Partida Rol por web

Arthur suspiró tranquilo al escuchar las palabras de Drea. - Menos mal. - echó la cabeza para atrás y cerró los ojos. Se notaba que estaba muy aliviado tras haberse quitado de encima aquellas dudas.

En la habitación y con cierto disimulo, entró Daphne, pero Arthur estaba lo suficientemente sedado como para ignorarla completamente y no ponérsele a gritar, como solía hacer en su estado normal. - No estaba con mi hijo porque... Bueno, me llegó un aviso al móvil de que mi coche estaba recibiendo daños. Cuando llegué, habían reventado el parabrisas, pero no había nadie por la zona, después me crucé con las otras dos vándalas que rompieron la cristalera de la entrada ¡y pensé que fueron ellas!

Ladeó un poco la cabeza, buscando a Drea con la mirada. - Pero al final resultó ser ese loco de la máscara. Por lo visto entró de alguna forma antes de cerrar las verjas. Luego su compañero entró por la zona de vestuarios, que lleva al parking, ya sabes...

¿Qué pasó con vosotros? ¿Qué rayos era eso de que había un incendio? - preguntó preocupado, tanto por su empleada como por el cine en sí.

Me giré al notar los pasos de Daphne entrando a la habitación de Arthur. Pero no dije nada por no interrumpirle en su relato.

-Espera, si ella está aquí _{y está aquí} ¿quién se ha quedado entonces con Lara?- volví a girarme cayendo en la cuenta de ese detalle.

-¿Vándalas?- miré a la chica queriendo preguntarle sobre el tema de Lara por señas. ¿El problema? no ser demasiado hábil haciendo señas -¿Sabe cómo se llaman o al menos recuerda cómo eran?

Con el dedo índice le indiqué a Daphne otra silla que quedaba libre –Usted no se preocupe por el Angelika. Saltaron las alarmas debido a un extintor. Pero no hubo fuego real- simplemente se había convertido en "la escena de un crimen".

-A todo esto… - dudé si preguntarlo ya –¿Vio por casualidad a Anthony Riley?

—Tienes razón... Bueno, esa persona sabia tenía razón —dijo con una risa nerviosa y alejándose levemente. Por curiosidad cogió el historial de Lara y le echó un vistazo. —Manías de Holmes— dijo su cabeza con la voz de Scott. 

—Voy y vuelvo, cualquier cosa, mándame un mensaje o me llamas.

Recorrió los pasillos sin dejar de mirar a todos los rincones hasta llegar a la recepción donde preguntó por el señor Oldman, cuándo se iba acercando a la pieza creyó reconocer la voz de Drea conversando con él por lo que procuró entrar sin hacer mucho ruido, para no interrumpirles.

Entro a la habitación con cuidado diciendo un casi insonoro permiso para no interrumpir al Señor Oldman en su narración. Alzó la mano para saludar a Drea y a Arthur, en el momento en que el la mirase.

Notó los gestos de. —¿Qué?— preguntó con el gesto universal de no entender nada: inclinación de cabeza, ceja levantada y cara de panfila. Como al tercer intento entendió y módulo lo mejor que pudo en silencio que se había quedado acompañada de Mindy unos cuartos más allá. 

No quiso decir nada más, lo que había preguntado Drea era importante y no quería que el señor Oldman perdiese el hilo de lo que estaba diciendo.

Sí, sí, como escuchas, vándalas. De hecho una de ellas la conoces, es la chica esta que parece un chico y va contigo alguna que otra vez ¡esa fue la que reventó mi cristalera! - comentó enfadado, haciendo un movimiento brusco que le costó un doloroso quejido en su costado.

La otra era la que la acompañaba, pero bueno, a esa no le pediré los datos, ya que me salvó la vida. - alzó un dedo acusador hacia Drea. - Pero no creas que a la otra le voy a dejar pasar los destrozos por ser tu amiguita, en cuanto salga de aquí quiero sus datos y que me pague los desperfectos.

¿Y quien activó el extintor? - inquirió. - ¡También me pagará la recarga del cacharro ese vándalo! - parecía que estaba a punto de gruñir incluso de lo malhumorado que se estaba poniendo.

La pregunta de Drea le pareció rara. - ¿Ese chico? Hace meses que no lo veo. ¿No será quien reventó el extintor verdad? Como le pille...

