Partiremos en un par de horas, mi señor, desde puntos distintos para prevenir posibles ataques. A vos os diré solo un lugar de reunión. Si no os da tiempo es posible que en algunos días salgan nuevos grupos de peregrinos, mi señor.
Asentí:
- Decirme entonces el lugar, he de avisar a mi compañero para preparar el traslado de la prisionera...
La mujer mira al resto de sus compañeros y uno de ellos alza una mano con tres dedos levantados. Otros hombres presentes asiente y la mujer mueve la cabeza en señal de acuerdo.
Nos vemos en la plaza este, frente a la posada del Colibrí-te informa la mujer.
Asentí conforme:
- Allí estaremos entonces, iré a prepararlo todo...
Me despedí de los viajeros y, tras asegurarme de que nadie me siguiese, me dispuse a visitar a los heridos, para informarles de todo y darles el dinero con el que mantenerse, antes de reunirme con mi compañero y la prisionera para prepararnos para el viaje.
Llegas al lugar donde un curandero está tratando a tus hombres, con ayuda de un par de mujeres conocedoras de plantas medicinales y otras técnicas.
Tu compañero al borde de la muerte sigue dormido, incapaz de despertar, aunque sus heridas mejoran. Sin embargo Héctor si ha mejorado bastante y, salvo por los vendajes y la palidez de su rostro, no parece estar herido.
Señor-te dice nada más entrar.
- Hola, Hector, ¿como os encontráis los dos?. - Una vez que me responde, le pregunto. - ¿Podemos hablar en privado?.
Yo mejor, mi señor, pero temo que mi compañero no se recuperará en poco tiempo. Ha estado delirando, dice tener una hija, me ha pedido que le envíe noticias, que le diga que la quiere -te responde Héctor, mirando con compasión a su compañero -y si, mi señor, hablemos.
Los curanderos y mujeres salen de la habitación dejándote solo, con tus dos hombres.
Después de que los curanderos se vayan, les explico el plan y lo que vamos a hacer nosotros, mientras le doy el dinero y les explico lo que deben de hacer ellos:
- ... No debéis de decir a nadie quienes sois ni a quien servís mientras permanecéis aquí. Evitar enviar mensajes, que puedan servir para delatar vuestra posición. Una vez que tu compañero esté recuperado, según esté la situación, por las noticias que os lleguen, reuniros con nosotros en Nidos de águilas, para lo podéis usar loa grupos de peregrinos para viajar ocultos, o volver a casa... ¿Alguna duda?.
No mi señor, solo una sugerencia y una petición. Tened cuidado pues, como ya sabéis, quieren vuestra cabeza. Y os pido que, cuando mi compañero se recupere, se le permita ir a Roca Casterly pues allí está la guardia de la ciudad y su familia. Yo, por mi parte, os seguiré al Nido del Águila y donde haga falta, mi señor.
- Me parece bien, pero entonces quiero que vayas con él, no quiero que haga el viaje solo a Roca Casterly. Una vez allí, podrás volver con refuerzos a reunirte conmigo en Nido de Águilas. - Respondí. - Y ten cuidado, asegúrate que sean hombres de confianza.
Así lo haré -responde tu soldado con respeto.
Tras la visita a los fieles de los Siete y a tus hombres apenas tienes tiempo para reunirte con Adam, la prisionera y vuestros equipajes y llegar al punto de salida del grupo. Una vez allí veis a algo más de veinte hombres y un carro que se disponen a partir de inmediato. Los hombres, al igual que los de la posada, visten de forma muy dispar y sus orígenes parecen ser totalmente distintos, aunque a todos los guía lo mismo, su fe. Ves que algunos llevan colgados un frasquito con ceniza, igual que el que guarda Adam.
Sin más dilación partís hacia el Nido del Águila, la fortaleza de uno de los nuevos reyes de Poniente, el único elegido por los Siete.
Te dejo que hagas un mensaje final y acabamos compañero, que lo que me queda de verano no creo que pueda actualizar demasiado y tengo que preparar la siguiente parte.
Un saludo :)
Una vez nos hemos reunido con los peregrinos, no es difícil adquirir tres túnicas similares a los que llevan la mayoría, que nosotros dos nos ponemos encima de nuestras armas y armaduras, y sirve para que no desentonemos con el resto de la comitiva y no llamar la atención entre los demás. La tercera es para nuestra cautiva, con el fin de que tampoco destaque y que ninguno de sus antiguos compañeros pueda reconocerla....
Aguardamos pacientemente a que el grupo inicie el viaje para partir con ellos...
Listo, nos vemos ;)