Partida Rol por web

Te levantas aturdido, con un fuerte dolor de cabeza y con la visión nublada. Puedes ver que tienes las manos y piernas atadas y tu espalda está pegada a una superficie rugosa, posiblemente un árbol pues te encuentras en raso.

Frente a ti está el jefe de los Espada Juramentada con algunos de sus hombres -Por fin se ha levantado la princesita. Decidnos, donde está vuestro señor.

Intento despejarme la cabeza sacudiendola antes de contestar -¿Asi que no me habeis matado aun pagano? ¿Quiere eso decir que me espera el martirio a traves de la tortura?- Suspiro antes de continuar para coger fuerzas ante lo que se avecina -Antes de que corteis mi cuerpo e intenteis quebrar mi alma, decidme ¿Por que tanto interes en el joven rey? En matarle concretamente. Cualquier otro grupo de mercenarios hubiera pedido una suma mayor al rey Ramiel intentando jugar a dos bandas ¿Acaso sois como la compañia dorada?

Los Espadas Juramentadas sueltan una risotada cuando los comparas con la Compañía Dorada.

La Compañía Dorada es un grupo de estúpidos y arrogantes que se creen más listos y honorables que el resto cuando hacen lo mismo que todos, asesinar por dinero. Lo mismo que ocurre con los caballeros y soldaditos, que se creen honorables y ven justas sus hazañas cuando lo que hacen no es más que matar -te responde el líder del grupo.

No, nosotros no jugamos a dos bandas, tenemos bien claro quien es nuestro jefe y nuestro líder -añade otro de los hombres.

Lord Tommen nos recogió y apoyó cuando nadie más lo hacía y nos dio cobijo, alimentos y total libertad para matar y torturar a nuestros enemigos, sin buscar historias bonitas de héroes -afirma nuevamente el jefe.

Y si algún idiota es tan desleal como para traicionar a Lord Tommen tendrá que vérselas con Ser John Peasebury. Y te aseguro que es mejor estar muerto que ser su presa -concluye otro de los hombres.

-No parece gratitud lo que se desprende de vuestras palabras si no miedo- Digo mientras los observo -¿Es asi como realmente quereis vivir? ¿Con temor a un loco que por lo que decis realiza las más horribles torturas? No me parece forma de vivir. Si os convertis no tendrias que temer por mi señor- Concluyo esperando que mis palabras penetren en la dura sesera y en los aridos corazones de los mercenarios

El líder de los espadas obvió tus palabras pero el resto pareció verse afectado -Tu señor no nos dejará hacer lo que mejor sabemos, matar, robar, violar y destruir. Y ahora, si no tenéis ninguna indicación que darnos callad. Si se os ocurre información sobre vuestro señor estaré encantado de oirla -dijo introduciéndote un paño en la boca.

Me preparo estoicamente para lo que esta por venir mientras miro fijamente a los hombres en los que he visto que la chispa de la duda ha prendido -Con la ayuda del hacedor quiza unos pocos encuentren su sagrado camino y yo aun pueda continuar difundiendo su palabra

Te despiertas de nuevo atado al árbol, esta vez por los gritos de los mercenarios -¡Haré lo que me venga en gana! ¡Callaos de una puta vez!

El jefe de los espadas se acerca a ti y, aferrándote el cuello con una de sus manos, te pregunta -Dime de una puta vez ¿donde está ese jodido niño? ¿ha llegado ya a su destino?

Me sorprende el seguir vivo y me sorprende aun más la furia y la desesperación en el lider mercenario -¿Tanto temeis a vuestro jefe? ¿Que horribles acciones pueden hacer que hombres curtidos en batalla como vosotros tiemblen tanto? Puede que digais que solo asi podeis vivir como os gusta, pero yo solo veo desesperación ahogada en dinero ¿De que sirve las recompensas que obteneis si el miedo os impide disfrutarlas? Dicen que los mercenarios son libres incluso de la moral pero yo os veo muy bien atados por las cadenas del miedo- Digo lo suficientemente alto para que todos me oigan aunque no deje de mirar al lider mercenario

El líder de los Espadas Juramentadas te da un fuerte puñetazo que te hace callar -Te gusta mucho hablar y no decir nada más que estupideces. Mi paciencia se ha acabado estúpido, ya no volveré a oír tus sermones -el hombre introduce su mano enguantada en tu boca con un fuerte golpe que te rompe un par de dientes y te saca la lengua de un tirón. Por el rabillo del ojo ves como su otra mano sujeta una daga, una hoja que se dirige con rapidez a tu lengua, cortándola.

La sangre brota del miembro cortado y te inunda la boca, ahogándote -Ahora te ahogarás en tu propia sangre y yo veré como tu vida se escapa lentamente -afirma el mercenario satisfecho justo antes de caer al suelo con un hacha clavada en la cabeza.

El grupo de los espadas juramentadas aún duerme salvo por su líder, ahora muerto, y otros dos de sus hombres. Uno de ellos saca el hacha del cráneo de su jefe y se la vuelve a colgar en el cinto mientras que el otro te libera de las ataduras -No tememos a los vivos ni a los muertos pero jamás desafiaremos a los Siete ni dañaremos a sus sacerdotes. Tomad la montura de nuestro líder y partid. Si el Desconocido os llama durante el viaje no será culpa nuestra, partid, rápido, antes de que despierten los nuestros.

Mareado y escupiendo sangre subes a la montura y notas como el caballo se lanza al galope. 

Mientras monto el caballo a toda velocidad, rezo para resistir hasta que encuentre al rey Arryn y a la vez pienso en lo que me ha ocurrido -Mi lengua. El mayor instrumento que poseo para difundir vuestra palabra, dios de siete rostros. Vuestras pruebas comienzan a ser muy duras ¿Como difundiré ahora vuestra palabra? ¿Como ayudaré al rey Arryn? ¿Que función tendré ahora en la guerra?- La desesperanza me iba envolviendo como un traje mientras intentaba desplazarme lo más deprisa posible

El caballo galopa mientras te preguntas sobre tu futuro. El animal es, sin duda, un ejemplar magnífico pues su velocidad y resistencia parecen no alcanzar límite. El noble rocín te guía por senderos creados por el hombre aunque tus continuos desmayos te impiden saber cual será su destino.