Partida Rol por web

[Nota del Director: Me he tomado la molestia de poner cada imagen de forma que al clicar en ella aparezca en otra pestaña la imagen en grande del candidato. ¡Te animo a echarles un vistazo! He puesto en la misma línea los combates que incluyen a alguien de los antiguos grupos de Kasenia, Guz, Kaila y Darkness]

Guz empezó a 'absorber' las memorias de una tercera vida en su cabeza. En esta ocasión era Tafiris Tinker, la hija prohibida de un gnomo sirviente y una alquimista e inventora humana en un lugar donde los gnomos son despreciados y mal vistos. Su infancia estuvo marcada por el secretismo, pues debieron hacerla pasar como hija únicamente del gnomo, mientras su madre la daba de mamar en secreto. Finalmente optaron por unos brebajes que la harían crecer más deprisa para que preciese más humana y pudiera integrarse en la sociedad, pero cuando el secreto fue descubierto, padre e hija fueron desterrados. La madre les pudo ayudar desde la distancia, pero no volvió a verla en muchos años. Ahora que su padre murió por edad avanzada, Tafiris no se siente parte de la sociedad humana, pero muchos de los gnomos la rechazan por recordarles a sus amos humanos. Con los conocimientos adquiridos de uno y otro progenitor se construyó una mochila hidráulica con unos puños mecánicos, y se dopó con brebajes alquímicos para empezar a combatir en duelos de gladiadores, donde ganó enormes sumas de dinero. Recuerda haber oído del Torneo del Dios Caído, y la promesa de hacer algunos sueños realidad, y no dudó en acercarse en la fecha requerida. Recuerda incluso el viaje, y de nuevo la subida por la larga escalera hasta el templo y el anfiteatro del primer torneo de compañeros... solo que ahora ella era una de los Compañeros, uno que ni siquiera tenía la plaza asegurada.

Recuerda que un sacerdote les hace pasar, y hay mucha gente extraña en ese lugar, unas cincuenta personas. Les indica que se coloquen en la arena en los puntos marcados con el compañero que se les vaya a ir asignando. Les llamarían por nombre para ir saliendo.

Los equipos empiezan a salir a la arena. Aunque ya hace rato que es de día, as gradas están vacías, ninguno de los competidores está allí. En el palco se ve la figura del comentarista y la del Dios Caído, que mira a su nueva remesa de creaciones expectante.

 Damas y caballeros, en esta primera fase se descartarán a la mitad de los luchadores. El azar designará algunos beneficios aleatorios a algunos de ustedes. Quienes sean derrotados resucitarán, pero deberán marcharse del torneo para no volver. Entre los restantes, cuatro de ellos formarán líder de equipo, con entre tres y cuatro compañeros. Los restantes serán repartidos en otros equipos que ya están en el torneo.

 La primera en entrar fue una elfa muerta viviente, una banshee. Andaba con la gracia de su raza, con la barbilla alta, y colocándose en una de las marcas dobles. Su rival iba a ser Reima, que entró preocupada y mirando a su rival de hito en hito. No parecía tener miedo, mantenía su calma habitual

 La siguiente en entrar era una guerrera fornida y tatuada, que entró con una sonrisa de suficiencia, con su hacha al hombro, cantando una tonadilla grosera.
 Su rival era otra guerrera con armadura pesada. Su carne pálida y sus ojos faltos de vida la marcaban como una muerta viviente. El sol parecía ser una molestia para ella, aunque no la dañaba como tal

 El siguiente en entrar fue otro bárbaro, cubierto con pieles de oso. Dos metros veinte de humano, mirando alrededor con molestia, recolocándose el mandoble a la espalda.
 Su contrincante era un semidragón del color del bronce que caminaba sonriente, balanceando su mazo al hombro, y saludando a los que llegaban quitándose el sombrero con cortesía.

 La siguiente pareja eran un caballero cuya piel parecía estar al rojo vivo y su cabello permanentemente en llamas. Entró devolviendo el saludo al semidragón con una inclinación de cabeza
 Su rival era una especie de mujer pez con un sable y una pistola de mecha al cinto, que devolvió el cortés saludo del hombre en llamas con algo que le hizo poner cara de asco. La pirata se rió de él como resultado

  La siguiente pareja eran la chamán tigre de Kaila y la salvaje guerrera de Kasenia. Ninguna de las dos parecía que fuera a tener compasión de la otra, pero Jacka hacía gestos intimidantes con el puño

  El siguiente en entrar fue un caballero de rubia melena, pulcramente afeitado y peinado, que parecía mirar con curiosidad a sus rivales... Y su rival iba a ser Finna, quien miraba hacia el palco con odio e ira en la mirada, prácticamente 'pasando' de su contrincante. Su respiración estaba acelerada con rabia

 La siguiente en entrar fue una rara especie de demonio femenino, prácticamente desnuda, cuya lengua se movía como la de una serpiente, y miraba a todo el mundo con una cruel sonrisa en los labios
 Y su rival era una tímida dríada de un metro sesenta, que aunque se puso en el lugar que le correspondía, parecía bastante intimidada por su rival, que se reía de su comportamiento. La pobre parecía muy fuera de su elemento.

 El siguiente en llegar, caminando gráctilmente con las manos a la espalda, fue un elfo con un típico traje de marinero, que saludó a la dríada retirándose el sombrero
 Su rival iba a ser el hombre lagarto, tan hinchado y sobremusculado que caminaba con cierta dificultad. Dos metros y medio de músculo que respiraba entrecortado como si algo le doliera perpetuamente, y eso provocase en él una ira que estaba deseando descargar contra alguien.

  La siguiente pareja eran un demonio que solía andar a cuatro patas, de casi cinco metros incluyendo la cola. Sonreía con suficiencia a Guriki, que preparaba, concentrada, su taladro, con expresión de decisión y rabia mal contenida.

 La siguiente en entrar fue una elfa menuda y sonriente, pelirroja, con armas y armadura ligera, además de un arco. Parecía preocupada por su rival...
 Era una mujer giganta de cuatro metros de altura con una larga lanza y una maza corta, que llegó a su lado en un par de zancadas. La giganta parecía tranquila y saludó con cortesía a la elfa, pero eso no la calmó demasiado.

  Alendra, del grupo de Kasenia, caminaba afilando sus espadas y recolocándose la armadura. Se notaba rápidamente quienes llevaban dos semanas luchando por sus vidas y muriendo, pues su rival, una elfa dorada de regio porte y excelente armadura y espada larga, parecía más confiada. No parecía tener ningún miedo de Alendra.

 El siguiente competidor también hacía temblar el suelo. Un gigante de la escarcha de tamaño similar al de la giganta anterior, y a quien dedicó algún insulto en su lengua. A diferencia de la giganta, iba mucho mejor armado.
 Su rival era un semidragón azul de exótica armadura que andaba con la frente alta y andares prácticamente de la nobleza. Saludó al gigante con una corta reverencia y se puso a su lado, erguido y quieto como una estatua.

  El siguiente duelo también contenía a dos de las luchadoras de equipos anteriores. Netblack y Helen preparaban sus armas y se concentraban para el combate. No tenían nada una en contra de la otra, pero sabían que eso no haría vacilar a la otra y lo que estaba en juego para ambas.

  Para el siguiente duelo se enfrentarían un humano bien plantado cargado con una mochila de cachivaches tecnológicos y Ubleme, la otra de las chamanas de Kaila, que tan pronto llegó al lado del muchacho cerró los ojos y empezó a murmurar oraciones con los ojos cerrados. El hombre la miraba extrañado.

 A continuación entró otro guerrero muerto viviente, mirando alrededor en silencio, con movimientos pausados y manteniendo un porte señorial que debió exibir en vida
 Su rival era una muchacha de cuerpo extremadamente esbelto, vestida de blanco y con dos pequeños cuernos en la frente. Sus dedos estaban unidos por las yemas mientras caminaba al lado del muerto viviente. Parecía sumida en sus pensamientos.

 Una mujer de atractivo cuerpo y cuidado maquillaje caminaba con un vestido negro y un libro bajo el brazo hasta su puesto. Miraba a los demás con interés, pero especialmente a quien iba a ser su rival
 Un hombre felino de dos metros diez que no terminaba de erguirse del todo. Parecía habituado a la vida en las tierras salvajes, y al ver a su rival pareció molestarle que no se tratase de un luchador, si no de alguna especie de maga.

