Partida Rol por web

El Club de Arte incorpora varias disciplinas variadas, y que por ende se reparten en varias aulas provistas con todo lo indispensable. Por un lado se aprecia el aula de música, estancia muy espaciosa y acondicionada con hechizos mágicos para que haya buena calidad de sonido, en la cual existen numerosas filas de bancas y taburetes, una batería y un piano de cola encima de un escenario, así como una pizarra en la pared. La habitación sirve para una mezcla de tanto prácticas vocales como instrumentales, en la que se enseña tanto Música para magos como para muggles. Múltiples vitrinas cerradas mediante encantamiento disponen de todo tipo de instrumentos de cuerda, viento madera, viento metal y percusión. El coro del sapo ensaya encima de una tarima habitualmente, y realiza audiciones en algunos eventos dentro del Gran Comedor, como la selección de casas al inicio de curso o la fiesta de Navidad.

Por otro lado se encuentras el aula de arte, donde se enseña tanto Arte Mágico como Arte Muggle en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Está ubicado en el quinto piso, donde también se encuentran las aulas de Estudios Muggles, Música Muggle y Música Mágica. Tiene seis caballetes, tres pinturas en las paredes, un armario, una mesa, y el pupitre del profesor. Descendiendo una escalera se llega a un taller donde se realizan obras de fina artesanía, ya sea con metal, cerámica, madera u otros elementos.

La verdad había decidido pasarme por el Club de Arte por dos simples razones, una de ellas era que quería reparar el reloj de Alex en la medida de lo posible y no llevarlo en pedazitos por todos lados y la segunda era volver a tocar el piano, lo hacía de vez en cuando mientras Alex trabajaba y había muchas melodías y canciones que me traían muchos recuerdos...

Así que toque en la puerta y pregunte algo tímida al pasar: ¿Se puede...?

La lista de los talleres y clubes se había publicado no hacia mucho pero Ginevra había olvidado anotarse, así que ahora esperaba que el profesor Flitwick la aceptara en el club de canto, ahí esperaba poder mejorar en su técnica y que pudiera revisar sus canciones, aunque eran pocas y algo infantiles, por eso tampoco las había mostrado a nadie. 

Caminó hasta encontrar el salón donde se llevaría a cabo la clase, encontrándose en la puerta a una tejona de su mismo año, a la que no había visto más allá de vista en el comedor, Ginevra se puso detrás de ella pues Anastasia había tocado ya a la puerta, solo quedaba esperar que abrieran, Si Anastasia se giraba hacia ella al notar su presencia, recibiría un silente saludo, en donde movería sus cejas hacia arriba y le sonreía.

Estaba esperando a oír alguien de dentro del Club que abriera la puerta y mientras esperaba notaba una presencia detrás de mi, en cuanto me giro, me encuentro con una alumna bastante hermosa y aunque no era mi intención pego un pequeño brinco por el susto ya que no esperaba a nadie detrás de mi. 

- Disculpa... - digo mientras miro su cara ya que no me sonaba para nada, ¿nos habíamos encontrado antes en algún sitio? la verdad es que me sonaba su cara pero no podía recordar bien de donde fue entonces mientras la miraba que mi mirada se paró en el escudo de su uniforme, ¿una Slytherin? por un momento un escalofrío me recorrió la espalda y la miré friamente, ''Anastasia recuerda la última vez que malinterpretaste a una Slytherin'' me dije a mi misma.- ...esto... ¿vienes a este club?

Anastasia vería a su compañera de año perfectamente vestida, con su cabello peinado, llevaba una trenza lateral que descansaba con gracia sobre su hombro derecho, un pequeño flequillo cubría su frente por el lado derecho. Su uniforme estaba limpio, no había ninguna arruga ni mancha, menos en su capa, mientras que su corbata estaba perfectamente puesta en su sitio, todo en ella estaba ordenado y era imposible que no se buscase ese efecto de perfección y pulcritud, incluso usaba un poco de brillo en los labios para resaltar el color cereza de ellos. La niña la miró detenidamente, pero era imposible determinar cual era la intencionalidad de aquella mirada, de hecho, era complemente neutra, incluso cuando Anastasia había pegado ese respingón cuando la encontró atrás de ella.

