R´hllor dame paciencia. Ahora resulta que el abuelo es un caballero
¿Cuánto tiempo hemos perdido ya?
Compañia...Alto. Haremos un alto para que Hador deje de jugar a los caballeros.
Rebusco en mis alforjas los utiles de boticario. Y le pido al viejo borracho un poco de alcohol para limpiar las heridas de la mujer. Luego aplico mis conocimientos en tratar heridas. Quedarán cicatrices, pero las más profundas las llevará siempre por dentro.
Hador, que la mujer suba a mi caballo, el menos peso de ambas nos permitirá avanzar más rápido. ¿Eres consciente de lo lento que eres caminando? me cuesta un esfuerzo terrible que la ira no salga a relucir en mi voz.
La sentaré delante de mi para poder sujetarla si hace alguna tontería o le da por autolesionarse de nuevo.
Luego acerco mi caballo al de Hador e ignorando que la chica está delante de mi le comento más bajito. Hador, tu corazón es noble, no me equivoque al confiar en ti. Pero la chica ha de querer vivir. Si esos rufianes a quebrantado su voluntad, de nada servirá haberle salvado la vida. No me juzgues muy duramente. Mi intención es que tome las riendas de su vida
Tras un rato de marcha más, ya con mejor ritmo que antes me vuelvo a Hador. Gracias caballero por recordarme la paciencia. Gracias por devolverme la piedad. Llevo mucho tiempo matando y no recordaba lo que era cuidar.
Y continuo en silencio. Ya me he sincerado suficiente.
Hador. Le he ofrecido ayuda y ha pasado de mi... Alisa es dura. No concede muchas oportunidades. Tenemos una misión.
Alisa hace parar a la compañía, airada:
Compañia...Alto. Haremos un alto para que Hador deje de jugar a los caballeros.
- Yo prefiero jugar a los humanos- digo a la mujer a la cara, notablemente indignado. Pero sin añadir nada más.
Luego ayudo a la mujer a subir al caballo de Alisa.
¿Eres consciente de lo lento que eres caminando?
- Ya veremos lo rápido que te mueves tú cuando cumplas medio siglo más..., je, je, je- digo esta vez, con una sonrisa en la cara otra vez, intentando calmar los animos de la joven, pero al mismo tiempo con un ligero deje de sarcasmo, aunque todo encubierto por el buen humor. Al fin y al cabo, la sacerdotisa a escogido una buena opción.
Mi intención es que tome las riendas de su vida
Termina diciendo la sacerdotisa. - Y la mía que no quiera suicidarse junto a los suyos en medio del camino o peor, que la cojan otros desgraciados en medio del camino... - digo con tono serio, desafiante y claro. - No todo el mundo puede, por desgracia, ser fuerte, algunos necesitan una nueva oportunidad, igual que R´hllor nos la concede a algunos. - tras esto Alisa se aleja un poco.
Cuando apenas un rato después, viene con sus disculpas, asiento con la cabeza, para aceptarlas y le sonrío - Tal vez, algún día te cuente una historia, una de matanzas y otra de piedad, y como algunas veces el gesto más nimio puede traer unas consecuencias inesperadas, pero esto será otro día pequeña- digo con una sonrisa cálida, como un padre que alecciona a su pupilo - Tambien es cierto, ejm...- digo con un pequeño carraspeo - yo siento como he actuado antes, a veces soy un viejo cabezota, y hay cosas... que no soporto, intentaré controlarme, estás al mando - digo disculpandome con un tono que va cada vez más bajo, como costandome considerablemente la disculpa, aunque las ultimás palabras suenan claras "estás al mando".
No te preocupes Alisa!! Que ya está aquí el afable anciano para que te vuelvas como el acero, y no tanto como el hierro!! jajaja!!
No sabía que le habías ofrecido ayuda, pero si es así, haberlo dicho on!! Hador no sabe nada!! jajaja!!!
