La reunión finalizó con cierto éxito y acuerdo y los asistentes a ella se dispersaron entre las sombras, sabiendo que cualquier rumor que llegara a la corte del Rey Quentyn podría perjudicarlos en grado sumo.
Pacientemente esperaste a que la Princesa, última en abandonar la sala, quedara sola junto a su esposo y un par de guardias.
Sin muestra alguna de disgusto ante tu presencia la mujer te recibió y te pidió saber lo que necesitabas.
Garth estaba ansioso, en su estómago se acumulaba la pena y el dolor, la angustia, y también la esperanza y la ilusión de un futuro. Esperó sufriendo a que se vaciara la sala, esperando que nadie le dirigiera la palabra, pues no sabía si lograría responder.
Al hablar con Arianne estaba adelantando sus planes más de lo necesario, pero no sabía cuándo podría volver a Lanza del Sol y necesitaba conocer la opinión de una de las Grandes Casas... Además, no es lo mismo poder trasmitir y defender una idea a viva voz que con la seca tinta de un pergamino.
Tampoco esperaba una respuesta en firme, pues tampoco iba a ser una propuesta en firme... Esperaba tan sólo un intercambio de opiniones, nada más. El Maestre se secó las manos perladas por el nerviosismo en su túnica y despejó el nudo que tenía en su garganta.
- Alteza, permitidme expresarle mi enhorabuena por el nuevo futuro de su tierra. No sé si me conocéis, soy el maestre Garth, desempeño mis funciones en Colina Fantasma.
Hizo una breve pausa, permitiendo a la princesa ubicarle como el maestre al servicio de la casa Toland.
- Me he quedado el último porque tengo algo de lo que hablarle, algo que es especialmente duro para mí... - El Maestre llevaba varios días que le costaba dormir, en sus sueños veía la ciudad en llamas, su familia, sus amigos, sus maestros, muriendo una y ora vez. - Antigua ha sido destruida. Saqueada. No se sabe qué han hecho los salvajes Greyjoy con los Archimaestres y Senescal, pero me espero lo peor. - reprimió las emociones que luchaban por salir al exterior, intentando no emocionarse delante de la Princesa.
- Actualmente mi orden está sin Gobierno y sin futuro, pues no sabemos en qué estado se encuentra La Ciudadela. Nos encontramos a las puertas de una guerra global, y si al término de ésta los míos no hemos recuperado nuestra esencia tal vez sea el fin de la orden de los Maestres.
Había hablado demasiado rato sin dejarse interrumpir... Tal vez era bueno oír qué tenía que decir Arianne hasta este punto y después exponerle su idea.
Perdón si he escrito todo el tocho seguido, pero he pensado que tal vez era mejor avanzar la conversación lo máximo posible para evitarnos demasiados post. Si prefieres intercambiar frases cortas, tan sólo dímelo, que sigo siendo nuevo y todavía no sé tu "modus operandi".
Tus palabras de ánimo son bien recibidas y tenidas en cuenta, siempre es positivo tener el apoyo de aquellos con la mente más desarrollada y los conocimientos más amplios -te respondió la princesa, desde el primer momento hablándote con confianza y amabilidad, denotando que le caías bien o, al menos, que tenía parte de la habilidad que su padre poseía en cuanto a la diplomacia.
Los bastardos Greyjoy son nuestro peor enemigo. Mi hermano está cegado con sus ansias de venganza ante el chiquillo Arryn y por el temor al tullido del Norte pero yo se quién es nuestro verdadero enemigo, los valores que representan los Greyjoy. Ignorancia, brutalidad, traición no son más que aquello de lo que se sienten orgullosos. Lo que han hecho en Antigua, es algo inimaginable, tamaña brutalidad, tal exterminio. La Ciudadela de Antigua ha sido quemada hasta los cimientos y, por mis informes, ningún maestre ha escapado con vida. Tu y el resto de maestros supervivientes tenéis todo el apoyo de Dorne, estoy seguro que hasta el necio de mi hermano lo entenderá. Pero decidme ¿que necesitaréis? ¿que tenéis en mente? -te pregunto la princesa con un brillo de intriga en los ojos -pues imagino que vuestras palabras siguen un plan, un ideal, una necesidad que tenéis en estos momentos de duelo.
Sin duda esta mujer era una digna heredera de su padre... Su amabilidad y su simpatía habían conquistado al maestre en tan sólo un par de gestos y frases... Tuvo miedo de si la Princesa estaba interpelando a la parcialidad del Maestre y para que ésta no le malinterpretara el Maestre le contestó a su cumplido diciendo:
- Señora, ya sabe que el deber de los de mi orden es servir a quienes se nos encomiendan. Mi conocimiento y mi mente están a vuestro servicio.
