Partida Rol por web

Cuando la pelirosa entro al centro pokemon vio que había otras personas así que tomo turno para esperar aque atiendan a sus pokemons, en lo que esperaba vio a unos chicos un niño rubio de aproximadamente 11 años que estaba acompañado de un chico delgado con el cabello negro y alocado que le eran familiares, la chica del collar de luna pensó yo creo que los vi antes... ya me acordé fue en el laboratorio pokemon, así que se acercó a ellos y dijo uh, disculpen la interrupción, mi nombre es Selena y estoy buscando a dos chicos Wilhelm mide cerca de 1.70, junto a esas palabras la entrenadora realizo un gesto con las manos para indicar un aproximado a la altura, tiene el pelo castaño, que cuelga sobre sus hombros y un remolino sobre la oreja izquierda, usa una camisa negra y blanca con manga corta, unos shorts negros y botas del mismo color, Larson es alto y delgado pero algo tonificado, tiene tez morena ¿de casualidad los habrán visto?

El joven saludó a la chica con la mano a la vez que se presentaba. Mi nombre es Gazo. Dijo inexpresivo. Por la descripción, parece ser el chico que ha salido hace unos minutos. El muchacho hizo una pausa y miró a Jian para que el lo confirmara. Después se paró a pensar durante unos segundos y cayo en la cuenta de algo más. Iba con una chica morena, hablaban de ir un gimnasio. Se encogió de hombros al no poder darle más información.

Selena, la ayudante de la enfermera Joy se acercó hasta Jian y Gazo para entregarles sus pokéball. Vuestros pokémon ya están cien por cien recuperados. Les comunicó alegremente. Están como nuevos. Así que no temáis en hacerles luchar de nuevo, pues con cada combate se fortalecen más, mejoran y crecen. ¡Así que no dudéis en seguir entrenándoles! ¡Muchas gracias! Dijo con una sonrisa.

El chico de cabello ébano se presento y comento que uno de los chicos que buscaba Selena tenia poco que se había ido, la chica del collar de luna pensó lastima primero debo curar a mis pokemons, y cuando estaba a punto de hablar Gazo le comento que el chico estaba acompañado por una morena que planeaban ir a un gimnasio, la pelirosa sonrió y le dijo muchas gracias.

En eso una chica se acerco, Selena pensó por su vestimenta párese ser ayudante de la enfermera, su teoría se confirmo cuando esta les entrego sus pokeball y les dio unas palabras motivacionales, antes de que la chica se retirara la pelirosa le dijo con una pequeña sonrisa disculpa podrían atender amis pokemons

Muchas gracias. Contestó a la joven castaña recogiendo su pokéball y asintiendo con la cabeza como gesto de agradecimiento.

La joven del pelo rosa agradeció sonriente la poca ayuda que Gazo había podido brindarle, así que contestó amable. De nada. 

Gazo se levantó del banco y se giró a Jian. ¿Estás listo? La zona Safari nos espera. El tono de voz del pintor no cambió, pero en sus ojos empezó a verse un ligero brillo de emoción. Pasemos por el hotel primero. Gazo esperó a Jian y cuando estuvo preparado se encaminó hacia el hotel para reservar un habitación.

La enfermera tomó sus pokémons y les respondió: Pues calculo que a las 10.30 lo tendrás listo. Tardamos siempre una media hora en curar a todos los pokémon. 

La enfermera le entregó las pokéball a Blissey y se los llevó al interior del centro pokémon. Puedes esperar en esas sillas de ahí. 

La enfermera Joe tomo los pokemons de la pelirosa y le indico que tardarían media hora y que podía tomar asiento en las sillas que le indico, la chica del collar de luna dijo esta bien, en lo que esperada recordó que su movildex sonó así que aprovecharía el tiempo para revisar y ver por donde estaba su hermana Selena pensó espero que Vanesa no se haya metido en problemas

¡Bienvenido al centro pokémon! Dijo la enfermera Joy en cuanto entraron por la puerta. Soy la enfermera Joy de Shakonya y estoy aquí para echaros una mano con vuestros pokémon. ¿Qué necesitais? 

