Lord Baelish partirá con una pequeña comitiva al encuentro de Lord Quentyn Martell. Tras el testamento todo ha quedado un poco suspendido en el aire. El futuro es incierto, pero a todas luces se puede ver el rumor de la guerra. El testamento no ha sido del agrado de todo el mundo al no considerar como digno sucesor al príncipe de Dorne y ha hecho que algunas casas se opongan a ello.
Te encuentras junto a Lord Tommen, señor de Bastión de Tormentas. Acabáis de dar por concluida la reunión en la que se ha leído el testamento. Os dirigís a la parte de la ciudad en la que se encuentran vuestras tropas. Tommen parece nervioso, consciente de lo que hay en juego y del papel que ha de representar. Cada rasgo de su cara así lo denota. Caminas junto a él. Ya hace un par de años que te nombró miembro de su guardia personal. Sólo un par de pasos más te quedan para ser definitivamente el jefe de ellos. Pero aún eres joven, hay tiempo.
Llegáis hasta los aposentos de Lord Tommen, custidiados por un par de guardias que hacen una ligera inclinación cuando pasa ante ellos su señor. Ves que las miradas hacía ti son de respeto mezclado con algo de temor. Tu rostro oculto siempre te ha dado esa faceta, de misterio. Tommen despide al resto de acompañantes exceptuando a la guardia y a ti mismo, y se sienta en una de las sillas de la habitación.
-Cierra la puerta Trant.
Con paso ligero me acerco a la puerta, mis espadas cuelgan en mi cinto pero no hacen ruido al chocar contra mi cuerpo. Llevo encima una armadura acolchada, con demasiados pliegues y ribetes innecesarios. Pero tampoco necesitaba más. La guerra estaba cerca, hasta yo me daba cuenta. Entonces me volvería a poner mi armadura negra.
Cierro la puerta mientras sonrio dentro de mi mascara. Me giro y espero una nueva orden. Cuando mi señor me habla nunca me tomo libertades. Nunca hago más de lo que se me pide. Ni menos.
Tommen se sirve el mismo un vaso de vino del Rejo. Últimamente no puede pasar sus ratos de soledad sin él. La habitación está perfectamente ordenada. Una de sus ventanas está abierta de par en par iluminando la estancia. A pesar del calor de la calle, dentro se está bien.
-Ya has visto cómo están las cosas-te dice con mirando fijamente a la máscara-Y cuento con mi mejor caballero. Necesito que hagas algo por mí-dice mientras vuelve a llenar su copa.
Me acerco a la ventana y miro hacia fuera, cobservando el exterior con los osjos entrecerrados por la luz brillante. Observar y vigilar. Doy un par de pasos hacia Tonmen y me interpongo entre él y la ventana.
- ¿Que tiene mi señor en mente?- pregunto con mi voz rasposa, arrastrando las emes. Todavía tengo algo de acento aunque no se puede adivinar muy bien de donde, ya que es una mezcla de manera que hablo muchas lenguas, pero ninguna bien.
-Tú los has presenciado todo. El asesinato a Lord Blackmont por esa salvaje, cómo el crío de Bran se ha ido a esconderse en su madriguera sin buscar responsabilidades, el tonto y borracho de Brock...En estos momentos de poca gente nos podemos fiar, la verdad-dice con un gesto amargo-Pero quizás sí que Dorne sea un buen aliado. Conozco a Quentyn, es un gran hombre, lleno de valor, entrega y pasión. Sabrá dirigir el reino. Y si nosotros lo apoyamos contra la locura que se avecina, obtendremos grandes beneficios, de eso no hay duda. Y ahora es dónde entras en juego tú, amigo-Se levanta del asiento y se dirige hacia tí-Es de ese manipulador, meñique, de quién no nos podemos fiar. Desde el reinado de mi padre, el rey Robert, siempre ha hecho lo que le ha convenido para ascender hasta dónde esta, pisando a los demás con fuerza. No es de noble cuna y mira qué poder tiene. No me fío nada de él, ni un pelo. En cambio en tí...-te sonríe mientras pone su mano sobre tu hombro-ya has demostrado en mil ocasiones lo que un buen caballero debe hacer. Eres mi mejor hombre y tienes que vigilar a mi peor enemigo. Quiero que partas con él en la comitiva Gary, quiero que vigiles a esa serpiente.
- Mi señor, me encomienda una misión peligrosa- inclino la cabeza medio dedo antes de continuar- Pero mi señor es consciente que, Lord Meñique, es bastante más listo que uno. Lo vigilaré, pero él lo sabrá.