Dicho lo cual siguió escuchando las palabras de Arianne con gran dolor de su corazón... Todavía confiaba que alguien hubiera podido escapar. Tantas vidas perdidas, tanto conocimiento que, tal vez, se había ido para siempre y no volver jamás... Con una guerra de por medio la barbarie parecía que se ceñía sobre Poniente desbocada, sin nadie que le pusiera freno.
El apoyo que manifestó la Princesa como señora de Dorne le reconfortó un poco, pero no lo suficiente para despejar la frustración que dominaban su corazón. Tardó un poco en sosegarse, él no era quien le pediría venganza por su familia y su orden, él era un Maestre y debía ejercer como tal.
- Mi petición es simple... Tengo intención de convocar un concilio de los maestres que todavía quedan vivos en todo Poniente. Quería preguntarle si Dorne apoyaría dicho encuentro.
La princesa dudó unos segundos, dejando que su cabeza reflexionara. Dada su importante posición cualquier decisión que Arianne tomaba repercutía en miles de vidas por lo que no era nada raro que sopesara profundamente cada una de sus opciones.
Si, Dorne os apoyará pero con una condición. El Concilio se realizará en tierras Dornienses y uno de mis hombres estará presente y tendrá voz y voto. Es mi deber y mi obligación ayudaros a reforjar la ciudad de los maestres y que vuestros pasos no sean los equivocados.
El maestre sopesó la oferta que la Princesa de Dorne le hacía. El apoyo de los Martell probablemente impelería al resto de las Grandes Casas a apoyarlo también forzado por su honor y por no ser menos que una de las grandes casas.
Sin embargo, su orden siempre había sido neutral y eso era algo que era necesario mantener. Nada de lo que pedía Arianne era verdaderamente comprometido, sin embargo el telón de fondo le preocupaba.
En algún lugar tendría que celebrar la asamblea, hacerlo en Dorne, región donde estaba situada Antigua (aunque fuera sin pertenecer a su dominio), no era descabellado. Tampoco lo era que un representante de la casa Martell estuviera presente, sería cuestión de darles el mismo privilegio al resto de las casas, pero no dejaba de ser un deseo de injerencia que le preocupaba.
Además, él sólo tenía una idea, un proyecto, condicionarlo a los devenires de las grandes casas ya en sus inicios era arriesgado. Pero no tenía tiempo para meditarlo o consultarlo con nadie, Arianne esperaba frente a él una respuesta, por lo que Garth dijo:
Agradezco su comprensión y su apoyo Princesa, y con el de vos también el de Dorne. Son momentos de necesidad para nuestra orden y, aunque no es fácil de percibir, nuestra debilidad hace más frágil todo poniente.
En cuanto a las condiciones… son aceptables. Haré todo lo que esté en mi mano para que se cumplan, pero no puedo asegurarlo al 100%: voces de gran importancia como la del Gran Maestre deben escucharse antes de tomar una decisión. Por lo pronto yo me comprometo a hacer todo lo posible para que una persona asignada por vos asista al concilio con voz y voto, y procuraré que el concilio se celebre en Dorne.
Tras una pausa el Maestre dijo:
Sé que mi respuesta no es todo lo comprometida que querría, pero de momento sólo puedo hablar por mí… Sea como sea, si vos me permitís presentar su apoyo bajo estas condiciones seguro que mis compañeros de Desembarco del Rey las valorarán.
Vuestra palabra de que haréis todo lo que está en vuestra mano es suficiente, maestre Garth. Se los duros momentos que atraviesa vuestra orden y es normal la desconfianza y las diferencias de opiniones que imperan en la mente de cada uno de los maestres supervivientes. Tratemos pues que el concilio se celebre en Dorne -responde la princesa, asumiendo tu compromiso.
- Así se hará. Ahora si me disculpáis, alteza, tengo que preparar el viaje a Desembarco del Rey. Desde allí tendréis noticias mías, espero que buenas por el bien de todos. Si no necesitáis nada más... - en la reunión anterior habían encomendado a Valena dirigirse a Desembarco, todavía no sabía si irían por tierra o por mar, pero debía preparar su equipaje.
Vuestra señora se despide de vos y comenzáis a preparar vuestro equipaje.
Ya estás libre. Puede narrar ahora que haces (escribir cartas a maestres, buscar a Valena, etc).