El centro pokémon de Shakonya nada tenía que ver con la ciudad, era sumamente pequeño con tan solo un mostrados con dos bandejas para dejar seis pokémon en cada una. Junto a Joy había una Blissey y también estaba otra mujer que parecía ser algún tipo de ayudante o enfermera.

En la sala solo había un banco con cuatro asientos y no había absolutamente nada más. En otras regiones parecía que había tienda, o había zona de descanso para los entrenadores. Allí no. 

En cuanto había cuatro personas más, el local estaba en su aforo máximo y el quinto ya estaba francamente incómodo. Lo mejor sin duda, sería esperar fuera.

Selena, la ayudante de la enfermera Joy se acercó hasta su tocaya para entregarles sus pokéball. Vuestros pokémon ya están cien por cien recuperados. Les comunicó alegremente. Están como nuevos. Así que no temáis en hacerles luchar de nuevo, pues con cada combate se fortalecen más, mejoran y crecen. ¡Así que no dudéis en seguir entrenándoles! ¡Muchas gracias! Dijo con una sonrisa.

Al entrar en el centro pokemon Ren se queda en shock al resultarle familiar la cara de la enfermera Joy. Tras ser consciente de su cara de sorpresa intentó volver a centrarse en lo importante, Nidoran.

-Encantado enfermera Joy, tienes un ligero parecido a la enfermera de Kanto, ¿No sereis familia por un casual?

De golpe su semblante se volvio serío sacando su pokeball y se la acerca a la enfermera - Por favor, ¿Podrías curar a Nidoran? Hemos tenido un combate bastante duro, estoy algo preocupado por sus heridas.

Mirando como la Enfermera cogía la pokeball, Ren decidía sentarse en los bancos a esperar por su Nidoran. No queria alejarse por si ocurria algún imprevisto, después de todo era su primer pokemon y a pesar de que al principio no entendía que veia la gente en los pokemon se habia encariñado muchísimo y creado un lazo increible con nidoran.

Desde el banco con la cabeza gacha se escuchaba un murmullo de Ren diciendo: - Ponte bien pronto Nidoran

La chica pelirosa tomo las pokebolas que su tocaya le dio y con una sonrisa le dijo muchas gracias, después observo que un chico rubio con un mechón teñido de rojo estaba preocupado por su pokemon, así que se acercó para decirle tranquilo tu pokemon estará bien, después de decirle eso Selena salio del centro pokemon

Tras oir las palabras de Selena, Ren levanto la cabeza y le miro a los ojos, parecia contenta y la verdad que transmitia confianza. Ren esbozo una media sonrisa

- Gracias, espero que se recupere pronto.

Sí, la enfermera Joy de Kanto es mi hermana mayor. Dijo con una sonrisa. Dicen que nos parecemos bastante, pero la verdad que la nariz la tenemos muy diferente. Dijo con una sonrisa.

La enfermera tomó sus pokémons y les respondió: Pues calculo que a las 12.30 lo tendrás listo. Tardamos siempre una media hora en curar a todos los pokémon. 

La enfermera le entregó las pokéball a Blissey y se los llevó al interior del centro pokémon. Puedes esperar en esas sillas de ahí. 

¡Bienvenido al centro pokémon! Dijo la enfermera Joy en cuanto entraron por la puerta. Soy la enfermera Joy de Shakonya y estoy aquí para echaros una mano con vuestros pokémon. ¿Qué necesitais? 

El centro pokémon de Shakonya nada tenía que ver con la ciudad, era sumamente pequeño con tan solo un mostrados con dos bandejas para dejar seis pokémon en cada una. Junto a Joy había una Blissey y también estaba otra mujer que parecía ser algún tipo de ayudante o enfermera.

En la sala solo había un banco con cuatro asientos y no había absolutamente nada más. En otras regiones parecía que había tienda, o había zona de descanso para los entrenadores. Allí no. 

En cuanto había cuatro personas más, el local estaba en su aforo máximo y el quinto ya estaba francamente incómodo. Lo mejor sin duda, sería esperar fuera.

Al ver entra a Kalel y Lay Ren se levanto de la silla para poder saludarlos.

-"Anda! Kalel, Lay, estais aquí. Veo que vosotros también habeís venido, ¿que tal esta Shinx? La verdad que lucho muy bien."