¿Era yo o Sydney estaba adoptando un rol misterioso? O sea, ¿para qué querría romper la cristalera del cine?

Últimamente había muchas cosas que no entendía de ella. Como estar en todos lados observando... Aun así, no creía que fuera una ghostface.

–Relájese. Lo importante es que se recupere. ¡Luego ya pensaremos en los desperfectos! –dije cambiándole el tema y esquivando mi confesión como autora del extintor _{porque la mentira no la barajaba, se me daba fatal. Temblor en la voz, tics...}

Puse la mano en el hombro del señor Oldman con un par de palmadas suaves.

-Oh bueno, el chico en verdad estuvo ayer viendo desde fuera la cartelera y pensaba que… no sé. Lo mismo me podía decir algo de Anthony.

Daphne tosió cortésmente  y camino había el lado hasta quedar en la línea de visión del anciano dueño del Angelika.

—Hola señor Oldman, Daphne Pride. Que bueno ver que se encuentra mejor. Yo... —el teléfono vibró en su mochila— ejem, Renata me pidió que viera si estaba usted bien. Lamento oír lo que le hicieron al Angelika. ¿Habrán roto todo por...?

Dejó la pregunta en el aire por si el señor Oldman decidía terminarla. Mientras tanto se preguntó que buscaba Drea con Anthony. Realmente No había apenas cruzado palabras con él fuera de clases. Lo mismo Drea sospechaba de él. Volvió a saludar al señor Oldman cortesmente y sacó el móvil. Mientras Drea terminaba de interrogarlo... Ejem, conversar con el aprovecharía de responderle a Scott y escribir un par de mensajes más.

¡Pues normal que no lo viera! - dijo realmente cabreado. - ¡Ayer todas las pelis eran una mierda! Mi hijo tiene el gusto en el culo y está espantando a los clientes ¡a todos!

Menos mal que se le ocurrió poner las películas de puñalada hoy... - dio una ligera manotada al aire y cerró el puño en el proceso. - ¡Pero me niego a poner las que no están basadas en hechos reales! ¡De doce películas, diez son bazofia! ¡Y encima mi hijo replicándome aún más!

Seguía agitando su puño de arriba a abajo. - ¡Vándalas, por puro vandalismo! ¡Malditas! - se notaba que los años no pasaban en balde para Arthur, quien había visto acrecentada en demasía su mala leche.

Al ver el puño del señor Arthur en alto, me eché instintivamente hacia atrás.

-Bueno, bueno- achiqué los ojos y esbocé una sonrisa forzosa mientras a Daphne le llegaban mensajes.

-No se altere- ¿a mi móvil no le llegaba nada porque no tenía cobertura suficiente, era de caramelitos de juguete o… sencillamente no se acordaba nadie de mí? Las dos últimas me encajarían.

-El lado positivo es que hemos hecho bastante caja. El Angelika estaba lleno –_{y tanto. Tuve que vaciar el extintor para no morir aplastados.}

-Daphne- solté de repente considerando que mi jefe ya estaba algo más estabilizado -¿Te importaría estar con él hasta que vuelva? Me gustaría ver qué tal se encuentra Lara.

—Oh ¿cómo? —levantó la vista, justo en ese momento acababa de recibir otro mensaje y el móvil había vibrado en sus manos—,  claro. No te preocupes, mira... —salió al pasillo con Drea y apuntó a la habitación donde Lara descansaba. Pero antes que marchase la detuvo. 

—Drea... Siento lo de Rowdy... Y todos esos mensajes que salieron en internet. Osea, era lo principal que iba a decirte en el Angelika, pero luego no alcanzamos y... Pftt... Tu estabas ahí. 

Se aferraba los brazos como si tuviera frío, pero no había falta ser psicólogo para entender que no era eso por lo que lo hacía. Aún tenía el teléfono en la mano y lo aferró mientras seguía hablando. 

—Otra cosa... Las vándalas que mencionó el señor Oldman, creo que son Sidney  y Renata, pero lo que hizo fue para entrar al cine cuando estaba cerrado. Me lo ha dicho en un mensaje. Renata me ha confirmado que estaban juntas. Sidney se ha desentendido de lo del auto, aunque piensa como tu jefe. Que lo rompieron para sacarlo de ahí.

¿No es curioso que quisieran sacarlo? ¿Crees que habrán querido protegerlo?

