En aquel pequeño puerto donde poco más de una decena de pequeñas barcazas de pesca esperaban las primeras luces del sol para partir mar adentro, donde los pescadores intercambiaban noticias y ,seguramente, algunos chistes verdes con los aliviar el intenso sueño que atenazaba sus músculos. Allí, Dagon se acercó a Drake y le susurró algo al oido:
―No todo es poder, Drake, no todo son riquezas. Hay algo más importante en este mundo. Serás Lord Comandante, pero no hasta que yo muera.
Dagon, habló despacio. Cuando acabó, esbozó una leve sonrisa y subió a su barco. No sabía muy bien lo que quería conseguir con esas palabras, tal vez, avivara una rivalidad innegable entre ellos, tal vez consiguiera calmarla. Fuera como fuese, todo beneficiaba a Dagon.
Drake se encuentra con la mirada seria. Piensa en su destino de diplomático. Lo primero será averiguar donde se encuentra Meñique, luego concretar una entrevista reservada. En esto sigue pensando mientras desciende del barco. Dagon Harlaw se le acerca.
―No todo es poder, Drake, no todo son riquezas. Hay algo más importante en este mundo. Serás Lord Comandante, pero no hasta que yo muera.
Drake hace una pequeña sonrisa y sigue caminando. Evidentemente el capitán no tiene ni la menor idea de las ambiciones de Blacktyde. Jamás persiguió riqueza o poder, lo que sí es seguro es que será necesaria esa muerte para el ascenso, pero por ahora Dagon es un hombre muy útil a la Casa. Aprieta su abrigo y espera a que se despeje un poco el puerto de miradas. Luego se hecha la capucha a la cabeza y abandona el lugar disimuladamente.
Mañana por la tarde os creo las nuevas escenas. Perdón por la espera :)