Partida Rol por web

La máscara de la Muerte Roja

La Sala Negra

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16/08/2013, 21:42
Lautone

Lautone se levantó iracundo mirando con su ojo inyectado en rabia a aquella mujer - ¡ESTÚPIDA! - el insulto fue abierto, gratuito y con toda la intención de herir a... - ¡ESTÚPIDA PLAÑIDERA! - repitió la afrenta y se movió unos pasos para acercarse más mientras la señalaba con dedo acusador, que si bien hubiera sido una espada, estaría ensartando su corazón repetidas veces - ¡ESTÚPIDA CIEGA LLORONA! - la ira lo dominaba pero en seguida pasó a un tono de voz que dejaba bien claro la violencia que estaba conteniendo en su interior - Evitar la muerte de Enzo supondrá la salvación de TODOS lo que ya hemos muerto y del RESTO que muera... supondrá volver a la vida, supondrá volver a sentir el ¡PUTO AIRE EN TUS PULMONES! - salían salivazos incontrolados de sus labios mientras su ceño fruncido controlaba la cara de Lautone y su ojo no se apartaba de Lucrezia - ¡TODOS! Debemos morir, todos... T O D O S y lo siento por Elisabetta a quien le aseguro yo he aprendido a querer mucho más de lo que su presuntuosa madre ha podido hacer en toda ¡SU JODIDA VIDA! pero este es el jodido medio para sobrevivir los que queramos hacerlo - miró al resto durante un breve lapso de tiempo - ¡JUZGAR A ENZO SUPONDRÁ LA CONDENACIÓN ETERNA PARA CADA UNO DE NOSOTROS! ... - el eco de su voz resonó por todo el lugar dándole un cariz casi apocalíptico; extendió ambas manos y trató de emular una balanza - ¿Qué queréis? Morir para siempre, ser un cadáver podrido para siempre o ¿vivir la vida que se supone que tendríamos que vivir? Yo... al menos, lo tengo claro... y tú - señaló nuevamente a Lucrezia - eres la única traidora, por que mi dulce Elisabetta, acabará aquí como todos... yo al menos le quiero dar la posibilidad de volver a la vida - y se quedó ahí de pie, en medio de la sala, respirando con fuerza...

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17/08/2013, 13:56
Patricia

Fionna me abraza tras la dura revelación que afecta a nuestra familia, a nuestras vidas. Le correspondo al abrazo y le beso en la frente.

- Nadie, escúchame bien, nada ni nadie nos puede robar el cariño que nos tenemos. Tenemos nuestras rencillas de hermanas, clara muestra de que nos consideramos como tal, pero nada sería igual sin ti. A pesar de todos los obstáculos que nos podamos encontrar... -dicho esto, me dirijo a Fausto, pues está ahí de pie esperando mi reacción.

¿Qué se supone que debo hacer? Es mi legítimo padre. Si le acepto, quizás deba decir adiós a toda una vida que he construido a mi alrededor de manera que me satisfaga en todos los sentidos. Adiós a los bailes, a las fiestas, a la diversión, a los excesos, a la riqueza, a los títulos y al poder. Pero si no le acepto seré aquello que nunca quise ser y en lo que finalmente me habré convertido, una víbora más en el mundo dispuesta a sacrificar cualquier cosa para mantener el poder. He estado bajo esa piel y no me ha gustado la sensación. Así pues, ¿qué debo hacer?

Le tiendo la mano a Fausto. Para él tampoco ha de ser nada fácil todo esto. Quizás incluso le cueste más que a mí, pensando que yo estaría muerta o que no llegué a existir. Quién sabe...

- Vos sois mi padre... Mi verdadero padre... -digo como si pensara en voz alta, como si tratara de racionarlo y ser capaz de entenderlo. Mi semblante aún me muestra en cierto modo atónita por la situación, pero poco a poco mi mente va cabilando sobre todo ello- Si todo el mundo sabía que estabais buscando a mi verdadera madre supongo que os lo ocultaron deliberadamente. Lamento haber perdido tantos años y tantos... momentos que ya quedaron atrás -digo esto mirando a mi madre. Me había llegado a sentir realmente mal, sintiéndome culpable por el desapego que sentía de mis padres hacia mi persona. Y realmente yo no tenía la culpa de nada. Tanto tiempo desperdiciado en intentar agradarles hasta que me harté... Quizás si hubiese vivido otra vida, una vida con mis padres verdaderos, hubiera sabido lo que es el auténtico amor que unos padres profesan a sus hijos- Aún así no odieis a mis padres, no creo que todo lo que han hecho haya sido con maldad. Quizás por egoísmo, pero no por maldad. No son así...

Las palabras de Attilio, el cual se acerca hasta nosotros, describen que realmente he tenido una vida afortunada a pesar de todo. Más que mucha gente que no ha tenido mi misma suerte de haber tenido una vida completa, al menos en el tema material.

