Partida Rol por web

- Buenas noches, ¿no te gusta con público? -pregunta, divertido- Le estoy presentando a gente a Ves. -indica, tranquilamente- Aunque me estoy planteando quitarle un poquito de tanta paz... -dice, acercándose a ella mientras la sacerdotisa mira el rostro de Rysha¹, la Cazadora con la que se lleva mal, y delante de esa efigie inmóvil (aunque razonablemente bien detallada, no es casual que se odien, tuvieron un lío que no salió bien por los celos de ella hacia sus compañeras) el Cazador le besa la nuca y comienza a tocarle los pechos- Tendría que haber hecho esto delante de ella. -le dice a Vestale, divertido, mientras sigue masajeándola y besándola.

Antes de que la cosa vaya a más, desea que Kaila, Ubleme y Narfi, junto a todo lo que se hayan llevado de paseo, reaparezca en el salón de invitadas.

Uuhh... creo que a éstas alturas ya estarías muerto. Dijo riendo, acariciando las manos que le acariciaban los pechos, echando de vez en cuando un vistazo a la ex amante de Garren. ¿Tiene esa cara de bruja o es como la recuerdas? Jjijiji mmm....

 Finna se acerca a la imagen a mirarla un poco, y luego sonríe acercándose a Vestale, que la mira acelerándose. ¿Lista para una segunda ronda...? Preguntó acariciándole los hombros.

 Y todas las que quieras.... Respiró pesadamente, mordiéndose el labio inferior, rememorando el placer.

 ¡Gracias!

Garren se ríe y replica:

- Un poco de cada, la he visto más con esa cara que con casi ninguna otra... Especialmente se le ponía esa cara al mencionaros a vosotras. -indica, sacándole la lengua, aunque ese desagrado que tenía hacia las dos chicas se había redirigido por completo a Garren cuando se acabó la relación.

No en vano la había mandado al carajo en mitad de un consejo tras una discusión matutina y la enésima mención a las "ubres de sacerdotisa", aunque Syr y ella no estuviesen en ese momento, pero seguro que habían oído de boca de más de uno lo sucedido.

Recordando un detalle que se le había pasado, también desea que todo lo que hayan recolectado y quisieran traerse al salón de invitadas aparezca también allí. Pensando en las algas de Narfi.

Finalmente, se prepara para hacer de alumno aventajado*...

Entre los dos calentaron a Vestale hasta que volvió a estar sobradamente mojada, y entonces Finna la tumbó entre los almohadones, empezando por lamer, besuquear y acariciar la cara interior de los muslos. La sacerdotisa sabía lo que iba después, así que trató de relajarse, sonriente y abriendo las piernas.

La gaarti abrió bien la boca e hincó sus cuatro colmillitos, sin llegar a perforar la piel, alrededor del coño de Vestale. Con una mano le sujetó el vientre, y la otra mano la llevó al monte de Venus de la sacerdotisa.

Entonces siguió con la lengua, metiéndola hasta el mismísimo punto G.
Los movimientos de Vestale se intensificaban con la amenaza del mordisco que nunca llegaba, mientras, a veces, daba algún pellizco en el pubis o estiraba suavemente del vello púbico para provocarle movimientos que aprovechaba para darle mayor placer. La mano en el vientre era simplemente para sujetarla y que no se moviera más de lo debido y pudiera hacerle daño.

Aunque Vestale no podía verla, Finna sonreía satisfecha, y continuaba con su jueguecito. La tensión de los colmillos más los jueguecitos con la mano mantenían el coñito apretado, lo que hacía que la lengua pareciera más grande. Lasciva, juguetona, húmeda, suave y certera, fue moviéndola de un lado a otro, sin abusar del punto G para que nunca se saturase, buscando otros buenos. 

Al ver que la sacerdotisa disfrutaba pero aguantaba sin darse grandes sacudidas, soltó la mano del vientre y empezó a estimular el ano. Al poco empezó a meter dedos en él. Cuando Vestale soltaba aire en un gemido, aprovechaba para aflojar los colmillos y la relajación resultante le servía para seguir introduciendo, hasta que con tiempo y placer metió la mano. Con todo más apretado, ahora la lengua se sentía aún más grande.

Desde detrás, comenzó a jugar con la pared delantera del ano, sumándose a los juegos de la lengua. Finalmente, empezó a presionar algunos puntos con los dedos, al tiempo que lo hacía también desde el lado 'correcto' con la lengua... y la veterana sacerdotisa, que ya llevaba unos cuantos minutos de magistral cunnilingus con masturbación desde el recto, no tardó en disparar una brutal corrida en su boca mientras gritaba de forma descontrolada, loca de placer... Sin importarle o sin ser capaz de contenerlo aunque abajo la fueran a oír claramente. Finna que saboreó a gusto la corrida.

La gaarti separó lentamente la cara del coño de Vestale, relamiéndose y sacando la mano de su trasero despacio. La humedad de la sacerdotisa aún rezumaba por su barbilla cuando la gaarti guiñó un ojo con complicidad y chasqueó los colmillos con fingida ferocidad. Un coñito delicioso... Admitió separándose y sentándose en los almohadones mientras Vestale se reponía. 

La clave está en tocar allá donde no se puede tocar, tanto con la lengua como con las manos... y jugar con la tensión de los colmillitos... Vestale gimió un "Gnh" como de aprobación. Me alegro de que te guste... jejeje.

Miró a Garren de nuevo. ¿Querrás probar tu...? Creo que aún tiene ganas de más... Vestale hizo un gesto de "espera" con la mano, mientras intentaba recobrar el aliento y un pulso medio normal.

El Cazador se dispone a hacer "ensayo y error" hasta que Vestale no pueda más... Y luego con la propia Finna, hasta perfeccionarlo, restableciendo su propio estado con deseos de ser necesario.

Una vez la gaarti lo considere aceptablemente bueno (aunque a su propia manera, porque tiene que usar trucos en vez de colmillos), procederá, tal como ella planteó, a hacerse gaarti y usar el mismo deseo que con Kaila y Ubleme hasta dejarla extasiada, así como a Vestale si se ha repuesto lo suficiente y quiere más.