 Entonces dijeron el nombre de Tafiris Tinker, que debió salir a la arena y caminar hasta el punto indicado.
 Su rival era un tilflin, o semidemonio, que llevaba el clásico traje de un bardo errante. Tocó algunas notas mientras llegaba, y sonrió a Tafiris, deseándole buena suerte y alabando sus hermosos ojos rojos y su espectacular cabello.

 Una especie de hombre reno, o algo así, hizo aparición, caminando jorobado y refunfuñando. Su equipamiento parecía básico, pero sin duda su poderío físico lo compensaría con creces.
 Su rival era una mujer que cargaba un cinturón lleno de piedrecitas luminosas y un par de varitas. Al mirar a su rival casi se echa a reír, lo que hizo que el hombre bestia bufase.

  Habían salido casi cuarenta luchadores, y el siguiente fue un espadachín con varias espadas a la espalda, que caminaba con agilidad y contento. Detrás de él, Saiko, el ex esclavo de Kaila, preparaba su equipamiento. No había luchado desde hacía tiempo, y se le veía preocupado por el rival que iba a enfrentar.

  La arena estaba prácticamente llena, y el siguiente en entrar fue una mediana cubierta con una piel de lobo blanco, andando como si se hubiese criado entre animales. Seguramente se hubiese llevado bien con la abatida y apenada Miuri, si no tuvieran que matarse en unos pocos minutos.

  Una mujer serpiente y una mujer araña debían ser un espectáculo entretenido, debió pensar el Dios. La Naga de aspecto majestuoso serpenteó hasta el lugar, delante de Greenlight, que saludó a Netblack y parecía consternada todavía.

  La siguiente pareja eran Yria, una de las guerreras de Kasenia, quien parecía contener su rabia y frustración para soltarla en el combate, y una mujer... con anatomía como un demonio, pero de piel blanca y aspecto angelical, que sonrió a Yria pese a no ser correspondida, y mientras esperaba se puso de rodillas y sentándose sobre sus talones a rezar o meditar.

  Un elfo caminaba repasando un libro de magia, casi se diría que distraído, y de hecho se estaba pasando del lugar cuando Elizabeth le dijo dónde era. La muchacha estaba afigida y se la veía nerviosa, pero quien entró a continuación la dejó perpleja

  Elsebeth o estaba menos perpleja. Las dos Elizabeths se quedaron mirándose sin entender nada. Una cosa era parecerse, pero eso era demasiado. Shina, la sacerdotisa de Kasenia, también lo notó, pero estaba demasiado concentrada en el combate que venía como para dejar que la distrajese.

  El último duelo iba a ser entre los dos hombres de los grupos de Kaila y Kasenia. Ambos se dieron la mano con tristeza, Dúrin más preocupado que Varo, y cruzaron breves palabras antes de posicionarse en su sitio.

   Aquel zumbido... aquel cuarto... NADA parecía importarme ya encuanto aquella variante de migraña se filtraba en mi cabeza .... Aghhhhhhhhh... tal que independiente de donde se encontrara mi versión real ... si es que existía... ésta debía de estar vomitando como si no hubiera un mañana a la vez que esas nuevas memorias se fundían a fuego en mi bello cráneo ... mi reino por una sopa...

   Para cuando pude abrir los ojos... un enorme vacío se me coló en el alma a la vez que escuchaba casi en segundo plano la voz de aquel monje de las pruebas ... joder... es que ni siquiera teníamos la opción de elegir... ¡¡ Y así te haces llamar dios del caos Kermen... ¡¿ donde dejas el libre albedrío?!...

   Aún con mis tres variante de experiencia y moralidad estaban trabajando a todo vapor el reconocer figuras dentro del templo era casi una odisea,más cuando...

  Hooooooombre !!! - exclamaba animadamente mientras apuntaba al gigante - espero que hayan diseñado este sitio para que el señor no se sienta excluido... ¡ que así no se disfruta de un buen festival  ! - iba comentando, dejándome llevar por el ambiente ... y para que los de arriba no sospechara de una idiota animada más... , hasta que los nombres fueron resonando por el lugar, la gente se fue moviendo y.... - Hey !, ese es mi nombre !! - y salir caminando hacia el sitio.

  Para cuando llegue a mi zona lo primero en notar fue....

   Tu tampoco lo llevas tan mal - comentaba con cierta picaresa mientras me hacia una idea de con que contaba ​​​​​​... Me siento mucho menos oxidada que cuando iba en el viejo armatoste... - en especial el como combina también con tus doradas.... espera... - saliendo de mi estado relajado a uno más preocupado al notar al esclavo de Kaila ​​​​​​... momento...n... no es solo el... también están sus chamanas... la cazadora... ¿ esas son las arañas?, coño!! Hasta el Hombrezaurio... mientras miraba con mayor detenimiento los emparejamientos, solo para sentir un escalofrío al mirar a...

  Gu....ki...- Callando casi al instante al recordar que un poco más arriba se encontraban dos figuras que podían jodernos vivo ... más cuando esto tiene que ver con los animos del dios Farsante... , aunque ese pensamiento no evitó que el nudo de garganta no se me marcara aún más en cuanto Eli~Eli y Els~Els quedaban tan cerca la una de la otra ... Bueno... c...creo que al menos no nos vamos a topar en esta ronda de descarte... ninguna de ellas va a caer por la mano de otra... espero...

  Lo siento Guapo - reajustando una vez más la mochila - esto se volvió un poco más personal de lo que me gustaría admitir Jijijijiji....

Oh, vaya. Dijo con pesar en la voz. ¿Puedo saber porqué, mi bella dama? ¿Acaso la he ofendido? No era mi intención. Sonrió  e hizo una pequeña reverencia de disculpa.

¿Me permitiría compensarla con una balada?

  Se~cre~to...- a la vez que agitaba de un lado al otro mi dedo índice - Pero... sobre una balada, sería un monstruo si me negara a tal caramelo- para guiñarle el ojo - eso si... evita que sea una treta... -  y afilar ligeramente el semblante - no quisiera volverme la crítica constructiva 

Hahahaha, no se preocupe, las tretas 'malas' quedan para el duelo... Mientras tanto mis artes son sólo para sus oídos...

El hombre empieza a tocar una alegre melodía que poco a poco se va volviendo épica.

Elizabeth procura no mirar mucho a su rival, que sigue sumido en sus pensamientos. Sabe que si confraterniza con él le va a costarle mucho más acabar con él. Parece preocupada por Guriki, y casi por cualquiera a quien conociese de antes.

Guriki ignora los insultos del demonio que está a su lado, y parece perfectamente concentrada salvo las veces que dedica una sonrisa a Elizabeth.

Reima tiene los ojos cerrados, apoyada en su bastón, concentrada en sus poderes, preparándose para el duelo.

Elsebeth se mantuvo firme, repasando mentalmente sus pociones y ungüentos de su mochila, y cambiando algunos de sitio para tenerlos más a mano. Las dos no dejaban de echarse algunas miradas, y finalmente acabaron por empezar a hablar. Al preguntarse los nombres no se mermó su sorpresa, ni mucho menos. 

    Entonces sorprénda~me... - comentaba con el mismo tono cordial, para entonces comenzar a escuchar su melodía y sentir como en bastante tiempo no me relajaba un instante ... sere sincer@... ni la menor idea de cuanto tiempo llevaba en aquel estrambótico sitio...  , aunque por lo mismo, no pude evitar volver a darle una vista a mis compañeras quienes mostraban un evidente semblante de angustia a su manera.

    Y puede que si, que quizas tuviera que cerrar el pico cerrado y dejar que esto fluyera, pero.... joder, eran mi familia independiente de que hubiera un dios o el mismo apocalipsis de por medio me iban a cerrar la boca sin que diera mi opinión al respecto.

    Ameniza el momento muchacho... -mientras trasteaba con mi equipo hasta dar con una especie de amplificador en miniatura - tengo algo en la garganta y creo que queda mejor con un jingle por lo del marketing jijiji - para dejar escapar una ultima risilla, tomar una buena bocanada de aire y comenzar a agitar el asunto.

Tal vez no sea una experta en estos de los ambientes festivos, pero.... ¿ no veo muchas caras largas para ser el dia mas importante de todos los tiempos ?

