Los casi treinta miembros de la comitiva salís del pequeño pueblo cercano a Seto de Piedra tras una jornada de descanso en buenas camas y con comida caliente. Los ánimos de todos, con excepción de tu prisionera, están altos pues a la noche de descanso se le une la cercanía de vuestro objetivo y el tiempo de viaje sin percances. Tal vez sean los Siete, que guían vuestro camino, o puede que sea solo suerte.
Sin embargo parece que, como todo viaje, el vuestro tiene sus percances. En un pequeño sendero secundario sois asaltados por un grupo de cinco hombres que os cierran el camino. Su aspecto, desaliñado y sucio, los hace amenazantes, al igual que las armas que llevan en sus manos.
Dadnos todos vuestros peniques y podréis seguir vuestro camino. No queremos problemas pero necesitamos comer -os amenaza uno de los bandidos, apoyándose en su espada.
Tirada oculta
Motivo: Viaje
Tirada: 1d20
Resultado: 5
Tirada oculta
Motivo: Problemas
Tirada: 1d6
Resultado: 1
Tirada oculta
Motivo: Número de dados de 3
Tirada: 1d6
Resultado: 3
Tirada oculta
Motivo: Bandidos
Tirada: 3d3
Resultado: 9
Todo perfecto Gaheris. Solo te faltaría tu misión principal de la otra partida, salvar a Ramiel Arryn y detener a su padre.
Miré a los hombres, estaba claro que no eran los típicos bandidos sanguinarios, si no aquellos que se dedicaban al robo por necesidad. Miré al que había hablado, el que parecía ser el jefe, y le hice una contraoferta:
- ¿Y si en lugar de robarnos, os damos un trabajo a cambio de comida?. Este grupo está formado casi exclusivamente por peregrinos, que necesitan gente que les proteja hasta su destino. Estoy seguro de que no les importarán compartir sus provisiones y, una vez que estemos en Nido de Águilas, os doy mi palabra de que se os dará un trabajo en lo que queráis. Es mejor oferta que vivir robando viajeros hasta que alguien venga y os de caza, caballeros...
Miré fijamente al líder, por su porte estaba claro que era un hombre de armas, tal vez un soldado, aunque poseía, por su manera de hablar, de cierto nivel de cultura... Tal vez algún antiguo oficial de alguna casa venido a menos o algo así...
Bueno, eso ya lo daba por hecho, perdona por no ponerlo... Puedes añadirlo, si quieres.
El hombre parece quedarse algo sorprendido ante tus palabras y ordena a sus cuatro hombres que se detengan, mirándoles con una sonrisa en el rostro.
Tras pensárselo unos momentos en los que no para de juguetear con una moneda el hombre mira a vuestro grupo, observando a cada uno de sus miembros -Me parece justo y una buena forma de ganarse la vida en estos tiempos de hostilidad. ¿Cual será nuestro destino?
Tirada oculta
Motivo: Intenciones bribones. 1-3 bienhechores, 4-7 ladrones, 8-10 sádicos
Tirada: 1d10
Resultado: 4
Miré al hombre con una sonrisa amistosa y de compresión:
- Este grupo de peregrinos va a Nido de Águilas, como he dicho, a escuchar la llamada de su fe... Sois bienvenidos a uniros a nosotros y acompañarnos en busca de una vida honrada. ¿Tenéis familias?. Pueden venir con nosotros sin problemas, las esperaremos...
Una vez allí, si se comportaban, podía darles trabajo, como prometí. En tiempos de guerra todas las manos eran pocas y algo me decía que agradecerían tener un trabajo honrado.... Aunque, por supuesto, por precaución, habría que tener un ojo abierto, hasta estar completamente seguro de que podíamos confiar en ellos, ya que debía de segurar el bienestar de esta gente, por mucho que quisiera creer en estos hombres y darles una oportunidad...
Algunos de los compañeros del líder bandido lo miraron extrañado pero este continuó con la conversación -Muchas gracias por todo. La verdad, no tenemos familia o, quien la tiene, no está dispuesto a volver a por ellos con las manos vacías. Partamos pues todos juntos pues los Siete nos sonríen a todos.
- Entonces partamos cuanto antes, ¿como os llamáis, buen señor?. - Pregunté amablemente. En cuanto tuve la ocasión, sin que nadie me viese, le indiqué a mi compañero soldado que debía estar atento, por si los recién llegados intentaban algo, aunque al ver que los peregrinos no tenían nada de valor, dudaba que intentase el esfuerzo, cuando estábamos dispuesto a compartir nuestras posesiones de manera pacífica, solo por que nos acompañaran.
Mi nombre es Julio, señor, y no voy a engañarle, hasta ahora mi nombre solo traía desgracia a quienes me encontrasen pero gracias a vos tal vez pueda cambiar lo que representa -te respondió el bandido. Sus hombres parecían extrañados o confusos pero se notaba que era él quien mandaba.
Te la van a meter Gaheris, no te fíes ni un pelo, mátalos ahora que puedes -te susurra la salvaje, mirando con cierta ira a los bandidos.
Asentí mientras respondía al bandido:
- Me hago cargo, si de verdad queréis cambiar de vida sois bienvenidos. De todas formas no tenemos nada de valor, este grupo está formado por peregrinos, como comprobaréis sin problemas durante el viaje, lo único que tiene de valor es su fe. Aunque la fortuna os puede esperar una vez que lleguemos a nuestro destino, pues es posible que haya trabajo para vosotros, si lo queréis. Si no fuera así, os doy mi palabra de que se os pagará por escoltar a esta gente, pues conozco a personas allí que lo hará...
Luego susurré a Gark al oído, con tono tranquilizador:
- Tranquila, no les voy a dar la espalda, pero pueden ser una ayuda valiosa, si sabemos como manejarlos. Si demuestran ser de fiar, no habrá problemas, y si no, la promesa de dinero hará que se porten como es debido...
Gark soltó un bufido ante tus palabras -Eres demasiado confiado, un error que ha llevado a la muerte a demasiados. Pero no me quejaré, si tan piadoso sois liberadme y dejad que me reúna con mis hermanos montañeses.
Le dediqué a la prisionera una sonrisa sarcástica, mientras mi brazo estrechaba con más fuerza su cintura, mientras le susurraba:
- Oh, pero disfruto mucho de vuestra compañía, hermosa guerrera, y os echaría de menos, y seguro que vos también a mi... Además, todavía tenéis que responder a varias preguntas en cuanto lleguemos a Nido de Águilas...