Partida Rol por web

La frase de Zed'Ora hace que Garren la mire, aunque no responde al respecto para no ganarse más gente ofendida.

- A ver si acaba ya esto... -dice al aire, mirando al lugar por el que se ha perdido Betty.

Masumi llamó "celda picadero" a nuestra habitación -Que yo sepa la limpiamos hace nada...- le dije a la ángel. Que yo recuerde la recogimos y ordenamos cuando Bethany vino a vivir con nosotras... de todas formas eso no me parecía lo importante -Y fui yo quien obligué a Linzy a quedarse... si tenías ganas de irte, haberlo dicho...- le terminé diciendo.

Aunque la chica parecía seguir queriendo defender a ese cazador y sus acciones, como si desconocer las consecuencias fuera una excusa -Dudo que él tenga nada contra ti. Pero eso no cambia nada- le dije a la chica seria -Si no lo convierte en alguien malicioso, su acción le hace un puñetero inconsciente irresponsable por ponerte en peligro...- le dije a la chica que trataba de reunir valor para abrir las alas -Me da igual que el no supiera el castigo, eso no quita que hubiera podido ocurrir... ¿pensarías lo mismo que ahora si te llega a pedir algo, ese algo cabrea al Dios y te castigase a ti y no a él?- le pregunté a la chica -Que use a sus compañeras o a si mismo para probar esas cosas, y para eso que gane... ¡Pero no tolero que ninguna de vosotras sea expuesta al peligro así!- le terminé diciendo, muy mosqueada... ¡¿es que acaso no podía entender que toda la razón de mi enfado es que pensé que podría haberlas perdido porque a un estúpido perdedor se le ocurrió forzar las reglas?!

Entonces, el tema de que tratase de ligar con él... -¿De verdad crees que alguien como yo no distingue eso? Me basta con haber visto la hora siguiente a esa charla para saber que le hubiera encantado que fueras tu- le pregunté a la chica y le expliqué... por favor, los hombres son increíblemente fáciles de leer: solo piensan en meterla. Me da igual que ella dijera que no era malo... era un estúpido perdedor de mierda. Entonces, me preguntó eso -Si te hubiese ofrecido beber de esa mierda que no para de meterse en el cuerpo, si, sin duda. Porque no tengo ganas de que te drogues con esa mierda... menos en tu primera vez- le respondí con sinceridad a la chica, girándome a un lado -Si ese no hubiera sido el caso, y quisieras... no, ni me hubiera liado a tiros ni me hubiera quedado a mirar- le comenté a la ángel al final -Que piense que es un mierdas irresponsable y estúpido no significa que debas compartir mi opinión... una cosa es decirte lo mucho que odio que te hayas puesto una mierda de tatuaje además en esas circunstancias; otra bien distinta es querer dirigir tu vida... eso no lo haré nunca, no soy la dueña de ella sino tu- le terminé diciendo a la chica.

Masumi había escuchado a Betty, y parecía dolida aún. Probablemente tenía una docena de respuestas mordaces, sabias o rabiosas rondándole la mente... pero no dijo ni una sola.

Mmmm... tatuajes. Se quedó pensando, y volvió a agacharse... Sin decir para qué, intentó rasgar la manga izquierda de su vestido, sin demasiado éxito.

Mmm.... Se concentró, y sus manos parecieron más las de un hombre fornido que las suyas, a los pocos segundos. Volvió a intentarlo y la rasgó. Sonreía, y volvió a concentrarse... sus manos volvieron a ser delicadas manos de princesa... Y los músculos de su alas parecieron hinchados, más gruesos y saludables. 

Miró a Betty con una enorme y esperanzada sonrisa, llena de luz y felicidad.

Ya discutimos luego... Saltó extendiendo las alas de golpe. ¡¡Ahora voy a volar!!!

El golpe de viento la arrancó del techo sin remedio, y Betty rápidamente se alejó de ella, movida por el tren.

Desgraciadamente, las turbulencias generadas por semejante masa a tal velocidad fueron mucho mayores de las que esperaba, y aunque sus alas fueran fuertes, los vientos la hicieron girar incontroladamente, de forma que acabó estrellada en un árbol cercano a las vías con un sonoro y letal 'crack' de huesos.

