Zed, espoleada por las palabras de Betty, empezó a dar más caña todavía, entre gemidos de placer cada vez que tocaba fondo.
Aunque Betty no podía verla, la sátiro ponía los ojos en blanco casi cada vez, temblando de placer.
Puede que no pudiese verla, pero conocía tan bien a su amada que casi podía imaginarla, al sentir su excitación, sus estertores de placer, y su polla dura como el hierro hendiendo el trasero como un cuchillo en mantequilla caliente.
jjjjjjjoderr.....! Está... b-buenísimo.... aahhh....! Creo que voy a durar menos de lo que esperaba.... mmmm...! Empezó a ir un poco más despacio para poder aguantar algo más, pero el trasero de Betty la estaba poniendo a doscientos. uoooh.... Qué apretadito....! ggnnhhh....! Si no me gustara tanto, lo dejaría reposar dos semanas más a menudo p-gmmmm....!!! Para sentir cómo me estrujas la polla con él....!!
Oooaaahhh....!
¡Ahhhh... jooooodeeeer...!- gemía de placer mientras que Zed iba cada vez más y más rápida debido a mis palabras, y eso me encantaba pues adoraba sentir como mi novia ponía todas sus energías en darme placer. Lo único que no me gustaba de esa postura era que me impedía ver la hermosa cara de mi novia deformarse en placer entre jadeos... Pero podía imaginármela completamente como si la viera en tercera persona, sintiendo su aliento en mi cuello.
¡Claro que esta buenísimo, tienes el mejor pollón del bosque y yo el mejor culo del Oeste, ahhhhh!- jadearía ininterrumpidamente de puro placer... Aunque iba sintiendo como iba bajando un poco de potencia para aguantar más, diciéndome lo apretadito que estaba -Ahhh... ahhh... cariño...- le diría gimiendo a mi novia... antes de llevar mis manos hacia atrás, buscando darle una doble nalgada a su trasero agarrándoselo -Ah, ah... no te contengas mi vida. Tienes toda la... ah... noche para reventarme el trasero... múltiples veces... todas las veces que quieras... ahhhhh...- dicho esto, haría el esfuerzo de apretar todo lo posible mi trasero asfixiando su miembro dentro de mi -¡Ahhhh, dame con todo cariño! ¡Quiero sentirte al cien por cien!- le terminaría pidiendo... Me daba igual que no aguantara lo que quería; esta noche solo la quería pasar con ella, por lo que quería que no se contuviera ni una vez, y lo diera todo por mi.
Zed se relamió y se detuvo un momento, relamiendo la nuca de Betty, moviendo ligeramente las caderas en redondo.
Ah, si...? ¿Toda la noche...? LLevó sus labios al oído, jadeando ardiente de excitación. Pues olvídate de sentarte...
Y la zumbada que comenzó entonces fue tan apasionada y salvaje como la que más, agarrándola con firmeza para poder empotrar ese miembro duro y vigoroso con todas sus fuerzas y toda la profundidad que era físicamente posible, mientras le gemía ardiente al oído, y chafaba los pechos contra la espalda de la vaquera, cabalgándola a toda velocidad.
Notaría como se detuvo de zumbarme... siendo que mi cuerpo me pedía más, moviendo mi trasero en círculos lo mucho que me podía permitir por el agarre y la inmovilización de piernas de mi novia -Ah... Toda la noche hasta que el cuerpo aguante...- le diría a mi novia con voz dulce y sensual, sonriendo aunque ella no lo viera ante sus palabras -Solo deseo sentarme en un sitio... en esa deliciosa pedazo de poll~¡AAAAAAaaaaah!- le diría a mi novia, antes de verme interrumpida por como empezó a follarme apasionadamente de golpe, salvaje como ella sola sabía darme -¡Ah, ah, ah, hasta el fondo mi vida, hasta el fondoooo... gmmmm... ahhh...!- le diría apretando mis nalgas todo lo que podía para darle placer a mi novia, girando mi rostro esperando que Zed'Ora asomara el suyo sobre mi hombro para poder morrearnos apasionadamente entre gemido y gemido.
Zed siguió dando y gimiendo con energía. Cuando Betty giró la cabeza, la morreó intensamente, sin soltarle los labios mientras se precipitaba cuesta abajo y sin frenos hacia una intensa corrida que no tardó en llegar, conteniendo la boca de Betty el mayor de los gemidos orgásmicos, y la polla conteniendo el semen en aquél prietísimo culo como si fuera un tapón. Zed se removía y apretaba sus pechos contra la vaquera, estremeciéndose de gusto larga y gozosamente...