Partida Rol por web

El momento había llegado y como se llevaría a Pandora, tenía que hablar algunas cosillas con ella porque del grupo era en quien más confiaba y quizás, le daba un poco más de penita. Por esa razón es que decidió citarla en sus aposentos para tener una conversación seria, una vez cruzó el umbral la invitó a sentarse ya que creía, era conveniente contar un poco de sus planes y tenerla al tanto de las intenciones de su jefa. 

—Pandora, cariño—saludó y le sirvió un poco de vino—. Es importante que estés muy atenta a mis indicaciones, tengo un plan y por muy raro que pueda parecer, es una forma de equilibrar la balanza aquí dentro. 

De repente se volvió más misteriosa, pero no duraría demasiado. 

—Se vendrá un pequeño ajuste de cuentas con Betty, lo haremos en el momento propicio y a mi señal. ¿Quedó claro?

Pandora asintió, firme como siempre, al escuchar a Vidomina.

Necesito conocer el plan Observó. A veces, los simples soldados no necesitaban conocer los pormenores, simplemente esperarían la orden en el momento justo, y otras solo esperaban una señal para actuar como se había previsto, en ese caso necesitaría informarse.

Me gusta como suena el "pequeño ajuste de cuentas", ama.

Vidomina le sonrió. 

—El plan será que vamos a asesinar a Betty y le devolveremos la afrenta—comentó divertida—. Pero un solo detalle, lo haremos bien e intentaremos que sea un "accidente" o "parte de la situación misma"... Hay que bajarle los humos querida, y un buen golpe de disgusto en la mesa para los viejos de este lugar, me parece el plan perfecto para comenzar a tener un poco de peso. 

Luego se acercó y le regaló una dulce caricia en la mejilla. 

—Mi dulce Pandora, hemos sido una escoria por Dragion. Ahora seremos algo más grande, es hora de saldar deudas cariño. 

Pandora sonrió levemente y asintió.

Tengo muchas ganas de vengar a mi amo original. Donde más le duele a esa traidora no es el su propio cuerpo... es en el de su angelita. Si no podemos con ella, la simple posibilidad de que muera permanentemente le causará tal dolor... que será delicioso presenciar.

—Hm... Su angelita, que lindo—comentó divertida—. No tengo nada que me ate, así que le costará meterse conmigo. 

Tenía a Uland, pero su relación era secreta y pensó que no sería un problema a futuro. Tampoco es que había evolucionado aquello, eran socios, amantes, algo que todavía no tenía un nombre pero sí que serviría para mantenerse en pie delante de todos estos.