Partida Rol por web

Kayla comienza a sonreír cuando el profesor indica los beneficios que las dos serpientes iban a obtener a partir de ese instante. Acceso a la biblioteca persona, a los aposentos del mago y a los refrigerios del lugar. Iban a estar muy mimadas a partir de ahora, pero a cambio había que hacer algo, estudiar, experimentar con magia y sobre todo, aprender.

- Profesor cuando antes comencemos, antes aprenderemos a utilizar nuestro potencial...., por mi parte no quiero dejar para mañana lo que puede comenzar hoy... - sugiere la pelirroja, mirando posteriormente  a Altair

A Kayla le gustó el comentario de su compañera de casa, de hecho, el que la llamase Kay le hizo gracia, era una suerte tener a alguien como Altair en Slytherin, ambas iban a pasar mucho tiempo juntas y eso unificaría la amistad.

- Me parece que ver el hechizo por parte de usted, profesor, puede ser mucho más instructivo que leerlo de un libro, aunque comprendo que la consulta también sea necesaria... Supongo que ambas podremos pasar tiempo practicándolo para poder ejecutarlos a la perfección..., y como dice mi compañera..., podríamos comenzar ya si usted lo considera adecuado

La niña se encontraba completamente desconcertada por lo que le decía, pero su rostro seguía mostrándose huraño y desconfiado, no le gustaba lo que estaba escuchando, y cómo de pronto se transformó en un peón entre los dos hermanos Von Vianden, los que por alguna razón seguían dispuesto a desatar una guerra por añejas rencillas. Wynnona bajó su cabeza cuando mencionaron a la persona que había muerto en servicio, la niña no la recordaba por eso no podía sentir su muerte, ni mucho menos las palabras que le decía aquel perfecto desconocido. 

Frunció los labios, ella sólo había ido por una clase recuperativa de transformaciones y ahora tenía la oferta de dejar a su familia y formar parte de una que también se le hacía ajena, pero por lo menos en los Carrow estaba su padre. Arrugó el ceño, cruzándose de brazos. 

— ¿cómo puedo pertenecer a una familia de la que nunca he escuchado?... digo... soy una Carrow, aunque... — su mirada entristeció al pensar en aquellas personas que son sus familiares — aunque sólo papá me quiere... — se mordió el labio inferior — ¿podemos conocernos mejor?.. quizás vaya a su familia pero me siga sintiendo sola, además, ni sabe que sea buena en algo, soy... soy un desastre... no destaco en nada, por eso.. mamá... no me quiere... yo... — sus ojos se humedecieron, y pasó sus manos por ellos.

— yo sólo venía por la clase... recuperativa.... — hizo un pequeño puchero. 

Pues... además de poder escapar volando, podría recorrer grandes distancias y por tanto, ir a buscar ayuda o llevar mensajes. Además, por el aire sería mucho más discreto que quizás otros animales por el suelo y mucho más seguro -le respondí, pensando que quizás otros animales fuesen más fuertes pero que no era la fuerza lo que yo buscaba, sino algo más... camuflable.

-. Entonces, puedo asumir, que le gustaría seguir un sendero de habilidades sigilosas y de carácter táctico ¿no?-. Responde con unas sílabas calmada, esperando la respuesta de la muchacha.

Al momento que la joven maga puso los escarabajos, las sirvientas, con pequeñas jaulas, dejan los engendros deformes invocados por los fallos de los estudiantes al lado de los insectos tal como las instrucciones del elegante profesor habia indicado.

-.Señorita Edevane-. Es lo que dice el profesor mientras saca lentamente su varita de su baston-. Le pido que se ponga atras mio por si las cosas se ponen un poco más… caótica-. Sus palabras callaron, su mirada le indicó a sus musas guerreras que se preparen para el experimento-. Vinculum-. Susurra los pálidos labios del profesor, invocando un aura, de matices negros y morados, que baila de forma coqueta y siniestra alrededor del profesor-.Anima-. La segunda palabra hace que toda su aura se concentre en la punta de su varita, siendo expulsada hacia el centro del pentagrama mágico, evocando chillidos mórbidos y otros sonidos acuosos...