Miré con preocupación como la chica no me respondía... ¿que estaría pensando ahora en hacer? ¿Que me diría ahora? Pero no, no me dijo nada, simplemente trató de arrancarse una manga... e hizo más cosas, como ponerse esteroides en la mano y en las alas... desde luego no era algo que hubiera pensado yo... y admito que empecé a sonreir cuando ella lo hizo -Pero que lista eres...- dije en voz baja, no pudiendo evitar alegrarme por ella... y confiar en ella, me hizo bajar la guardia.

Pero entonces, al intentar volar... las cosas salieron justo como me había imaginado al principio -¡Masumi!- le grité mientras veía volar sin control, yendo volando a más no poder hacia ella. Y oh no... ¡se había estrellado y matado! Verla así me destrozó, por mucho que ahora estuviera reviviendo... volé hacia ella, y la abracé fuerte, llorando... se que ahora estaba ilesa... pero haberla visto así me había puesto mala -¡Masumi! Por favor, ¡no vuelvas a darme un susto así en tu vida! ¡LA LOCA SOY YO, NO TU!- le pedí a la chica llorando, no queriendo soltarla mientras me aseguraba de que estaba bien.

Masumi estaba despierta, pero aún no se había levantado del suelo cuando Betty llegó a abrazarla.

Le devolvió el abrazo, con la cabeza y las alas manchadas de sangre, además de los brazos y el pecho. Sin duda se había hecho polvo pero bien. Apretó mucho el abrazo con cariño y sintiéndose mucho más a salvo, más segura.

No me dejes hacer otra vez una imbecilidad como ésa.... Murmuró viendo al tren que se alejaba, y después al paisaje agradable que las rodeaba. Y cuando se le hubo pasado el susto inicial (Pues la muerte había sido tan instantánea que apenas se había enterado) empezó a reír por lo bajo. Jijijijjjjjj.... Menuda hostia.... jiijjjj... Tendrías que verte la cara...

Simplemente alcancé a asentirle a Masumi mientras lloraba cuando dijo que no la volviera a dejar actuar de una forma tan irresponsable, abrazándola con fuerza y acariciando sus cabellos... ahora mismo no me importaba que el tren se fuera sin nosotras... solo me preocupaba ella...

Entonces la chica empezó a reirse... de mi y de mi cara específicamente... y no pude evitar sonreír levemente mientras lloraba -Me alegro de que estés bien...- le dije dejando que apoyara su cabeza sobre mi hombro -Y aunque no salió bien... sniff... eso fue muy inteligente...- le terminé diciendo a la chica.

Gracias... Creo que en otro momento lo volveré a intentar... A lo mejor aún no es el momento de volar

Masumi se acurrucó, apoyando la barbilla en el hombro de Betty y abrazándola con cariño, con mucho cariño, durante laaaaaargo rato, respirando cada vez más tranquila, hasta relajarse.

Entonces murmuró, reacurrucándose más, y acariricando la cabeza y el cabello fantasmal de Betty.

Perdona por las cosas feas que te he dicho antes...

De nada... si quieres que te ayude como hice con Derric... avisame...- le dije a Masumi, diciéndole que tenía mi apoyo y ayuda para la proxima vez -Si seguimos ganando, podemos usar parte del tiempo en entrenarte... ahora que sabemos que podemos hacer esas cosas- le sugerí por si le parecía bien a la chica.

Entonces, mientras se acurrucaba, se disculpó conmigo -Perdona por actuar como una psicópata loca y malvada...- me disculpé yo también con ella, que menos que eso.

Masumi lo pensó un poco. Bueno... No te cansas, ¿No...? Dijo separándose para mirarla al ojo. Podrías llevarme a dar una vuelta por los cielos... y enseñarme Texas desde el aire. ¿Qué te parece?

Cuando me preguntó si no me cansaba y me propuso ese plan... sonreí mientras me apartaba de su lado -Claro...- le dije a la chica mientras me colocaba detrás suya, abrazándola por la cintura -Mientras te llevo, intenta mover tus alas sin que estén así de hinchadas... a ver si así empezamos a trabajarlas un poco- le sugerí a la chica, pues me parecía una buena forma de ejercitar sus músculos mientras le mostraba el paisaje. Una vez bien agarrada, la empezaría a llevar volando por el lugar... le enseñaría el tren desde el aire, el relieve, a ver si había algún pueblo... esas cosas...

Masumi fue practicando, mientras Betty le explicaba algunos lugares, como el río Bravo. Masumi era muy curiosa, preguntaba por todo, y quería probar a distintas alturas y velocidades.

Finalmente, el rato terminó con paz, y un largo y agradable rato entre dos improbablísimas madre e hija...