Con una sonrisa en su cara al verlos continuo hablando con un tono alegre.

- "Nidoran sigue dentro recuperandose del combate pero pronto iremos a entrenar para nuestra revancha" Su mirada empezaba a brillar mientras miraba a Kalel "Nuestro proximo combate sera mejor que el primero ya veras"

Kalel miró con curiosidad el centro pokémon, la verdad era que después de ver algunas construcciones de la región, se le hacia raro que el centro pokémon fuera tan pequeño, más parecía uno de pueblo que uno de una ciudad importante como parecía ser Shakonya.
La enfermera Joy, baluarte de cualquier centro pokémon, los recibió con alegría, como solía hacer. Kalel enseguida sacó su pokéball con una tímida sonrisa.

-Encantado, yo soy Kalel. Shinx está herido, y me gustaría que lo atendiera.- Le dijo el joven.

Fue entonces cuando se percató de la presencia de Ren, quien había salido hacia aquí poco antes.

-Un poco magullado, pero nada grave.- Le dijo Kalel cortesmente.- Tu nidoran pega duro.- Dijo el chico alegre para luego quedarse un tanto pensativo.- Estábamos decidiendo a donde ir ahora, pero mientras solo tengamos un pokémon, más nos vale que esté al cien por cien

-"Yo ire a capturar alguno y a entrenar. La verdad que tampoco tengo muy claro donde ir pero creo que empezare por la zona safari" Le dice con una sonrisa a Kalel. En la mirada de Ren se podía ver las ganas de volver a combatir con el, en el fondo las ganas de revancha eran evidentes pero era consciente de que Ren y Nidoran debían entrenar más aún

Tras hablar con Kalel Ren se acerca al mostrador a recoger a Nidoran.  Con una agradable sonrisa agradece a Joy haber cuidado a su nidoran.

-"Muchas gracias enfermera Joy. Nidoran tiene mucha mejor pinta y se le ve lleno de fuerza de nuevo." "Bueno nidoran aún tenemos mucho que hacer, vamos a ser los más fuertes ¿vale?" Tras el reencuentro Ren se acerca a Kalel para despedirse.

"Bueno Kalel yo parto ya, espero volver a vernos pronto para esa revancha, hazte fuerte tu tambien ¿¿vale??"

"Un placer volver a verte Lay, espero que algún día te animes tu tambíen a luchar conmigo, cuidaos mucho kalel y tu"

Ren continua su marcha hacia la zona safari en busca de su siguente pokemon.

- ¡Hola Ren!- saludó la muchacha al rubio al ver que se acercaba. - ¿Está bien Nidoran? ¿Ya recuperado? - añadió, esperando de veras que su pokemon estuviera en buenas condiciones. - Ya verás que se recupera en seguida, ¡es muy fuerte! - le respondió al muchacho con ilusión. - Ay, hola enfermera Joy. Mi nombre es Lay. Encantada. - se presentó con la enfermera, al darse cuenta de que no había saludado a la señora. 

Le sonrió en despedida al chico rubio. - ¡Si! Mi Ignis y yo también tenemos muchas ganas de probar suerte. Aunque seguro que nos tenemos que esforzar mucho para venceros. Cuidaos, y nos vemos por Shakonya. - se despidió del chico para luego girarse hacia Kalel. - ¿Qué deberíamos hacer ahora, Kal? - terminó.

La enfermera tomó sus pokémons y les respondió: Pues calculo que a las 13.00 lo tendrás listo. Tardamos siempre una media hora en curar a todos los pokémon. 

La enfermera le entregó las pokéball a Blissey y se los llevó al interior del centro pokémon. Puedes esperar en esas sillas de ahí. 

Selena, la ayudante de la enfermera Joy se acercó a Ren para entregarle su pokéball. ¡Espera que aún no te lo hemos devuelto! Le gritó a Ren antes de que se marchara. Tu pokémon ya está cien por cien recuperados. Les comunicó alegremente. Está como nuevo. Así que no temas en hacerles luchar de nuevo, pues con cada combate se fortalecen más, mejoran y crecen. ¡Así que no dudéis en seguir entrenándoles! ¡Muchas gracias! Dijo con una sonrisa.