Lianna siguió con su experimentado y en cierto modo tramposo cunnilingus, añadiendo al poco un segundo dedo al trasero. Ambos salían y al entrar, pasaban hasta que la mano no permitía más.

Parecía notar cuando Abigail estaba cerca del clímax, y aflojaba para retrasarlo de forma que el placer duró bastante más de lo que quizá pudo pensar en un primer momento que aguantaría a aquella lengua y aquellos dedos, pero llegó un momento que debería parar si no quería que el clímax llegase...

Y en lugar de parar, se empleó a fondo, jadeando y gimiendo, deseando beber de sus fluidos, ya que con su boca le cubría por completo el coñito, y pocos recovecos de su privacidad quedaban sin estar estimulados por aquella tremenda lengua.

En medio de la ola de placer, sentí una presión en mi trasero y como este se abría un poco mas para recibir otro de los juguetones dedos de Pyre.

Con cada arremetida suya mis piernas temblaban como una hoja y mis jadeos que la acompañaban crecían, amortiguados por la ropa que en mi boca mordía para no montar un escándalo.

- Mmm....  Aaahhh.. UuuUHhhh... ¡ AAAAAHHHHH!- Llegado un punto ya no me pude aguantar y una sacudida de éxtasis me recorrió el espinazo hasta el punto casi de desfallecer. Exhausta y relajada bajé la mirada asomando la nariz de la manta y allí seguía el rostro extraño de Pyre, cuya boca empapada por mis fluidos parecía disfrutar abarcando todo mi coñito.

- Que bien me he quedado..- Musité suspirando por lo bajo para mi, aunque las palabras salieron de mi boca finalmente.

Volví a la realidad de que era aquello, el comienzo de una transacción de intereses para tener bajo control al astado.

- Espero que hayas disfrutado y entendido que mi compromiso tan real como nuestro acuerdo.- Sonreí

Lianna succionó el coñito de Abigail mientras removía los dedos del trasero durante lo que duró el clímax de la capitana. Una vez hubo terminado, la liberó de los dedos y su larga lengua fue saliendo muy lentamente mientras la penetrante mirada de la "elfa" se clavaba en los ojos de Abigail.

Mmm.... Paladeó su sabor, sonriente, y se mordió el labio inferior. En algún momento al parecer se había bajado los pantalones de aquella falsa forma, pues con la mano libre se había estado masturbando. Ahora soy yo la que me he quedado con ganas... Ahora mismo lo haría hasta con Ayden...

Siento como la hechicera charlotea menos en mi cabeza, es ahora una presencia molesta que resuena en el fondo, como el susurro del viento entre las ramas.

Estoy sobre la cama desde donde observo lo que parece una esclava o seguidora mortal. De ella me llama la atención el olor de su sexo expuesto lo que me provoca una erección. 

Me incorporo flexionando los músculos  y apretando los dientes luego de sacar la lengua para humedecer los morros. La verga por delante golpea las mejillas de esa orejas puntiagudas. - Ggrrrrrrrrrrrrrrr mMmpffff!!!.- Le reprendo la osadía de provocarme y de un manotazo la tiro contra la cama para volverla. La tomaré para desquitarme y para dar una lección a la humana...

Lianna se sonrió al ver la forma de Tazar, y se relamió viendo el gran miembro del que disponía. Uhh... Menuda herra- El guantazo la pilla por sorpresa, quedando en la cama a merced de la criatura. Viciosa, provocadora hasta lo molesto e intensamente sexual, Pyre abrió las piernas para que doliese lo menos posible.

Tazar... No va a ser necesario ser tan violento... Se relamió con la larguísima lengua sus mejillas élficas, especialmente la que había recibido el golpe. No voy a escaparme... Y con una mano se siguió masturbando, mostrándole el coñito jugoso y lampiño al hombre bestia.

La verborrea de la humana es como el revoleteo de una mosca, la espantas sin inmutarte con la cola.

Con ambas manos la agarro por la cintura con fuerza y la coloco a mi gusto hundiendo mi duro rabo en la pequeña raja que es su coño, sorteando los labios vulvares.

- ¡MmmMpppfffff !!. Resoplo por el esfuerzo de meter algo tan grande en una cavidad tan estrecha. El cuello de esta hembra se me hace corto para alojarme y a pesar de mi fuerza, queda una parte de mi fuera.