»en fin... No sé si contestarles. Scott ha dicho que el maníaco ese seguro lee nuestros mensajes y que hasta los borra... Yo.. yo no... —los ojos se le humedecieron y se apresuró en secarlos con una manga. 

—Lara seguía inconsciente cuando vine a verte, se quedó con Mindy. Sabes... Creo que todo esto tiene algo que ver con el lugar del que viene ella. Pero se ha puesto muy molesta cuando le he preguntado por eso... Ella estaba molesta y no quisiera que eso fuera lo último que...

La voz se le quebró y no pudo continuar. Miró hacia atrás al señor Oldman y luego volvió a mirar a Drea.

Puesto que no estaban muy lejos una habitación de otra, con andar a penas unos segundos se podía observar que Lara seguía completamente K.O. allí. Por otra parte, Mindy, que estaba sentada al lado de Lara, parecía haberse quedado dormida encima de la camilla, apoyando solo su rostro y brazos encima de esta, al lado de las piernas de su salvadora.

Con un gesto hacia Arthur, me levanté de la silla para hablar con Daphne en el pasillo.

-Oh, no. No te preocupes por lo de Rowdy- dije visualizando mentalmente sus ojos de odio al irse con el policía. Esa mirada me perseguiría igual que el meme de Julio Iglesias a Julio Iglesias.

-Creo que Sydney sabe más cosas de las que cuenta- miré a ambos lados del pasillo. No descartaba encontrarme alguna enfermera que luego acababa siendo un enfermero _{barbudo camuflado}, un ghostface _{con careta incluida} disfrazado de enfermera o… a saber –Cuando estábamos en comisaria, me preguntó por medio de un mensaje si necesitaba que fuera... y yo le respondí que no se preocupara, pero igualmente dijo que iba en camino- un relato poco interesante sino llega a ser por el énfasis que puse en la última parte –El caso es que cuando salí en dirección al coche policial, no había nadie. Y tampoco me avisó. Sólo me comentó al día siguiente que se había dado la media vuelta por los periodistas y haberse hecho tarde... -Negué con la cabeza analizando lo que dijo el Ghostface del cine -¿Por qué mentirá?

Era como si a Sydney la llamaran con una campanilla para acercarse a los asesinatos o presenciar datos de interés que evitaba compartir con nadie. -Ni Horacio del CSI…

-Scott tiene razón. Ten cuidado con los mensajes y no confíes en todo lo que pone- las dos películas originales y los foros por los que tantas veces me había pasado, confirmaban que los estudiantes de Anderson Creek eran manipulados a través del móvil.

Yo.. yo no...

No obstante, viendo que Daphne se encontraba afectada, decidí dejarlo ahí.

-Eh...- Joder, ¿se acaba de secar las lágrimas? -¡No, no! Tranquila, que no va a pasar nada- solté con rapidez. Porque claro, ¿Quién iba a querer rematar a unos cuantos supervivientes?

-Ahora te cuento cómo está Lara, ¿vale? ¡Llámame si pasa algo!- añadí antes de darme la vuelta y dirigirme a la habitación en la que descansaban Mindy y Lara.

Dejando a Daphne con mi jefe, pasé silenciosa a la habitación.

Aparentemente ambas se encontraban durmiendo. Pero no me conformé con eso y quise asegurarme que estaban bien.

Drea se acercó paso a paso hacia la cama donde yacían sus dos compañeras de clase. Las constantes vitales de Lara indicaban que estaba viva, a pesar de que no demasiado. Por otra parte Mindy tenía sangre en su dedo, moratones más que marcados en partes de su cuerpo, incluido su rostro.

Mientras la observaba, esta noto la presencia de la friki y se levantó sobresaltada. Su mirada mostraba una mezcla de miedo, odio y determinación y lo primero que hizo fue colocar un brazo cubriendo a Lara, para finalmente bajarlo poco a poco tras reconocer a Drea. - Ah, eres tú. - suspiró. - Llama antes de entrar, joder, que bien podrías ser el asesino queriendo rematar la faena.

Se sentó de nuevo en la silla, se estiró, en especial los brazos, se notaba que estaba adolorida e incómoda. - ¿Qué querías? - inquirió. - Es tarde y mañana hay clase. Yo me la voy a pelar. - admitió sin ningún tapujo. - No pienso separarme de Lara hasta que abra los ojos.