La verdad es que no me importaba. Mi misión era estar a su lado será tan obvio que parecerá que estoy por otra razón. Actuaré de forma errática a veces, directa otra. Intentaré que esa serpiente se muerda así misma.
La cara de Tommen refleja una ligera sonrisa al escuchar tus palabras.
-Que así sea pues. Serás mi voz y mis oídos para controlarle. Tienes que estar alerta en todo momento, no sabemos de lo que es capaz. Puedes elegir el caballo que más te guste, y te daré suficiente dinero para el viaje. No olvides llevar provisiones, todo puede pasar.
Se dirige a la puerta dándote a entender que la reunión ha terminado
-Te haré llamar cuándo todo esté listo para partir. Confío en ti Ser Gary. Más que nunca.
Joder, siento no haberte puesto el mensaje antes. Lo dirigí sólo para el director sin querer...Voy a corregirlo en la escena
Acompaño a mi señor hasta la puerta con las manos cruzadas en la espalda mientras escucho sus indicaciones. No se cuando volveré y estaré bastante ausente así que empiezo a hacer planes sobre quien llevaré conmigo.
- Mi señor, si es tan amable y pudiera escribir los términos de la alianza con los Martell, me sería de mucha ayuda para mi representación y seguro más elocuente - ya junto a la puerta- ¿podría yo elegir a cuatro de los caballeros más adecuados para tal fin?- pregunto antes de marcharme.
Eso de necesitar provisiones es que no tiene ni idea donde acabaré. Me aprece genial un poco de acción, con un poco de suerte podré matar a alguien antes que acabe la semana.
Ya decia yo xDDD aunque pense que los demas tendrían más cosas que hacer.
Tirando de trasfondo, ¿podría tener mi espada bravoosi de excelente calidad?
Tommen asiente con la cabeza.
-Claro que sí, puedes llevarte a un par de caballeros contigo. A Meñique no le gustará que la comitiva sea demasiado llamativa, no podemos excedernos. Lleva contigo a Ser Tyberias Selmy. Ya sabemos lo orgulloso qué es, pero a tu mando seguro que cumple. Y necesitas alguien que te aconseje que conozca las políticas del reino.Hum...-empieza a cavilar una respuesta con tranquilidad mientras acaricia su barbilla-Quizás el más adecuado para ello sea Eilin. ¿Estás de acuerdor-Al final prácticamente él ha elegido a los hombres.
Quieto como una estatua le respondo al señor Baratheon.
- Mi señor ha pensado en los dos mismos que yo pensaba- como para llevarle la contraria-, también pretendia incluir a Ser Cristian Jenevere, que tiene raices dornenses y tiene conocimientos del territorio, además, es bueno con el arco. Nosotros cuatro somos más que suficientes para cualquier... eventualidad.
Si quieres puedes buscarle tú las imágenes a tus acompañantes. Si no lo hacemos nosotros :)
Ya tengo a Ser Tyberias Selmy
Y a Ser Cristian Jenevere
En cuanto a Eilin no tengo claro cual es el perfil que buscáis. Ese os lo dejo a vuestra elección.
Yo las busco que me hace ilusión, bastante curro teneís vosotros ^^
Tommen da su conformidad con tus caballeros y te dice por último.
-No te fíes de nadie Gary. Absolutamente de nadie. Ya sabes que estarían dispuestos a cualquier cosa por traicionarnos. Hay mucha gente que nos odia. Incluso algunos se atreven a difamarme e insinuar que no soy un verdadero Baratheon...Ten ojos hasta en la espalda-Te da un abrazo. Siempre ha sido muy afectivo-Mucha suerte Gary.
Escribe el último mensaje de la introducción :)
Para ser honestos, de todos los amos que he tenido, este es con mucho, el mejor. En mis pesadillas nocturnas nunca ha aparecido ni él, ni nadie de la casa del ciervo. Tengo una gran responsabilidad para con él y me voy a tomar cualquier insulto hacia su persona como algo personal.
- Mi señor- le devuelvo el abrazo un poco menos efusivo que el suyo- la mayoría de las veces no me fio, ni de mí mismo.
Le hago una reverencia, esta vez más ptonunciada que nunca, en respeto a él y al tiempo que voy a pasar fuera, y me doy la vuelta saliendo con paso firme pero silencioso de sus aposentos de camino a las cuadras a separar los caballos para que los alimenten y bañen. Luego avisaré a los caballeros personalmente. Vamos a ello.