Partida Rol por web

Lara llevó de la mano a su amiga hasta la habitación, incluso le abrió la puerta para que pasara ella primero. - Cuidado con no manchar nada, que luego la tintorería nos saldrá por un pico. - admitía un poco angustiada, hasta que finalmente Daphne logró entrar en el baño.

Se cerró la puerta tras Lara, aunque aún así pudo notar como esta se sentó detrás de ella. Suspiró con gran pesadez. - No estoy acostumbrada a esto Daphne. No sé si me voy a acostumbrar. De donde vengo todos son bastante amables y si alguien se porta mal, le echamos la bronca entre todos... - un leve golpe sonó en la puerta, probablemente era la cabeza de Lara apoyándose contra esta. - Pero aquí el ser imbécil parece ser la norma...

Daphne se había mantenido en silencio todo el camino de ida a la residencia. La cabeza gacha evitando las miradas de los otros estudiantes, lástima que uno no podía agachar el oído también. No había puesto resistencia cuando Lara la sacó de ahí, después de todo ella también habría querido cortar con eso. ¡Pero es que Jack...!

Asintió a los consejos de su compañera y pasó directo al baño, se metió a la tina y se sentó ahí y, escondiendo la cara entre las manos, rompió a llorar en silencio. 

Escuchó el suspiro de Lana y luego sus palabras. ¿En que había estado pensando? Bien podría haber tomado el dinero de Jack y luego haberlo ignorado. Pero ya había sido mucho, primero el hermano de Drea y luego Jack... Tomó aire mientras Lana se confesaba para que su voz no sonará quebrada cuando le contestase. ¿Que ejemplo le estaba dando a ella?

—No... — dudo un poco antes de continuar —No son todos iguales... Pero es que al ser una ciudad más grande ahí muchos más desgraciados por ahí. Y aquí también nos cuidamos entre todos... Ya viste a Terrance y a Thomas y a Renata... Es solo que al ser tan grande estamos más esparcidos y no siempre estamos juntos cuando hay que estarlo. Pero al menos tú estabas ahí... Gracias por sacarme de ahí.

Se secó una lágrima rebelde que se resistió a quedarse en su lugar y comenzó a desvestirse sin sacar la ropa de la tina. Dejaría que el agua se llevará el mal rato. 

—Podrías traerme la toalla por favor, está en el cajón de abajo de mi cajonera... Voy a sacarme esta mugre de encima. 

Quizá tengas razón y simplemente estamos teniendo mala suerte... - comentaba casi en un suspiro. Un leve golpe se volvió a escuchar en la puerta, esta vez seguramente era la mano de Lara, apoyándose para levantarse y coger la toalla.

Abrió la puerta lo justo para que cupiera su mano y le mostró a Daphne la toalla. - Reparto a domicilio... - bromeó, un poco desganada aún.

¿Cómo deberíamos ir a lo de esta noche? ¿Crees que debería arreglarme? - preguntó, cambiando de tema. - La verdad es que casi toda mi ropa es casual, no me gusta mucho ponerme elegante, me parece incómodo, pero no sé si a eventos así la gente se pone más arreglada... Aunque al final es algo que ha montado José, no debería ir gente muy "de alto standing" ¿no?

Dejó que el agua se llevará la mugre y las preocupaciones, la ropa a sus pies quedó empapada así que la estrujó apenas. 

—¿arreglarnos? —preguntó tras cerrar la llave y estrujarse el pelo—, nah, no más que para ir a clases creo yo. Tampoco es que vaya a ser una fiesta formal o algo.

sacó un pie de la tina y lo apoyó en el suelo, haciendo equilibrio se estiró y cogió la toalla de l mano de Lara

—Graacias —dijo con un pequeño esfuerzo y volvió a su lugar, cuando volvió a salir ya tenía la toalla bien ceñida al cuerpo y el pelo tomado con una mano para que no gotease tanto. 

Sacó la ropa de su cajonera, un jeans azul y una remera negra además de la ropa interior. 

—No, yo tampoco creo que vaya gente así como muy elegante. No por nada tanta gente sigue a José. La verdad es que mi tampoco me gusta andar tan arreglada —le guiñó un ojo y le sonrió mientras regresaba con la pila de ropa al baño para terminar de vestirse.