Trataré de subir una lista de maestres más importantes este finde pero, si no he hecho, recuerdamelo el lunes.
Esto ya lo leí, en principio había pensado lanzar una primera tanda de cartas a los maestres más "cercanos" o con los que tuviera más confianza o pudieran pensar como él... Y si estuvieran de acuerdo ya en Desembarco lanzar cuervos a todas las partes convocando (entiendo que en la capital los tendrán a patadas)
Quieres que escriba la carta?
Si, puedes escribir ya la carta y me la dejas en esta escena :)
Estimados Maestres:
Si os ha llegado este cuervo es porque os considero personas en las que confiar, hombres sabios y ejemplares, Maestres respetados todos vosotros.
Tal vez algunos me conozcáis, puede que otros no. Mi nombre es Garth, y hace ya 20 años que porto con mi cadena. Todos conocéis las malas nuevas, pero no podemos echar la vista a un lado, así que las enumeraré;
Antigua ha sido destruida. La Ciudadela ha sido destruida. La familia Hightower, mi familia antes de hacerme Maestre, la protectora de nuestra orden, todos los Archimaestres y el Senescal, los novicios, los acólitos y decenas de Maestres… Todos están muertos. Tal vez alguno se mantenga con vida y haya sido tomado como esclavo, no sé qué si ello me consuela.
El motivo de que me haya puesto en contacto con vosotros es simple: nuestra Orden está viviendo el peor momento desde su fundación.
Gran parte del conocimiento que habíamos acumulado durante los siglos ha sido arrasado. Hombres muy ilustres han sido asesinados y el conocimiento que tenían se ha perdido. Ya no tenemos un asentamiento desde el que administrar la Orden, en el que estudiar, donde formar a las nuevas generaciones que nos tendrán que suceder.
La situación no podría ser peor… Y es que no sólo nosotros vivimos tiempos oscuros: todo poniente se encuentra al borde de una guerra… Y sin nuestra guía y sabiduría la muerte de la Reina Daenerys será la primera de cientos de millares…
Esta situación es crítica, el futuro de los Maestres pende de un hilo: nuestra responsabilidad es remendarlo y resurgir.
Os he escrito no para lamentarnos, sino para propiciar una solución que de un cambio de timón a nuestra situación. Debemos movilizarnos y comenzar a caminar hacia la recuperación de la Orden, o nos encontraremos con que la guerra, nuestra vejez, y la llegada del invierno terminen por matar a nuestra orden.
Mi propuesta es tan sencilla como compleja: quiero que convoquemos un gran concilio de Maestres.
Acudir todos los Maestres que podamos a un lugar y decidamos qué hacemos con la orden. Que veamos en qué lugar podríamos volver a asentar nuestra Orden, quienes deberán abandonar sus castillos o ciudades y empezar a formar a los futuros Maestres… Planear en definitiva nuestro resurgimiento.
Los que no puedan viajar, que manden cuervos con sus pensamientos y cedan su voto a alguien de su confianza… Que ninguna voz deje de oírse.
Os propongo invitar también a un representante de las Grandes Casas. Que puedan darnos su opinión y que podamos formularles peticiones… Actualmente necesitamos su apoyo, sin ellos el concilio no podrá celebrarse.
Os escribo porque quiero que compartáis conmigo vuestras impresiones sobre el concilio, y para que me ayudéis y planteemos lo planteemos como un grupo, no como si yo personalmente lo hubiera convocado, pues esa no es ni mi intención ni mi potestad.…
Es urgente y muy necesario que planteéis una respuesta. Tan pronto la recibáis escribidme a Colina Fantasma. Os devolveré un documento con un resumen de vuestras reflexiones y, si así lo creemos conveniente, una serie de decisiones por tomar y de acciones por realizar.
Partiré en pocos días a Desembarco del Rey, uniros a mí en la ciudad quienes podáis. Los que no puedan les mantendremos informados con cuervos. Debemos celebrar el concilio lo antes posible, ojalá sea antes de que estalle la guerra… Ojalá que no estalle nunca.
Garth
Le hubiera metido un tipo de letra un poco más majo... pero este editor no te lo permite =)
PD: imagino que se la mandarás al otro pj maestre de la partida y a "virtuales" maestres. Si eso avisa
Si, las cartas van a ser mandadas en breve, ya te diré que ocurre con las respuestas.
¿Garth va con Valena a Desembarco del Rey verdad?
Sí sí, vamos juntos.
(Perdona el retraso, vi los mensajes el viernes pero el finde ha sido movido)