— así es, ¿cantas? — preguntó rápidamente ahora tomando la delantera y poniendose ante la puerta. Olía a jazmines, y si Anastasia estuvo presente en la competencia por los puestos de Quidditch recordaría a la rubia, la que ahora era la capitana del equipo de Slytherin y la más joven en la historia en ocupar ese puesto, también recordaría que los chicos del equipo a los que ella y sus compañeras desplazaron, intentaron agredirla armándose un pequeño conato entre varios alumnos que salieron a defenderla. 

— Soy Ginevra Carrow, creo que no nos habíamos encontrado antes, un placer — se giró hacia la chica y le tendió la mano, a pesar de su educación, estos modos no dejaban de ser estrictamente protocolares y por lo mismo, poco cálidos. Carrow, ese era otro aspecto que Anastasia podría tener en consideración su conocía en algo ese apellido, ¿esta chica tendría algo que ver con Alecto y Amycus Carrow, los mortifagos prófugos por más de 10 años?.

La verdad es que la chica iba directa al grano, acepto la mano que se le ofrecía y sonrió ligeramente ya que no sabía muy bien por donde iba esta chica.- Solía cantar pero mi especialidad es tocar el piano, ¿y tu? - la verdad es que a Anastasia no le impresionaba ni su apariencia ni la forma en que vestía así que la trataba como a cualquier otra persona cuando la conocían. 

Apretó su mano firmemente durante un instante para luego soltársela en cuanto escucho su apellido ¿Carrow?¿es posible que la conociera de algún sitio mas que no fuera Hogwarts? Imposible, imposible... sería mucha coincidencia...- Yo soy Anastasia, Anastasia Born, lo mismo digo...- digo dudando en lo último ya que esperaba que así fuera, no era su deseo enfrentarse a otro alumno de Slytherin y complicar su estadía en Hogwarts para ella sería mejor ser lo más invisible posible. 

Cuando dijo su nombre se dio cuenta que era la chica de la que comentaban y que era una busca pleitos, Ginevra se mantuvo serena, sin embargo, no era de aquellas personas que levantaba necesariamente batallas ajenas, y menos si no estaba segura que la chica era alguna especie de fanática o activista. 

— yo, canto, bueno, quiero mejorar en eso, la verdad — respondió sin muchos rodeos, también componía, pero no creía que eso fuese digno de mención, le faltaba mucho para poder componer algo realmente bueno además, tampoco haría mucha mención al piano, adoraba su sonido, pero sus clases de piano no catalogaban como que supiese, era más diestra con la guitarra, aunque su madre odiaba que fuese tan pueril para los instrumentos. 

 Se hizo un silencio entre las dos, pero Ginevra no retomaría la palabra, miraba a la puerta esperando que se abriese pronto y poder salir del momento incómodo. 

La verdad es que comenzaba a notar la tensión del ambiente y la verdad estaba tentada por aporrear la puerta y que la abrieran de una vez, se apoyo en la pared al lado de la puerta y mientras en su mente pensaba en ideas para arreglar el reloj no podía evitar mirar a la otra alumna de vez en cuando ya que estar allí en el silencio en mitad de la nada la ponía especialmente nerviosa y no tenía encima ningún libro ni ningún otro objeto que la pudiera entretener hasta que abrieran.

Intentó pensar en lo que sería lo primero que tocara en cuanto pudiera tocar las teclas del piano y como si nada mas existiera, las palmas de su mano se apoyaron en la pared una a cada lado y comenzó a tocar y a tararear lentamente y muy suavemente una melodía que había en su mente, como si en la pared hubieran las teclas invisibles de un piano...

Estaba andando por los pasillos pensando en que podría hacer en el club de arte estaba emocionado por ver qué haríamos en el club pero podía apostar que nadie además de mi se había inscrito después de todo la mayoría estaban emocionados por entrar en el equipo de Quidditch.

Cuando finalmente llegue al salón había dos chicas aunque ninguna me sonaba de nada,por otro lado la chicas se estaban presentando aunque había un poco de tensión después de mirarlas por un momento decidí saludar pero nunca se me ha dado bien hablar con gente tan repentinamente Eh...h-hola soy Francis...¿Están aquí por el club de...arte?.

