Partida Rol por web

Creo que mi poción estaba bien, creo que lo que falla es mi olfato, así que o colaboro con alguien o estoy jodido, no me hace demasiada gracia ir con Anastasia después de lo que ha pasado con ella pero ya que hemos ido a la cocina los dos, intento ayudarla a conseguir las cajas. ¿Qué tal todo anastasia?

- Señor Flamel, me encantaría dejarle con la incertidumbre, pero valoro mucho a las personas que piensan, así que le daré una respuesta a su pregunta.... Las cajas contienen cosas distintas, aunque si quiere un consejo, no debería guiarse por los olores de cada una, pues pueden llevarle a confusión y mal elegir...., y en algunos casos los olores propios de los objetos están enmascarados.... ¿se imagina que pongo una rana de chocolate rodeada de hojas de menta?...podría confundirlo con un After Eight sin serlo.... O imagine que pongo una piedra con cierta propiedad mágica.... una caja sin olor puede repudiarla frente a un olor metálico que podría semejar oro..., o hierro... Tenga cuidado con ello, los matices del olfato ayudan pero no son definitivos... - sonríe divertida

- Es posible que mientras decida ir a la cuarta planta o al sótano el resto de sus compañeros se adelanten y puedan conseguir las cajas antes que usted..., si eso sucede, no podrá elegir.... tenga cuidado, el tiempo es un bien valioso... - comenta mientras su hada sobrevuela al pelirrojo, haciendo muecas y volteretas.

Muchas gracias profesora por confirmar mis sospechas.

Al escuchar la respuesta de la profesora salgo rápidamente del aula y me dirijo al cuarto piso.

Mi meta era llegar hasta la lavandería pero cuando pasé al lado de la cocina, un extraño olor de una especie de estofado, hizo que perdiera el olfato por un momento.

- Hola, Ruben... pues intentando encontrar una de esas cajas, ¿y tu?

Mire la poción cuando la profesora dijo que tendría que beberla para participar en alguna especie de jincana, pero esto no se supone que era una clase porque íbamos entonces a ponernos a jugar...bueno, pensándolo bien supongo que a eso se refería al principio de la clase. Sin dudarlo mas cogí la poción y me la mande de trago entera, lo primero que note fue el olor de la poción pero mucho mas fuerte.

Moví la cabeza de un lado a otro para quitarme ese olor de en medio y me levante, mire a la mesa de Anastasia pero la vi vacía quería ir con ella y agradecerle los de Zarpas pero ya se había ido al parecer, a saber donde... ¿ese olor era suyo? Me acerque a la mesa y olisqueé disimuladamente, parecía ser el suyo ya que rezumaba de su asiento así que me dedique a seguirlo a ver si me llevaba hasta ella.

Las escaleras del castillo te hacen perder un tiempo precioso mientras giran en un sentido y otro, la combinación perfecta que te permite el ascenso es cansino, pero finalmente llegas a tu objetivo, la ansiada cuarta planta.

Una vez que te encuentras en el lugar observas que la planta se encuentra bastante vacía. Miras a un sitio y a otro y quizás debieras "husmear" para seguir alguna pista..., o usar tu ingenio para poder localizar lo que dijo la profesora..., un lugar con olor marcado a excrementos....

Alen Ryder no encuentra el olor de Anastasia, pero si se da prisa y sale por la puerta podrá observar como ella y Rubén se dirigen por un recodo en dirección al sótano. No tienes la sensación de que la poción te haga percibir nada en especial, es como si la hubieras elaborado mal y no te hiciera efecto alguno.

Alen camina a cierta distancia de ambos hasta que llegáis a la cocina todos a la vez y allí ninguno encuentra olor determinado..., quizás debáis moveros por vuestro propio ingenio. o deslizaros por las zonas donde los olores puedan o no intensificarse.

- Ey, Anastasía, espera... aún no te he agradecido por cuidar de Zarpas. Creo que le gustas... -entonces me doy cuenta de la presencia de alguien mas- ¿Y tu eres?

No me sonaba de absolutamente nada este chico... ah no, espera es el que según Melker también era nuevo. Vale, pero me sigue importando mas bien poco.

- ¿Que tal si buscamos entre todos las cajitas? Será mas fácil

Ya que en mi caso al poción había salido regular y no era muy útil solo me quedaba una opción buscar a la antigua usanza.

Después del olor que me había dejado algo desconcertada, oigo a alguien llamándome a mi espalda, la voz me sonaba de algún sitio así que me giré sin dudarlo.

- Alen... - digo saludándole.- No tienes nada que agradecer, me encantaría volver a verle, se comportó como todo un héroe el otro día en el lago.- digo recordando que no estuvo asustado y se estuvo quieto y tranquilo mientras pasábamos el incidente del lago.

- Me parece bien que lo intentemos, yo me dirigía hacia la lavandería... - digo mientras camino un poco hacia delante y paso la puerta de la cocina para intentar recuperar el olfato.- Quien quiera venirse que venga... - levanto la cabeza hacia el aire y comienzo a olisquear intentando buscar algún olor que delate la ubicación de las cajas.

En ese momento paro de buscar y miro a Anastasia.

- Si, claro... vamos

Y la seguí, tendría sus razones para ir precisamente a esa parte del sótano.

Una vez en la cuarta planta observo la reacción de los transeuntes y me acerco a aquellos que parecen tener una expresión de asco en el rostro.

Una vez detectado el patrón, empiezo a seguir mi nariz en busca de aquel fétido olor a heces que parece perturbar mucho a mis compañeros.

En verdad el pestazo era por demás insoportable, lo que me decía que estaba cerca, revise detrás de una armadura y justo detras de sus talones encontré una csjita de madera que apestaba a los mil demonios.

