Partida Rol por web

Jojojojojo... Esho esh porrrque no pegash con ganash. Te harrrré una demoshtrrrración...

¡Qué combate de tullidos! ¡Solo sabían decir brabuconadas! Pero parecía que las enseñanzas de Pelópidas empezaban a hacer mella en Zhuik. Estaba aprendiendo a defender y a esquivar, él que siempre había sido tan directo. Lástima que no se le pegara también algo de las enseñanzas pacifistas de Pelópidas.

- Demostración de que? - la por momentos cómica demostración de como dos combatientes se dedicaban a hablar y parecían evitar pegarse seguía su curso mientras el monje cambiaba su táctica y optaba por un furibundo uno-dos con su puños.

El primer golpe no alcanzó su objetivo, pero el segundo impactó en la sien de Zhuik haciéndolo tambalear por un momento - De como recibir mis caricias? - preguntó con sorna mientras se preparaba para el contraataque - Como te dije, yo pego, pero no lastimo, no hace falta hacerlo para ganar un combate... prefiero las palabras pero si tu insistes con este método... - añadió Pelópidas como al pasar

¡Ey, no puedo demoshtrrrrarrr nada shi tú te dedicash a eshquivarrr mish golpesh! ¡Sholo quédate quietito un momento y te volverrrré mash shabio con mish ensheñanzash...! O te dejarrrré tonto de un golpe en la cabeza. Eshtoy dishpueshto a corrrerrr eshe rrrrieshgo.

- Pues... NO, lo siento. prefiero ser yo quien te enseñe a ti - aseguró Pelópidas mientras insistía con su bailoteo y usaba sus brazos como un pequeño ariete, por momentos totalmente inefectivos, pero que, cada tanto conseguían impactar en Zhuik y, lentamente, sacarle las fuerzas

- No ves que el daño es moral... no necesito ver sangre para saber que te vas desgastando. Mejor ríndete y por lo menos no sufrirás la vergüenza de quedar despatarrado en la arena - le comentó amablemente tras impactar nuevamente en su cuello - Luego te podrás tomar una cerveza y analizar mis palabras -

Cerrrrrrvezaaaaa... Shíiiiiii, alcohoooool...

Pelópidas había encontrado el punto débil de Zhuik, que no logra centrarse en el combate con su pensamiento divagando sobre la cerveza de después.

- No, no lo entiendes, no te pido que te emborraches - le explica, al ver su reacción - Solo que la bebas tranquilo mientras piensas en mis enseñanzas -

Acompañando a sus palabras, el monje volvió a probar con su rápido un-dos que tan buen resultado le estaba dando, aunque estaba claro que no debía hablar tanto, confundido con sus propias palabras sus intentos quedaron solo en eso... intentos, sin poder tocar al guerrero que tenía enfrente.

Hohohohoho... No, chico. Puedesh trrrratarrrr de ensheñarrrrme a defenderrrme. Puedesh trrrratarrr de ensheñarrrrme a eshquivarrr losh golpesh. Inclusho puedesh trrrratarrr de ensheñarrrrme a eshtarrrr calmado. PEEEEEERRRRROOOO... No puedesh, nunca, bajo ningún concepto, darrrrme leccionesh de cómo he de beberrrrr. ¡¡¡NUNCA!!! ¿Lo hash oído?

El combate continúa. Zhuik logra fuerzas renovadas. Alguien que comete el sacrilegio de atacar al noble arte del empinado de codo a ritmo rápido, merece un castigo. Lo que pasa es que impartir ese castigo a un hombre rápido como Pelópidas está por encima de las actitudes de Zhuik.

- Pero... que? - Pelópidas se sorprende ante la reacción de Zhuik - Bebe como quieras... - termina aceptando - Pero reconoce que la violencia no es el camino para solucionar los problemas y seremos amigos - le propone.

Contradiciendo sus propias palabras cambia el ritmo de sus movimientos y por un momento deja quietas las manos... para usar sus pies en un par de mortíferos arcos que los elevan hasta el pecho de su rival golpeando uno tras otro con solidez... pero sin lastimar, solo golpeando con fuerza mientras acota - Como veras, sin sangre... solo golpes secos para sacarte el aire. Si seguimos así no tendrás fuerzas para beber... no prefieres rendirte? -

Zhuik se tambalea. Está en las últimas. Pero nunca se ha rendido en un combate, y contra este macaco pacifista abraza-árboles no va a ser la primera vez.

En un último intento, rodea a Pelópidas con unas piruetas, ganando fuerza centrífuga en el espadón, hasta que Zhuik vuelve a terminar en el mismo sitio, al igual que su espada. Ha sido otro golpe fallido más.

Arf... arf... arf...

- Parece que no... aunque se te nota cansado - bromea Pelópidas antes de volver a girar sobre si mismo y utilizar sus pies para impactar en el pecho de Zhuik. Si bien no consiguió impactar en su primer intento, finalmente apoyó con fuerza la planta de su pie en el plexo solar de su rival, sin herirlo, pero sacándole el aire cada vez más

- Seguro no prefieres abandonar tus intentos ? - preguntó ahora más serio - Realmente no quiero tener que desmayarte para que entiendas que no debes intentar golpearme -

¡Hacen falta cien como tú para desmaya...! Desma... desm...

*PLOF*

Zhuik yace en el suelo. No parece gravemente herido. Es más incluso es como si... Sí, definitivamente, se le escucha roncar. Es frustrante cuando Pelópidas no consigue que su mensaje cale en los más violentos.

- Te lo dije. La violencia no es el camino... y puedes vencer sin lastimar a nadie - Pelópidas continúa con su monserga pese a que su rival ya no puede escucharlo.

Finalmente menea la cabeza y hace una leve reverencia en su dirección - Hubiera preferido que lo entendieras sin llegar a esto... pero algunos no son capaces de entender. Quizás la próxima prestes más atención - completa sin estar seguro de si tal situación sería posible - Por lo menos eso espero -