Tu padre asintió, aunque vislumbraste la duda en su rostro por unos instantes -Así se hará hija mía. Decidme ¿donde se encuentra vuestro hijo? ¿es verdad que vuestro marido ha muerto? ¿y que hay de esos rumores de que Ramiel está muerto?
Por una fracción de segundo Lurleen creyó ver la duda en la mirada observadora de su padre. ¿Acaso no se podría fiar no de su propia sangre? Debo andarme con mil ojos e informar a Ramiel de inmediato de lo grave que es realmente la situación aquí.
-Tiempo al tiempo, padre-dijo dando un leve suspiro- vayamos a reunirnos con Lord Albar y os contestaré a vuestras preguntas, seguro que él tiene las mismas que usted.
Vamos a reunirnos con Lord Albar y allí ya les relataré lo ocurrido o contesto a las preguntas que hagan los dos.
Vuestro padre asiente ante tus palabras decididas y juntos continuasteis vuestro camino hasta los aposentos de Lord Albar Royce hablando de asuntos menores, sin importancia real.
El nuevo Lord Royce os recibe con el rostro serio que, rapidamente, se deforma gracias a una sonrisa de verdadera alegría -Lady Lurleen, me alegro tanto de veros de nuevo ¿como os encontráis? ¿que noticias traéis?
Roro, vamos a intentar mantener un post de dos mensajes semanales, si no te parece mal.
Por otro lado, ¿me buscas fotos de tus otros hijos o prefieres que lo haga yo?
Un saludo.
Pese a las adversidades acontecidas durante el camino y los sacrificios hechos llegáis por fin a vuestro destino, Puerta de la Sangre. Allí varias decenas de soldados vigilan el lugar y, por lo puedes ver, os han avistado mucho antes que vosotros a ellos, pues sus armas están preparadas para recibiros.
¿Quién va a cruzar la puerta de la Sangre? -grita uno de los soldados desde lejos mientras sus compañeros os apuntan con una decena de arcos.
-¿Desde cuando un rey ha de anunciar su propia llegada?- Pregunto sonriente a mis hombres intentando animarles un poco, pese a las cuantiosas perdidas.
-Ramiel Arryn aquí se haya, abrid las puertas, y dad comida a mis hombres pues el viaje ha sido arduo y lleno de peligros. También requerimos información. Noticias de poniente, y si se sabe algo de parte de mis tropas, batidas en retirada hace unas semanas, asaltadas por los demonios de Quentin que pretendían darme caza.
No marco a Lurleen.
¿Ramiel Arryn? Esperad un momento señor, debo informar a mis superiores -dijo el que parecía ser el jefe de la guardia, dejándoos fuera de la puerta con todos tus hombres detrás y los guardias apuntándoos. Los minutos pasaban y nadie os daba una solución.
¿Meharis? Has sobrepasado el ritmo de sobra y estoy esperando tu respuesta para que otros compañeros continuen.
Trata de ponerte las pilas compañero
Un saludo.