Aunque tardó en hacerlo quizá un poco más de lo normal, al final la profesora Minerva McGonagall abrió la puerta que daba acceso a las estancias del Club de Arte. El profesor Filius Flitwick estaba con un pequeño grupo de alumnos, a los que estaba ubicando según el registro de voz que tuviesen. Al ser todos niños, no habían muchos muchos graves, por lo que la mayoría eran barítonos y tenores (y a decir verdad, bastante malillos casi todos). Entre las chicas había dos de segundo año, y una de primer año, Slytherin, y muy orgullosa con bastante talento, Pensy Parkinson. También estaba Flora, la mejor amiga de Ginevra, que ya dudaba si la muchacha rubia iría o no al Club.

McGonagall fue la que primero habló...

- Muy bien, jovencitos. Adelante, pasad y no os quedéis en la puerta... Les apremió a pasar al centro de la estancia. Entonces miró a Ginevra, no recordaba que estuviese inscrita. Se que Francis y Anastasia entregaron sus solicitudes pero... ¿Usted no lo hizo, verdad jovencita? Le dijo posando la mirada en la muchacha semiveela. Generalmente no aceptamos a gente fuera de plazo, pero al ser el primer día y ser una alumna de primer año...no lo tendré en consideración. Acérquese a la mesa del fondo, e incríbase antes que nada si quiere participar.

- Anastasia, tengo entendido por su solicitud que tiene alhunas bases con el piano. ¿Le gustaría tocar algo para todos los presentes? Sugirió pillando de improviso a la muchacha de Hufflepuff. Filius Flitwick se encargará del coro y los instrumentos, yo me encargo de las obras de artesanía y la pintura entre otros. Todo es compatible en este Club, y no es obligatorio estar en todo, así que espero que me comentéis claramente en qué estáis interesados antes que nada. ¿Y bien? Minerva podía ser un tanto estricta, pero se notaba que era una excelente profesora y que allí aprenderían muchísimo. ¿Qué tal les iría a los pequeños aprendices?

Me había desconcentrado en el mismo momento en que llegó otro alumno presentándose y aunque no me moví de la pared, le respondí: Si, estamos también para el club de Arte, mi nombre es Anastasia Born, encantada...- digo saludándole con la mano.

Fue justo cuando la profesora McGonagall abrió las puertas del Club y comenzó a hablar con los alumnos, en mi caso respondí a lo que se me había consultado.- No tengo ningún problema en tocar, profesora pero... he perdido algo de práctica ya que llevo mas de un año sin tocar las teclas de un piano. Aunque... también estaba interesada en reparar un reloj que por un accidente ha quedado destrozado, ¿cree que se podría hacer algo? - pregunto interesada por si estaba en el sitio correcto

EL silencio continuó por algunos largos minutos, Ginevra miró de reojo los dedos de la chica, como tamborileaba sobre la pared en donde se había colocado, no sabía si estaba nerviosa y estaba practicando  o ambas cosas, pero esos comportamientos un tanto compulsivos eran siempre propios de personalidades nerviosas, como la de su hermana. Ginevra siguió erguida pero con su mirada hacia un costado hasta que llegó Francis, la niña se giró hacia él, era el chico que había visto aquella visión, lo había escuchado en medio de su inconsciencia y tuvo curiosidad de preguntarle qué había visto...

— eh... sip, el club de artes, esperamos que abran la puer... — en eso la puerta se abre, y queda con la palabra en la boca la niña, que entra en el salón en silencio, incluso cuando la profesora le habla y le dice que no se había inscrito, la chica asiente y desvía la mirada hacia donde estaba Flora, ella le sonríe y se encoge de hombros sonrojada, ella había insistido tanto en que se presentara que terminó convenciendo a la niña, y había insistido mucho tras haberla escuchado cantar. Ginevra se apartó hacia donde estaban los registros en donde dejó anotado su nombre y su talento, el canto, no sabía si poner que sabía guitarra y que ayudaba de ella para componer las letras que hacía, aun sentía vergüenza de mostrar eso. 

