Los destellos arcanos ciegan a Buruntur con tal fuerza que el semiorco cae al suelo del tatami inconsciente. Por segunda vez en el torneo, Ambrosius ha hecho valer su dominio de la magia para conseguir una merecida victoria.
¡Buen combate!
¡Enhorabuena, Deivid! ¡Y mucho ánimo, Manolo!
Cierro la escena.