—Aja, te pego un grito —dijo medianamente en broma a la vez que trataba de sonar algo más calmada mientras abría la puerta de la habitación de Oldman para volver a entrar. La observó partir a la vez que se pegaba en la frente. 

—Maldición, olvidé preguntarle si había encontrado algo cuando andaba en lo de Larsson con Rowdy.

sacudió la cabeza y volvió al cuarto. 

Las palabras de Drea y de Scott seguían dando vuelta en su cabeza cuando se sentó junto a la cama de Arthur. Sería más seguro llamarlosmy hablar con ellos en vez de estar usando los mensajes. No, convenía reducir más conversaciones al mínimo. 

—Vaya día señor Arthur, ¿no? —dijo casualmente mientras volvía a guardar el movil en la mochila —, esto de los ghostface está volviendo loco al mundo. ¿Que opina usted? ¿Está de acuerdo con esto de darle una lección a los privilegiados? 

A mi me da igual. - inquirió de mala leche aquél hombre. - Todos son unos falsos de mierda ¡incluso mi hijo y mira que es la persona que más quiero! - refunfuñó, para entonces resoplar y mostrar un lado que puede que sorprendiera a Daphne y es que Arthur se puso un poco sentimental.

A mi me da igual si los privilegiados tienen dinero, si se los cargan o si ejecutan en la plaza a estos tios enmascarados, lo único que quiero es que el legado de mi mujer, Angelika, siga en pie hasta el fin de los tiempos. - se giró en la cama y miró hacia la pared de la habitación. - Bueno y que no se carguen a nuestro hijo claro, que aunque tiene mal gusto para todo y parece interesado en ganar dinero antes que respetar las creencias de sus padres, sigue siendo parte de ella.

Finalmente, se quedó dormido después de decir eso. No solo era tarde, había perdido bastante sangre, además de haber vivido un día lleno de emociones. Era un buen momento para descansar.

El: "Llama antes de entrar, joder". Y también el: "Yo me la voy a pelar". Indicaban la indiscutible prosa que esbozaba Mindy en sus charlas.

-Ey, ey, tranquila- con un alzamiento de cejas y las manos arriba, me quedé quieta para dejarle que me reconociera como la friki de historia del arte.

-No soy el asesino, sólo quería saber cómo se- singular -Quiero decir… cómo os encontrabais.

Pese a que Mindy me parecía la típica rubia tonta que se pasaría horas y horas hablando de pintauñas y ropa que conjuntase con los dedos del pie y el colorete, me eché sobre la camilla estirando los brazos con un cansancio fingido _{y no tan fingido} –A mí tampoco me apetece ir mañana a clase. La asignatura que toca es taaan aburrida.

Miré los ojos de ella -¿Te importa si me quedo un rato?

Daphne se quedó sentada al lado de el viendo como el hombre caía rendido finalmente. No iba a molestarlo con más preguntas en se estado así que soltó un largo suspiro y cogió de nuevo el móvil. Revisó los mensajes que le habían llegado antes. ¿Serían todos verdaderos? Se guardó el aparato en el bolsillo y se asomó a la puerta para mirar en dirección de la habitación de Lara. 

Mientras miraba alrededor apoyada en el marco de la puerta se preguntó si el doctor Cox estaría de turno está noche y si valdría la pena hacerle una visita. ¿Cuántas probabilidades había que a las víctimas de ese maníaco les hubiesen hecho las autopsias ahí mismo?

Mindy decidió replicar el movimiento de Drea y recuperar la postura que tenía antes de que la despertara. - Tú misma. - comentó con un tono realmente cansado. Cerró los ojos, aunque esto no es algo que Drea pudiera haber visto y continuó hablando. - La asignatura de mañana es aburrida... - repitió en base a las palabras que acababa de escuchar.

Fue entonces cuando se levantó y miró a Drea, extrañada. - Oye, tú sabes de estas movidas ¿no? Seguro que te has visto un montón de veces las pelis estas de Puñalada. Así que... - se quedó un poco reticente antes de hablar, tampoco acababa de confiar en ella lo suficiente, pero puesto que su salvadora estaba aún en estado comatoso, no tenía más opciones que dialogar con Drea. - Así que ¿no es raro que parezca que todo está centrado en nuestra clase de historia del arte?