- Os agradezco vuestras palabras. No... no odio a mis padres y agradezco haber tenido una buena vida. Lo que siento es... -me quedo mirando al vacío, pensando en qué es realmente lo que siento. ¿Decepción? ¿Engaño? Sigo sintiéndome como un maldito juguete roto. Dibujo una media sonrisa, un tanto fugaz, para agradecer al bardo su intromisión- De verdad, gracias.

Aunque aquel ambiente es roto por las palabras de Lautone. Se ve que ha estado discutiendo con alguien, pero no les presté atención debido a que yo también estaba conversando. Aún así, sus palabras me sorprenden, como a todos los allí presentes supongo. ¿Todos debemos morir? Ya estamos muertos... ¿o no?

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17/08/2013, 18:26
Attilio

Attilio se acerca a Lautone.-Tranquilo, con la ira muchas veces no arreglamos las cosas.-Hizo una pausa para proseguír-si es eso cierto Lucrezia es la única manera de volver a vivír, deberíais entendérlo, pensé que seríais un poco más inteligente.

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17/08/2013, 19:03
Fausto

Las palabras de Juliana no llegaron a mis oidos. Estaba viviendo algo tan inverosimil, tan increible, que dificilmente podría entener lo que me dijeran.

Siento la mano de patricia sujetar la mia y entiendo aquello que tantas veces he escrito sin saber, lo que tantas veces he escuchado y aceptado sin entender. Me embargaba un sentimiento nuevo, algo extraño, en parte nostalgico, en parte alegre, en parte orgullo, en parte humildad. La única sensacion que conocia era el amor a Elisa y la lujuria a las mujeres. Pero esto no es nada ni remotamente similar. Tenia una hija y Dios me perdone, me aceptaba como su padre.
Temblaba de emoción contenida eran noticias demasiado fuertes para asimilarlas.Aunque lo que sienta poco importa. Lo que importa es que he encontrado aquello que busqué por todo una vida.

-Yo lamento no haberte encontrado antes. Tienes razón no les odio. Por extraño que parezca esa emoción tan común en mi parece que se ha adormilado. Simplemente no puedo odiar.- Sonrío ante el comentario.
Hay tanto que me gustaría hablaros: Historias, lugares, gente. Y tanto que me gustaría saber, de tu vida lo que te gusta... Debía contener mi lengua antes de abrumarla.
Miro a Fioona y la forma como abraza a Patricia. -El amor de hermanas es algo muy fuerte. No deben preocuparse esta claro que permanecerán unidas por siempre.- Luego la pelea de Lauton y Lucrezia.

Es verdad... Miro a Patricia y a Fioona a los ojos. -Al llegar a esta sala y antes de poder levantarme por mi propio pie un esqueleto me hablo. Y decía que si sobreviven sus hijos nos darán una nueva oportunidad. Sé bien que mi actuación en vida fue en pro de eliminar a los hijos de esa cosa. Pero esto podría ser una segunda oportunidad para todos.- La verdad poco me importaba pasar el resto de la eternidad en esa habitación. Pero la posibilidad de tener unos años de vida para conocer a mi primogénita perdida era una esperanza demasiado tentadora para dejarla ir.

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18/08/2013, 12:58
Juliana

Juliana observa las dos conversaciones paralelas, y no puede evitar sentirse más atraída por la que habla de volver a la vida.

- Decís entonces... ¿que hay salvación? - pregunta, incrédula - ¿Eso os lo dijo la propia Muerte? En tal caso, ¿por qué debemos creerlo? Perfectamente podría ser un truco para que ayudásemos a sus esbirros. Aunque si fuera cierto... vos, yo, incluso el propio príncipe...

- ¿Qué decís vos, Príncipe?

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18/08/2013, 13:08
Príncipe Próspero

Próspero negó con el rostro, suspirando— ¿Ninguna de vuestras mercedes se ha planteado que quizá podamos volver, pero pagando un alto precio? ¿Qué sucederá con los que aún queden vivos en mis dominios? ¿Creéis que la Muerte va a perdonarlos? No... Lo que nos ha dado la muerte no es una posibilidad de Salvación. Lo que ha hecho es ofrecernos un pacto macabro, dándolos la posibilidad de vender a otros a cambio de vivir egoistamente el resto de vida que nos queda, que en algunos casos podría ser poca.

Sus pupilas, frías y determinadas, se posaron sobre Lautone— Esa es la verdadera naturaleza de su oferta. Y creer lo contrario sería ser un iluso. La muerte no regala nada. La muerte sólo arrastra la vida a su paso, y una vez llega no hay vuelta atrás. Sólo podríamos volver de haber un cambio equivalente. Nuestra vida volvería a ser tal a cambio de una igual. 

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18/08/2013, 13:41
Cecile

Cecile había estado en silencio mucho tiempo. Se sentía realmente triste, con las esperanzas perdidas. Escuchó las conversaciones sin participar en ellas. Yo no tengo a nadie más que a Attilio, y ni siquiera puedo aportarle nada en este lugar... ¿O quizás sí? 

Observó a todos, solitaria, mientras Attilio se encargaba de tranquilizar a Lautone.

