Partida Rol por web

Ya, este recuperativo estaba siendo demasiado extraño para la chica, sentada ahí, observada de una manera inquisitiva por ese profesor de ojos bicolor, seguía cada vez más nerviosa, hundiéndose más y más en el mullido sillón, pero su actitud cambió cuando le hizo ese cumplido, la chica arrugó el ceño y se volvió tensa y seria, ¿quién se creía de hablarle así?, la joven se mantuvo en silencio y estaba a un paso de preguntarle qué quería, pensando que era algún tipo de pervertido, pero estaba muy lejos de esa idea la verdad.

 — ¿sobrina?... ¿de qué está hablando? — la joven volvió a ponerse en alerta, pero ya no de una manera hostil como antes — creo que se está equivocado, yo no tengo tíos, lamento que se haya confundido — hasta donde sabía, sus padre no tenían hermanos, nunca hablaron de tíos ni mucho menos había tenido contacto con otros miembros de la familia Carrow. 

— yo venía sólo por un recuperativo, profesor, creo que es importante eso de su sobrina, pero yo no lo soy, lo lamento... este.... ¿qué debo hacer para la clase? — se volvió a disculpar y se puso de pie, notando como las demás personas en ese cuarto le hacían una reverencia ¿cómo cabían tantas personas en ese despacho?.

El elegante hombre se mantuvo con una expresión calma, quizás, en su interior, disfrutaba profundamente las reacciones de la muchacha-.Theodoro Carrow y Melinda Carrow-. Dice, aun sosteniendo su taza en una de sus manos-. O, esta última, Melinda Von Vianden mi querida hermana mayor o eso así era en tiempos antiguos, antes de aquella improductiva guerra-. Un lento sorbo es la pausa que permite Albert a la pequeña muchacha-. Recuerdo que te visité en Gales cuando apenas eras un pequeño retoño, en ese entonces, al cargarte supe inmediatamente que tenías potencial-. La vuelve a mirar con cierta nostalgia que desaparece casi inmediatamente-. ¿Tienes aquel relicario? ¿No lo has podido abrir cierto? -. declara mientras saca su varita con lentitud, tratando de evitar que la maga pudiera reaccionar de forma violenta-. Zi he sä ci ha ce hu ha fu zi ha sö-. Un Pársel oscuro y bastante profano comienza a pronunciar Albert, cada silaba era como si invocara la más temible maldición, sin embargo, al terminar, una luz de color purpura oscura nace de la varita de aristócrata en dirección hacia el relicario, abriéndolo con lentitud presentando, por un lado, el viejo escudo de armas de la familia Von Vianden y, por el otro, una antigua foto en donde se puede ver a un Albert más joven y una Melinda sonriendo en compañía de todo su clan… el profesor no dijo nada más, solo contemplaba a la pequeña muchacha que se encontraba al frente de él.

El relicario, un día apareció con ese juguete que su madre dejó que conservara sin decir mucho respecto a eso, no le interesaba mucho la seguridad de su hija y Ophelia le dijo que ella se lo había dado, por eso no pensó que fuese una amenaza, de ninguna forma y Wynn se aferró a esa joya la que siempre llevaba al cuello desde aquella vez, como si fuese un amuleto contra las penas y las tristezas. 

— ¿es hermano de mi madre?... ¿por qué nunca su... — no pudo terminar la frase cuando él apunta al relicario que había saco de entre sus ropas y lo mostró al profesor, dejándolo en la palma de su mano. Wynn tuvo como primer instinto el recurrir a su varita, pero no haría mucho contra un mago experimentado como él, cuando el Parcel salió de su boca, ella lo había oído, su madre lo había dicho algunas veces, ella sentía que lo entendía, de alguna forma, misteriosa a lo menos, no por nada los Carrow descendían de Salazar Slytherin o por lo menos de eso se ufanaba su familia.