Que si~que si, que el señor del hábito nos advirtió sobre que solo la mitad puede pasar, pero.... ¿ el presente se debe arruinar solo por que temes al futuro ?, ¡¡ Ja !! , obviamente no... por su puesto que no....  

Mas de alguna vez la vida nos a dado sorpresa muchachos.... ¿ por que tener que recibirla con el peor semblante posible ? y si no te gusto el resultado... pues siempre te puedes quedar con la idea del "me e esforzado y lo e intentado"

Además.... como decía un viejo amigo,  "luego podremos sentarnos en una mesa, recordar esta mierda y reirnos de lo tonto que fuimos jijijijijijijiij"

  Para entonces apagar el aparato, mirar al bardo y dejar escapar una risa totalmente sincera.

   Cual es el puto gusto que tengo por meterme en problemas jijijijiijij.... 

El bardo se puso a tocar, al principio suave, pero al ver que Taf sacaba un altavoz, tocó algo más fuerte para que le prestasen atención.

En general la charla de Taf no hizo demasiado por levantar los ánimos de los que se veían tristes, pero sí llamó la atención sobre ella... Y por supuesto ese estilo tan "GuzTaf" no pasó desapercibido para sus hermanas, que le miraron con mucha más atención.

¡Anímense! Insistió. Hoy algunos de nosotros estaremos más cerca de la Gloria de lo que nunca hemos estado!

 Guriki miró a la nueva Taf, dejando de hacer lo que estaba haciendo, entre incrédula y enfadada, entre sorprendida y aliviada. Le miraba atendiendo a cada detalle, queriendo asegurarse de que no eran solo sus...esperanzas lo que le jugaban una mala pasada.

 Para Eli tampoco pasó desapercibida la llamada de atención, y de una forma similar a Guriki, miraba boquiabierta a Taf, con menos disimulo que su hermana

 Reima levantó una ceja. Había calado a Taf, pues la mirada que le echaba era aquélla de: "Más te vale morir en el duelo porque si no te mato yo, descerebrado"

   No necesitaba ser un vidente, ni los recuerdos y experiencias de tres vidas para sentir al nivel se mi nuca como más de una mirada se quedaba fijada en mi. 

   Jijijiji... - continuando con la carcajada - Sip,esa es la clase de emociones que estaba buscando - para palmear mi rostro buscando concentración y mirar una vez más hacia el bardo - mucha gracias por lo de antes muchacho, ahora me voy tener que esforzar más para que el duelo sea tan épico para que de premio al menos tengas una buena balada Jijijijij - en tono totalmente sincero y con la mirada despejada, dejando en claro para el bardo que no iba en broma lo de jugarme todo por el todo.

Tras una breve espera, les aparecieron distintos equipamientos de mejor calidad para esos duelos a los afortunados. No se le escapó a Guztaf que la gran mayoría eran para luchadores que ya estaban en el torneo

Por favor, vayan por esa puerta. Serán llamados de dos en dos. Tras su combate, el vencedor tendrá que esperar en aquella otra puerta.

Los gladiadores se movieron y entraron por la puerta por la que habían salido, e irían siendo llamados para sus combates. En el palco, la silueta de Sitaara llegaba con paso adolorido y lento, dejándose caer en su sillón al lado de su "padre" como agradeciendo el descanso.

Reima, Guriki y Elizabeth miraban a menudo a Taf, pero procuraban no ser demasiado evidentes pues habían muchos monjes en el lugar para mantener el orden, y podrían notar que pasaba algo raro.

En el primer combate, Varo y Dúrin lucharon duramente. A pesar de los beneficios que le dio el equipamiento nuevo, el gladiador tuvo problemas con la magia ilusoria de Dúrin, que le hacía parecer que estaba donde no era. El gladiador parecía que tendría las de perder, pero finalmente a pesar de muchas heridas, el entrenamiento, el equipamiento y la experiencia superaron a la magia, y el gladiador dio muerte rápida e indolora a su rival en cuanto lo tuvo en el suelo. Sin celebrar la victoria lo más mínimo, Varo se marchó a la otra puerta. El cuerpo de Dúrin, y todos los que vendrían después, quedó tirado en la arena como 'atrezzo' para los demás combates.

Elsebeth se enfrentó a la sacerdotisa de Kasenia, y ésta no tuvo miramiento alguno, lanzándose al ataque con todo lo que tenía. La copia por su parte, lanzó unas cuantas pociones y se tomó otras tantas, pero no dio suficiente guerra a la sacerdotisa de la guerra. Shina remató a la muchacha con un relámpago en el pecho, y aliviada, hizo un gesto de alegría con el puño y se marchó con Varo.

Elizabeth y el mago elfo salieron a la arena sin demasiadas ganas de matar al prójimo, pero la mecánica ya tenía mucha más experiencia en esas lides. Cuando comenzaron, elle lanzó bombas y llamaradas, y él relámpagos y unas cuantas invocaciones y protecciones. Finalmente, al ponerse nervioso el inexperto elfo, la mecánica pudo acercarse y apuñalarle con una sierra mecánica. Elizabeth miró hacia adentro, donde Guriki y Reima celebraban su victoria, algo descompuesta... y se marchó a la salida.

Yria se sentía confiada al ver a aquélla demonia, pero no se iba a relajar tanto como para que le diese ventaja a su rival. El combate comenzó con unas llamaradas blancas de luz muy potente, y cuando llegaron al cuerpo a cuerpo, Yria le colocó varios golpes, pero la demonia era más rápida y luchaba francamente mejor. Aunque Yria dio guerra, fue cuestión de tiempo que la Purificada venciese el duelo. Cuando Yria cayó, se arrodilló un momento junto a ella, la puso en una pose digna y le cerró los ojos mientras musitaba algo, y se fue a la salida, recibiendo los insultos y la ira verbal de Shina.

La naga y la draña Greenlight se prepararon para el combate, que fue breve y cruento. Unos pocos hechizos de viento que revolvieron la arena con fuerza distrajeron a Greenlight e inutilizaron sus redes, y la lanza hizo en resto, atravesándola en varias ocasiones de forma certera y potente. Cuando la draña estuvo muerta en el suelo, la Naga no dedicó ninguna mirada más mientras se marchaba a la salida.

Miuri tenía la cara pintada de forma que sus ojos parecían mucho más grandes, y gritaba con fuerza a la mediana mientras agitaba las armas que le habían dado para el duelo. Su rival veces caminaba a dos y a veces a cuatro patas, y entrechocaba sus guanteletes con garras a menudo. Las dos salvajes se enzarzaron en un duelo salvaje y sangriento. La mediana era un auténtico monstruo, pequeña pero demencialmente mortal, y la gaarti a punto estuvo de ser derrotada, hasta que con un lanzazo de su cola en púa logró ralentizarla lo suficiente como para derribarla. Sin perder un momento, empezó a atizarla con la macana y las colas hasta que estuvo completamente segura que no volvería a moverse. Al verse ganadora, Miuri saltó y gritó hacia sus compañeras, celebrándolo y soltando la adrenalina sobrante. Sus compañeras le corearon y felicitaron entusiasmadas.

El diestro espadachín y Saiko salieron a la arena, y aunque la pose del primero era mucho más experta y Saiko bastante más desgarbado, el duelo fue interesante. El exesclavo de Kaila detuvo y desvió golpes con su escudo. Le costaba acertar a su rival, pero eran más los aciertos de Saiko de chiripa que los del espadachín, ya que iban una y otra vez a la eficaz defensa del compañero de Kaila. Finalmente, Saiko dio un tajo en una pierna que dejó a su rival tambaleándose lo justo para empezar a asaetearle a espadazos hasta que cayó muerto. Aliviadísimo, fue hacia la salida. Miuri no aguantó la alegría y salió a la arena de nuevo a apachurrarle y acompañarle con los vencedores.