Esto debe ser.  ¡Genial! - digo con júbilo mientras lucho por contener una arcada, acto seguido envuelvo la caja con cuidado para evitar que lo siga apestando todo a mi alrededor.

Con la caja en mano regreso rápidamente al aula con mi oloroso tesoro.

Profesora, creonque tengo algo.

La niña se sonrojó aun mas con las palabras de Anastasia, lo cual parecía ser la intención de esta, así que no pudo evitar reirse un poco. Miró la poción de su compañera y asintió.

- Creo que está bastante bien, es mejro que la mia, los chicos van a odiarnos! - dijo guiñándole un ojo.

La profesora dijo que debían beber la poción, Victoria miró su caldero con algo de desconfianza, bueno, la profesora la había alagado, así que debía ser bastante buena, no tenía de que preocuparse, sumergió el cazo y cuando estuvo lleno se lo acercó a la boca, sopló un poco y la bebió. Unos instantes después, comenzó a sentir multitud de olores, respiró hondo y en seguida se arrepintió de haberlo hecho, comenzando a toses descontroladamente.

- ¡Caray es increible! - estaba muy emocionada.

Escuchó la pregunta de Artemis y prestó atención muy interesada, a la par que miraba hacia todos lados intentando encontrar alguien con quien ir a buscar.

¿Yo al ser hufflepuff conozco esa zona mejor o algo así?

La hora de pociones había llegado, y eufórico de haber hecho en la clase de vuelo una prueba cronometrada del circuito difícil de forma excelente, entré en la sala con buen ánimo. Allí estaba la atractiva profesora, que rápidamente nos dio instrucciones para la elaboración de la Poción para detectar olores, y no tardé en sacar lo necesario de mi bolsa y ponerme a trabajar. Reconozco que me llamó la atención el hada que siempre acompañaba a Cyllene pero no actué con tanta efusividad como Rubén. Para él debía ser una total novedad todo aquello al no proceder del mundo mágico.

Con calma fui realizando punto por punto lo que venía en el libro pero en un momento dado la cosa empezó a complicarse...

- Mierda... Creo que me he equivocado... No llevé a ebullición la mezcla la primera vez y ahora está empezando a cambiar a un color entre morado y negro que no pinta nada bien... ¡Profesora! ¡Pro..profe...! ¡VA A ESTALLAR! ¡¡CORREEEEED!! La mezcla fétida no paraba de burbujear y derramarse fuera del caldero, y la impresión que tenía es que iba a estallar de un momento a otro. 

Miré a la gente con terror, y me lancé al suelo temiendo lo peor, esperando que el resto hiciese lo propio. Estábamos jodidos si aquello reventaba....

- ¡Oh! ¡Excelente, excelente! Ya empezaba a aburrirme con tanta perfección en esta aburrida clase, jajajajajajajajaja. Parece que el joven Beaufort nos va a complacer con una bonita explosión de hermoso colorido y hediondo olor. ¡Que empiece la diversión en esta insulsa clase! Muajajajajaja.

No había duda alguna, Peeves estaba disfrutando de la obra maestra del muchacho. ¿Cuáles serían las consecuencias de todo aquello?

Esperé unos segundos y vi como el caldero explotaba, derramándose parte del líquido nauseabundo sobre mi túnica... Y al poco noté como me quemaba la piel de la espalda, se estaba filtrando el producto y tocando mi piel.

Aunque fuese indecoroso por haber chicas delante, no tardé ni un segundo en retirarme la túnica y la camiseta de abajo, para quedar con el torso al desnudo y tratar de mirarme la espalda. 

- Profesora, me escuece un poco... No seguirá perforándome ese líquido ¿Verdad? ¿Me puede ayudar? No sabía cuál había sido la reacción del resto, pero me sentía bastante avergonzado.

En unos segundos se formó un gran estruendo, el caldero de Andrew explotó y le salpicó de lleno en la espalda, la niña se tapó la boca y emitió un grito ahogado para seguidamente salir corriendo en su ayuda a pesar del horrible olor que desprendía el mejunje, ahora incrementado por los efectos de la poción que había ingerido hacía apenas unos minutos.

- ¿Te encuentras bien? - dijo mirando preocupada la espalda del chico que mostraba unas feas quemaduras.

Una vez en la cuarta planta observo la reacción de los transeuntes y me acerco a aquellos que parecen tener una expresión de asco en el rostro.

Una vez detectado el patrón, empiezo a seguir mi nariz en busca de aquel fétido olor a heces que parece perturbar mucho a mis compañeros.

En verdad el pestazo era por demás insoportable, lo que me decía que estaba cerca, recorro a paso lento el pasadizo siguiendo mi nariz en busca del nauseabundo olor, el cual me estaba provocando varias arcadas.

No era difícil seguir el rastro oloroso de la cuarta planta. De hecho podrías preguntarte hasta el porqué de que el resto de los alumnos que no han tomado la poción no puedan darse cuenta. Conforme avanzas por los pasillos del lugar vas notando cambios en los matices de aromas, por un lado huele a polvo, por otro al perfume de algunas niñas que pasan por tu lado, incluso puedes diferenciar el aroma a oxidado de algunas armaduras, o el característico olor de libros viejos, más teniendo en cuenta de que la biblioteca está por allí cerca.

Sin embargo tu rastro de excrementos estaba muy marcado, y siguiendo tus pasos te encuentras delante de los aseos de esta planta. El mismo desagradable hedor mana de ambos servicios, pero es más potente en el de las chicas. Y aquí llega tu primera decisión.... ¿ entrarás? y... ¿a cuál de ellos?....