— ¿por qué nunca escuché de usted?...— seguía desconfiada, aunque ahora miraba el relicario, aquella imagen de la familia que no conocía y del escudo que nunca antes había visto — se ve feliz... ahí — ver la sonrisa de su madre le hizo sentir extraña, nunca la había visto sonreír, siempre pensando que había algo muy malo con ella y que era culpable del odio que sentía la mujer en contra de su hija menor.

.¿tiene una criatura digna para usted en su mente?-.

-Pues... me gustan las lechuzas, como la que tengo, así que una lechuza -le dije, pensando en Chloe y lo bonita que era.

Podemos usar a las criaturas que han creado mis alumnos en sus fallos ¿Qué le parece?

Yo... estoy dispuesta, profesor. Lo que usted diga.

 ... puedo hacerlas mis propias asistentes en experimentación

Yo miré a Kayla y rápidamente asentí. ¡Claro que quería ser su asistente!

-Yo por mí, desde luego que sí, profesor. Le ayudaré en lo que necesite.

Se asusta un poco cuando la puerta se abre casi sin rozarla para llamar. Sin duda, los magos y brujas tienen artefactos y poderes para saber cuando tienen visitas. Le da las gracias a la sirvienta y se acerca, un poco sobrecogida, a la mesa en la que se encuentra el profesor.

-Buenas tardes. Sí, soy Tabatha Smith.

Confirma su identidad y se sienta donde el profesor le indica. De pronto, se encuentra también con una taza de té y un trozo de pastel frente a ella. Está tan nerviosa que no sabe qué hacer. Decide que sería una falta de respeto no aceptar lo que le han ofrecido así que bebe un poco de té.

-Ve... verá... - está nerviosa porque el profesor impone mucho respeto - Suspendí en la clase anterior y... y debo realizar la recuperación.

Kayla observa sorprendida a su profesor...¿realmente le estaba ofreciendo ser su asistente?.... La pelirroja no saltaba de alegría porque debía mostrarse contenida, pero su amplia sonrisa determina lo que pensaba.

- ¡Oh profesor!..., me encantaría a mi también..., es una gran oportunidad para especializarnos en su asignatura y aprender mucho más... - dice con el rostro tan alegre como si le hubieran adelantado un regalo navideño -...¿cuándo empezamos?...¿qué hacemos?..., tengo muchas ganas de trabajar.... - Kayla mira a Altair, ambas niñas se llevaban bien e iban a trabajar juntas, podrían formar junto con su profesor, un gran equipo de transformaciones

-. Adelante deguste con confianza-. Una voz afable tal como lo haría un padre amoroso a una de sus hijas favoritas-. Entendido, si no mal recuerdo su falla fue el mal movimiento con la varita al momento de gesticular el conjuro-. Trae de sus recuerdos el defectuoso intento de la maga-. No se preocupe, acá lograras superar esta prueba-. Vuelve a sonreír-. Pero antes, relájese y coma aquel pastel que yo mismo prepare, cualquier duda o inquietud que tenga soy todo oídos-. Su taza es besada nuevamente por lo labios del oscuro profesor.

-Pues... me gustan las lechuzas, como la que tengo, así que una lechuza -le dije, pensando en Chloe y lo bonita que era.

-.¿Si?-. Dice mientras camina hacia una elegante mesa lleno de ingredientes-. ¿Que funcionalidad tactica tendría una lechuza en caso de emergencias?-. Pregunta directamente, mirando los ojos de su alumna como si se tratase de un pequeño test.

Yo... estoy dispuesta, profesor. Lo que usted diga.

 -. Excelente-. dice un afanado Albert mientras prepara a gran velocidad los ingredientes al mismo tiempo que ordena a una de sus sirvientas preparar todo el equipamiento posible por si hay un pequeño fallo en la transformación como por ejemplo runas de protección, campos de fuerza mágicos, etc.-. Si logramos fusionar estas criaturas sin ningún problema y posteriormente logramos someterla, dicha criatura será suya ¿le parece? -.  Sonríe para luego dirigir sus ojos a unos apuntes con letra bella y elegante-. Por mientras señorita Edevane le pido que por favor deje en el centro los escarabajos antes que mis sirvientas lo hagan con las deformidades que sus compañeros han creado-. Sus ojos aún se mantienen en sus notas para luego comenzar a anotar diferentes hechizos, símbolos, etc.