El hombre reno a esas alturas le tenía unas ganas terribles a la maga rúnica que le había estado incordiando, así que cuando salieron a la arena, se lanzó a por ella con una rabia tal que reventó el escudo mágico de la mujer. Ésta cayó al suelo, y aunque le tiró algunas piedrecitas que quemaron la piel y la carne de la bestia, la pisoteó y apaleó con una saña y una rabia inusitadas. Cuando la hubo pisoteado y machacado lo suficiente (Concretamente hasta dejar irreconocible su forma, raza o sexo) el Hombre reno se marchó a la salida bufando

El tiflin y Guztaf salieron a la arena, el bardo seguía sonriendo, pero en su mirada había decisión y ánimo de dar un buen combate. Cuando sonó el gong y comenzó el combate, Guz recordó el equipamiento que llevaba en la mochila y se puso protectores acústicos para menguar la magia del hechicero, que quedó sorprendido, gritando si no sería eso trampa. La chavala corrió hacia él y sus puños hidráulicos le asestaron un puñetazo tras otro sin miramientos. Aquellos brazos se movían con enorme agilidad y arreaban unos hostiones dignos de un gólem, asi que siguió asediándolo, hasta que el pobre tiflin dejó caer su espada, demasiado vapuleado como para seguir, y tras un gruñido de dolor cayó muerto. Uno de los golpes le había perforado algún pulmón con una costilla a base de puñetazos metálicos. Después de vencer, sin nadie en la grada que contemplase su victoria, se fue con Elizabeth y los demás ganadores. 

La maga de negro salió junto al hombre felino, y cuando comenzó el duelo, el hombre gato sorprendió con algunos hechizos de protección mientras se lanzaba a por la mujer. No hicieron gran cosa contra la poderosa magia, y la maga le terminó por elevar en el aire, dejándole a su merced mientras unas lanzas hechas de sombra le atravesaban una detrás de otra hasta dejarle hecho un alfiletero flotante. Cuando disipó el hechizo, cayó al suelo y las lanzas no tardaron en disiparse. La maga cerró su libro de hechizos y caminó sin preocuparse de que aún no estuviera muerto del todo.

Cuando salieron a la arena, la maga delgada de los cuernecitos y el guerrero muerto viviente parecían tan distintos que era hasta entretenido de ver. Cuando comenzó el combate, los hechizos de la chica eran invisibles, pero parecían golpear al muerto viviente, que aunque resultaba ralentizado por los porrazos, no terminaba de detenerse o caer, para horror de la hechicera. Cuando llegó a su lado, se dio media vuelta y echó a correr, con la intención de coger distancia. La cosa se hizo bastante larga hasta que la hechicera tropezó con un cadáver mientras miraba hacia atrás, y el caballero aprovechó para darle un único y potente mazazo que atinó en la cadera. Entre alaridos de dolor, recibió un segundo en el vientre que acabó con su vida. El Muerto viviente fue hacia la salida limpiando su mazo.

El mecánico tenía el equipamiento nuevo, y Ubleme otro aún mejor. Cuando salieron, naturaleza y tecnología entraron en combate. Ubleme utilizaba los poderosos amuletos para hacer crecer plantas y zarzas, y el chico las iba quemando y haciendo estallar mientras se acercaba a la gaarti. Cuando llegaron a distancia de cuerpo a cuerpo creyó tener a la mujer a punto de caramelo, pero se encontró con que Ubleme también sabía pelear, y de qué manera. Golpe tras golpe, y recibiendo un par de frascos de ácido en su piel, la gaarti terminó por derribar al hombre y asaetearle con fuerza con la cola somnífera. Estaba dormido cuando Ubleme le dio el remate con la lanza en el pecho, y se marchó con sus compañeras.

Netblack y Helen salieron a la arena. La draña negra sabía que era la última superviviente del grupo de Darkness, así que estaba francamente abatida. Helen tenía listas su espada y escudo, y las dos mujeres se enzarzaron en un combate largo y veloz, que era complicado de seguir por la cantidad de apéndices de combate que utilizaban ambas. A medida que se herían la una a la otra el combate se hacía más lento, pero seguía sin haber una clara ganadora. Netblack había perdido una pata y varias cuchillas, y Helen tenía una cola inutilizada. El combate prosiguió a base de escudo y espada por un lado, con apoyo de la cola, y de algunos hechizos poco afortunados por parte de Netblack, que terminó por recibir un zarpazo de la cola de Helen en el hombro, cerca del cuello. La gaarti, que estaba agotada, usó sus últimas fuerzas para saltar a su altura y usar la fuerza del impulso para atravesarle el pecho con su espada. Las dos cayeron al suelo, y tras asegurarse que no era necesario rematarla, Helen se marchó con un rostro agridulce a la salida

Los siguientes en salir fueron el gigante y el semidragón azul, que vestía una armadura y una espada de exótico aspecto oriental. El gigante parecía más bien un bárbaro de cuatro metros. El semidragón saludó con una reverencia y se puso en guardia esperando la orden de inicio, y el gigante arremetió contra él en cuanto sonó el gong. El mestizo le esquivaba y le daba potentes y rápidos tajos con su espada cada vez que podía. Sabía mantener la distancia y la disciplina que exhibía era asombrosa. El gigante bramó y trató de pisotearle y golpearle como pudo. Tras un poco más de duelo, el mestizo tenía algunos golpes poco serios, pero el gigante estaba agotado y tenía innumerables cortes en las piernas que le hacían aún más lento. Creando y aprovechando una apertura de su rival, el semidragón hizo un giro y le cortó el tendón de detrás de la rodilla, derribándolo casi en el acto. Tras eso, rematarlo fue sencillo y limpio. Doliéndose de algunos golpes, el semidragón azul hizo otra reverencia a su rival y tras limpiar su arma se marchó con el resto de vencedores

Alendra disfrutaba de algo de equipo adicional en su duelo contra la elfa. La elfa hizo unas cuantas filigranas con su arma, centrada su mirada en la de la mujer mientras ambas se tanteaban y se movían alrededor, Alendra con sus dos espadas y su cota de malla nueva, buscando huecos, pero no los encontraban. Entonces empezaron a atacarse ambas haciendo gala de su rapidez. Como dos serpientes, se lanzaban a por su enemiga y regresaban a su posición. Entrechocaban los aceros o los esquivaban, y ocasionalmente alguna recibía una herida de poca importancia. El duelo fue intenso y largo, y la dura armadura de Alendra fue decisiva cuando ambas estaban cansadas. La humana era más lenta pero más resistente que la elfa, pero tenía dos espadas, así que cuando la elfa empezó a mermar su velocidad, con su armadura más ligera solo podía confiar en la longitud de su espada y un descuido de Alendra, pero ese descuido nunca llegaba. Finalmente, la mercenaria acabó por herir la mano de la elfa, que gritó y apartó la mano, descubriendo un lado que Alendra aprovechó para apuñalar. La elfa cogía el brazo de Alendra mirándola a los ojos, boquiabierta, y soltó su espada mientras caía de rodillas. Alendra le apuñaló de nuevo en la clavícula con la otra espada para acabar rápidamente con ella, y aliviada por haber ganado por poco, se fue con el resto.

El siguiente combate tenía una giganta de las nubes y una elfa que parecía mezclar el estilo de combate de Alendra con el físico de la elfa anterior. La chica miró sus espadas y a su rival, como preguntándose qué narices podría hacer con ellas contra la giganta. El duelo fue breve, pues la giganta dejó de lado su lanza y utilizó solo su maza para enfrentarse a la pequeña y escurridiza elfa que la rodeaba esperando poder pillarla por detrás en algún momento, pero la giganta no era tan lenta como parecía. En un intento por acometer las rodillas de la giganta, un mazazo mandó a la elfa a volar, y cayó al suelo ya muerta. Tras asegurarse de que estuviera muerta, le dio unas palmaditas al cadáver con expresión agridulce. Luego la Giganta se marchó con los demás, agachándose para pasar por la puerta

Guriki había recibido unos repuestos de gran calidad para su brazo mecánico y un peto y un casco, y miraba a la enorme mole que se erguía ante ella en la arena. El demonio reía por lo bajo mientras la miraba de pies a cabeza. Cuando el combate empezó, el demonio empezó cargando contra ella. Por mucho taladro que tuviese y por mucha punta de diamante que fuera, no iba a resistir en pie a esa mole. Logró saltar a un lado y la bestia pasó de largo. La tuvo que esquivar dos veces más, haciéndola cabrear con comentarios burlescos, y tras una cuarta pasada, el demonio decidió no cargar más y andar hacia ella. Ahora no servía simplemente saltar a un lado en el momento oportuno, y comenzaron los golpes. Guriki esquivó uno, y recibió otro manotazo que la envió rodando por el suelo, lejos. Sonriendo, aprovechó para lanzarle un garfio que se enganchó en su costado, y lo recogió a toda velocidad, montándose en él. Tuvo que desengancharlo y sujetarse con el brazo biológico para intentar taladrarle la espalda mientras el demonio se agitaba con fuerza. Le hizo varias heridas graves, pero finalmente perdió apoyo y cayó al suelo. El los instantes que estaba aturdida, la criatura llegó a su lado y la agarró de las piernas, levantándola y sacudiéndola dos veces contra el suelo. Guriki estaba en las últimas, y la criatura mordió sus entrañas, escupiéndoselas en la cara tras masticarlas, mientras la orca gritaba en agonía. Después, el Demonio le pisó la cabeza con fuerza y se fue hacia la salida dejando huellas de sangre de una sola pata, relamiéndose.

