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Jornada 4 (Govinda)

Govinda es la región más árida del reino. Asolada por la falta de lluvias, las altas temperaturas y las tormentas de arena, esta vasta zona se mantiene viva gracias a los adinerados comerciantes de esclavos que se refugian en los escasos oasis que hay dispersos en medio del desierto. 

Hoy nos encontramos en la cuarta ronda del torneo. El jeque Abd-el-Khaled Ibn Batutta es vuestro anfitrión y, curiosamente, las gradas muestran un inmejorable aspecto, pues sólo veis bellas mujeres provenientes del exquisito harén del señor de las dunas.

Tardax es un joven alto y fuerte, de gran musculatura que porta a su espalda el gran espadón, junto con un camisote de mallas. Su larga melena rubia, casi blanca le cae en cascada sobre sus hombros. Lo que más puede desconcertar, es su piel blanquecina, como la leche.

Al salir a la arena, recoge el espadón de su espalda y lo alza al público mientras todos le jalean

Olaf es moreno y con el pelo largo y liso, parece un hombre bastante musculoso y alto. Su rostro deja ver una cicatriz que parece provocada por la garra de algun animal, aunque lo que mas destaca es su cara de pocos amigos. Sus ojos son negros y su piel bastante palida, sus brazos estan llenos de tatuajes de bestias salvajes y en su pecho se puede ver tatuado la cabeza de un leon rugiedo con furia.

Viste una armadura de cuero tachonado y sobre su espalda descansan un escudo y un gran hacha, en la parte izquerda de su cintura se puede ver como la empuñadura de una espada asoma de su vaina, y en su mano derecha porta una lanza larga, parece que esta preparado para cualquier tipo de combate.

Al ver el arsenal que porta mi rival, decido esperar a ver qué opción decide tomar.

Olaf al ver que su contrincante no atacaba decidio avanzar hasta tenerlo al alcance de su lanza larga, lanoz un grito de furia y ataco a su adversario.

Al ver venir a mi rival, espero el momento adecuado para evitar su carga. Así, girando el cuerpo, avanzo hacia él haciendo que la lanza pase de largo y asesto un golpe con mi espadón sobre el costado de mi rival.

Tras el ataque de mi rival y ver la herida de mi costado, avanzo con un grito triunfal al ver uno de sus flancos desprotegidos. En ese momento doy un giro de 360 grados y, con la inercia de mi giro hago un corte horizontal en el abdomen de Olaf

El tajo del bárbaro albino produce una herida mortal de necesidad en su rival, que cae al suelo inconsciente y comienza a desangrarse de gravedad. Poniéndose en pie para ovacionar al ganador, la grada entera ruge ante la ofrenda de sangre que ambos contendientes han dispensado.