-. Me parece, en ese caso-. En ese momento, gracias a un leve movimiento de mano por parte de Albert, una rubia y ya conocida sirviente aparece de la nada detrás de las muchachas y con su varita invoca una pequeña luz purpura que se aloja en los emblemas recién dados, haciendo que los inertes ojos de las serpientes tomen el mismo color de aquella luz, dándole aún más belleza a la joya-. Con ese hechizo serán capaces de llegar a los primeros niveles de mi biblioteca personal al igual que tienen derecho a refrigerios, postres o lo que quieran y acceder a las habitaciones de mi despacho por si en algún momento la experimentación se vuelve pesada e intrigante. Mientras más avancen más  recursos tendrán a disposición -. Albert vuelve a pedir otro postre para dar una animada probada a un cheesecake de arándonos-. Lo que haremos será actividades practicas más que nada, sin embargo, ustedes deben estudiar hasta que sus ojos sangren ya que comenzare con un nivel avanzado-. Vuelve a probar de su pastel-. Podemos comenzar incluso ahora, no tengo problemas, pero ¿están seguras? ¿no prefieren obtener una base más sólida en la magia antes? -.  Una de sus manos toman una taza para volver a beber aquel elixir caliente.

-. Ya que dudo mucho que mi querida hermana hable de alguien que, según ella, le usurpo el liderazgo de la familia y que también allá sido el principal responsable de muchos de sus contra tiempos, ya sabes…-. Un arqueo siniestro nace en el rostro del profesor-…. Cuando ves gran parte de tus suministros y unos pocos de tus hombres volando por los aires no es algo que se lo pueda tomar bastante bien y otras cosas más ¿no lo cree?-.  En ese momento, un agradable gesto con su mano indica a sus sirvientas que vuelvan a su posición original, esfumando la gallardía reverencia de hace pocos segundos atrás-. Y si, lo éramos con ella al menos-. Un elegante postre de nueces es servido por una bella sirvienta a Albert-. Pero, ya sabe, cuando una mente pierde la lógica para dar paso a lo emocional no es una sorpresa que terminen en el camino equivocados o en situaciones peores-. Con una elegancia magistral el antiguo Mago Golpeador prueba el pastel, expresando, con su rostro, que el sabor era sublime, invitando a la rubia niña a que hiciera lo mismo con el resto de los refrigerios.

Pero la chica no probaría bocado alguno, sus ojos verdes estaban fijos en aquel hombre que hablaba sobre su familia, la familia de ambos y como se había roto la relación con Melina y como aquellos hermanos se apreciaban tanto como para hacerse daño. La semiveela apretó los puños delante de ella, y su ceño se entrecerró, no era una niña fácil de tratar, quizás esa indolencia era lo que más la separaba de su madre, pues siempre se debatía entre complacerla y desafiarla. Claro, veía los ojos de su hermano menor en los ojos de aquel error de la naturaleza. 

 — ¿por qué ahora? ¿por qué luego de 11 años quiere acercarse a mí?... — ¿por qué no se interesó antes en mí suerte? ¿pudo salvarme de ese frío infierno?, era lo que se preguntaba mientras esperaba que el hombre hablara, era una niña, debería ser más inocente pero no lo era — ¿desea mandarle un mensaje a su hermana?... — esa era la otra posibilidad, lo que la hizo tensarse y apretar la mandíbula, pero no recurrió a su varita, sabía que eso era inútil. 

— la verdadera pregunta que deseo hacer es... ¿qué desea? — preguntó al fin, un sudor frío le recorría la nuca, debió quedarse callada, pero le era imposible, pues aunque aparentara frialdad o indiferencia, estaba muy lejos de ser así. 