Se fijó en Fausto y Patricia. Parecía que la joven, a pesar de lo complicado que debía ser aceptar que las personas que han sido tus referentes durante tanto tiempo no sean tus verdaderos padres, había aceptado al dramaturgo como tal. No obstante, su atención se centró de nuevo en Attilio, ya que parecía afectado por la situación, que se encargó de despertar malos recuerdos de su pasado.

Se acercó entonces al bardo y acarició su rostro. Lo siento tanto... Debió ser tan duro... - Le susurró mientras se abrazaba a él.

Las elucubraciones sobre la supuesta segunda oportunidad que otorga la muerte llamaron la atención de la mujer. Sin embargo, se limitó a escuchar las palabras del Príncipe. - Volver a vivir para volver a morir... - Comentó en voz baja. Sus ojos enrojecidos de tanto llorar mostraban su tristeza.

Sólo ansiaría volver a vivir si conmigo viniera Attilio... Y los inocentes que lo merecen... Se aferró al bardo con fuerza y miró a Fionna de reojo. - ¿Cómo está Martina, querida? ¿Qué se opina de Giuseppe en estos momentos...? - Hasta el momento su intuición apuntaba en que Giuseppe sólo tenía malas intenciones, nada había hecho que la mujer pudiera pensar lo contrario...

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18/08/2013, 15:56
Attilio

el bardo abraza cariñosamente a Cecile-amada Cecile junto a vos todo eso se me olvída.-Dice mientras besa cariñosamente su pelo.

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19/08/2013, 14:16
Lautone

Todos somos egoístas - le contestó al principe mirándolo directamente, en cierto modo, desafiante - y más todavía si se estamos hablando de nuestra supervivencia... quizás nos engañen, pero ya estoy muerto... y no tengo nada que perder - se guardó aquel ultimo comentario y se sentó donde estaba pero no sin antes dedicarle una mirada violenta a Lucrezia

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19/08/2013, 16:26
Patricia

Una vez que la revelación sobre acerca de mi familia queda más o menos aclarada, ya que mi madre no ha querido meter palabra alguna en el asunto, miro a los que hablan sobe matar al resto para volver a vivir, porque básicamente dicen eso. Entonces, ¿no estamos en las mismas de antes? ¿En donde votábamos para decidir la muerte de algunos para vivir el resto?

- No quiero volver a jugar a ése juego... Además, ya estamos muertos, no está en nuestra mano salvar ni condenar a nadie -miro al príncipe y miro a Lautone, claramente dos caras distintas de un mismo problema.

Uno afirma que hay que salvar a Enzo porque si no morimos todos; el otro, que si accedemos tendremos que hacerlo pactando con la Muerte. Y yo creo que ya estamos muertos. Ya hemos encontrado la paz. ¿En serio vamos a volver a girar las tornas para seguir como en vida?

Miro ahora a mi dramaturgo y revelador padre- Pero sin embargo afirmais que un esqueleto os habló... respaldando así las palabras del conde. No sé... -le doy vueltas al asunto, indecisa y algo confusa.

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19/08/2013, 17:43
Salvatore

Seguí el hilo de la conversación, ciertamente hasta ahora no había tenido mucho que decir salvo maldecir a Lucrezia por la brutal muerte que me dio, pero debido a las recientes muertes me vi obligado a pronunciarme.

Aunque en un inicio odié a Lucrezia por su hambre, su preocupación por hija me conmovió y me recordó días mejores cuando la muerte roja no amenazaba nuestras vidas.

"¿Fausto es el padre de..? ¡Si no se parecen en nada!"
"Ahora que lo dicen... los dos son igual de misteriosos... ¿Eso se hereda?"
"¡No entiendo como no me he dado cuenta antes! Son iguales..."

Me giré hasta Lucrezia. -Lucrezia, lo siento de verdad, soy un pervertido que buscaba el amor de todas. No pude evitarlo en vida, pero solo soy capaz de ver ahora todo el dolor que he causado con mis mentiras.

-Ojala pudieras perdonarme, aunque no cuento con ello... -sabía que no iba a perdonarme, pero no quería quedar como un energúmeno si aquellas eran mis últimas horas de existencia.

-Fiona, lo que acabo de hablar también va por vos, en especial por vos, si, intenté seduciros aprovechándome de vuestra buena voluntad e inocencia. No os merecéis algo así, espero que sepáis olvidar y encontréis a vuestra verdadera alma gemela. La muerte roja no podrá con vos.

Y por último me giré hacia el resto.
-Nicola es un heraldo de la muerte. -confirmé. -Lo siento de verdad, perdonadme.

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20/08/2013, 01:06
Director

La figura confundida de Enzo, aparece ante todos los presentes. 

Éste a su vez comprueba que no se encuentra solo en la sala negra.

Todos aquellos que han perecido antes que él, se encuentran en la misma, y una figura idéntica a la de Fionna, pero bañada por entero en carmesí, se encuentra entre ellos.

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20/08/2013, 01:08
Director

Los presentes a penas han podido reaccionar a la llegada del bastardo a la sala, cuando de pronto, se abre una de las puertas de la habitación...