Una vez terminado eso, Flora le hizo gestos para que se acercara, quizás había hablado con el profesor sobre su voz y por eso la habían dejado entrar a pesar de no haberse inscrito. La rubia más nerviosa que nunca y de ahí su rigidez y su comportamiento tan distante que podría ser leído (y seguramente así sería) de pedantería, se debía a que no sabía si aceptarían su voz. Apretó los dientes un segundo y esperó alguna instrucción, escuchando la voz de los alumnos que cantaban, arrugando el ceño al escuchar algunas notorias notas desafinadas. Quizás no lo haría tan mal, considerando ese antecedente. 

El profesor de Encantamientos se alegró mucho de ver a más alumnos ingresar al Club. Una vez los tres accedieron al lugar, no tardó en ir colocando a Gin y a Francis en medio del coro para hacerles cantar. Gin si había comentado que era lo que quería, pero Francis parecía querer pintar y acceder a la otra sala. Nos obstante, McGonagall sonrió y le empujó a que al menos lo intentase. ¿Y si era su don natural?

- ¡Vamos, vamos! Id pasándoos la letra de la canción, ¡será divertido! Escuchad primero a los de segundo año y después intentarlo, ¿vale? No debería ser muy difícil... Sonrió el docente, mientras los acomodaba en su sitio según la altura y su intuición de cómo modulación la voz. 

La letra de la canción que cantarían, de título "Double Double", rezaba así...

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;
¡Algo maligno se está aproximando!

Pata de rana, ojo de tritón,
Bozo de murciélago y lengua de perro,
Horquilla de sierpe y aguijón de lución,
Ala de lechuza y pata de iguana.

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;
¡Algo maligno se está aproximando!

Hierve y cuece en el calderón,
Filete de víbora cenagosa,
Diente de lobo, escama de dragón,
Momia de bruja, las fauces y la panza.

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;

¡Algo maligno se está aproximando!

- Anastasia, son acordes muy simples, ¿Te importaría intentarlo? Si te ves muy agobiada puede tocar el piano mágico el joven Greengrass. Le indicó a la muchacha, ya preparado y con su varita para dirigir.

Los nervios comían a la chica, y cuando terminó de registrarse, el profesor los hizo pasar rápidamente a la tarima en donde el coro iba a cantar, Ginevra se ubicó en un costado, buscando pasar desapercibida, estaba nerviosa, y aunque Flora buscó por todos los medios de que la chica se sintiera cómoda con lo que estaba haciendo. Ginevra comenzó a cantar, primero solo a marcar las notas, pero luego siguió el ritmo, siendo bastante conservadora en la forma de cantar, hubiera preferido leer la partitura, así sabía con exactitud la nota, pero tendría que confiar en el profesor y su guía. 

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;
¡Algo maligno se está aproximando!

Pata de rana, ojo de tritón,
Bozo de murciélago y lengua de perro,
Horquilla de sierpe y aguijón de lución,
Ala de lechuza y pata de iguana.

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;
¡Algo maligno se está aproximando!

Hierve y cuece en el calderón,
Filete de víbora cenagosa,
Diente de lobo, escama de dragón,
Momia de bruja, las fauces y la panza.

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;

¡Algo maligno se está aproximando!

Al terminar la canción, sabe que no ha hecho un trabajo, de hecho, no ha destacado en nada frente al resto de sus compañeros aunque a lo menos había logrado entonar correctamente las notas.

Jamas me espere que me pusieran a cantar yo esperaba simplemente pintar pero no era un club de pintura sino de arte y ahora todo lo que podía hacer era hacer mi mejor esfuerzo para cantar medianamente bien y no pasar tanta vergüenza,poco antes de empezar a cantar los nervios me carcomían pero no podía dejar que eso me detuviera siempre terminaba arruinando todo por mis nervios,tomé una bocanada de aire y empecé a cantar.

Pata de rana, ojo de tritón,
Bozo de murciélago y lengua de perro,
Horquilla de sierpe y aguijón de lución,
Ala de lechuza y pata de iguana.

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;
¡Algo maligno se está aproximando!

Hierve y cuece en el calderón,
Filete de víbora cenagosa,
Diente de lobo, escama de dragón,
Momia de bruja, las fauces y la panza.

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;

Doble, doble desgracia y aflicción;
Que arda y burbujee el calderón.
Doble, doble desgracia y aflicción;

¡Algo maligno se está aproximando!

