aún no había susurrado nada cuando Pansy volvió a hablar.

- La tejona es mía, pienso mandarla a volar contra la pared y abrirle la cabeza. Tú vigila al muchacho, que no use la varita...

Había visto como se había abalanzado sobre Thad aquella chica, iba a intentar ayudarle cuando la otra se incorporó. No había dudado un segundo antes de enfrentarme a ella, después de todo era mejor librarme de ella primero que encargarme de la que había derribado a Thad y luego enfrentarnos a las tres a la vez. Sería mejor que dejara a una de ellas sin sentido, así que volví a levantar la varita en su dirección y lancé nuevamente el hechizo mas potente de mi arsenal.

- ¡Flipendo! - volví a atacar directa a mi objetivo.

Me libero de la chica todavía aturdido y veo el pájaro dorado de Dumbledore en el suelo, totalmente destrozado.

¡Vosotras lo habéis querido niñatas!