Lara asintió. - ¡Recibido! - empezó entonces a rebuscar entre sus prendas una muda limpia, después de las emociones del día de hoy, mejor cambiarse al menos de camiseta. Mientras estaba en aquello, también se planteó algo. - Oye... Central Park es enorme ¿les digo a Thomas y Terrance de quedar en algún punto en concreto? Podría decirle también a Drea, sé que sois amigas, quizá le haga ilusión venir.

Finalmente sacó una camiseta, bastante similar a la que ya llevaba y simplemente se cambió delante de su compañera sin demasiado pudor, después de todo, vivían juntas. En función de lo que decidiera Daphne, Lara enviaría el mensaje, pero sin embargo, no parecía que hubiera mucho más que hablar, por lo que era un momento fantástico para relajarse antes del espectáculo.

Río ante la subida de ánimo de Lara mientras salía del baño, ya completamente vestida y secándose el pelo con la toalla. Era una chica simple que contagiaba su ánimo a los demás.

—¡Verdad! Buena idea sino nos encontraremos jamás. Se me olvida la magnitud de ese parque. ¿Drea?... —dudó un momento, el incidente con su supuesto hermano aún estaba fresco en su memoria. Pero no iba a desestimar las ideas de Lara—, ¡Claro! Hay que juntarse los que valen la pena ¿Cómo fue que nos llamó Thomas? "Los Pringados"

Rompió a reír, señando así elal rato anterior y dando vuelta de hoja. Solo le quedaba una cosa pendiente.

—Solo una cosa antes de irnos... Aún me debo mi café.

La noche empezó a caer y tras estar listas, tanto Lara como Daphne marcharon a Central Park para ver el espectáculo.

Daphne y Lara llegaron a la residencia de estudiantes, agotadas y de hecho, una de ellas herida. Lara no tardó en ponerse el pijama y echarse en la cama. - Estoy muerta... - admitió, antes de cerrar los ojos y quedarse dormida. Parecía que su mente no daba para más.

Quizá Daphne debería dormir también y prepararse para el próximo día, aunque era libre de ir a otro lugar o usar el móvil, si así lo deseaba.

Daphne observó a Lara caer a la cama y dormirse en menos de cinco minutos con envidia. Quizás fuese el estrés o quizás el café de la comisaría pero le costó un poco más conciliar el sueño. Peor, era muy tarde para escribir a alguien. Volvió a levantarse y  a revisar por enésima vez los pestillos de las ventanas y puertas de la pequeña habitación. Cuando volvía a la cama su vista se posó en el bulto que formaba Lara bajo los cobertores. No podía dejar de pensar en que podría haber querido el asesino de ella. ¿La conocía de algo? Eso era algo seguro... ¿Pero de qué?

Se acostó y cogió nuevamente el móvil y comenzó a buscar algo más de información acerca de los hechos recientes y —miró de reojo a su compañera de cuarto— algo más acerca del lugar de origen de Lara mientras el sueño terminaba de alcanzarla.

Tras la agitada noche, algo de descanso hizo bastante bien. Abriendo los ojos se pudo ver un nuevo amanecer, algo que José Santomé no podía ver, motivo por lo cual todos los vivos debían estar agradecidos.

Debido a los acontecimientos recientes, las clases habían sido canceladas para acudir al evento organizado en la plaza del ayuntamiento, aunque no era obligatorio acudir, por lo que se podía ir a cualquier otro destino, si es que se deseaba salir.

Lara se despertó y se frotó los ojos. - Buenos días Daphne. - dijo con una sonrisa, como era costumbre, pero al levantarse, un leve quejido de dolor profirió de su boca. - Joder... Esperaba que fuera un mal sueño. - suspiró la chica.

Se sentó en el borde de la cama de Daphne, aún con el pijama puesto. - ¿Quieres ir a lo de José? La verdad es que me da algo de mal rollo. - admitió la chica. - Pero tengo un plan si no quieres ir, podríamos ir al cine de Drea e invitar a Kristian, quizá si está más relajado se le escape algo. - parecía convencida con aquél plan. - Aunque si quieres hacer otra cosa, lo entiendo perfectamente.