Una vez había terminado mire al profesor y a mis compañeras del club esperando ver qué tipo de reacción tenían ni yo mismo sabia que tal había cantado.

La verdad es que hacía bastante que no tocaba pero en cuanto me senté automáticamente mis manos y mis pies se pusieron en su lugar, examiné la partitura mas de una vez fijándome en los cambios de los acordes junto con el tempo. 

En cuanto el profesor comenzó a tocar me concentré en que mis dedos tocaran cada tecla firmemente, aunque en algunas notas podías haberlo suavizado seguí con el mismo tono ya que prefería hacerlo de esa manera a equivocarme en los acordes.

La verdad es que intentaba no pensar lo suficiente ya que siempre que pensaba de mas mis dedos se tropezaban de unos a otros cuando la música comenzó a flotar junto con las voces, parecía que se fueran deformando los acordes pero así mismo era hermoso aunque ninguno llevaba el mismo tempo o incluso algunos cambiaran el tono, era hermoso.

A medida que la canción era interpretada por Anastasia y el resto de aprendices cantaban, Filius Flitwick no podía evitar ir sonriendo complacido. Sabía que habían muchos pequeños cambios que realizar, entonaciones que corregir, tempos que ajustar...pero el resultado final que tenía en mente empezaba a vislumbrarse, y justo al finalizar la última estrofa, aplaudió con entusiasmo, acompañado por Minerva McGonagall, la cual también parecía muy complacida.

- ¡Oh, genial, genial! Creo que tenemos a un nuevo grupo muy competente y que lo hará francamente bien este año... ¡Estoy convencido que el coro del sapo será un enorme éxito este año! ¿No lo cree usted, Minerva? preguntó el profesor Flitwick, levantando la mirada casi en vertical para ver los ojos de la profesora McGonagall. Era realmente sorprendente la diferencia de altura entre ambos docentes. Solo necesito realizar unos pequeños ajustes, ayudarles a mejorar la técnica y dejar que ellos mismos dejen fluir todo ese potencial latente.

- Por supuesto, Filius. Este año han llegado un grupito de aprendices con muchísimo talento, aunque algunos parecen demasiado nerviosos y un tanto avergonzados. ¿No opina lo mismo? Enfatizó la profesora, que era muy perceptiva. Las tres jovencitas del lateral tienen voces muy dulces y suaves pero casi no se les oye, y esos dos muchachitos altos encajarían muy bien en el grupito de barítonos.

- Exactamente, estoy totalmente de acuerdo con usted. Yo me hago cargo...Finalizó Filius, que empezó anmover de aquí para allá a algunos de los pequeños. No sin antes resaltar la magnífica interpretación de Anastasia al piano mágico. Joven Born, me ha gustado mucho su interpretación, y eso que ha tocado la pieza a primera vista. Voy a entregarle un libro de partituras y letras para que pueda practicar siempre que quiera, le ayudaré a mejorar su técnica...

Tras aquella mención, se centró en los pequeños cantantes, y tras varios ajustes de algunos aprendices que ubicó más al fondo o a los laterales, les llegó el turno a Francis, Gin y Flora.

- Joven Lestrange, tiene una voz que hace muchísima sinergia con la voz de Flora, me encantaría que ambos ocupen esta posición más centrada y a la vista de todos. Además, hacen una pareja visual muy atractiva,... si, no hay duda, esta debe ser vuestra posición. Más juntos, por favor, si eso es,... Resultaba evidente que la amiga de Gin estaba ruborizándose, al sentir tan cerca a Francis. La pequeña habia estado mirando varias veces al muchacho de Ravenclaw, y justo al terminar la obra, le había susurrado unas palabras a Gin. Y aquí tenemos a la joven Carrow, de la que no me equivocaría al decir que tienes la voz más dulce y bonita de todas...pero que casi no se te escucha ¿por los nervios tal vez? ¡No seas vergonzosa! Se que tienes muchísimo talento... Por favor, sitúate justo en el centro. Me encantaría que estas líneas más altas de la canción las interpretadas tu sola y que el resto hiciesen los coros. ¿Te ves capaz? Venga, inténtalo, creo que puede quedar maravilloso...