-.Estoy complacido con vuestras respuestas-. Una siniestra sonrisa es lo que sus labios crean, una combinación perfecta de seducción y de una oscuridad fría e inerte-. Entonces, podemos comenzar ahora…-. Una de sus blancas manos se posan en su mentón mientras que el cerebro de Albert comienza a funcionar al ciento por ciento para ver que materia seria digna de sus nuevas ayudantes-. ¿Que opinan de la transmutación humana?-. Pregunta de la nada, dando un pequeño beso a su taza.

-.Mmmmm…-. Se queda meditando por un par segundos-. Efectivamente, sus resultados son bastante ineficientes-. Responde de forma directa, manteniendo una actitud de un preocupado docente-. Sin embargo, no se preocupe… para eso estoy aquí para usted-. Una vez dicho aquello, el profesor se levanta de su asiento y se acerca de forma majestuosa hacia la pequeña niña-. Relájese, yo guiaré su postura-. Indica mientras una sirvienta le trae un bastón negro y oscuro que, si se mira con mucha atención, se podría inferir que secreta un tipo de aura corrupta-. Estire su espalda-. El bastón toca suavemente la espina dorsal de la niña, indicando la posición correcta-. Hombros relajados y rectos...-. Y así siguió por varios segundos, con una voz seria y profesional, hasta que una sonrisa alegre y calorusa le indica a la estudiante que vuelva a repetir el sortilegio.  

-. Tiene hasta que se gradue de la academia para tomar una decisión señorita Carrow, así que no tome el tiempo como una variable importante al menos por ahora, lo ultimo que quiero es que se vea abrumada por este nuevo camino que le ofrezco-. A pesar de notar la frustración que invadía la pequeña muchacha, Albert mantuvo su postura intachable digno del futuro jefe de familia-. Analice todo esto de forma calma, piensa que quieres para tu futuro, se tu misma sin tener que agradar aquellos que tienen tus cadenas… solo se Wynnona y recuerde, si es que me permite, estaré aquí para usted tanto como su profesor como su más próximo familiar que desea el mayor de los éxitos para usted-. Finaliza con una jovial y paternal sonrisa-. Lo que tu madre y los suyos digan, opinen o hagan solo demuestra que aquella familia ha caído en la ignorancia absoluta que será su perdición-. Una de sus manos hace un delicado movimiento para llamar a una hermosa sirvienta de asiaticas facciones, ya conocida por aquella rubia muchacha-. Usted tiene un gran potencial, si la escoria ignorante no lo ha podido ver es problemas de ellos… conmigo, independiente de su respuesta, le aseguro que podrá alcanzar dicho poder-. En ese mismo momento la bella y sonriente criada, vestida con un ambo negro, trae, en sus manos, un ostentoso cojín de color negro que en su superficie aloja un emblema de la casa de la serpiente que a simple vista se podría inferir de su gran costo monetario. Dicha joya, estaba compuesta de algún metal fino de color planteado que respondía con una leve vibración y un suave movimiento que la serpiente, alojada en su centro, hacia al momento de estar al frente de una fuente mágica-. Acéptelo por favor, con este emblema, aparte de señalar a la escoria mediocre que pertenece a la élite, podrá acceder a los primeros niveles de mi despacho, bocadillos e incluso habitaciones por si el estudio y experimentación se vuelven muy prolongados… y así demostrar que todos estaban equivocados con respecto a usted-. Una sonrisa ambiciosa y un brillo intenso nacen de sus ojos al momento de pronunciar sus palabras...

—

Entonces, puedo asumir, que le gustaría seguir un sendero de habilidades sigilosas y de carácter táctico ¿no?-.

-Pues... supongo que sí, eso eso -le respondí. Estaba claro que yo no lo estaba enfocando como si fuese a ser una súper espía, pero me gustaba el concepto de "habilidades sigilosas". 

-¿Me enseñará? Es decir... ¿me ayudará a aprenderlo? -le pregunté entonces.