Daphne la miró a los ojos, intentando buscar alguna respuesta a las dudas que le surgieron durante la noche, pero su móvil no le dio más información de la que ya tenía, más allá de que Lara provenía de un pueblo dedicado a la cosecha, los cultivos y las tareas de la granja en general. La chica le puso una mano encima de la pierna. - ¿Todo bien? Parece que dormiste mal, amiga mía. - le dedicó una sonrisa, mientras entrecerraba un poco los ojos. - Ayer fui un poco egoísta pidiendo que os involucrarais en esto... He entendido que la que debe entender el por qué soy yo, después de todo a la que buscaba era a mí. - suspiró y asintió, sin perder el optimismo. - Así que si quieres hacer cualquier otra cosa o incluso mudarte a otra habitación, lo entenderé.

Daphne observó sin ver a Lara, venía despertando hace poco y aún estaba en es modo zombie característico de aquellos que han pasado la noche dedicado a otros asuntos a otros menesteres aparte de dormir. Terminó de despertar totalmente cuando Lara mencionó lo de irse a otra habitación.

—¿Cómo y dejarte sola? Ni loca... No hasta que averigüe quién está tras todo esto. El asesino mató a José y a Aarón... Por mucho que haya preguntado por ti todos estamos en riesgo hasta que esto se destape.

El resto de la conversación se sucedió a intervalos mientras se duchaba, vestía y tomaban desayuno —un café y algunas galletas—, en la radio del móvil las noticias hacían ruido blanco para acompañarlas. Hasta que el asunto de lss publicaciones contra Drea salió al aire.

—¡Mierda! ¿Oíste? Oh rayos, Drea estará hecha una furia... Parece que al final iremos al cine. Maldita gente, por eso es que no podemos tener cosas bonitas. Imagino que nada de esto pasaba en tu casa ¿No? Seguro mueres de ganas de volver...

Miro hacia el suelo, con cierta pena. - La verdad es que sí lo hecho de menos... Como te dije ayer, todo parece mucho más sencillo allí. Los drones se usan para trabajar y no para complicados asesinatos, a los capullos se les aísla en vez de vanagloriarlos. - volvió su mirada a su compañera de habitación, llena de determinación. - Pero he venido aquí a aprender, no solo de una carrera universitaria, sino del mundo también.

Le puso una mano en el hombro, de hecho parecía que quería abrazarla, pero por alguna razón se cortó y no llegó a hacerlo. - Gracias por seguir a mi lado Daphne. - sacó su móvil del bolsillo. - ¿Le escribes tú a Drea y me encargo yo de Larson? Después de todo sois amigas y creo que tú sabrás que decirle para animarla respecto a lo que ha pasado. - admitió. - ¿Quién habrá orquestado esas difamaciones en contra de ella y su madre? ¿Y por qué?

—Ciertamente es curioso. ¿Estará relacionada con el maldito de la máscara? La madre de Drea es la mujer que salió en las noticias ¿No?  —hizo memoria mientras volvía a mirar el móvil, notó que había recibido un mensaje de Sidney—, eso descarta cualquier motivación política. Osea, para que mandar un mensaje anti-ricos para luego desacreditar a aquellos que te apoyan. Ahhhhhh juro que esto me va a quemar las pocas neuronas que el café me deja vo vivir. Si, si, buena idea... Le voy a escribir de inmediato. Aunque realmente ni idea de qué le voy a decir.

Daphne estuvo un rato trasteando en el celular, la app de noticias que tenía instalada no dejaba de hablar del asunto. #centralpark, #ghostface, #Killtherich. Las etiquetas se amontonaban en los mensajes emergentes.

—hay que ver lo creativos que se ponen los idiotas a veces...

Siguió tipeando, borrando y volviendo a escribir. Finalmente se sintió conforme con algo y lo envío. Respondió el mensaje de Sidney mientras apuntaba lo último de su café y finalmente, tras un momento de duda, le escribió también algo a Scott.

—Ya, estoy lista, mejor escribir aquí que en el metro, luego van y nos roban los teléfonos. ¿Como sigue tu herida? ¿Te has hecho curaciones? Lo que menos queremos es que luego se te infecte. Ah... Estaba pensando ¿Que tal si para las vacaciones me llevas a conocer a tu pueblo? 

