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Jornada 9 (Sridhara)

La novena jornada del torneo se celebra en un lugar enigmático y lleno de leyendas: la torre de hechicería de Sridhara. Enfrascada en asuntos poco terrenales, la dama arcana es alguien realmente difícil de encontrar incluso para sus propios colegas de gremio. Sin embargo, para sorpresa de todos, la bella Sridhara ha tenido la deferencia de visitaros personalmente en las celdas de aislamiento, justo antes de entrar a la arena, con el ánimo de desearos la mejor de las suertes en el combate y haceros entrega de un valioso objeto, que la organización promete dejaros utilizar en el futuro.

En esta ocasión el tatami se asemeja a una especie de mecano aunque a simple vista no parece ocultar trampa alguna. Por su parte, la entusiasmada grada se encuentra atestada no sólo de jóvenes novicios, sino también de variopintas mascotas y familiares.

Gonthar Puño Iluminado es un semiorco de gran talla, con la piel, los ojos y el cabello de color grisaceo, casi ceniciento.

Viste con una armadura de cuero tachonado, rajada por multiples lugares y que apenas cubre el poderoso torso del semiorco y un simbolo sagrado, de Gruumsh cuelga de su cuello. En su espalda se aloja un espadón mientras que en sus manos porta una Bisarma, un arma similar a una lanza pero terminado en una cuchilla curva en el lugar de la punta recta.

Se alza ante tí, imponente, pero tranquilo, confiado por sus habilidades. Aferra el arma con ambas manos, besa el simbolo sagrado y se coloca en posición de combate mientras te mira y susurra - ¡Comencemos!

Espadón +1 para mí, please

Olaf es moreno y con el pelo largo y liso, parece un hombre bastante musculoso y alto. Su rostro deja ver una cicatriz que parece provocada por la garra de algun animal, aunque lo que mas destaca es su cara de pocos amigos. Sus ojos son negros y su piel bastante palida, sus brazos estan llenos de tatuajes de bestias salvajes y en su pecho se puede ver tatuado la cabeza de un leon rugiedo con furia.

Viste una armadura de cuero tachonado y sobre su espalda descansan un escudo y un gran hacha, en la parte izquerda de su cintura se puede ver como la empuñadura de una espada asoma de su vaina, y en su mano derecha porta una lanza larga, parece que esta preparado para cualquier tipo de combate.

Olaf observo a su contrincante intentando encontrar un punto debil, decidio una estrategia diferente al resto, parecia que el humano estubiese esperando a que el su oponente comenzase atacando, asi que avanzo agarrando su lanza larga con ambas manos esperando la accion de su enemigo.

Sorprendido miro a mi contrincante, al parecer es un bárbaro tambien - ¿Dónde está tu espíritu guerrero? - pregunto mientras de nuevo apelo a la sangre, noto como mis brazos se endurecen y crecen levemente, mis ojos se tornan de un color rojizo y todo pensamiento racional abandona mi mente, mis fosas nasales se dilatan y toman aire profundamente mientras mis manos se crispan alrededor del arma.

En un visto y no visto, tres poderosas zancadas me ponen delante del humano, y descargo mi arma, en un movimiento horizontal y paralelo al suelo, tratando de empalarlo y acabar rápidamente con él.

Mi arma penetra facilmente sus defensas, atraviesa su costado, causando un grave daño, pero no el suficiente como para tumbar al hombre

Olaf se quejo del fuerte golpe que acababa de recibir, dejo caer su lanza y saco su gran hacha, solto un grito demoledor desatando la rabia de su interior, se acerco a su contrincante e intento acabar con el de un fuerte hachazo.

Por fin parece que el hombre se toma en serio la competición y su duro golpe abre un profundo tajo en mi pecho y me hace dar un paso hacia a tras gracias a la fuerza del golpe.

Un profundo y gutural rugido surge del fondo de mi garganta mostrando totalmente los colmillos, acabando de tornar totalmente rojos mis ojos, mis manos dejan caer la bisarma que repiquetea contra el tatami mientras extraigo el espadón de mi espalda.

Este parece más liviano que el que normalmente porto y el brillo de la luz sobre él parece arrancar destellos de un color azulado electrico.

Descargo un golpe cruzado aunque entre el velo rojizo y el leve movimiento que hace el humano no distingo si consigo impactarle. Despreocupadamente vuelvo a alzar el arma para acabar con él

Olaf vio como el espadon de su contrincante le paso bastante cerca sin llegar a impactarle, lo que aprovecho para rapidamente dar un hachazo a su enemigo.

¡Muere! Grito mientras su hacha golpeaba a su oponente.

Después de un fiero intercambio de golpes, el hacha del humano tatuado consigue tumbar al bárbaro semiorco. El combate ha sido breve, pero muy intenso al mismo tiempo. Por su parte, el público arcano y la multitud de extrañas criaturas que atestaban la grada entraron en puro éxtasis ante el emocionante encuentro vivido.