Ya habian casi 20 cadáveres en el campo cuando salieron el elfo marinero y el hombre lagarto hiperhinchado con el que Guz había experimentado. Gruñía y bufaba, y el elfo se fijaba bien en él, con estudiada pose de duelista. Quizá esperaba que fuese lo bastante lento como para poder jugar al gato y al ratón mientras le pinchaba y cortaba con el sable. Cuando empezó el combate, esa fue la estrategia del elfo. El hombre lagarto era enorme y poderoso, y sus escamas duras, pero aunque no le hacía demasiado daño, parecía estar funcionando y el monstruo ya contaba con numerosas heridas. 
Hasta que se le ocurrió empezar a hacer barridos a la altura correcta. El elfo saltaba hacia atrás o rodaba para esquivarlos, pero finalmente uno de los golpes acertó, y los guerreros pudieron hacerse una idea de la monumental fuerza de la criatura por la distancia a la que voló el elfo. Su brazo izquierdo había sido machacado al punto de quedar colgando del hombro, y por cómo tosía sangre, parece que también le había roto varias costillas. Cuando se acercó al elfo, le miró hacia abajo y tras un par de segundos, le colocó otro mazazo que hundió en el suelo su torso, salpicando elfo en varios metros a la redonda. Como si el dolor se le hubiese aliviado, el Hombre Lagarto se fue a la salida, respirando más tranquilo.

En el siguiente combate salieron la demonia y la tímida dríada. La segunda evitaba acercarse demasiado a ningún cadáver y mucho menos a pisarlos, pero a esas alturas ya era complicado. Cuando comenzó el combate, la dríada, sobresaltada al ver a la demonia correr hacia ella, creó un "domo" de árboles entretejidos alrededor de ella. La demonia, frustrada, empezó a rodearla y a golpear los troncos. Finalmente empezó a prenderles fuego, y la dríada atravesó los troncos, intentando huir. La demonia la persiguió y la alcanzó, empezando por cortarle las manos. La dríada chillaba, y la demonia se regodeó matándola lentamente, disfrutando y haciendo su muerte lenta, horrible y sangrienta. Cuando por fin la pobre dríada murió, le cortó la cabeza y la clavó en una de sus manos cuchilla, saludando a los demás guerreros con ella mientras la agitaba

Finna salió con su pintura de guerra, mirando al caballero rubiales con odio inyectado en la mirada. Tenía equipo nuevo, y no iba a dejar que ese hombre la apartase de sus amigas, así que en cuanto empezó el combate, el caballero izó el escudo mientras movía la espada con sorprendente rapidez. Hizo algunos cortes a las colas de Finna, pero un macanazo al escudo le hizo perder la postura, y empezaron a llegarle cortes de las cuchillas de las colas, mientras la gaarti gritaba con rabia y dolor, como si desquitarlo contra ese hombre le fuera a devolver lo que había perdido. Cada vez más duramente acosado, el hombre acabó por ponerse a la defensiva, y eventualmente terminó cayendo al suelo con una trabanqueta hecha por las colas. Se protegía de los macanazos como podía, incapaz de levantarse, hasta que quedó aturdido y levantó una mano pidiendo misericordia. La gaarti bufó, y aprovechó para rematarlo con un último golpe en la cabeza. Aún rabiosa y con unos cuantos cortes serios, Finna se fue con sus amigas.

Quedaban la última gaarti y la última de las compañeras de Kasenia, y se enfrentarían justo ahora. La gaarti iba pintada a rayas negras, y la bárbara apenas contenía el momento en que saltaría contra ella a hacerla pedacitos con su hacha. Cuando empezó el combate, Jacka se lanzó gritando como una posesa, y aunque Narfi le hizo algunos hechizos, aparentemente no hicieron efecto, poruqe cuando llegó tuvo que defenderse con su lanza y sus colas... y a Jacka no le importaba recibir golpes y cortes con tal de matar a la gaarti. Tras un par de tajos poderosos y rabiosos, Narfi estaba de rodillas en el suelo, tratando de cubrirse con las colar y de mantenerla a raya con la lanza, pero la mercenaria no se detenía y acabó por incrustarle el hacha en la cabeza. La extrajo con un ruido húmedo usando un pie contra su pecho, y luego Jacka se fue con los vencedores, bufando y resoplando, temblando tras el arranque de rabia demente.

El caballero de rostro llameante ya venía mosqueado de oír hablar a la mujer pez pirata. Le estaba diciendo de todo, y nada bonito para hacerle cabrear, y a pesar de que el caballero mantenía la compostura, estaba simple y llanamente hasta las narices de ella. Cuando comenzaron, la pirata resultó ser más rápida de lo que el caballero llameante esperaba, pero le mantuvo un poco el ritmo, hasta que recibió un pisotón que le hizo resbalar. La pirata aprovechó la apertura para apuñalarle un muslo, y desde entonces todo fue cuesta abajo para el caballero, que terminó con numerosos cortes más. Cuando estaba lo bastante lento, la pirata cogió una pistola de mecha con la otra mano, y empezó a apuntarle mientras le hacía bailar y mantenía la distancia con la espada. Era cuestión de tiempo que encontrase el momento para pegarle un tiro, o que lo intentase a través del escudo, así que eso le obligó a atacar, y la mujer pez aprovechó para disparar cuando levantó el brazo de la espada, haciendo que tuviera que soltarlo. Tras eso, acabar con el caballero fue pan comido. La Pirata sonreía con curiosidad viendo cómo se apagaba el fuego de su cabeza, y luego echó el sable al hombro, aún sangrando, y se fue con el resto pisando los cadaveres que poblaban la arena, parándose a escupir en lo que el hombre lagarto había dejado del marinero elfo.

El semidragón de bronce salió con el mazo al hombro, balanceando de un lado a otro los hombros, al lado de su rival cubierto con pieles de oso. El duelo que tuvieron fue bastante corto, porque a pesar de que ambos llevaban un arma a dos manos, las escamas del mestizo le hacían bastante más resistente, y se podía permitir algunos tajos que el humano simplemente debía esquivar o sufrir una grave contusión. A pesar de todo, el bárbaro dio batalla, pero tras varios golpes empezó a toser adolorido y a ser lo bastante lento como para que le entrasen los golpes del semidragón uno tras otro. Los iba parando con el hacha, hasta que ésta se partió, y antes de que pudiera recurrir al puñal, recibió un mazazo en la cadera que le hizo caer al suelo. El siguiente fue en el hombro, y el siguiente en la espalda mientras aún trataba de levantarse. Resoplando aliviado y mirándose las heridas, el semidragón de bronce le remató y se fue con los demás

La penúltima pareja eran la bárbara pelirroja y la caballera muerta viviente, que salieron a la arena mirándose fijamente. La caballera presentó armas como en un duelo formal, saludando a su adversario. La bárbara simplemente sonrió y dijo algo ofensivo mientras daba golpecitos en la hoja de su hacha nueva con la mano. Cuando comenzó el combate se lanzaron una contra la otra con rapidez. La muerta viviente tenía la ventaja de no cansarse ni resentirse de las heridas, y la bárbara (Que muy bárbara sería, pero no era idiota) lo sabía bien, así que se lanzó al ataque con una ferocidad que la caballera no igualaba, aunque sí era más disciplinada y parecía casi igualarle en fuerza física. La bárbara vio que la férrea defensa de la caballera era difícil de superar... así que se lanzó a darle hachazos directamente al escudo, hasta que lo dejó inservible. Había recibido algunos cortes en el proceso, pero para desagrado de la muerta viviente, tuvo que deshacerse de su defensa y seguir el combate tan sólo con la espada y una daga como arma secundaria. La bárbara ya estaba algo cansada, pero empleó sus últimas fuerzas en seguir atacando sin descanso. Finalmente, y con más heridas de las que le hubiera gustado, acabó por plantarle el hacha en el pecho a la caballera, y tirarla al suelo. No la dejó levantarse, y con el puñal de la bota empezó a apuñalarle la cabeza hasta que dejó de moverse. Por si acaso era una treta, la bárbara la apuñaló unas cuantas veces más hasta exponer su cerebro y estar segura de que no se levantaría a su espalda cuando se diese la vuelta para marcharse.