Lara dejó el móvil de lado y asintió. - Sí, la misma, al menos por lo que he visto en los perfiles de redes... Pero no parece que tenga nada que ver con el asesino de ayer ¿o sí? - ladeó la cabeza. - La verdad es que no sé en quien confiar, las palabras de Ghostface resuenan en mi cabeza "puede ser cualquiera..." - a pesar de sus palabras, miró con una sonrisa a Daphne. - Menos tú, estuviste conmigo todo el rato y me curaste. - dijo dándose una palmada muy leve en la herida. - Ya está mucho mejor, aún así tengo que tener cuidado de no darme ningún golpe ahí.

Se echó una mano a la barbilla. - Oye Daphne... Preguntas mucho por mi pueblo desde anoche. ¿Crees que tengo algo que ver con todo esto? - inquirió, levemente molesta. Se agarró un brazo y miró al suelo. - La verdad es que estoy tan perdida como tú, no sé por qué me pudo estar buscando anoche Ghostface. - parecía que la insistencia de su amiga le había hecho sentirse como parte de las sospechosas. - Yo... Bueno, creo que me voy a ir adelantando Daphne, me apetece estar sola con mis pensamientos. Larson me dijo que vendrá, así que allí nos vemos. - finalmente se puso su gorra y salió de la habitación, cabizbaja.

—No espera, Lara yo...

Pero la chica ya se había ido. Daphne sintió un nudo en el estómago. En ningún momento había querido hacer sentir mal a su amiga, pero... Era como si cada vez que se mencionaba su casa Lara ponía las defensas... Decidió darle su espacio y la dejo hacer. Aún así volvió al móvil y me escribió un mensaje como para que pensara mientras se juntaban de nuevo. 

Tras escribir iba a salir cuando el móvil volvió a vibrar otra vez. Contestó algo rápido y finalmente se marchó hacia el cine.

Sin dudarlo demasiado y con bastantes ganas de descansar, las tres chicas llegaron al lugar donde solían pasar la mayor parte del tiempo Daphne y Lara, ya fuera estudiando, durmiendo o hablando. - Fiu. - suspiró Lara al ver por fin su habitación. Miró el baño, estaba hecho un desastre, de hecho aún estaban tirada por el suelo su ropa de cuando salió del hospital. - Perdón por el desorden, pero quería reunirme con vosotros cuanto antes...

Caminó hacia su cama y se tiró encima boca abajo, sin si quiera tirarse la gorra. - ¿Sabéis? Mi padre decía que cuando las cosas se ponen duras y difíciles, es cuando empiezas a apreciar los buenos momentos. - ladeó su cabeza, para que las demás la escucharan mejor. - Después de lo de hoy y viendo el alcance que tiene, la de gente que tiene a favor Ghostface... - suspiró. - Lo de Jack...

Se levantó un poco. - ¿Y si es hoy nuestra última noche? Si lo es, me gustaría forjar un bonito recuerdo y disfrutarla al máximo. - al ver tanto a Daphne y a Mindy allí, no pudo evitar sonreír. Hace solo unos días, se odiaban entre ellas, pero aun así, habían logrado apartar sus diferencias, por Lara. No podía sentirse más reconfortada de tener a dos personas en las que confiar en aquél momento. - ¿Ideas para una noche inolvidable?

Mindy se cruzó de brazos y se apoyó en el marco de la puerta de la habitación. Suspiró al ver el baño, pero no pudo evitar sonreír, su casa estaba igual de desordenada. La propuesta de Lara le pareció interesante. - Bueno... Cuando Nichole y yo queríamos pasar una noche inolvidable, solíamos ir a algún sitio, tomar copas y dejar que algún tontito que se dejara llevar por nuestros encantos nos llevara a alguna fiesta loca. - negó con la cabeza.

Pero esa es la vida que he conocido siempre, no sé que hay más allá de eso, quizá algún plan más friki también pueda molar. - alzó las manos. - Sin ofender...

Daphne entro en silencio detrás de Lara y dejó que ella le diese la "bienvenida" a Mindy a su hogar. Supuso que para esta última el modesto departamento no sería mucho más grande que toda su habitación. Hizó un rápido barrido visual sobre el cuarto, la ropa de Lara, después de volver del hospital —Al que no había ido al final— estaba desperdigada por toda la habitación. Un hilillo de culpa le remordió la consciencia, pero en el fondo sabía que la culpa era de Ghostface y sus estúpidos juegos.

