Partida Rol por web

Menuda fiesta se ha montado el Santomé, una a la que merece la pena asistir - tirando el cigarro al suelo, Danno miró alrededor esperando encontrar a alguien de interés ya que las chicas estaban ocupadas con sus conversaciones.

Tenía un encuentro pendiente con uno de sus proveedores, pero ya se lo encontraría en otro momento.

—Suena bien, vamos allá.

Daphne volvió a caminar de frente y se colgó del brazo de Lana avanzando a paso firme entre una multitud que deambulaba sin un aparente rumbo fijo.

—¿Nada de Drea aún?

Danno se percató de algo que el resto no parecía haberse dado cuenta. Había tanta gente y el lugar era tan grande, con árboles frondosos de por medio, que era imposible localizar o identificar a otras personas a simple vista. Si quería reunirse con alguien, iba a tener que pedirle la ubicación o quedar con esa persona en algún sitio concreto de Central Park.

Lara llevaba del brazo cómodamente a Daphne hacia dónde habían indicado los chicos. Ante su pregunta, revisó el móvil. - No... Aún nada. - admitió.

¿Y es un problema? - inquirió el chico, intentando meterse en la conversación un poco de forma brusca. - Si no quiere venir o está ocupada, deberíamos poder pasarlo bien los que estamos, sin depender de alguien más. - lo dijo en un tono muy serio, seguramente para intentar evitar que la conversación girara entorno a la ausencia o aparición de Drea.

Le dio una pequeña colleja a Terrance. - Perdonad a don "no sé expresarme adecuadamente". - dijo en un tono relativamente desenfadado, intentando rebajar la tensión. - Venga tio, es su amiga, es normal que se preocupe por ella, más si no contesta.

Paso a paso, a través de la multitud, empezaron a sentirse cada más despejados y podían observar con más facilidad el cielo estrellado, algo que ayudaba la ausencia de iluminación. - ¿Veis? Tal y como decía ¡este sitio es perfecto! - comentó mientras se caía estrepitosamente tras resbalar contra una roca húmeda, raspándose una rodilla. Se mordió el labio inferior, aguantándose las ganas de gritar y en especial, la vergüenza que sentía. - ¡Y este es un ejemplo de lo que no tenéis que hacer a oscuras al lado de un pequeño lago! _Jeje... - bromeó, levantándose más rápido que su orgullo.

Allí había mucha gente por lo que Danno echó un rápido vistazo e indiferente, sacó el móvil y mandó un mensaje.

- ¿Queréis tomar algo, chicas? Yo invito - dijo mientras terminaba de escribir el mensaje.

El ambiente estaba bastante bien y la música nada mal, por lo que Danno comenzó a moverse un poco al ritmo de la música. Miró en dirección a la barra para ver si había mucha gente pidiendo bebidas.

Steve llegó solo a aquél lugar, puesto que no había quedado con nadie, sin embargo esa sensación de soledad pronto se vio abrumada por una ingente cantidad de gente que parecía haber ido a ver el evento montado por José.

Los drones poco a poco se iban congregando, era lo único que se veía claro desde tierra. Steve comprendió que la grandísima cantidad de gente que allí había le iba a impedir ver a cualquier otra persona conocida, por lo que si no conseguía quedar con alguien en alguna zona concreta de Central Park o que le pasaran la ubicación para ir él mismo, no iba a poder reunirse con nadie.

Al llegar casi que se arrepintió de haber ido, se sentía patético, rodeado de gente pero sintiéndose solo. Hace un año su vida era perfecta, capitán del equipo, rey del baile, novia guapísima, la envidia de todos, su padre feliz por la buena imagen que le daba, todo le salía bien y ahora, desde que Nichole le terminó, parecía todo salirle mal. Su ex se metió con su "mejor" amigo, su padre cada vez más intenso con no dejarle ir a la NFL, solo y sin amig... Bueno, si tenía una amiga. Sacó su celular y le escribió a Renata para ver si se encontraban. 

Ren, estás en lo de los drones? Acabo de llegar pero en este gentío no veo a nadie conocido. 

—¿is in priblimi? —Daphne se volteó y le hizo una mueca a Terrance a la vez que le sacaba la lengua—, además puede haberse perdido, o haber preguntado si trae pizza o cualquier cosa. ¡Las posibilidades son infinitas!

Para cuándo llegaron a orillas del lago Daphne se apretó contra Lara, no había contado con que en un lugar más abierto y menos protegido de la brisa la temperatura iba a ser más baja. Estaba pensando en eso cuando Thomas resbaló en una roca.

—¡Madre mía Thomas! ¿Estás bien? —se soltó de Lara preocupada y se adelantó había él, que ya se estaba levantando—¿Estás bien? ¿No te has roto nada?

Renata no tardó en encontrar a su hermano, quien estaba acompañado por Valentina Rosales, la cual la observó bufando y con la cara roja, se notaba que había corrido mucho. - ¿Qué tanta prisa chiquilla? - le miró un poco dudosa. - ¿Qué no confías ya en que sepa cuidar a tu hermanito? Le dije que te mandara un mensaje de que me lo llevaba a ver los drones, que cuando pasé a verte y no estabas, me insistió mucho. - admitió. - Pero que sepas que me ofende mucho que no me confíes los cuidados de tu hermano. - se cruzó de brazos, fingiendo un falso enfado... Que no era cien por cien fingido tampoco.

Por otra parte, Renata cumplió su palabra y le pasó su ubicación a Steve, quien no tardó demasiado en encontrarlos a los cuatro.