-. A pesar del poder de mis contactos y de nuestra familia, nuestro alcance tiene sus límites-. Sus gentiles manos dejan el pastel de nuez a un lado para proseguir con la explicación-. Aunque perdieron la guerra, en sus territorios y en algunos puestos burocráticos aun poseen mucha influencia que hace un contra peso político bastante incómodo para nuestros movimientos-. Mira a la muchacha por un momento, contemplando cada reacción que su cuerpo expresaba-. Si hubiésemos atacado de forma directa, como lo habíamos planeado inicialmente con nuestro ejército privado, solo hubiésemos causado pérdidas inconcebibles y la legitimidad de nuestro clan hubiese sido afectada de forma contundente-. Sus pupilas se posan en las de Wynnona de forma serena-. Incluso pudieron detectar a un buen agente de infiltración que estuvo en tu mansión por largo tiempo, cuidándote como mi familia y yo le habíamos ordenado… fue una perdida bastante lamentable y dolorosa-. Las sirvientas hicieron una afirmación casi coordinada al momento que Albert recuerda a aquella gloriosa mujer que dio su vida en servicio-. Y gracias por su ofrecimiento, pero debo informarle que lo menos que me importa es ella en estos momentos-. Una afirmación llena de una filosa sinceridad es lo que los oídos de la rubia muchacha pudieron captar en esos momentos, palabras que demuestran la indiferencia de Albert para alguien que ha caída en el camino del fracaso-. Ahora ¿Qué quiero de usted aparte de que desarrolle habilidades arcanas dignas de una maga como usted? -. sus manos toman una taza rellena de té-. Quiero que vuelvas a donde realmente perteneces, es decir, a mi lado, al lado de los Von Vianden, lejos de aquellos que procuran un camino corrupto lleno de odio injustificado, ideologías pasadas y fracasos totalmente evitables. Eso quiero, porta y acepta nuestro apellido para que por fin seas como realmente quieres ser-. Una sonrisa, comparable a un coqueto demonio, se desarrolla en el rostro del profesor, manteniendo una seguridad en cada silaba que expulsa, sin dejar de ver los bellos ojos de su desaparecida sobrina.

¿Que funcionalidad táctica tendría una lechuza en caso de emergencias?

Pues... además de poder escapar volando, podría recorrer grandes distancias y por tanto, ir a buscar ayuda o llevar mensajes. Además, por el aire sería mucho más discreto que quizás otros animales por el suelo y mucho más seguro -le respondí, pensando que quizás otros animales fuesen más fuertes pero que no era la fuerza lo que yo buscaba, sino algo más... camuflable.

Por mientras señorita Edevane le pido que por favor deje en el centro los escarabajos antes que mis sirvientas lo hagan con las deformidades que sus compañeros han creado.

Asentí, y tras hacerlo, me puse a ordenar los escarabajos de acuerdo con lo que había dicho el profesor.

A pesar de las palabras amables del profesor, se siente nerviosa. Sabe que es un profesor extremadamente exigente. Intenta relajarse y comer un poco de pastel. La verdad es que está muy rico aunque no puede creer que el profesor Von Vianden haya cocinado algo así. Aun siendo mago. No parece una persona a la que le guste hacer tareas domésticas, como cocinar.

-Creo que ese fue el problema, profesor.

Lo que haremos será actividades practicas más que nada, sin embargo, ustedes deben estudiar hasta que sus ojos sangren ya que comenzare con un nivel avanzado-. Podemos comenzar incluso ahora, no tengo problemas, pero ¿están seguras? ¿no prefieren obtener una base más sólida en la magia antes? 

Supongo... que podemos empezar viéndole a usted hacer el hechizo, intentar emularlo (y seguramente, fallar) y después, estudiarlo en profundidad parar ver en dónde nos hemos equivocado y poder corregirlo. Es... sería como hacerlo a la inversa, pero esperando al final el mismo resultado, profesor. Desde luego, yo estoy dispuesta a estudiar lo que haga falta.