* * *

Me coloqué detrás del profesor mientras él le lanzaba el hechizo a los escarabajos. Era todo un poco... extraño, por decir algo, porque los pequeños animalitos brillaron al recibir la descarga de la varita y después, todo quedó en una especie de pausa mágica, en la que durante unos segundos, pareció no suceder nada.

Esperé, expectante... y algo asustada.

El profesor esbozó una sonrisa ciertamente extraña, que asustaba, más que dar confianza, pero al menos, se mostraba complacido por nuestra actitud. Mire a Kayla y las dos parecíamos estar seguras de aquello. Esto también me animó.

Entonces, podemos comenzar ahora… ¿Que opinan de la transmutación humana?

Aquella pregunta me cogió por sorpresa. ¿Nuestra opinión? Pues... 

-La transmutación es la transformación de una sustancia en otra, así que supongo que se refiere a lo que opinamos sobre transformar nuestro cuerpo en otra cosa... -empecé diciendo, soltando rápidamente lo que sabía pero deteniéndome un momento a la hora de responder realmente -... pienso que es algo increíble, y estoy segura de que tiene que ser muy difícil de conseguir.

Ya que el profesor no está dispuesto a darse por vencido, ella tampoco se va a dar por vencida. Sigue las instrucciones del profesor y muestra cierta curiosidad por ese bastón un tanto... tétrico. Tiene como un aura oscura bastante evidente. Pero confía en el profesor y sigue las instrucciones. Tomando aire, se relaja para realizar el hechizo.

-¡Ochideous!

Un ramo de rosas negras se va materializando frente a ella.

-¡Lo he conseguido, profesor!

Hola buenas, ¿Profesor Von Vianden? Hola, venía por la recuperación de las primeras clases...

Me giro hacía Wynnona, Hola guapísima, ¿Te dolió mucho?

La revelación que le hacía el hombre, su propuesta la tenían conmocionada, sus manos se apretaban contra el platillo de su postre que ahora no quería probar bocado alguno, pero este hombre había tenido mejores palabras para ella que sus familia en todos esos años, y la promesa de ser apreciada por ser ella y no considerar que había algo muy malo con ella, le hizo sentirse alegre, acogida, haciendo hasta cierto punto más sencilla una decisión, pero el hombre le dijo en claro algo, lo que alivió a la jovencita que ahora lo miraba con los ojos humedecidos. 

En eso, alguien toca a la puerta y un nuevo alumno entra, interrumpiendo la conversación que estaban teniendo el profesor y Wynnona, la joven miró al hurón y luego al profesor, y alargó la mano rápidamente para tomar lo que el hombre le había ofrecido, lo guardó en el bolsillo de su capa, quedando abstraída, hasta que el hurón le preguntó si estaba bien. 

— ¿de qué hablas?... ¿de la clase de vuelo? — El Niño le volvía a preguntar sobre ese accidente, la chica miró de soslayo al profesor, no sabía si se había enterado — la verdad es que no recuerdo nada luego de haber caído al lago... fue horrible, fallé esa clase y es frustrante — no le molestaba el haberse caído y casi ahogado, sino el haber reprobado — pero estoy bien, no fue nada — se encogió de hombros, dando un paso hacia atrás —  profesor Von Vianden ¿puedo ejecutar el hechizo? — le preguntó al hombre y sacó su varita. 

- Oh lo siento, ¿Clase de vuelo? No se nada sobre la clase de vuelo pero si quieres practicar a hacer un hechizo luego podemos quedar en los jardines, me gustaría intentar uno y necesito una preciosa ayudante. Luego puedo ser yo tu ayudante si lo deseas, pero te lo advierto, tu ya me tienes hechizado veelisima.

Echa para atrás la cabeza, ahora si que no lo entendía, lo había intentado ignorar hasta ese momento, pero ya no sabía como reaccionar, tampoco quería ser grosera, pero estaba pidiendo a gritos que lo pusiera en su lugar.