AHHH!! El grito de Lianna fue de dolor y placer a la vez, abriendo su coñito para que entrase el enorme miembro del hombre bestia. Se relamió poniendo la mejilla contra la cama.

Mas... Dame... Dámelo todo... Ahhh si! Como un animal!! Su coñito estaba tremendamente estrecho para un miembro tan grande, pero estaba muy excitada y lubricada.

DESPUÉS DEL LABERINTO

Tazar y su grupo van por los pasillos hacia sus estancias. Pyre se va relamiendo y frotando las manos, y Helen un poco bastante callada. Ayden simplemente cumple órdenes.

Al entrar, sus 'prisioneros' están con el collar que les obligará a obedecer, y las manos atadas a la espalda. La muchacha semidrow, de unos quince años, está temblando, y su madre, una drow adulta igual de esbelta y bella, estña a su lado hablándole suavemente en su lengua. Ambas llevan unas ropas que dejan muy poquito a la imaginación. Un sergal blanco, a primera vista un hombre lobo, se encuentra en la misma situación, con unos simples pantalones cortos.

Xellyn habó a Tazar.
Escuchia... Io harré lo que quierras, perro deha a Sue librre, te lo rruego. Dijo inclinando la cabeza.

 Pyre se acercó y le acarició la nuca. Shhh... No te preocupes por tu hijita... aquí todos nos lo vamos a pasar muy bien... ¿Verdad...? Y se acercó a acariciar el muslo de Tazar.

Helen estaba visiblemente incómoda.

Una de mis esclavas tiene el atrevimiento de hablar cuando no se lo he ordenado. Un violento manotazo del revés en la cara  le hará entender quien manda aquí. Tan fuerte que la dobla contra el suelo y le abre el labio.

- Grrrrgfl... F-u-e-ra.. to-dos.- Con esfuerzo digo algunas palabras, de las pocas que se en la lengua común de los hombres y empujo a Pyre de mi lado. Como alfa de la banda son mis juguetes, no quiero mas compañía. El perro puede quedarse a sufrir la humillación de ver lo que les espera a sus hembras.

Solos, agarro a mis esclavas por sus cadenas y las tiro sobre el lecho. - Flhrrggrrgs! ¡Quie-tas.!- Ordeno con brusquedad.

Un pequeño cuchillo ceremonial de Abigail perdido en un lado con sus cosas me sirve para cortar las ropas de la mas madura de las dos. La que no callaba. Estan ambas tendidas una junto a la otra, boca arriba. Mis prisas provocan algunos cortes superficiales en su piel.

Me lanzo sobre ella y mi hocico cubre por completo la mitad de su rostro en un forzado beso que casi la asfixia al tapar también su nariz. Luego de eso me recreo lamiendo toda su piel de arriba abajo para finalmente abrirla de piernas con mis poderosos brazos.

Sin miramientos mi enorme rabo la penetra salvajemente una y otra vez, bajo la atenta mirada del perro y de la hembra joven que llora y gimotea pues sabe que es lo que la espera.

- ¿ Urlf?

Creo escuchar algo del chucho a modo de protesta lo que perturba mi placer. Me separo de la cópula y le rompo la nariz de un duro puñetazo del que no puede defenderse.

Pero no ha sido el.. ¿como?. Es la bruja sigue aquí, en mi cabeza y ..

Cuando quiero darme cuenta vuelvo a tener el picho de metal en mi mano y sin poder controlarme..

- ¡ArGRRGGgg!- Maldita seas Abigail..

Vuelvo a ser yo, la mujer de apariencia frágil y temblorosa que se esconde tras la bestia. Miro mi mano izquierda atravesada por la hoja de mi daga fruto de un acto desesperado por recuperar el control. Saco el metal de mi piel entre lágrimas y escondo la sangrante herida aplicando presión con un jirón de tela de mis propias ropas.

El dolor es atroz, pero peor es la humillación y la vergüenza que siento en estos momentos. Soy incapaz de mirar a quienes hay a mi alrededor, a las mujeres sobre la cama y al hombre lobo apaleado testigo de la violación. No hay palabras para buscar el perdón ni las tendré.