El último duelo fue el de la banshee y Reima. Ambas salieron a la arena plagada de muertos y salpicada de sangre por todas partes. Las dos se sabían poderosas, y la banshee sonreía con crueldad y suficiencia a Reima, quien la observaba con seriedad y severidad. La bruja no pudo evitar mirar el cadáver de Guriki, pero enseguida se centró de nuevo en su rival... y el combate comenzó. Reima invocó el poder del viento, que rugió a su alrededor, en previsión de que la banshee utilizase su grito, pero lo que hizo la elfa muerta viviente fue.... separar sus brazos hacia los lados y al suelo, y levantarlos como si estirase de algo. Las dos docenas de cadáveres empezaron a moverse. Reima, alarmada, empezó a hacer emerger todo tipo de plantas y zarzas que los sujetasen e hiciesen el campo de combate impracticable. Tras esas tablas, la elfa cogió su arco y empezó a disparar, y Reima respondió aumentando el poder del viento que la rodeaba. Ahora la arena volaba como en un amplio tornado, y las flechas de la banshee eran inútiles. La elfa gruñó malhumorada y abriéndose paso a tajos entre la creciente maleza, empezó a cantar, haciendo que las plantas se marchitaran. Parecía que entre el hechizo de viento y las plantas que mantenían a raya a los muertos vivientes, Reima estaba bastante apurada, pero aún pudo alzar el bastón y encenderlo con un brillo anaranjado.
La banshee comenzó a chillar. Por suerte una pantalla protectora evitaba que el chillido afectase a los espectadores, por lo que tenían la curiosa suerte de poder oír en directo el mortífero lamento de una banshee sin ser afectados. Reima pareció resentirse por él, pero el tornado a su alrededor era lo bastante ensordecedor como para mitigarlo. La elfa se seguía acercando, y el bastón de Reima brillaba cada vez con más fuerza. Entonces la batalla empezó a ponerse del lado de la bruja. Los muertos vivientes dejaron de moverse, quizá su tiempo había expirado, y la bruja pudo concentrarse en que las plantas acosasen a la única muerta viviente restante. Aún chillando, se vio superada por las zarzas y enredaderas, mientras al viento rugía con más fuerza. El brillo del bastón casi cegaba, y se acercó para poder tocar a la elfa, que intentaba zafarse. Cuando logró tocarla... Una llamarada propia del mismísimo infierno incineró a la elfa, a las plantas que la sujetaban, y por poco a la propia Reima, que rodó por el suelo para apagar las llamas de su ropa, y luego invocó agua sobre ella para apagar el resto y las llamas que permanecían en su cabello violeta. Aliviada, Reima miró la arena convertida en un caos y conteniendo arcadas y mareos, arrastró los pies hacia el resto de luchadores, revelando lo agotador que había sido el despliegue de poder.

 Bueeeeeeeeeeeeeno!!! Menuda ración de asesinatos, eh!??? Están satisfechos con el espectáculo? Y con los resultados!? Pues espero que si, porque ahora empieza lo bueeeeeeeeeeee-nooooooo!!!

Hicieron salir a los guerreros a la arena, y la pantalla protectora que separaba las gradas de la arena cayó, y los luchadores pudieron ver y oír a la gente que estaba en la grada. Los ocho equipos supervivientes estaban mirándoles, y sin duda eran los responsables de que la mayor parte de los viejos luchadores hubieran tenido 'equipo adicional'

Tamika, si no logras ser líder de equipo, quedarás con el equipo de Gretch Dijo el Comentarista. La bárbara asintió mirando a la semiorca y su curioso grupo.

Vidomina, Lo mismo pero con el equipo de Dragion. La hechicera de negro asintió, no demasiado intimidada por el hecho de que hubiera caballeros negros y una súcubo en su posible grupo.

Reima, con el grupo de Olimpia. Ahí no tienen goblins parlanchines, no te quejarás!!!. La bruja aún no estaba completamente repuesta, pero empezó a subir las escaleras hacia el grupo de la paladina, apoyándose en su bastón.

Finna con Aznabar, Ubleme con Orión. No os preocupéis, esos se juntana a menudo, podréis veros mucho, jejeje... Las dos gaarti subieron las escaleras, ayudando a Reima, aún sorprendidas por cómo se suponía que había pasado esto.

Shina, con el grupo de Betty. Disfruta, cariño. La sacerdotisa se despidió de sus compañeras y también se acercó al grupo que le correspondía

Varo, con Alek. Parece que le has gustado mucho! Hasta ha habido polémica jejeje! Creo que algunos te preferían muerto o algo así....! 

Y Alendra, con el grupo de Garren, que le falta una pelirroja y una morena al muy salidete, jijijiji ya le queda menos para la colección.

Y los demás 'repescados': Saiko, Miuri, Jacka, Helen y Elizabeth, quedáis a la espera de estar en uno de los grupos nuevos que se formen.

Y los otros catorce vencedores... descansad un momento para las siguientes rondas, que decidirán los líderes de equipo. 

     La parte buena de llevar dos vidas con recuerdos de esclavitud, es que era complicado considerar una situación mas mala de lo que alguna vez ya viviste, por lo mismo mientras los vitoreos de los primeros combates comenzaban a caldear el ambiente, al menos en mi rostro no se mostraba mas problemas mas que ese pequeño gesto de estarme arreglando de mas la teñida, como temiendo que por el movimiento mi peto se fuera a correr o el poco maquillaje que llevaba se fuera arruinar.

    Pero eso fue solo el principio, pues una vez nombraron a Els~Els llegar a la arena.... y ver su resultado una amarga puñalada se enterró dentro de mi ser, sintiendo como  cada gramo de aquel avejentado ser que componía mi alma se retorcía en amargura mientras le veía caer sin vida por mano de aquella sacerdotisa, tal que si no fuera por que solo era una parte, lo mas seguro que hubiera entrado en la arena mientras le intentaba limpiar su rostro de muñequita... tal como lo era el de su madre cuando esta tenia su edad.

  .... Perdoname~perdoname~perdoname~perdoname~perdoname~Perdoname.....

....Todo es mi culpa~culpa~culpa~culpa~culpa....

     C...calma Anciano... recuerda que esto es solo un especie de simulación...

L...lo se...

De seguro cuando todo esto ocurra los fantasmas tomaran su cuerpo y....y la lleven a los espacios faltantes....

quizás....

   Y si no.... siempre podemos revivir a nuestra familia a base de deseos...

Hmmmmmm.....

       Tras un rato mas de ver como rostros conocidos y por conocer iban cayendo, mi nombre salia junto el del pintoresco trovador, a quien quizás no le debía de tocar, pero esencialmente fue mi saco de boxeo emocional hasta que toda esa angustia se esfumaba con el ultimo aliento del muchacho...

  L...lo siento.... enserio.... - musitaba mientras me acercaba a sus restos y le cerraba los ojos, para cargarlo hasta llevarlo a uno de los tantos montículos de cadáver y dejarle en una pose algo mas digna que mucho de los otros que han corrido la misma suerte.

    Sin mucho mas que hacer en aquel lugar fui caminando con cierto peso aquellos escalones hasta ver a Eli~Eli y aunque las ganas no me faltaban de cotillear y abrazarle fuerte, simplemente le dedique una sonrisa para dejarme caer en las gradas para ver el resto....

    Guki~Guki.... - musitaba totalmente devastad@ en aquella banqueta mordiéndome muy fuerte mi dedo del cual llegaba hasta caer un hilo muy fino de sangre, pero mas alla de eso nada, por lo que todo grito... lamento.... tristeza y arrepentimiento... se incrustaba en mi ser mientras las tres voces no dejaban de vociferar en mi cabeza....