— no necesito ayuda en vuelo, son bastante buena, sólo tuve un problema con mi escoba... pero ¿de qué golpe estas hablando entonces? — le preguntó, ahora si extrañada pensó que se refería a la caída en el lago, pero parecía estar hablando de otra cosa — y te voy a pedir que no me llames princesa o bella o algo similar, soy Carrow para ti, y no entiendo porqué te tomas esas licencias conmigo — se cruza de brazos y masajes su entrecejo — y no te emociones tanto, es solo el encanto de semiveela que tengo, con el tiempo te acostumbraras a mí presencia, así que eso te hace sentir... con la necesidad de hablarme — miró al profesor esperando que le diera la razón con eso. 

- Oh, no te preocupes, señorita carrow, se quien eres, una gran familia sin duda, si no te gustan los halagos no te halagaré, pero esperaba un mejor recibimiento por tu parte, estaba siendo amable al fin y al cabo, si quieres nos comportamos como si fuéramos de casas diferentes que a fin de cuentas es así y no volvemos a hablar, sin embargo creía que podíamos conectar, los dos somos guapos y creo que seremos los mejores de nuestras casas en muchos aspectos, yo cuando era pequeño y sin saber lo que era la magia hice un hechizo, desde entonces he ido perfeccionando esa habilidad todo lo que he podido. Sin embargo yo nunca he volado, así que no quería ofenderte por haberte caído o lo que haya pasado en la clase de vuelo.

- Conozco el encanto de veela y no creo que me esté afectando, simplemente soy nuevo por aquí y quería entablar conversación con alguien, ahora veo que puede que me equivocara, me gustaría empezar de nuevo si lo deseas.

Hola, me llamo Ruben, pero todos me llamaban Nebur. Estiro el brazo con la mano extendida.

-.¿han terminado ya su irrelevante y patética interacción social?-. Interrumpe Albert con un tono de voz educado pero con una enorme carga negativa-. Señor Van Houten-. Mira con un evidente desprecio al joven mago-. Primero no recuerdo haberle autorizado a entrar, por lo tanto, tampoco en interrumpir mi reunión con la señorita Carrow. Segundo, su experiencia en las demás clases me son indiferentes tal como es la vida de cualquier roedor que, de cierta forma, se parecen en su carencia de modales básicos-. Con una gracia aristocrática toma su taza y bebe de ella de forma calma y tranquila-. Entonces tiene las siguientes opciones: Se retira en silencio y sin resistencia, si está preocupado de las clases yo le notificará cuando termine los asuntos que no le compete a usted o, si es que se resiste, se retira con una penalización grave de puntaje para su casa, si opta por lo segundo no me hago responsable de su integridad psicologica y fisica. Elija por favor-. Finaliza, aun posando sus claros ojos en el joven al igual que una enorme sierpe lo haría con su presa al mismo tiempo que tres sirvientas, vestidas con ambos oscuros, se acercan por detrás del profesor.

- Por supuesto Señor Von Vianden, soy nuevo y no sabía las costumbres de su señoría, lo siento de verdad, me retiraré a mis quehaceres hasta recibir noticias de su maese en referencia a dichas recuperaciones, que tenga un buen día y disculpe de nuevo. 

[Salgo del despacho]

Guiño el ojo a Wynnona cuando cierro la puerta detrás mio.

-. ¿Ve?-. Al momento de decir aquellas palabras el apuesto hombre forma una sincera sonrisa de aprobación-. Solo necesita esfuerzo y constancia para lograr sus objetivos-. Sus ojos exploran las bellas flores que la pequeña muchacha había invocado- Puede llevarse estas perfectas flores y lucir su gran exíto, logro que fue todo suyo-. Toma las flores con total delicadeza para dejarlas que los brazos de Tabby pudieran cogerlas sin problemas-. Hemos terminado, sin embargo, si tiene dudas o algo que le moleste me puede consultar en estos momentos... de hecho incluso puede seguir degustando nuestros postres como celebración-. Lentamente vuelve a su ostentosa silla, invitando, si es que quiere, a la joven mago a sentarse tambien a degustar los manjares que las sirvientas van trayendo a montones al lugar.