-Pff, todavía no; pero esta noche cae, amigo. -Dijo a lo bajini entre risas cómplices. -Aunque está más loca que un árabe que ha perdido su mochila. 

  La carrera había acalorado a Renata, por lo que había acabado quitándose la parte de arriba para llevarla ahora en la mano. El alivio se delineó en sus facciones tostadas al ver a Juancho disfrutando con Valentina. Y a salvo. Le dió un fugaz abrazo pues el chico estaba demasiado emocionado por el espectáculo.

- No es eso profesora - respondió mientras se volvía hacia la mujer - Se suponia que lo había recogido mi vecina de enfrente y como el mensaje solo era un video.. - se encogió de hombros mientras sus ojos viajaban hacia su hermano, que ahora estaba dando palmaditas mientras miraba al cielo

- Muchas gracias por traerlo. Le debo una - La sonrisa volvió a brillar en su rostro mientras tomaba su mano unos momentos.

Al ver a Steve acercarse puso su mano en la cadera mientras lo miraba llegar. - ¿Que tal se ha quedado la señorita Nichole? - le regañó - A ver si despiertas de una vez y te das cuenta que es una víbora manipuladora. ¿Cuantas veces te he dicho que no te acerques a ella? - suspiró evaporando su enfado y suavizando su tono, pues no quería avasallarlo - Te va a hacer daño otra vez... Profesora, digáselo usted -

Puesto que parecía que Sydney no le daba bola y que aquello estaba cerca de comenzar, Klaudia y las Wong no dudaron en aceptar la invitación. Se acercaron a la barra del camión portátil y pidieron un botellín de cerveza para cada una. Klaudia alzó el botellín para brindar. - Por nuestro benefactor ¡gracias por las birras! - dijo hacia Miller.

Tras un primer largo e intenso trago, miró curiosa a Danno. - ¿Sabes? Tienes pinta de capullo la mayor parte del tiempo, pero creo que eres mejor persona de lo que aparentas. ¿Por qué sueles andar normalmente a solas o con tus colegas del patio? Podrías juntarte con más gente si quisieras. - parecía interesada en aquél misterioso tipo que acababa de ofrecerle una bebida gratuita.

Mientras Daphne ayudaba a levantarse a Thomas y se preocupaba por su estado físico actual, Drea llegó junto a Anthony a aquél reservado lugar donde normalmente alquilaban barcas, cerca del lago. Anthony miró con una sonrisa juguetona al caído. - ¿También voy a tener que encargarme de que no te caigas? Porque bastante tengo con la chica cuya mochila atenta contra su vida. - comentó señalando con el pulgar hacia Drea.

Miró entonces a Daphne y a Lara, se acercó a ellas y les tendió la mano. - Creo que nunca nos han presentado formalmente, más allá de cuando pasan lista en clase. ¿Qué tal? ¿Por qué habéis venido a un lugar tan oscuro como este? - añadió, mirando de lado a lado lo separados que estaban del resto.

-Lo que jamás entenderé es el momento en que el director de crepúsculo creyó que era coherente hacer vampiros brillantes... GUSILUCES-.

Enfrascada y gesticulando con las manos lo horrorosas que me parecieron ciertas decisiones cinematográficas, Anthony y yo acabamos llegando al lugar donde se encontraba Daphne.

-Ei- paralizando las manos en el aire porque en su día me dejó muy dolida ver la purpurina que le echaron a Edward Cullen, observé cómo estaban ayudando a Thomas para que se levantase -¿Qué ha pasado?

—Hi, que a Thomas se le ha ocurrido examinar la vegetación nocturna del lago de cerca. 

Tras cerciorarse de que el joven no tenía nada grave Daphne se levantó y miró a Anthony seriamente. 

—¿Estamos en la misma clase? —luego sonrío y le cogió la mano al muchacho divertida por el educado gesto—, es broma... Pues nada, que hemos venido por el cielo despejado. A ver si la falta de árboles nos deja ver mejor el espectáculo. 

Volvió a mirar a Drea con duda y finalmente cedió a su curiosidad y soltó.

—Creo que hemos conocido a tu hermano...

Jack y Nichole llegaron a Central Park en un abrir y cerrar de ojos. Se notaba que las leyes de circulación, para Jack Anderson, eran más una sugerencia a seguir que una normativa. Por otra parte al llegar al evento, pudieron observar la cantidad ingente de gente que había en el lugar, de hecho era casi imposible distinguir a nadie entre la turba, excepto los drones que iban por el cielo, posicionándose y preparándose para el espectáculo.

- Birras para todas - Danno sacó unos cuantos billetes y pagó las bebidas cogiendo uno de los botellines para pegarle un buen trago. Cogió otro y se lo pasó a Sydney - ¿Una birra, Sydney?

El joven Miller contestó el gesto de Klaudia alzando su bebida y levantando las cejas - un placer, mientras haya tela que corra el alcohol - y pegó otro buen trago antes de contestar a Klaudia - nena, el Danno suele tener negocios que atender la mayoría del tiempo, por eso suelo estar ocupado, pero siempre estoy libre para acompañar a unas encantadoras damas a tomar un par de copas - le sonrió seductor y sacó un nuevo cigarro.

Scott llegó a Central Park, al llegar al evento, pudo observar la cantidad ingente de personas que había en el lugar, de hecho era casi imposible distinguir a nadie entre la turba, excepto los drones que iban por el cielo, posicionándose y preparándose para el espectáculo.