Lo más difícil, pensé, no era estudiar sino lograr desarrollar la práctica, y para eso necesitaban al profesor, y era difícil o al menos, problemático, tener que acercarse a su despacho y robarle su tiempo. Para mí era mucho más fácil este método. Claro que no sabía lo que opinaría su compañera.

¿Qué te parece a ti, Kay? -le pregunté, girándome hacia ella.

-.No me mires así señorita Smith, aunque no lo crea cada ser en este mundo tiene pequeños pasatiempos que contradicen el común denominador del estatus impuesto-. Mira a la muchacha nuevamente para dar paso a otro sorbo-. En fin, por favor, una vez que termine con su pastel y se sienta relajada puede proseguir con la prueba recuperativa, en caso de necesitar ayuda no dude en pedirla-. finaliza mientras cruza sus piernas, esperando la respuesta de la joven mago.

Raven se sentía un poco impresionada y en cierta forma presionada por lo que estaba viendo, aquel despacho, aquel lujo no estaba acostumbrada, era cierto que sus padres tenían buenos trabajos, a fin de cuentas si no fuera así no habrían podido adoptarla, pero la sensación que transmitía el despacho del profesor era diferente e incluso el propio profesor. Ella se inclina levemente mientras dice:

Bu… buenas señor profesor

Cuando las sirvientas aparecen en un primer momento se sorprende un poco, no se las esperaba, pero cuando llegan con te y pastel no puede evitar mirarlos con ciertas ganas, sin embargo, se pregunta a sí misma:

¿Debería comerlo?... no, el profesor no me ha dicho nada… pero podría enfadarse si no lo hago… ummm creo que es mejor que el profesor me lo diga ¿no?

Algo nerviosa empieza a hablar:

Yo… yo… la primera clase… no… quería intentar superarla… lo siento por suspender

-. Relájese señorita O´Conor, recuerdo que también soy jefe de su casa, por ende, cualquier inquietud me puedo informar en cualquier momento-. Declara ya con una taza de té en su mano, intentando calmar el nerviosismo notorio de la joven hechicera-. Y adelante, sírvase todo lo que quiera-. Lentamente la elegante taza se acerca a los labios del profesor para ser besado y probado-. Sobre su fallo, no tiene que disculparse, el fracaso solo es un evento necesario para el progreso, sin embargo, para que aquello sea catalogado como tal, uno debe sobreponerse y salir adelante, cosa que usted ha hecho en estos momentos por el simple hecho de estar al frente mio-. Con una sonrisa de total aprobación es lo que adorna cada palabra que el oscuro profesor invocaba hacia la bella muchacha-. Su error, si no mal recuerdo, fue que forzó varios movimientos al momento de concretar el sortilegio… No se preocupe, una vez que usted termine de comer y relajarse puede iniciar la prueba de recuperación por si sola o, si también lo quiere, puede pedir mi ayuda o de alguna de mis sirvientas-. Sus labios nuevamente van a por la taza mientras los gentiles ojos claros del profesor se posan suavemente en los de Raven.

-Creo que... primero lo intentaré sola.

Termina el pastel, que está muy rico, y su té y se dispone a intentar el hechizo. Aunque se siente un poco más tranquila, aun no sabe si podrá realizar el hechizo apropiadamente. Se dispone a realizarlo, se concentra e intenta seguir las indicaciones dadas por el profesor en la clase y las correcciones dadas tras fallar la primera vez.

-Orchideous.

Pero lo que sale es incluso un peor intento que el de la clase. Intenta no desanimarse por eso y pide ayuda del profesor para intentar acercarse a lo que pide.

-Profesor, no sé lo que me pasa... no me sale este hechizo. Quizá sea muy complicado para mí... y creo que lo he hecho peor que en clase...