Partida Rol por web

-A tomar por culo. No digas que no te avise- Digo justo antes de ir a por uno de los inmaculados ahaciendo un amago de puñetazo para que me esquive y se ponga en la posición en la que estaba yo para bloquear al otro. La estratagema funciona y es entonces cuando ataco de verdad para intertar arrebatarle el arma

Mi verdadero ataque pilla al inmaculado levantando la espada por encima de su cabeza. Eso hace que suelte la espada, pero el impulso hace que la espada salga despedida hacia atras -Mierda. Esa espada me habria venido realmente bien- Pienso mientras me preparo para el ataque del otro inmaculado

El primero de los Inmaculados te hace un corte profundo con su espada mientras el segundo arremete contra ti con su escudo.

Mientras, el asustado consejero huye de la sala mientras grita pidiendo ayuda.

El escudo del que se ha quedado sin espada me golpea con fuerza haciendo que me desequilibre lo justo para que el siguiente inmaculado me corte con su espada -¡Hijos de puta!- Grito cuando noto la carne ser rasgada.

Miro la herida con furia mientras agarro con fuerza el escudo del que me ha golpeado para apartarle de un empujon y lanzarme a por el brazo de la espada del otro inmaculado

Tu golpe hace retroceder al Inmaculado algo más de metro y medio. Sin embargo estos parecen reaccionar y se alejan aún más de ti. Te sientes henchido de orgullo al ver a tan famosos guerreros retroceder ante tu presencia, aún estando desarmado.

Luego te percatas de que tres Inmaculados han llegado y te apuntan desde la puerta con ballestas. Sus compañeros han retrocedido para dejar mejor ángulo de tiro.

El trío dispara a la vez y notas que los virotes se abren paso desgarrando tu carne aunque, por suerte para ti, la armadura reduce en mucho la fuerza de estos y les impide que se claven profundamente en tu cuerpo.

Los virotes se me clavan en la carne, atravesando cuero y metal. Posando una rodilla en el suelo por el dolor me vuelvo a levantar -¡¡¿TRAEIS ESPADAS Y BALLESTAS A UNA PELEA A PUÑETAZOS HIJOS DE PUTA?!! Ya se porque sois tan temibles...Siempre jugais con ventaja- Digo mientras la sangre gotea sobre el suelo

-Esto no lleva a ninguna parte. Dos todavia, cinco son demasiados- Pienso mientras observo a los cinco inmaculados que se estan preparando para volver a atacar -Vale, vale. Tranquilicemonos todos. Me engrilletais y me llevais a los calabozos y yo me estoy quieto. ¿Os vale el trato?- Digo mientras hago muecas de dolor y la sangre sigue goteando. Finalmente el dolor me vence y acabo con una rodilla en el suelo de nuevo. Permanezco en esa posición guardando las fuerzas por si vuelven a intentar atacar y tengo que echar a correr

Los Inmaculados te miran y luego se miran entre sí, dubitativos. El hombre vestido de forma lujosa entra por la puerta y te mira a ti y a sus hombres.

Lo mandaremos con su señor como pide. Pero antes dadle una lección de modales -concluye el hombre, guardándose de ti y quedándose detrás de sus guerreros.

Los Inmaculados recargan sus armas y te vuelven a disparar.

Ahora cogedlo y ponedle unos grilletes

Los virotes vuelven a golpearme y yo caigo hacia atras golpeando el suelo. Sin fuerzas para levantarme comienzo a reirme como un loco mientras los inmaculados se acercan. Sus caras no demuestran emocion alguna como siempre, pero el hombre de ropajes lujosos mira extrañado -Sobrevivo al muro, sobrevivo a los otros, sobrevivo a la guerra de Daenerys de la tormenta, para caer en una casa de mierda ante un marica de ropajes chillones ¿Puede haber algo más gracioso?- Pienso mientras me levantan y yo continuo riendome

Los Inmáculados, siguiendo las órdenes de su señor, te llenan de cadenas y te despojan de la armadura mientras tu continúas riendo. El noble, dada tu actitud, parece más asustado y su tez se ha tornado totalmente blanca.

En las siguientes horas te curan las heridas en una pequeña celda y te apresan aún mejor. Pasado este tiempo un grupo de cinco Inmaculados y el consejero lujosamente vestido te recogen y te sacan de las celdas.