    Por que ella~Por que ella...

Calma Verde... recuerda que...

    Si si.... lo se~lo se...

   Pero su condición es mas extraña

 Tiene razón... ella es casi un sub~producto de aquel Goblín...

¿ Entonces... ?

   Que una vez salgamos de todo esto... voy a tener que volver a la maldita fabrica...

  No importa si eso significa arruinarle el chiringuito a medio universo.....

Si que se te meten ideas grandes....

Bueno... no se digan que no tienes metas....

Me agradas...

Yo chaparro...

   Quizás una pequeña ola de alivio resoplo frente mío en cuanto vi aquel ultimo enfrentamiento, pues a pesar de los problema aquella bruja del bosque que tantas veces me había juzgado por mis actos... se había echo una vez mas hueco en esta carnaza de pleitesía para Kermen.... ... Al menos tendrás un grupo mas calmado....

   Y quizás también fuera correcto el escuchar la forma en como se estaban distribuyendo los grupos, pero.... una cosa era clara dentro de mi cabeza y las mentes que le habitaban...

Este dia... nuestro corazón se a partido dos veces.... 

Los combates habían terminado, y aunque se había revelado que algunos de los antiguos compañeros volvían con otros grupos, también se supo que Elizabeth quedó pendiente de quedar con algún otro desconocido.

Pero si algo rompía el corazón de Eli era ver el cuerpo destrozado de Guriki. Las lágrimas no paraban de brotar, y a duras penas aguantaba que se le escapase el llanto con fuerza. 

 Betty habló desde las gradas. Eh, ustedes. ¿Si mis dos apuestas han ganado porque solo me he quedado con una de ellas? Si he ganado la apuesta, y creo que Olimpia también ganó las dos, tendríamos derecho a acogerlas en nuestros equipos a ambas. Si los demás nuevos participantes necesitan más aliados para repartirse pueden escoger de quienes perdieron... Pues morir en este torneo es algo bastante relativo como se ha visto- preguntó con seriedad hacía el palco donde estaban el comentarista y el Dios -Y hablando de ellos... ¿Podemos bajar y darles un entierro adecuado a nuestros ex-compañeros? Porque prefiero mil veces darles una despedida digna a que los sigáis manteniendo como decoración macabra o que los "erradiqueis"...

 A la pregunta se Betty, el Comentarista miró al Dios Caído y le preguntó. El Dios pensó brevemente y le habló mientras el comentarista asentía. Después se giró de nuevo a la grada.

Podréis bajar luego a darles el entierro que queráis, tan pronto acabe el torneo. Cada uno de vosotros solo podíais recibir como recompensa un único compañero, suertuda. El resto engrosarán los grupos recién creados, pero eh! Al menos les has salvado de formar parte de la decoración! Juajuajuajua! Ni tan mal, no? Con un poco de suerte, Eli y Miuri acaban en el grupo de... No sé... ¿El hombre lagarto? Tiene pinta de necesitar desesperadamente desahogarse! Jjjjj....!

Elizabeth miró al hombre lagarto y ahora sí rompió a llorar por lo bajo. 
 La demonia blanca se acercó a ella, acariciándole la espalda y consolándola, aunque nadie podría consolarla en ese momento.

       En estos momentos estaba con las manos demasiada atadas para siquiera intentar consolar a alguien, siquiera a mi mism@ y aunque me dolía enserio hasta la idea de que la Vaquera o cualquiera de los otros se hiciera con Eli no me parecía tan mal si con esto les ayudaba a sobrevivir a toda esta masacre de la cual podía llegarme a sentir parte del problema que la genero .. esto lo iba a generar si o si la salida de la gladiadora, pero el involucrar a mi familia fue totalmente mi desproposito de elección.... y todo para que.... tsk....

 -yo ayudaré con los entierros-

Reima llegó ayudada de Finna y Ubleme y se dejó caer pesadamente en el asiento. Miry se sentó a su lado y Karnak al otro. La bruja asintió suspirando, mirando a Elizabeth que estaba llorando en la arena tras mirar por enésima vez lo que había quedado de Guriki tras el combate con el demonio.

Miró a Olimpia y antes de que se marchase le cogió del brazo, y le dijo algo antes de que se marchase.

 Shina llegó con el grupo de Betty, y le hicieron un hueco, pero estaba demasiado nerviosa como para sentarse. Gracias, pero no. Jacka sigue ahí abajo... y a Yria no pudimos ni verla apenas.

 Al menos su rival la trató con respeto. Shina asintió, pero no parecía aliviarla demasiado.

 Tras recibir a Varo en el grupo y cruzar unas palabras con él en voz baja, atiendo a lo dicho por Betty y Olimpia.
Yo también ayudaré con los entierros. Olimpia necesito hablar contigo una vez que esto termine, tal vez te interese,tal vez no. - digo con tranquilidad mientras vuelvo a dirigir mi vista a la arena sin decir nada más.

 Intercambio algunas palabras con Reima y Agnes y luego me dirijo a Alek
-bien, luego hablaremos-
Luego sigo mirando a la arena, concretamente a Elizabeth. Y auynque mi rostro es imperturbable aprieto con fuerza los puños

 Escuché con seriedad al Comentarista hablando en el nombre del Dios... diciendo que si podríamos enterrar los cadáveres. Sobre lo de que podíamos o no hacer, de solo coger a un solo compañero -También dijisteis que podríamos elegir, y no nos habéis dado esa opción; y esa es solo la primera regla que os habéis pasado por la huevera a lo largo del torneo. Por lo que tampoco es que respetéis vuestras reglas a rajatabla...  Y eso sin contar con que si a "alguien" no le hubiera dado el capricho de erradicar a los luchadores que faltan, este torneo no sería necesario para ocupar unos huecos que durarán cuatro días y nos priva a los demás de otras posibles recompensas en otra posible prueba. Ya nos podríais dejar acoger a ambas que hemos ganado por apuestas... o simplemente haber dejado vivos a quienes no estan con nosotros ahora- dije sin duda con mucha frialdad mirando hacia allí... Pues no me lo podía callar, este torneo lo veía como una perdida de tiempo simplemente para rellenar huecos que el dios de mierda no debería haber dejado al matar a nuestros compañeros de pelea.

Escuché a Shina y suspiré... tampoco sabiendo demasiado que decir para animarla. Y luego escuché a Olimpia y asentí -Perfecto... así su "sangre" no habrá sido derramada en vano...- dije al final. Alek también se acercó... lo cual simplemente me causó indiferencia, ni siquiera echando demasiada cuenta a lo que dijo... aunque se quería llevar a Olimpia -Sinceramente si es como la charla que tuviste conmigo en la taberna, dudo que vayas a sacar nada Olimpia...- no pude evitar decir.

En fin... miré una vez más al palco -Si los demás equipos y grupos supuestamente no podemos conseguir ningún compañero más de este torneo secundario, ¿que más podemos hacer aparte de quedarnos y mirar? Porque mirar no me apetece nada... y sinceramente creo que puedo contar con los dedos de la mano quienes disfrutan de ver esto. ¿Podemos hacer algo o que?- pregunté con seriedad. 

 Asentí a Betty.  De entre los caídos en batalla, repasaba una y otra vez el momento en el que decidí "asegurar" el triunfo de dos de las gaarti, en lugar de apoyar a una cantidad mayor.  Narfi no era la más cercana con Kaila, pero aún así, era su amiga.  Aunque escuchando al comentarista, Helena y Miuri podrían acabar como juguetes de un hombre lagarto. 
Apreté los dientes.
También ayudaré en los entierros.  Dije, asintiendo, y luego miré a Garren y a Olimpia.
Luego, asentí a lo que dijo Betty.
Tampoco me causa placer mirar personas obligadas a matarse mutuamente.  Ya he estado en sus zapatos y no es bonito. 

