Partida Rol por web

Yo por mi parte voy cubriendo de besos y lametones el cuerpo de Shina mientras la subes voy quitando las prendas de ropa que todavía tenga encima hasta que nos quedemos las dos completamente desnudas.

En ese momento me tumbaré sobre ella y bajaré para susurrarle algo en el oído antes de empezar a masturbarla con suavidad mientras miro con claro deseo lo que hace el no muerto. La tela todavía permanece algo alzada así que es casi más intuir que saber a ciencia cierta lo que está haciendo, pero me lo puedo imaginar y parece que lo hace con una buena herramienta.

Tengo reservada una magia capaz de provocar orgasmos instantáneos y realmente intensos. Pero esperaré el momento oportuno para usarlo, preciosa le digo a Shona con un mordisquito en su lóbulo.

Uland observaba aquel show privado y empezó a no poder aguantarse mas. La tela iba descendiendo poco a poco y la temperatura subía. Sentía que aquellos pantalones le iban a explotar por lo que decidió desanudarselos y descubrir su miembro completamente erecto. Se empezó a masturbar mirando a las dos mujeres con una sonrisa pícara.

— Vaya, así que me vais a torturar ¿eh? Joder, pensaba que eso era para los que perdían o eso me habían contado — comentó bromeando y tratando de ahogar algún jadeo que le surgía de placer.

Tras escuchar el susurro de Aznabar, a Shina se le escapó una risita pícara y Uland pudo ver cómo le miraba. Ambas jadeaban y sus cuerpos estaban empezando a perlarse con sudor.

Shina estiró un brazo y tiró al suelo la tela, relamiéndose al mirar a Uland, y haciéndole un gesto con el índice para que se uniera.

Oh... No soporto ver a la... gmmmh... La habilidad de Aznabar con los dedos la interumpió. gente sufrir.... Le guiñó un ojo.

Por mi parte no tardo en sustituir mis dedos con mi propia lengua, disfrutando del sabor de la mujer pero al mismo tiempo mirando de vez en cuando para no perderme lo que está pasando.

Veo la tela descender y me muerdo el labio inferior mientras observo como el no muerto aparece con su miembro completamente duro y expuesto.

Me río ante las palabras de Shina antes de volver a su entrepierna para lamerla el clítoris mientras le meto dos dedos. Me gustaría ser capaz de provocarla un organismo tan solo con mi boca y lengua, aunque imagino que será difícil. Pero desde luego que lo voy a intentar.

Resoplando, Uland se levanta del nido de cojines y se acerca como si estuviera hechizado por Shina tuviera que acatar sus ordenes. Al acercarse la besó mientras le acariciaba su melena que tanto le gustaba. Con cierta delicadez, tomó su mano y la acompañó hasta su miembro para que lo ayudara con su particular sufrimiento.

Mientras aprovechó para dedicarle unas caricias a sus pechos que tantas ganas había tenido de tocar desde que la vio desnuda pero aún no había tenido ocasión. Sonreía al verla disfrutar, se lo merecía.

Excitada y cada vez más caliente por las atenciones de Aznabar, Shina cogió el miembro con una amplia sonrisa, y entre gemidos, empezó a lamerlo de abajo arriba, dándole besitos en el glande, y algunos ocasionales chupetones, entrecortados con jadeos de placer.

Umm... Vaya... sí que está duro y a punto... mmm.... Siguió lamiendo, a veces también los testículos, mientras masturbaba muy lentamente, y con la otra mano acariciaba la cabeza de Aznabar, a veces agarrándole el cabello de pura excitación.

Permanezco así durante un rato más, llevándome el sabor de la humana todo lo que puedo, antes de empezar a escalar por su cuerpo.

Una vez llegando arriba comparto con ella los lametones y chupadas sobre el sexo de Uland. La miro y le doy un beso. Adelante, cabalgalé y yo lo haré sublime le digo con un guiño invitando a que ella sea la primera.

Yo mientras tanto me dedicaré a mimar y chupar sus pechos y seguir acariciando su clítoris, guardando el momento cúlmen para cuando vea que se aproximan a su orgasmo.

Suspiró aliviado, se estaba volviendo loco con esos roces y masajes pero ya llevaba un buen rato de inacción. Se recostó en los cojines en posición sentada y alargó sus fuertes brazos para levantar a Shina. La beso en el cuello, en la espalda y en los hombros. Aspiró el aroma de su pelo y se perdió por unos instantes en él.

— Ven aquí arriba, con tu capitán, en el sitio que te mereces.

La sentó a horcajadas encima suyo dándole la cara a Aznabar. Su miembro estaba justo delante de ella tocando con sus partes intimas y sintiendo el roce. Decidió que fueran ellas quienes decidieran en que momento debían iniciar.

Ahora ya en esa posición pasó las manos por detrás para tocar sus pechos y acariciar a Aznabar cuando aparecía a su alcance.

Shina acarició con cariño la nuca y la espalda de Uland mientras él la besaba el cuello, y una vez 'en posición', le miró con una sonrisilla pícara, empezando a frotar su coñito con el miembro del caballero... que no tardó en introducirse, despacio pero profundo, sintiendo cada centímetro, mientras un gemido de placer iba aumentando de volumen. Su coñito ardiente y húmedo señalaba lo mucho que deseaba ella también llegar a ese momento, y se mantuvo al fondo unos segundos antes de empezar a moverse. 

Ummmh..... Qué... rico... Dijo con un jadeo, y acarició las manos de Uland y el cuerpo de Aznabar, besándola cuando la postura y la respiración ansiosa y caliente se lo permitía.

Decido ponerme de tal forma que, si Uland quiere, pueda meter su cabeza entre mis piernas pero sin forzarle a ello. Sé que hay hombres a los que no les gusta hacer ese tipo de cosas, y no me gusta forzar a la gente con nada de lo que hace.

Mientras tanto miro a Shina con una sonrisilla. Ahora les dejaré disfrutar un rato más, esperaré el momento en que más ansiosos parezcan para provocarles esos intensos orgasmos. De momento cierro los ojos para concentrarme en recordar bien las palabras que había que decir.

Sin embargo, una caricia de Shina en mis pechos me hace abrir los ojos e inclinarme hacia delante para buscar sus labios y besarla con pasión y lujuria. Disfruto mucho de las caricias de ambos por todo mi cuerpo, y mis suspiros placenteros se unen a los sus ruidos haciendo un hermoso coro.

Acompañaba los movimientos de Shina con su propia cadera pues le contaba contenerse aunque trataba de que ella decidiera el ritmo, pero si cuerpo buscaba mas y apretaba para que la penetración fuera lo mas profunda posible, buscando el placer de ambos.

— Oh, Shina, sigue así, eres increíble..

De seguida que vio el movimiento de Aznabar no le dio tiempo a la ángel caído de pensar si iba a querer o no, pues enseguida alargó sus brazos para rodear la cadera de ella y acercarla encima de su cara para poder disponer de su coño a placer. Con las dos mujeres encima notaba como su parte mas oscura del alma empezaba a aparecer y a tomar un poco de control sobre él, aunque trataba de bloquearla con su fuerza de voluntad.

— Ven para aquí — dijo mientras se la acercaba y sacaba su lengua en todo su esplendor para empezar a lamerle e introducirle hasta dentro para saborearla lo mas profundo posible. Paseaba su lengua entre sus labios, tratando de alcanzar el clítoris y hasta recorriendola hasta su culo. Teniéndola encima ahora alargó sus brazos para llegar a sus tetas y poderlas acariciar, apretar y sentirlas en sus manos.