—Podríamos pedir una pizza, hay un local al que Lara y yo siempre llamamos, no es tan costoso y la masa es muy crujiente. Vamos que la pizza es como una comida universal, está metida en todos los estratos y grupos sociales. 

Sonrió de lado, le gustaba volver a ver a la Lara relajada, pero no podía olvidar que las había ignorado en el viaje a casa. Su sonrisa se borró un momento y se tensaron sus labios. ¿Que ocultas Lara?

—Ponte cómoda donde puedas Mindy, hay algunas gaseosas en el refrigerador si gustas, hay... Leche... O debería haber al menos. Y creo que había una botella de jugo de naranja... ¿Queda jugo, Lara?

​​​​​​Aún no le decía que sus padres le habían dicho que se fuera lo antes posible a casa. ¿Iría con ella? Estaba casi segura que no. Lara tenía una conexión real con el asesino. Pero no era con Ghostface en si... Algo había pasado entremedio que la instó a actuar. ¿Se contacto contigo Lara? Se volvió a preguntar.

Cogió algunas ropas del cajón, la toalla, e hizo un bulto con ellas y caminó al baño. 

—¡Pido el baño primero! Cinco minutos y se los devuelvo ¿Ok? Necesito sacarme ese olor de encima. Lara... Si pides ante la pizza... Que no tenga nada frito o ahumado... Por favor. 

Dejó que el agua aclarada su cabeza, estaba abarcando mucho y le frustraba no avanzar en nada. Necesitaba resolver un misterio a la vez y el misterio que tenía más cerca era Lara. ¿Que sabía de Lara? 

Venía de afuera... ¿De adónde? 

De una granja, sus padres cultivaban. No estaban separados —segun ella— y vivían con una tía. Drea lo había preguntado por lo que seguramente había sospechado algo. ¿Le habría recordado algo?Pero Scott lo había confirmado. Aún así no podía olvidar lo mucho que se había molestado cuando ella mencionó irse de vacaciones a su granja... ¿Que tanto de eso era verdad? 

Y había reaccionado al nombre de Mui, pero no al de Greenfield. Cuando salió corriendo quería revisar algo.. pero no lo conocía. Le pregunto a Drea por él. Había sospechado de alguien. ¿De alguno de los que estaban presentes? ¿Alguien a quien ya conocía? ¿Quizás alguno de sus parientes compartía el apellido?

Volvió a hacerse la pregunta ¿Que sé de Lara Miller?

Daphne recordó algunas cosas que le había contado Lara, hablaba con mucho entusiasmo de su hogar, la granja Campo Verde. Era una muy pequeña granja que fundaron su padre, su madre y su tía hará algunos años. Lara también le confesó que su tía, no era su tía biológica y además, tenía una relación amorosa tanto con su padre como con su madre, algo que al principio le costó entender, pero viendo que los tres eran felices, decidió no meterse más.

También le pidió encarecidamente que guardara este secreto, ya que era algo que, aunque a día de hoy ya no estaba tan mal visto, prefería en su familia que se mantuviera de puertas para adentro.

Por otra parte, Daphne también pudo observar que Lara tenía una musculatura bastante superior a la media, además de algunas pocas cicatrices, algo que Lara siempre justificó alegando su trabajo en el campo, algo que en parte, tiene sentido.

Además, su compañera de habitación nunca le dijo el nombre de sus familiares, tampoco la localización de la granja. Lo alegó a que la competencia les acosaba, intentando realizar competencia desleal y que por ello, preferían mantener el anonimato lo máximo posible. Aun así, cuando le comentó estas cosas a Daphne, lo dijo de forma que parecía muy sincera... Aunque alguien acostumbrado a mentir, no tendría problemas en fingir sinceridad.

Por último, Lara le comentó que no iban muy bien de dinero, al ser una granja pequeña, por lo que se habían gastado gran parte de sus ahorros en permitirle ir a la universidad, algo que demostró en clase, siendo bastante aplicada, aunque nunca la mejor.

El cambio más notable que ha podido notar Daphne es que, siempre fue bastante reservada y tímida, como cuando se les lanzó en la cafetería Rowdy, pero a medida que ha ido sobreviviendo a Ghostface, parece que ha ido armándose de valor, mostrando una personalidad que parecía bien oculta.