 Betty tienta a la suerte hablando así, pero tiene razón y hay que intentar sacar algo mas de este desastre
Me uno a ella en hablar en voz alta a la grada
-Como premio por ganar la anterior prueba se me dieron dos compañeros extras. Cuando dije que luchando contra otro ganador el premio no significaba nada me dijisteis que me servirían en esta prueba. Y aquí estoy sentada mirando, como mis dos compañeros extra. Y no es que a los dos ganadores de la prueba anterior le hayan ayudado mucho. Exijo una compensación, un premio por mi victoria pasada. Y ese premio ha de ser Elizabeth-

 Garren observa la competencia de una forma que casi parece cíclica. Mira impasible, sin gestos de alegría ni de asco. Su rostro es el reflejo de la pura neutralidad, salvo porque toma una profunda bocanada de aire tras cada refriega. El último movimiento rápido que se le vio hacer fue una mirada hacia Gretch, sin siquiera esa neutralidad paliar del todo el asco en la misma.
- En mi pueblo, solemos besar los dedos de los difuntos antes de incinerarlos.  
Ya viendo que hay más personas que ignorar de las que imaginaba, simplemente se centra en Alendra, que le agradece el apoyo. Él simplemente niega con la cabeza. 
- Es lo que cualquier persona decente habría hecho. No tienes por qué hacer nada que no quieras, pero si necesitas algo de mi o de tus compañeras, no tienes más que pedirlo. Nadie te va a juzgar. -le indica, palmeándole el hombro y asintiendo con suavidad.

 Dejen de reclamar, todos han recibido su justo premio. ¿Acaso están cuestionando la sabiduría y amabilidad del gran Irzador? La encarnación de la justicia, las condiciones estaban dictadas desde el inicio de la prueba, cada uno de nosotros recibiríamos un sólo compañero y así se ha hecho. - digo en voz alta ante los reclamos de mis compañeros, pues si continuaban así era probable que las erradicaciones continuasen.
Respeten la decisión del anfitrión, pues es lo correcto. - añado con seriedad. - Desde un inicio se dijo que si sus apuestas ganaban, podrían elegir entre ellos quienes se unirían a su equipo, así que dejen de poner a prueba la paciencia de nuestro señor.

 Zed, que no era conocida por quedarse callada más de dos minutos, se levantó para hablar a Alek.
¡Eh Alek! Un trabajo excelente sacando brillo a ese culo! ¡Sigue lamiendo, que eres todo un as del lengüetazo!
Linzy y el grupo de Gretch no aguantaron la risa, y otros cuantos sí pudieron aguantarla. El Dios Caído repiqueteaba los dedos en el reposabrazos.

 El Comentarista habló con el Dios un poco, pero parte de la respuesta ya la conocía. Oh, Olimpia, ¿Quién ha dicho que esta sea la prueba de hoy? En cuanto esto acabe, los nuevos tendrán un tiempo muy breve para aglutinar sus equipos y conocerse, y podrás utilizar a tus luchadores como quieras. 
¿Betty...? Está segura de que serán cuatro días ahora que tenemos savia nueva? Su enorme y torcida sonrisa era bien visible desde la grada.
En cuanto a marcharse... Claro, cuando queráis, ya sabéis donde está la puerta... Pero si la Arena desaparece con los muertos mientras os remojáis la garganta, luego no os quejéis, jejejejeje....

Y Alek... muy sensato por tu parte.

El Dios hace un gesto con la mano, y el monje joven sale a la arena a hablar con los luchadores con un papel en la mano, intentando ignorar pullas, blasfemias y amenazas varias.

Luchadores, atendedme...! Todos estáis dentro del torneo, muchos de vosotros seréis compañeros en breve. A partir de ahora no tendréis que temer por vuestra vida. Parecía inquieto por ciertos personajillos y cómo le miraban. Las... Los nuevos emparejamientos serán los siguientes:

Ryland contra Tafy Dijo señalando al semidragón de Bronce y a la mecánica
Pyre contra Uland La demonia y el muerto viviente asintieron.
Ayden contra Nimbus El semidragón azul y la giganta se saludaron con cortesía
Tamika contra Vidomina. Las escogidas de Dragion y Gretch se miraron.
Ciele contra Wystan La demonia blanca saludó al hombre lagarto, que gruñó removiéndose
Sanya contra Olema. La naga miró a la pirata y asintó. Ella sonrió con toda su dentadura
Tazar contra Yog. El hombre bestia bufó al enorme demonio, que se rió de él.

Ryland y Tafy, id preparándoos, el resto... a la puerta de espera.

El semidragón de bronce había estado escuchando a los luchadores veteranos de la grada sin entender demasiado de lo que se hablaba, pero no porque fuera un simple. Miró a la pequeña mecánica con brazos metálicos y le ofreció la mano.

Enhorabuena chiquitina. ¿Sin acritud? Dijo con una sonrisota y guiñando uno de sus ojos reptilianos.

 El Cazador simplemente replica: - Cierto, que todo el mundo ha elegido en vez de asignarse lo que da la gana... -replica él, con clara ironía, aunque tampoco se le ha visto reír ni sonreír ante el comentario de Zed'Ora- Sigamos con este despropósito, aunque no siendo esto la prueba de hoy, el reclamo de Betty sigue teniendo sentido. La han puesto en mala posición privándola de elección. -indica, mirando de reojo al grupo, antes de ir a sentarse donde estén sus chicas.Atiende nuevamente a los emparejamientos, aunque no tiene interés en ver los combates.

 El Comentarista se gira hacia el Dios cuando éste le dice algo, y asiente. Me dicen por aquí que Olimpia puede devolver a Reima a la arena y recoger a Elizabeth, y Betty puede devolver a Shina y recoger a Miuri... Los que queden abajo quedarán casi seguro en alguno de los grupos nuevos... ¡Qué emoción! ¿Eh?

   Si antes era un situación totalmente tensa de no poder hacer nada... ahora  solo se había acrecentado ese bache con cada nuevo alegato venido de los campeones, más cuando algunas exigencias venían sobre la posesión de mi hermana o si darle entierro a los difuntos ... obvio que también quiero vociferar por saber que realmente quiere Eli~Eli,enterrar tanto a mi Hija y a Guki~Guki,pero... ¿Vale la pena arriesgarse en estos momentos ? .... , dudas que tendría que enterrar muy en el fondo hasta tener un sitio en donde llorar.

   Ahhh... ehhh sniff.. - musitaba un tanto perdida a la vez que me secaba las lágrimas antes de que arruinaran mi escueto maquillaje - c...claro~claro - intentando arreglar un poco el semblante al ver que quien me hablaba parecía ser mi contrincante de la ronda ... me perdí los emparejamientos parece... - dar un buen espectáculo digno de ser  cantado.... - mirando hacia la arena en donde se podía ver el cuerpo sin vida del Bardo - Aunque el que narra lo tuvo que haber dicho, mi nombre es Tafy, encantada...

 Zed'Ora, si quieres averiguar que tan bueno soy con la lengua, te espero en mi tienda esta noche y ya verás como nos divertiremos.

Por cierto Gretch ¿Qué tal la pasaron tu grupo y tu en mi mazmorra con los espectros de Irzador? Recuerdo que esa tarde no rieron tanto. - digo sin perder la calma ni apartar mi vista de la arena.

 Tú espera a que te pille, hijo de puta. Dijo Akrass sin tapujos. Vas a verme reír a carcajadas. Furioso, golpeó una de las butacas, hundiéndola.

 -No era eso lo que he pedido...- dije con seriedad... aunque seguramente ya dudo que consiguiera sacar nada más. Solo usaba lo de elegir para echarle en cara lo de las normas que no cumplían... pero no para que me hagan escoger entre dos personas que se merecían estar -¿Podemos hablar mi equipo con ambas para tomar decisión?-

 Claro, habla lo que quieras con ellas. Dijo. 

Shina miró a Betty sorprendida, bajando un poco los hombros. Miuri por su parte parecía animada con la posibilidad de acabar en el grupo de Betty en vez de en el de a saber quién.

 Zed'Ora se puso de pie en la butaca y se bajó los pantalones hasta las rodillas, mostrando su miembro viril, y empezó a tocárselo mirando a Alek. ¡Venga! ¡Aquí tengo esta que está deseando averiguar qué tan bueno eres con la lengua! Jajajaja!!! ¿Te gusta!?

Casi como interrumpiendo la ración de pullas, el monje permitió subir a Elizabeth y a Miuri para que hablasen con los grupos de Olimpia y Betty, y mandó marchar al resto, dejando a la muchacha y al semidragón, pues el combate empezaría en breve