Además que gracia tendría hacernos cumplidos todo el día y llevarnos bien!! xD jajaja. Rolea a tu personaje y que R'hllor provea!! jajaja!!
La mujer hace lo que Alisa le pide y monta junto a ella. Ser John se acerca a la sacerdotisa para ayudarla si es necesario, acto propio de un caballero como él. El viejo sigue bebiendo alegremente, Rob juguetea con varios venados que ha recogido de los cadáveres enemigos y Lorgar guarda silencio, como ya os tiene acostumbrados.
De los cadáveres poco podéis recuperar. Por su aspecto no son más que siervos venidos a menos, desnutridos y mal armados. Cogéis las dagas que tres de ellos llevan, ocho venados que en total tenían repartidos y un viejo medallón de los siete, oxidado y en mal estado.
Rob, aprovechando un momento de distracción, busca en el cadáver del hombre fallecido que acompañaba a la mujer, aunque no os dice si ha encontrado algo.
Nuevamente cabalgáis hasta vuestro destino, cruzándoos numerosas veces con siervos desharrapados y en mal aspecto, algunos caballeros y mercenarios que deciden evitaros y un par de ricos mercaderes acompañados por una escolta de guardias. Decidís recuperar el tiempo perdido durante el enfrentamiento y la posterior quema de cadáveres así que continuáis la marcha hasta que la noche ya lleva al menos una hora.
Os detenéis cerca del camino, cansados, hambrientos y somnolientos. A la izquierda de la senda veis un pequeño fuego y, unos trescientos o cuatrocientos metros más allá, justo en dirección contraria de la otra hoguera, un par de llamas más, de mayor tamaño y colocadas una al lado de la otra.
Primero felicitaros a ambos, sois excelentes jugadores.
Segundo podéis seguir cabalgando si así lo deseáis pero es peligroso. Si queréis hacer algo antes de este punto decídmelo. Si queréis más información preguntad.
Paseremos noche aquí. Avanzar en estas condiciones podría ser peligroso. Ser John, encargaros de la dama. Espero a que la mujer baje del caballo. Lorgar, acercaté discretamente a las hogueras grandes. No hagas ninguna tontería sólo queremos saber qué tipo de vecinos tenemos.
Hador, Hurón, acompañadme a la otra hoguera.
No tiro sigilo pues mi intención no es acercarme a hurtadillas ni nada de eso. Somos viajeros con intención de compartir hoguera.
Echo una mirada de soslayo a ser Jonh, "realmente el la cuidará mejor que ninguno de nosotros, y ella estará más comoda" pienso mientras sopeso cada decisión que toma Alisa.
Sigo montado en el caballo, pero cojo el pavés, y la lanza de caza que ha colgado durante todo el camino a mi espalda, "vieja y larga amiga" pienso casi nostalgico cuando veo brillar la hoja al final del astil. Me cercioro de que el mayal sigue en la misma alforja que ha ido todo el camino. Y pongo la lanza apuntando hacia el suelo, para que no de la impresión de amenaza, y me pongo del lado contrario al que encontraremos la hoguera.
Asiento con la cabeza a las palabras de Alisa y me pongo en dirección a la hoguera más pequeña cuando ellos estén preparados.
¿¿Que hacemos nos repartimos los venados entre todos?? Lo digo por apuntarlo en la ficha, para saber si pongo 2 u 8 o cuantos, porque no pongamos cada uno lo que nos parezca y al final llevemos de más... o peor! De menos!! xDD.
P.d.: Dire no nos digas esas cosas que nos pondremos rojos... xDD
P.D.d.: Solo intentamos estar a la altura del director.
P.D.d.d.: Que si necesitamos más información... siempre se necesita más!! Todo lo que pongas será bien recibido! :) (Pero bueno ya para otras veces yo creo que ahora ya hemos actuado).
4 venados para ti y 4 para Rob.
Gracias por todo Petrus y por esa motivación xD
Os paso a una nueva escena.