- M-mi deseo p-para el resto de la noche es q-que vayais con Helen a s-su habitación. No habrá m-mas órdenes, ella os cuidará hasta el amanecer.- La voz quebrada apenas audible me tiembla en un hilo de agonía. Solo espero que me hagan caso y se marchen pronto.

El espectáculo empezó con el bofetón. Helen se sobresaltó mientras Pyre sonreía, Ayden parecía un poco sorprendido. Sue chilló que las dejase en paz, y desde luego Terry intentó detenerle, recibiendo otro fuerte golpe. Helen le gritó unas cuantas veces que no lo hiciera mientras Pyre le jaleaba.

La mirada de Tazar fue suficiente para que Helen se callase, aunque sus colas se movían al ritmo de sus desquiciados nervios y se tapaba los ojos para no ver lo que estaba por suceder. Ayden se mantenía firme, aunque algo inquieto dentro de su armadura.

 OH SI! ¡Destrózalas! JAJAJAJA! Se puso en un punto en que no molestase pero pudiera no perder detalle alguno de la escena.

 PARAAA!!! Gritó la chica, subiéndose a Tazar mientras su madre le decía algo en lengua drow, seguramente que estuviera quieta. Un duro golpe fue suficiente para que la muchacha quedase demasiado noqueada como para seguir, llorando mientras veía cómo la bestia destruía la entrepierna de su madre, que no podía evitar gritar de dolor.

La sangre de Xellyn manchaba las sábanas, sus gritos llenaban la estancia, y el llanto de Sue le hacía el coro mientras Pyre se masturbaba con el espectáculo. Helen se dio media vuelta intentando tapar sus cuatro orejas, pero le resultaba imposible. Terry le gritaba insultaba, por lo que a nadie le sorprendió cuando recibió semejante puñetazo.

Sin duda, se sorprendieron mucho más cuando la bestia se acuchilló a si misma y se convirtió en mujer, especialmente para Terry y Sue.

Abigail ordena que queden bajo custodia de Helen, y Sue sube a la cama a sacudir a su madre, que está semiinconsciente y afónica, incapaz de moverse. Le habla en su lengua así que no se entiende lo que dice, pero Helen se acerca a cogerla para llevarla lo antes posible a la habitación.

 ¡NOOOOO!! ¡Ni siquiera se ha corrido una vez!! ¿Porqué!? ¡Vuelve a transformarte! A la chica ni la has tocado!!! Realmente estaba cabreada, le habían cortado el rollo completamente.

 ¡Cállate monstruo! Le gritó, y la cola en púa de Helen apuñaló a Pyre, inyectándole su veneno paralizante. La gaarti lagrimeaba mientras llevaba a Xellyn en brazos.

 La joven se podía mover a pesar del golpetazo y el morado en la cara. ¿Porqué...? Preguntaba a Abigail, entre llantos.

 Terry seguía atado pero se acercó. Sue, vámonos. Venga, vamoss.... La urgía a largarse con Helen cuanto antes.

Ayden tan sólo se acercó a que no hicieran nada a Abigail, y frunció el ceño a Helen por haber apuñalado a Pyre con la cola.

Después del combate 9 (Día 17)

Después de la salvaje y cruel noche que sufieron los sergales de Alek, al terminar el tiempo de poscombate todos aparecieron en la habitación.

Pyre estaba tremendamente contenta, pero los otros dos compañeros mucho menos. Helen incluso estaba pálida... Ambos esperaron ver si de la habitación del capitán salía el cruel ciervo... o Abigail.

Salgo triunfante con mi capa nueva hecha de pelaje de canes, a los que les arranqué la piel de su pellejo asqueroso.

Mi grupo esta para recibirme, algunas caras largas, otras no tanto aunque sinceramente me dan igual. Resoplo buscando algo que comer, aunque contento de no sentir la presencia de la bruja.

- Ya ftlengo ganas de un buen combatle, a ver que nos depara el torneo.- Bebo de un tirón todo el licor, derramando gran parte que se escapa por mi hocico y mancha el suelo.

Pyre se acerca muy sonriente a Tazar, acariciándole los músculos y acercándose mucho a él.
Ha sido una noche realmente magnífica, amo... Confiesa, relajada, feliz... muy satisfecha de haber roto de dolor a ese sergal durante toda la noche.

La próxima la podríamos pasar juntos... será muy, muy divertido, no cree...?